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La verdadera cara de Daniel Noboa

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Publicamos este artículo de la Revista Crisis del 2 de abril último. «Crisis» es una revista digital, que nació con el objetivo de presentar una nueva referencia de izquierda en Ecuador. Con esta publicación concretamos una colaboración entre los dos medios, a través de intercambio de artículos.

La República Bananera se encuentra en plena implementación. El manual de convencer al pueblo que él mismo es el enemigo interno, además de divergir la atención pública hacia las causas y no los orígenes de la problemática estructural, parecen posicionar a la dinastía bananera como problema y antídoto del estado de violencia autoinducida en el que se encuentra el Ecuador en estos momentos. Tras una disminución relativa de los índices de violencia al inicio del “Plan Fénix” y tantos títulos estruendosos que la clase capitalista inventa para justificar sus cortinas de humo, la problemática estructural de la violencia a manos de la burguesía, como también sus consecuencias, continúan siendo las mismas. El dios mercado, hambriento de cocaína y recursos primarios -extractivos- asegura sus mercados de sustancias en forma de oro puro u oro en polvo.

El Ecuador se ha convertido en el primer exportador de cocaína a nivel mundial, además de recrudecer la violencia extractivista, ligada a la exportación de oro, plata, cobre, zinc y coltrán. Aunque los productos no parecen tener concordancia, sus destinos, mercados y las lógicas que los entrelazan en la trama del capital transnacional, son las mismas. El Ecuador sirve de mercado barato de sustancias -extractivas en sí mismas- al menudeo. Mientras se exporta oro en lingotes y en polvo, los productos predilectos de importación son armas y violencia. El Ecuador se ha convertido -tan solo en un par de años- en centro de pulso de los mercados de muerte del capitalismo.

En medio de la trama transnacional y el alarido mediático que dio la burguesía local para la declaratoria de Conflicto Armado Interno, ni la militarización ni un toque de queda de alrededor de tres meses, parecen parar la violencia o el negocio ilícito. Las bananeras continúan exportando su producto predilecto -oro blanco- inmiscuido en sus cargamentos regulares de plátano, y tan solo en el feriado de Semana Santa, se registraron alrededor de 140 muertes violentas -en un lapso de tres días-.

Al retornar del feriado de Pascuas, la violencia explota de forma cotidiana, generalizada y estructural, indiferente al alardeo de las autoridades burguesas. Vivimos un feriado con abundantes masacres -tres en Guayas, dos en Manabí-, un repunte en muertes violentas, secuestros y sicariatos. El Ecuador representa el país con más muertes violentas en todo el continente -alrededor de 40 muertes por cada 100.000 habitantes en 2023-, lo que es aprovechado por las clases dominantes y parasitarias para imponer una cortina de humo ante la imposición neoliberal. Así, este 1 de abril entró en vigencia el incremento al 15% al IVA, además de un aumento en los precios de los combustibles, como el diésel, la gasolina extra y ecopaís, así como el gas licuado de uso doméstico. Alzas que contentan únicamente a los bolsillos del FMI.

Adicionalmente, en los siguientes seis meses, se implementará una política progresiva de shock económico, enfocada en eliminar completamente los subsidios a los combustibles. Así, en un periodo de seis meses, la gasolina extra pasaría a $3 y la diésel en $2.40. Paralelamente, la burguesía espera “amortiguar” el shock de precios de los alimentos, inundando al mercado ecuatoriano con productos -subsidiados- de China. El TLC con China entrará en vigor el 1 de mayo, dando un tiro de gracia a la clase trabajadora del campo. Al mismo tiempo, mediante la consulta y referéndum del 21 de abril, el Estado intentará abaratar el costo del trabajo para la clase capitalista, liberalizando los aportes al seguro social y de pensiones públicas. La burguesía se encuentra orquestando un golpe neurálgico en contra de la clase trabajadora.

El endeudamiento externo no parece dar respiro en el Ecuador. A tan solo 4 meses de asumir la presidencia, Noboa anunció un endeudamiento adicional del Estado ecuatoriano en 3.000 millones extra, situando la deuda externa -pública como privada- en alrededor de USD 88.000 millones, o casi el 90% del Producto Interno Bruto del Ecuador. No cabe duda de que los intereses de Noboa como de toda su clase parasitaria, son el convertir al Estado en una entidad en quiebra, provocando un default o una situación de impago en pocos años.

El estado de excepción fue renovado por 30 días el pasado 7 de marzo, lo que significa que el 7 de abril culminarán los primeros 90 días de la ejecución real del Plan Fénix en territorio nacional. Conjuntamente con la declaración del estado de excepción, Noboa decretó también el reconocimiento del Conflicto Armado Interno -CAI-, mismo que intentó -y logró por un breve periodo de tiempo- engañar a la población acerca de las verdaderas razones detrás de esta declaración. Una distorsión de la realidad, cuidadosamente orquestada desde el Estado, y sostenida por las corporaciones de comunicación, lograron generar un estado de pánico colectivo, que rápidamente pasó a ser un shock. Los altos niveles de criminalidad, conjuntamente con el abandono estatal y la profundización del neoliberalismo, generaron el terreno perfecto para imponer por la fuerza un estado de shock. Mismo que –por un breve periodo de tiempo- justificó la militarización de los espacios públicos, la brutalidad policial/militar y la criminalización de la pobreza.

Las escenas de militares y policías ejecutando castigos desproporcionados y humillantes, la persecución a jóvenes racializados de sectores populares se hicieron virales los primeros días de la declaración del CAI, así como los discursos fascistoides que lo justificaban o inclusive aupaban. Poco a poco el discurso de la lucha contra el crimen organizado se fue diluyendo, demostrando la realidad: 1. el Estado y sus instituciones están permeadas por el crimen organizado; y 2. la intención del estado de excepción y declaración del CAI esconden tras de sí, una guerra implacable en contra de la organización popular. A los 90 días de decretados el estado de excepción y CAI, no solo no se han reducido las cifras de criminalidad, sino que han aumentado los homicidios, los secuestros y extorsiones, la situación de las cárceles es cada vez peor con varias PPLs desaparecidas dentro de los centros penitenciarios y con cero acceso a derechos y contacto con sus familias. Lo que si se ha sostenido es la criminalización y la persecución a personas empobrecidas y organizadas.

La semana pasada cerró con una arremetida estatal de más de 15 días contra campesinxs y pueblos indígenas en Palo Quemado y Las Pampas en Cotopaxi, que además de dejar al menos tres compañeros en estado de gravedad con pronóstico reservado, a otras decenas mal heridxs, varixs niñxs traumatizadxs y al menos 70 personas criminalizadas bajo la figura de terrorismo; ayudó a demostrar la verdadera funcionalidad de las FF.AA. en el control interno, y a la Policía en total impunidad. En Palo Quemado y Las Pampas, los aparatos represivos demostraron con hechos a quienes son serviles: la empresa privada y los intereses de la burguesía en el poder. Así mismo se demostró la impunidad con la que gozan los aparatos represivos en la capital, con una represión desproporcionada en el plantón en solidaridad con ambas parroquias en la ciudad de Quito, el pasado 28 de marzo. Hasta donde se ha conocido, no existe ninguna acción de disciplinamiento o sanción sobre ningún agente del orden por la brutalidad aplicada en Palo Quemado y Las Pampas, solo impunidad.

La escalada de violencia no solo debe leerse desde los índices de criminalidad, sino también desde la permisividad que ahora tienen las fuerzas del orden para ejercer violencia y brutalidad en contra del pueblo y la clase trabajadora. Estos últimos 90 días han representado el primer ensayo de lo que Noboa quiere institucionalizar en la República Bananera: un territorio nacional militarizado, donde se garantice el crimen organizado y se persiga a la organización popular. En los últimos 90 días, el gobierno bananero no ha logrado -ni intentado- combatir al crimen organizado fuera y dentro del Estado, todo lo contrario, ha reforzado con más poder e impunidad, a las dos instituciones más permeadas por el narco: la Policía Nacional y el Ejército. Al mismo tiempo, inician las confrontaciones con líderes populares como Leonidas Iza, en un ejercicio evidentemente autoritario del poder por parte de Noboa, que se desenvuelve en la presidencia exactamente como lo que es: un niño rico con traza de mafioso y berrinches incontrolables.

Es precisamente en este contexto inicia la campaña por la consulta popular y referéndum, donde se proponen 11 preguntas divididas en bloques, que por un lado intentan institucionalizar y perpetuar la presencia de militares en el control interno, y por lo tanto los abusos y violaciones sistemáticas a los derechos humanos y colectivos. Por otro lado intenta también radicalizar la explotación a la clase trabajadora, con la pregunta sobre el trabajo por horas, que definitivamente profundiza la precarización en la que ya vive la clase trabajadora. El último eje legal, en cambio se intenta imponer una forma de ejercer el Derecho en el que poco a poco se vayan perdiendo garantías en su ejecución, retirando mecanismos de acción legales a la organización popular y los movimientos sociales, al retirarle poder a la Corte Constitucional. Es decir, es una consulta y referéndum enfocado inequívocamente a reestructurar la vida social de todos y todas, imponiendo la militarización, la súperexplotación del trabajo y alejar aún más el poco Derecho al que accedemos como pueblo.

A tres meses de la teatral escenificación de un autoatentado provocado por la propia clase explotadora en el país, se develan los verdaderos intereses de Noboa en el poder: exprimir a la clase trabajadora, mientras se militariza y persigue a quien resista o se organice. Daniel Noboa lleva el proyecto de explotación burguesa a un nuevo nivel, profundizando una liberalización económica y comercial agresiva, mientras se precarizan derechos colectivos, laborales y territoriales, todo para acrecentar la acumulación del gran capital. El 21 de abril vota todo NO.

Revista Crisis. 2 de abril de 2024. https://www.revistacrisis.com/editorial/la-verdadera-cara-de-daniel-noboa?fbclid=IwAR3wIDDULvdGgtSgjO94mE9gUQNoUKtFGECOLtffshSTJz8g76wVka3utsI_aem_ATa3xn_QEj-dFUemVV4Oig8mkB-B9PjTUEZZ2aCD1rEl2cgc3avlcc4bYf9I6uooj1I

En las calles otra vez, el pueblo cubano pide comida y corriente eléctrica

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¡Corriente y comida! Así se lanzaron a las calles los habitantes de Santiago de Cuba, Bayamo, Artemisa, el pasado 17 de marzo, repitiendo la dosis el día siguiente.

Por: Helena Náhuatl

La situación en Cuba ha empeorado enormemente desde el 11J, fecha en que ocurrieron las mayores protestas en los últimos 30 años en la isla (la anterior había sido el Maleconazo en 1994).

Hace casi tres años, Cuba vivía bajo la Tarea del Ordenamiento, una reforma económica y monetaria que llevó a resultados cada vez más nefastos en la isla, donde la moneda fue devaluada un 1.000% desde 2021 y, hoy, un cartón de 30 huevos vale más que el sueldo mensual estatal mínimo.

Pero, aun así, con todas las motivaciones para el estallido, respaldado por la rabia y el “ya basta” de la población, el presidente Díaz-Canel, frente a las imágenes de diversos habitantes de la isla, que le llegaron directamente de las localidades donde hubo manifestaciones, dijo que las manifestaciones son “mentiras, videos falsos y construcciones” donde se muestra la “perversidad” y el “desprecio del gobierno de Estados Unidos”.

La realidad cubana, por el contrario, muestra algo muy distinto. La indignación y la rabia vistas en las calles da cuenta de la desesperación y el cansancio de un pueblo que vive desde hace mucho días enteros sin corriente eléctrica, sin comida, y sin perspectivas de cambio. Y que tampoco aguanta más discursos vacíos de soluciones por parte del gobierno, y grita a coro a sus representantes: “¡No queremos muela!”.

Además, el mismo gobierno, en febrero de este mismo año, pidió ayuda al Programa Mundial de Alimentos, reconociendo su incapacidad de proveer leche a los niños menores de 7 años, lo que es reglamentado en la libreta de abastecimiento (raciones mensuales con subvención del gobierno).

La situación agónica de Cuba, que está en una gran crisis económica pero que no deja de invertir la mayor parte de su PIB en el sector turístico, se expresa en la población, además de la falta de comida. Los ingresos son mínimos frente a una moneda devaluada cada día, y a eso le siguen los problemas de transporte, el combustible, y una crisis profunda en sectores siempre muy aclamados fuera de la isla, como salud, educación y seguridad social.

Como resultado, el éxodo de personas hacia otros países, aprovechándose del viaje sin visa a Nicaragua (lo que muy pocos países del mundo ofrecen a los cubanos), es el mayor en la historia del país, y representa 4,8% de la población. A EE.UU. llegaron más de 500.000 personas venidas de Cuba entre 2022 y 2023. Quien puede, se escapa, para tener la posibilidad de vivir con alguna dignidad y perspectiva.

En 2024, al contrario de 2021, la respuesta inicial del gobierno fue dar comida a los manifestantes y intentar enviar a sus representantes a las localidades, sin mucho suceso en el convencimiento, aunque cesaron las protestas.

Al final, como dijimos arriba, todo se convirtió nuevamente en una acusación sobre una fantasiosa intervención imperialista de EE.UU., como si los cubanos no pudieran tomar las calles por sus propias cabezas y desde lo hondo de sus estómagos vacíos y su sangre caliente.

La represión como práctica sistemática

La crisis de hoy refleja los vientos de 2021, no resueltos y tampoco olvidados. Aunque todos sepan que la represión es profunda para cualquiera que se manifieste en la isla.

Desde el 11J de 2021, el gobierno cubano encarceló a más de 1.000 personas y unas 500 siguen detenidas con condenas de entre 5 y 25 años por participar de las protestas.

Aunque eso por sí mismo ya sea aplastante, el régimen represivo de Cuba va mucho más allá de la cárcel en días de protesta. La Seguridad del Estado, una policía política que persigue a cualquiera que ve como sospechoso, secuestra activistas a la luz del día, interroga sin derecho a defenderse, y los amenaza con cárcel, destierro, o con que nunca podrán salir del país. La propia SE acompaña cotidianamente adonde van y con quienes están las personas, haciendo de sus vidas verdaderas cárceles, incluso poniendo patrullas en sus puertas para que no salgan.

Eso lleva a que muchos de los detenidos o vigilados por el gobierno cubano decidan salir como pueden del país, antes que su destino sea la cárcel, como el de muchos disidentes. Hay entre ellos muchos intelectuales, periodistas, artistas, y parte de los que piden libertades democráticas en el período reciente.

¿Qué Cuba quieren los cubanos?

Los cubanos viven una realidad de extremada falta de perspectivas, sean estas económicas, laborales, políticas, o de cambios que puedan traer dignidad a sus vidas.

Al contrario de lo que hace resonar una izquierda latinoamericana que busca tapar ojos y oídos a la realidad, Cuba pasa por una situación de miseria creciente, y va camino a postularse uno de los países con población más empobrecida y mayor desigualdad social de Sudamérica, así como uno de los países con menores libertades democráticas.

No hay comida ni libertades, y tampoco socialismo

Cuba, hace mucho restauró completamente el capitalismo en la isla, manteniendo un partido único y una dictadura atroz, que persigue y ahoga cualquier disidencia.

Las empresas estatales fueron siendo entregadas al capital extranjero, fundamentalmente del imperialismo europeo, en particular con joint ventures (empresas mixtas). Hoy, estas empresas dominan el principal sector de la economía cubana, el turismo, con multinacionales españolas como la Meliá y la Iberostar controlando los grandes hoteles y resorts para turistas de clase media europea, norteamericana y sudamericana que puedan pagar sus altos costos.

Si vas a La Habana o a Varadero, el contraste es nítido y aplastante: hoteles súper modernos en medio de una carencia básica de víveres y estructura.

Además, las empresas mixtas controlan la explotación de petróleo, hierro, níquel, cemento; la producción de jabón y perfumería; los servicios telefónicos y de lubrificantes, y la mayoría de la agroindustria.

Decir que todo es estatal se convirtió más en una anécdota colectiva para no dar explicaciones que una realidad que se puede comprobar en Cuba.

El bloqueo criminal y las retóricas del gobierno

Ser contrario al bloqueo norteamericano a Cuba no puede justificar el aplastamiento constante del pueblo cubano y sus luchas justas por derechos.

El bloqueo causó y aún causa graves perjuicios al pueblo cubano. Se trata de un ataque del más importante país imperialista del mundo contra una pequeña isla.

Nos sumamos a los que denuncian a todos los gobiernos de EE.UU., sean republicanos o demócratas, sea Trump o Biden, que hablan de “democracia” pero lo que quieren es la devolución de las propiedades confiscadas en 1959 y la colonización de la Isla. Para eso, no les importaría que Cuba fuese gobernada por otra dictadura.

Por esos motivos, nosotros luchamos hace más de cincuenta años contra ese bloqueo. De la misma forma, estuvimos del lado de Cuba contra todas las tentativas de intervención militar del imperialismo, como en el fracasado desembarque en Bahía de Cochinos.

Defender el socialismo en Cuba hoy es defender una nueva revolución social

La LIT-CI acompañó todo el proceso reciente del pueblo cubano y su lucha contra la dictadura del PC cubano.

No hay dudas para nosotros de que la rabia que lleva el pueblo cubano está cimentada en las carencias traídas por la desigualdad, la restauración del capitalismo, y la caída completa de nivel de los sectores claves de Cuba pos revolución: salud, educación, seguridad social.

Decir que Cuba se mueve por un supuesto complot imperialista y no en contra de una dictadura que explota al pueblo y que genera la gran miseria que lleva a los cubanos a las calles es tapar los ojos frente a un hecho tan transparente como palpable.

Como dijo Eduardo Almeida en su artículo “¿Adónde va Cuba?”:

En Cuba se está gestando una gran explosión contra esa dictadura burguesa y corrupta. No sabemos cuándo ni cómo se dará. Pero esa es la dinámica.

El apoyo de la izquierda proestalinista a la dictadura castrista arroja en los brazos del imperialismo la formación de alternativas democráticas en Cuba. Eso puede llevar a que la caída de la dictadura castrista termine siendo capitalizada por direcciones imperialistas, como Yeltsin en Rusia, ahora a través de la burguesía imperialista de Miami.

Nosotros proponemos lo opuesto: luchar contra la dictadura cubana como parte de una estrategia socialista y antiimperialista. Nosotros queremos una nueva revolución socialista, reestatizando las empresas privatizadas, incluso las que están en manos del imperialismo europeo, con una planificación de la economía y el control directo y real de los trabajadores. Queremos una democracia obrera en Cuba, opuesta a la dictadura estalinista, que de hecho tenga su esencia en la participación de los trabajadores en todas las decisiones fundamentales y estratégicas de la Isla.

La población cubana hoy necesita el apoyo de los sectores socialistas, progresistas y contrarios a las injusticias sociales de Latinoamérica. Ese será el mayor reconocimiento posible a la revolución más potente que ya hubo en el continente americano. Por la construcción de una sociedad justa y democrática en Cuba, a la cual verdaderamente podamos llamar socialista.

Debate sobre Ucrania | ¿Contra la guerra o por la derrota de la invasión rusa?

Por Alicia Sagra

Al cumplirse dos años de la invasión rusa a Ucrania, ha salido un llamamiento a movilizarse contra las guerras del capital, firmado por una serie de intelectuales que se definen como “académicos marxistas (o radicales)”[1]

El centro del llamado es definirse en “contra los dos bandos de la guerra en Ucrania”.

Ante el horror y los terribles sufrimientos que ocasionan los grandes conflictos militares, es natural que, a nivel del movimiento de masas, surja un generalizado sentimiento de rechazo a toda guerra y por la paz. 

En 1915, durante la Primera Guerra Mundial, Lenin decía: Los anhelos de paz son uno de los síntomas más importantes de la incipiente desilusión de la mentira burguesa acerca de los objetivos «liberadores» de la guerra, acerca de la «defensa de la patria» y demás engaños de la plebe por la clase de los capitalistas…[2]

Pero cuando se trata de posiciones de organizaciones o de intelectuales que se autodefinen como marxistas, no se puede tratar a todas las guerras por igual.

En este artículo vamos a polemizar con los intelectuales firmantes de ese llamamiento. Para hacerlo recurriremos a Lenin, porque suponemos que es una referencia para los firmantes, ya que citan el “derrotismo revolucionario”, que fue la política de Lenin, no de Rosa Luxemburgo (como equivocadamente plantean en el Llamado), durante la Primera Guerra Mundial. Rosa desarrolló una gran campaña contra la guerra, pero nunca adhirió al “derrotismo revolucionario”, es decir a transformar la guerra imperialista en guerra civil. Lenin, sí se apoyó mucho en el grito de guerra de Liebknecht (que en ese aspecto se diferenció de Rosa): “¡Volved las armas contra vuestros propios gobiernos!¡El enemigo principal está en casa!”.

Pero esa política de Lenin y la consigna de Liebknecht, fueron destinadas a una guerra, la Primera Guerra Mundial, a la que definieron como guerra imperialista. Con seguridad, los “académicos marxistas”, que firman ese llamado deben conocer que, en medio de la furibunda batalla que Lenin desarrollaba contra la guerra imperialista, al mismo tiempo decía: Es absurdo renunciar por principio, de una vez para siempre, a participar en la guerra” … “El esclarecimiento del carácter de la guerra es, para un marxista, premisa indispensable que permite resolver el problema de su actitud ante ella. Mas, para esclarecerlo, es necesario, ante todo, determinar cuáles son las condiciones objetivas y la situación concreta de la guerra de que se trata. Hay que situar esta guerra en las condiciones históricas en que transcurre. Sólo entonces se puede determinar la actitud ante ella”[3] … “Si, por ejemplo, mañana Marruecos declarase la guerra a Francia, la India a Inglaterra, Persia o China a Rusia, etc., estas guerras serían guerras «justas», guerras «defensivas», cualquiera que fuese el país que atacara primero, y todo socialista desearía la victoria de los Estados oprimidos, dependientes, de derechos mermados, en la lucha contra las «grandes» potencias opresoras, esclavizadoras, expoliadoras… Diferimos tanto de los pacifistas como de los anarquistas en que nosotros, los marxistas, reconocemos la necesidad de un estudio histórico (desde el punto de vista del materialismo dialéctico de Marx) de cada guerra por separado.[4].

 Y el planteo de Lenin sobre las guerras de liberación nacional, estaba directamente ligado a su defensa del derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas. Defensa que, para él, era independiente del carácter de los gobiernos de esa nación oprimida. Nadie puede considerar, por ejemplo, que Lenin reivindicase a los regímenes ultra reaccionarias de Marruecos, India, Persia, China. 

Y esa posición de Lenin, no quedó sólo en declaración, ya que desde el poder defendió el derecho a la independencia de Finlandia y Ucrania, independientemente de la ubicación política que, en diferentes momentos, tuvieron sus gobiernos.

¿Cuál es el carácter de la guerra de Ucrania?

¿A que se parece más la actual guerra de Ucrania? ¿A la Primera Guerra Mundial, donde Inglaterra y Alemania y sus respectivos aliados, se enfrentaban, disputando colonias y mercados? ¿O a las posibles guerras de Marruecos contra Francia; de India contra Inglaterra; de Persia, China, Ucrania, contra Rusia, de las que habla Lenin?

Veamos las condiciones objetivas de la realidad concreta, para pode determinar el carácter de esa guerra que, según Lenin, es “para un marxista, premisa indispensable que permite resolver el problema de su actitud ante ella.”

Desde 2024, Rusia se apoderó de una parte de Ucrania y, desde hace 2 años el ejército ruso, cualitativamente superior al ucraniano, está realizando un brutal ataque, una invasión por tierra, apoyada en permanentes bombardeos, con el objetivo declarado de llegar a Kiev y reemplazar el gobierno por otro que le responda políticamente. Esa invasión ha provocado una fuerte resistencia, que está dificultando los objetivos militares rusos.

Entonces, objetivamente, estamos ante un país, invadido por otro cualitativamente más fuerte, con objetivos colonizadores. Por lo tanto, nos encontramos frente a una guerra de liberación nacional por parte de Ucrania, ¿sería esa una guerra “justa”, “necesaria”, “progresiva”[5] según la definición de Lenin? Es decir, ¿el pueblo ucraniano, tiene derecho o no, a defenderse del ataque militar de Rusia?

O para reconocerles el derecho a su autodeterminación nacional, le debemos exigir, primero, que cambien su gobierno, como se entendería de ese Llamado cuando plantea: “Pero, ¿qué “autodeterminación” puede plantearse para Ucrania, cuando el amargo enfrentamiento entre dos alas de la burguesía nacional sumió a este país en el trágico camino de la guerra y con Zelensky en absoluta sumisión al imperialismo occidental”[6]

Es decir, sería, una defensa condicionada del “derecho de autodeterminación nacional”, cosa que no tiene nada que ver con Lenin.

¿Lo que decimos implica que la de Ucrania es una guerra pura, que el único elemento en ella es el de liberación nacional?

Para nada, esas situaciones puras raramente existen. Por ejemplo, Lenin decía que en la Primera Guerra Mundial, había algunos elementos de guerra de liberación nacional, refiriéndose a los casos de Bélgica y Polonia, pero que lo determinante era el carácter imperialista, dado por el enfrentamiento de las principales potencias imperialistas europeas por el reparto del mundo.

En la guerra de Ucrania, también hay intereses en juego de E.E.U.U y de los imperialismos europeos. Sería infantil esperar que el imperialismo yanqui, el imperialismo hegemónico, el más poderoso del mundo, no interviniese en un conflicto de esa magnitud. Y algo parecido podemos decir de las principales potencias imperialistas europeas, de Alemania, de Francia.  Pero eso no es lo determinante. Lo determinante es la resistencia de un pueblo ante la invasión de una potencia cualitativamente más poderosa.  No se trata de una guerra entre Rusia y la OTAN. Se trata de una agresión de Rusia a Ucrania.

Eso se expresa, por un lado, en el apoyo popular a la resistencia y en la reacción del movimiento obrero que, si bien no logró una participación independiente, se alistó masivamente, en forma voluntaria, en el ejército ucraniano para resistir al ejército invasor.

Y, por otro lado, también se expresa en la actitud del imperialismo yanqui y europeo, que si bien apoyan a Ucrania, lo hacen a cuentagotas, como se ve en la negativa de enviar aviones de caza, elemento fundamental para combatir una invasión terrestre.  A diferencia de la resistencia ucraniana que quiere la derrota militar de Rusia, el imperialismo quiere una salida negociada, porque es consciente de lo que podría significar para la clase obrera y las masas del mundo, en especial de Europa, la derrota de uno de los más poderosos ejércitos, por la acción de una resistencia con el carácter obrero y popular de la ucraniana.

El papel que juega el imperialismo no cambia el carácter de liberación nacional de la guerra de Ucrania. El imperialismo no actúa por ideologías, no tiene escrúpulos para determinar dónde y de qué forma interviene. Lenin plantea que el imperialismo inglés y francés jugó un importante papel en la revolución de febrero de 1917.[7], pero nunca planteó que esa intervención cambiaba el carácter obrero de la revolución rusa, ni que esodefinía la participación o no en esa revolución.

¿Y el papel de Zelensky? Sin ninguna duda es un agente del imperialismo, y no sólo no se puede confiar en él, sino que hay que enfrentarlos por sus ataques a las condiciones de vida los trabajadores y las masas populares, como lo están haciendo trabajadores ucranianos, al mismo tiempo que luchan contra el invasor ruso.

No hay dudas de que nunca se logrará una verdadera paz, en Europa y en el mundo, mientras no se derrote al imperialismo con el triunfo de la revolución socialista mundial. Pero para avanzar en ese objetivo, para enfrentar al gobierno burgués ucraniano, para avanzar en organización independiente de los trabajadores que los encamine hacia la lucha por un poder obrero, ¿lo que más favorece es el triunfo de la invasión rusa o su derrota?

¿Cuál debe ser la política de los revolucionarios, ante la guerra de Ucrania?

En principio, no puede ser la misma política para Rusia que para Ucrania, porque como dijimos no estamos ante una guerra imperialista similar a la Primera Guerra Mundial. Estamos en una guerra de agresión colonialista de parte de Rusia y una guerra de liberación nacional de parte de Ucrania.

Si se diera un movimiento en Rusia por la “Paz”, de “No a la Guerra”, por “el retorno de las tropas”, similar al que se dio en EE.UU durante la guerra de Vietnam, sería muy progresivo, ayudaría a la derrota del ejército invasor y llevaría a los trabajadores y el pueblo ruso a enfrentar a Putin. Los revolucionarios deberíamos agregar “por el triunfo de Ucrania”.

Pero, esa política aplicada en Ucrania es totalmente reaccionaria. Porque llamar a ¡No a la Guerra!, en momentos en que se está desarrollando la invasión rusa, es llamar a los obreros y al pueblo ucraniano a no resistir, a aceptar resignados el triunfo de la invasión, a someterse a una nueva opresión rusa.

Los autores del Llamamiento con el que estamos polemizando defienden esa política. A partir de su equivocada definición de la guerra, plantean: “contra los dos bandos” “ni uno, ni otro”, por el “derrotismo revolucionario”, “contra las guerras del capital”. 

Ante planteos similares, Trotsky decía que no en todos los casos el proletariado lucha contra su propio ejército “nacional”, y que no se puede utilizar al “derrotismo revolucionario” como una abstracción vacía[8].

Los firmantes del Llamamiento se deberían preguntar, por qué la propuesta de ¡No a la Guerra!, es la que levanta un sector del imperialismo para ir a una negociación dondeUcrania acepte ceder una parte de su territorio, para así lograr la “paz”. Y, por qué esa propuesta es hoy rechazada por el sector más progresivo de la realidad, los obreros ucranianos, que no quieren aceptar el ser derrotados por su histórico opresor ruso.

Nosotros, no tenemos dudas, por tratarse de una guerra de liberación nacional ante el ataque colonialista de Rusia, como Lenin decimos que las guerras de liberación nacional son progresivas, son necesarias, orientan hacia el lado correcto de la historia, porque su triunfo abre mejores condiciones para la lucha obrera contra la burguesía, para la lucha por el poder. Por eso en esta guerra, no somos Ni-Ni, tenemos un lado.

En la Guerra de Malvinas, a pesar de dictadura genocida, estuvimos por el triunfo de Argentina y la derrota de Inglaterra. En la guerra de Ucrania, sin depositar ninguna confianza en Zelensky y denunciando sus capitulaciones y sus políticas antiobreras, hoy estamos junto a los trabajadores ucranianos y por la derrota de la invasión rusa. 

Nuestra posición no es solo declamatoria, ni romántica. Por eso, parte central de nuestra política es la exigencia de armas para Ucrania, ya que, como Trotsky, opinamos, que no tiene nada que ver con la política revolucionaria, el negarse a ver esa necesidad de la guerra.[9]


[1] Firmantes del Llamado: Ricardo Antunes – Profesor de Sociología del Trabajo, Universidade Estadual de Campinas (Brasil); Himani Bannerji – Profesor Emérito de Sociología, Universidad de York (Canadá);Alain Bihr – Profesor Honorario de Sociología, Universidad de Bourgogne-Franche-Comté (Francia); Alex Callinicos – Profesor Emérito de Estudios Europeos, King’s College London (Reino Unido); Maurice Carrez – Profesor Emérito de Historia Contemporánea, Universidad de Estrasburgo (Francia); Aldo Casas – Antropólogo, Consejo de  redacción de Revista Herramenta (Argentina); Virginia Fontes – Profesora de Historia, Universidade Federal Fluminense (Brasil); Yassemine Mather – Investigadora principal, Universidad de Oxford, editora de la revista Critique: Journal of Socialist Theory (Reino Unido); Roland Pfefferkorn – Profesor Emérito de Sociología, Universidad de Estrasburgo (Francia); Lucia Pradella – Lector en Economía Política Internacional, Presidente de la UCU Branch del King’s College de Londres (Reino Unido); Vladimir Safatle – Profesor de Filosofía, Psicoanalista, Universidade de São Paulo (Brasil);  Adrian Sotelo Valencia – Profesor de Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México; Raquel Varela – Profesora de Historia del Trabajo, Universidade NOVA de Lisboa (Portugal); Renan Vega Cantor – Profesor de Historia, Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá (Colombia).

[2] Lenin,  La Cuestión de la Paz, octubre de 1915.

[3] Lenin, Conferencia sobre la guerra y el proletariado, octubre 1914

[4] Lenin, El socialismo y la guerra.

[5] Idem

[6] Llamamiento a una jornada de movilización internacional contra as guerras del capital. https://www.facebook.com/share/p/f8p9yeChebBig17Q/?mibextid=xfxF2i

[7]    Todo el curso de los sucesos en la revolución de febrero-marzo muestra claramente que las embajadas inglesa y francesa, con sus agentes y sus «influencias», que llevaban mucho tiempo haciendo los esfuerzos más desesperados para impedir los acuerdos «separados» y una paz separada entre Nicolás II (esperamos y haremos lo necesario para que sea el último) y Guillermo II, organizaron directamente un complot con los octubristas y los demócratas constitucionalistas, con parte del generalato y de la oficialidad del ejército, sobre todo, de la guarnición de Petersburgo, para deponer a Nicolás Románov. Si la revolución ha triunfado tan rápidamente y de una manera tan radical —en apariencia y a primera vista—, es únicamente porque, debido a una situación histórica original en extremo, se fundieron, con «unanimidad» notable, corrientes absolutamente diferentes, intereses de clase absolutamente heterogéneos, aspiraciones políticas y sociales absolutamente opuestas. A saber: la conjuración de los imperialistas anglo-franceses, que empujaron a Miliukov, Guchkov y Cía. a adueñarse del poder para continuar la guerra imperialista, para continuarla con mayor encarnizamiento y tenacidad, para asesinar a nuevos millones de obreros y campesinos de Rusia a fin de dar Constantinopla… a los Guchkov, Siria… a los capitalistas franceses, Mesopotamia… a los capitalistas ingleses, etc. Esto de una parte. Y de otra parte, un profundo movimiento proletario y de las masas del pueblo (todos los sectores pobres de la población de la ciudad y del campo), movimiento de carácter revolucionario, por el pan, la paz y la verdadera libertad. (Lenin, Cartas desde Lejos, primera carta, marzo 1917)

[8] Una actitud irreconciliable contra el militarismo burgués no significa nunca que el proletariado en todos los casos entre en lucha contra su propio ejército “nacional»(…) Los escolásticos ultraizquierdistas no piensan en términos concretos sino en abstracciones vacías. A la idea del derrotismo la han transformado en un vacío semejante. No pueden ver claramente ni el proceso de la guerra, ni el proceso de la revolución. Buscan una fórmula herméticamente cerrada que excluya el aire fresco. Pero una fórmula de este tipo no puede ofrecer ninguna orientación a la vanguardia del proletariado. (Aprendan a pensar)

[9] “Supongamos que mañana estalla una rebelión en la colonia francesa de Argelia bajo la bandera de la independencia nacional y que el gobierno italiano, motivado por sus propios intereses imperialistas, se prepara para enviarle armas a los rebeldes. ¿Cuál debe ser la actitud de los obreros italianos en este caso? Intencionalmente he tomado un ejemplo de rebelión contra un imperialismo democrático con la intervención a favor de los rebeldes de un imperialismo fascista. ¿Deben los obreros italianos evitar el envío de armas a los argelinos? Dejemos que los ultraizquierdistas se atrevan a contestar afirmativamente esta pregunta. Cualquier revolucionario, junto con los obreros italianos y los rebeldes argelinos, repudiarían tal respuesta con indignación. Aunque al mismo tiempo estallase una huelga general marítima en la Italia fascista, los huelguistas deberían hacer una excepción en favor de aquellos barcos que llevasen ayuda a los esclavos coloniales en rebelión; de otra forma no serían sino viles sindicalistas, no revolucionarios proletarios. Al mismo tiempo, los obreros marítimos de Francia, aunque no se enfrenten a ninguna huelga, estarán obligados a realizar cualquier esfuerzo para bloquear el embarque de municiones que se pretenda usar contra los rebeldes. Sólo una política tal, por parte de los obreros italianos y franceses, constituye la política del internacionalismo revolucionario” Trotsky, Aprendan a pensar, 1938-Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Es posible derrotar el Plan de Milei, Macri y el FMI

Por PSTU-Argentina

El retroceso de la Ley Ómnibus y la posterior refriega con los gobernadores a partir del conflicto en Chubut dejaron a la vista la debilidad en ciertos aspectos del Gobierno de Javier Milei para llevar a fondo su plan. Pero esa disputa entre los poderosos expresa más una pelea por el reparto de la torta que una disputa de plan. Tanto la CAME, que agrupa a los empresarios de las Pymes, como la Sociedad Rural, se presentaron en la Justicia para solicitar que se pronuncie a favor del capítulo laboral del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno.

La grieta entre Mauricio Macri y Milei, que parecía haberse abierto habiendo fallado la fusión LLA-PRO, da signos de seguir viva. Y aunque los gobernadores “amigos” defienden sus propios intereses (las cajas de sus provincias, para no tener que apagar incendios), están dispuestos a dialogar con el Gobierno.

La “motosierra” mientras tanto sigue encendida y sigue aplicando el brutal ajuste a los trabajadores y el pueblo: a los aumentos en los alimentos y los servicios, se suman los despidos y las suspensiones. La UOCRA (Construcción) habla de 150 mil puestos de trabajo perdidos. Peligra el funcionamiento de las universidades públicas por el ahogo presupuestario. Ahora Milei, por lo dicho en la apertura del Congreso, planea avanzar sobre los Convenios Colectivos. 

Los 10 puntos de su propuesto Pacto de Mayo a los gobernadores no son más que una reafirmación del Consenso de Washington, la base de todos los planes neoliberales de los 90 en América Latina. Ese plan no fue aplicado a fondo en Argentina, pero es una necesidad de los empresarios llevarlo a fondo.

Los trabajadores de Chubut marcan el camino

El paro petrolero que se convocó en Chubut desembocó en un proceso provincial y nacional. Se desencadenó una movilización en la que confluyeron pesqueros, portuarios, trabajadores de la energía eléctrica, estatales y más. Hoy continúan en conflicto Luz y Fuerza y el SUPA (Petroleros).

Aunque Ignacio “Nacho” Torres del PRO, gobernador de Chubut, se haya puesto al frente de la movilización, él es parte del plan de ajuste y ahora se dispone a negociar con Milei. Quienes movieron el amperímetro de la situación e hicieron que aparezca la plata fueron los propios trabajadores con su movilización. Demostraron que se puede torcerle la mano al Gobierno, aprovechando las grietas abiertas en su plan.

Junto a los chubutenses salieron ferroviarios, trabajadores de sanidad, docentes. Ahora la UOM se suma a los reclamos. Pero la CGT se niega a unificar todos esos reclamos. Las paritarias que se fueron cerrando por sector están sirviendo para dividir. Son la excusa de las direcciones para desmovilizar, aun cuando la pérdida del salario las supera, y los trabajadores, aún quienes recibieron aumentos, siguen siendo golpeados por el plan del Gobierno.

Por eso es necesario un Paro Nacional que unifique los reclamos. Partiendo del salario, pero enfrentando el plan de conjunto: la defensa del derecho a la Educación, la Salud, la Cultura, y contra la continuidad de la entrega de nuestro país y nuestros recursos a las multinacionales y las potencias extranjeras.

Al mismo tiempo que le exigimos a la CGT que ponga fecha al paro, debemos comenzar a preparar esa medida desde abajo, formando comités de base en las fábricas, para organizar a los mejores compañeros y compañeras. Las asambleas barriales tienen que salir a “patear” sus barrios y discutir con la gente que se sume a los reclamos, que es necesario tirar abajo este plan. 

Problemas contundentes requieren medidas contundentes. No podemos contentarnos con acciones que no van a fondo. Tenemos que preparar acciones en los puertos, yacimientos, refinerías, en las principales empresas, nacionales y extranjeras. Tocar las ganancias de los capitalistas, afectando la producción, es la única forma de ganar.

Hace falta un plan alternativo

Sin embargo, vale preguntarse: si cae el plan de Milei ¿Que viene después?

Nuestro país es rico en recursos. Supo ser “el granero del mundo”, que alimentó al equivalente a diez veces su población. Sin embargo, el hambre no es algo nuevo de este Gobierno. Los dueños del país hoy son los multimillonarios dueños de las multinacionales, en asociación con sus socios empresarios locales, más políticos de uno u otro color según la ocasión. Los gobernadores patagónicos, por ejemplo, se juntarán el 7 con unas propuestas de amoldarse al ajuste, por eso proponen la creación de una empresa petrolera mixta etc.

Los trabajadores necesitamos nuestro propio plan económico de emergencia. Como dice la declaración del PSTU Chubut: no alcanza con “cerrar el grifo”, hay que expropiar las principales empresas. Las y los trabajadores debemos transformarnos en dueños de la riqueza que generamos, expropiando los recursos, las fábricas y los bancos. Utilizando esos recursos para desarrollar la ciencia, la medicina, la cultura. Garantizar vivienda y alimento para todas las familias trabajadoras. Es la única manera de garantizar una vida digna para nuestras familias.

La popularidad de Lula Cae. Necesitamos unir las luchas y construir un nuevo proyecto de sociedad

Por: Redacción PSTU Brasil

Las encuestas que mostraron una caída en la popularidad de Lula tomaron por sorpresa al gobierno, debido a la mejora de algunos indicadores económicos. Sin embargo, el gobierno no se dio cuenta de que quienes celebran sus medidas son los distintos sectores burgueses que ven sus ganancias cuidadas, y que su popularidad ha caído de manera más significativa entre los sectores más pobres de la población, entre ellos muchos de los cuales votaron por Lula.

Mientras una parte de la burguesía celebra la reducción de la inflación en general, y el agronegocio conmemora las exportaciones récord, la inflación de los alimentos se ha disparado y los trabajadores tienen dificultades para comprar artículos básicos, como arroz, frijoles y verduras.

La ultraderecha bolsonarista dice que esto sucede porque el gobierno destruye y obstaculiza el agronegocio. De hecho, es todo lo contrario. El precio de los alimentos ha aumentado debido a cómo funciona el agronegocio brasileño, al servicio de las ganancias de sus dueños, la mayoría de los cuales son multinacionales. Y el gobierno creó el gigantesco “Plan Safra” para garantizar las ganancias del sector. Sin mencionar el papel del agronegocio en la deforestación y el agravamiento de las condiciones climáticas.

Ruptura de expectativas y reacción de los trabajadores

Lula reconoció que el “gobierno se está quedando corto” y que la gente tenía más expectativas. Lo explicó diciendo que el primer año del nuevo gobierno fue para corregir el rumbo del país, dada la desgracia que fue Bolsonaro. Es cierto que el gobierno anterior era una desgracia, pero es igualmente innegable que la sensación de las personas sobre que las cosas no van bien también tiene que ver con las acciones del propio gobierno actual.

Los hospitales federales están abandonados en medio de la más grave crisis de dengue que asola el país. La educación, por su parte, atraviesa una situación similar, al igual que todo el servicio público, con reajuste cero este año, en un momento en que los empleados públicos sufren años de desfasaje.

Sin embargo, los trabajadores y las trabajadoras empiezan a reaccionar, por ejemplo mediante la fuerte huelga de los empleados de las universidades e institutos federales o la movilización de los profesionales de la educación, que empieza a ganar fuerza en todo el país.

Empresarios celebran beneficios otorgados por el gobierno

El gobierno anunció miles de millones de dinero público para el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), pero estos recursos terminarán en los bolsillos de los empresarios. Las inversiones multimillonarias anunciadas por los fabricantes de automóviles multinacionales son muy celebradas por el gobierno, como prueba de que su proyecto de neoindustrialización estaría funcionando.

Pero los trabajadores de la Toyota, el mismo día que vieron el anuncio de la inversión, descubrieron que la fábrica de Indaiatuba (SP) sería cerrada. El mismo día que anunció inversiones por siete mil millones de reales, el vicepresidente de General Motors afirmó que los despidos que se estaban realizando “eran ajustes puntuales que dolían en el corazón”. Las inversiones de la BYD (la gigante china en la fabricación de coches eléctricos) se promueven con una montaña de exenciones y beneficios fiscales, convirtiéndose en una transferencia de recursos públicos.

Lula vive negociando todo con los empresarios, pero no dice nada sobre la estabilidad laboral y los aumentos salariales frente al aumento de los precios, ni sobre la garantía de derechos. Estas inversiones no cambian la tendencia de desindustrialización y decadencia del país.

Incluso pueden, en un principio, generar algunos empleos y crecimiento económico, pero quienes más se beneficiarán con esto son los dueños de estas grandes empresas multinacionales. Mientras tanto, Brasil quedará cada vez más dominado y subordinado a los países imperialistas y sus monopolios.

Pagando un precio por las alianzas

La caída de la popularidad del gobierno abrió un debate sobre los rumbos del país. A pesar de estar en graves problemas legales, los bolsonaristas continúan con gran peso. Los grandes medios de comunicación, por su vez, siempre al lado de determinados sectores de la burguesía, predican más ajustes fiscales en beneficio del mercado, y no se cansan de decir que el gobierno necesita hacer más guiños al Centrão y a los banqueros.

La verdad es que esto es todo lo que el gobierno Lula viene haciendo en estos 15 meses en el Planalto, basta ver los acuerdos con Lira, la composición de los ministerios y su política económica. Impidió la desconmemoración del golpe del 64 y, ahora, está cosiendo un gran acuerdo para restaurar la credibilidad de las Fuerzas Armadas.

El problema del gobierno Lula no es la falta de capitalismo. Los bolsonaristas empeoran aún más su imagen, culpando a un supuesto “socialismo” del gobierno del PT, que no existe.

El problema es precisamente que el gobierno Lula se limita a intentar administrar las contradicciones del capitalismo en los marcos del propio capitalismo. Esto, por supuesto, siempre beneficia a los multimillonarios capitalistas.

Si a esto le sumamos la conciliación con los golpistas, se da la receta que puede socavar la popularidad de Lula, desmoralizar a los trabajadores, y preparar la sobrevida de la ultraderecha bolsonarista.

Construir una alternativa socialista en las luchas y en las elecciones

La cosa está tan abierta que en las próximas elecciones municipales, en varias ciudades, el PT y los bolsonaristas apoyarán a los mismos candidatos. Es una prueba de que no tiene sentido apoyar el gobierno del PT ni siquiera para luchar contra la ultraderecha, y mucho menos para enfrentar a los multimillonarios capitalistas y luchar por los intereses de los trabajadores.

Es necesario rodear de apoyo las luchas en curso y defender su unificación, incluso porque inevitablemente se enfrentan a la política económica del gobierno Lula. Pero esto no es suficiente. Es necesario señalar otro camino, un proyecto socialista y revolucionario, que enfrente a los capitalistas y cambie, de hecho, la vida de la clase trabajadora y del pueblo.

En las elecciones municipales, aunque sea un juego de cartas marcadas dictado por el dinero, necesitamos presentar a la clase trabajadora otro programa, que parta de sus necesidades y rompa con el capitalismo. Sólo así podremos enfrentar a la ultraderecha, que de forma hipócrita se presenta como “antisistema” aunque representa la parte más podrida de este sistema.

Artículo editorial de Opinião Socialista, en www.opiniaosocialista.com.br, 21/3/2024.-

Traducción: Natalia Estrada.

Fuerte apoyo a Palestina en los pueblos árabes

Esta semana se produjeron, en varios países árabes, diversas movilizaciones de apoyo a la lucha del pueblo palestino que en la Franja de Gaza resiste heroicamente la brutal agresión de Israel. Las más importantes se realizaron en Amman, la capital de Jordania.

Alejandro Iturbe

Los medios occidentales casi no informan de estas movilizaciones y ellas son conocidas a través de videos filmados por los participantes y difundidos a través de medios alternativos como Instagram.

A través de ese medio, nos ha llegado un video que informa: “En todo el mundo árabe, surgen protestas nocturnas en apoyo à Gaza. En Jordania, las manifestaciones continúan por segundo día, mientras los manifestantes sitian la entidad sionista (embajada de Israel) y rompen las barreras de seguridad para llegar hasta allí”. La acción es muy multitudinaria y los participantes gritan: “¡Gaza está con hambre, gobiernos árabes cobardes!”. La policía jordana reprimió a la vanguardia de la movilización (en su mayoría jóvenes) que avanzaba hacia la embajada de Israel[1]. La acción fue de tal magnitud que obligó al New York Times a hablar de ella.[2]

La misma publicación de Instagram informa de una movilización en Bagdag (capital de Irak): “los manifestantes dicen: “No se dobleguen a los agresores. De Gaza vino la decisión: ¡intifada y victoria! […] Juramos que romperemos el cerco y derrotaremos al ejército agresor”.  

También recibimos informaciones de movilizaciones en Egipto, Túnez y Marruecos. En este último país, en el Día de la Madre local, miles de mujeres realizaron una gran manifestación y cantaron: “El mártir ha derramado su sangre. Oh, juventud, únete a nosotras”[3].

Protestas a los alrededores de la Embajada de Israel en Amman, la capital de Jordania. Marzo 2024
Manifestación cerca de la embajada de Israel en Amman, Jordania en apoyo a Gaza y en contra del genocidio. Tomado de: https://t.me/PalestinaHoy

A partir de octubre de 2023, cuando el ejército israelí invadió la Franja de Gaza para llevar adelante una nueva acción sangrienta y genocida contra el pueblo palestino, se inició una poderosa ola de movilizaciones de masas en todo el mundo, en apoyo al pueblo palestino y repudiando la agresión sionista. Esta ola se produjo incluso en los países imperialistas que apoyan a Israel (como EE.UU. y Gran Bretaña) y tuvo expresiones gigantescas en los países del mundo árabe y musulmán, que enfrentaban a sus gobiernos (muchos de ellos cómplices de Israel, por acción u omisión).

Esto último es de gran importancia para la lucha del pueblo palestino. Veamos el caso de Jordania. Este país limita con el territorio palestino de Cisjordania (los separa el río Jordán). Cuando el sionismo realizó la nakba, cientos de miles de palestinos fueron obligados a emigrar, en especial a países árabes limítrofes, como Jordania, donde quedaron como refugiados, en condiciones muy duras. Actualmente, viven en Jordania cerca de 2.500.000 de palestinos (sobre una población total de menos de 12 millones de habitantes).

En 1994, el régimen monárquico jordano reconoció al Estado de Israel, firmó “la paz” con él, entregó Cisjordania (que, por décadas había estado bajo su administración) y se transformó en el “custodio externo” de las fronteras israelíes y en un “dique de contención y opresión” de los refugiados palestinos que viven en su territorio, a los que reprimen cada vez que luchan contra esa situación, como acaba de suceder. Una traición similar realizaron la OLP y muchos gobiernos árabes.

En numerosos artículos hemos dicho que la heroica resistencia palestina en los territorios ocupados por Israel lucha contra su enemigo con una gran inferioridad militar. Para recuperar su territorio histórico, el pueblo palestino necesita derrotar militarmente y destruir el Estado de Israel.

Para que ese objetivo sea posible, es necesario que la lucha palestina sea la chispa que “incendie” la región con un proceso revolucionario de los pueblos árabes contra sus gobiernos y regímenes traidores, para retomar el camino de la lucha militar contra Israel. Esto es esencial para los países limítrofes, como Egipto y Jordania[4].

En lo inmediato, es muy posible que estas movilizaciones en Jordania alienten un aumento de la lucha y la resistencia en Cisjordania, ya que están unidas por muchas conexiones históricas y actuales[5].

Está abierta también la posibilidad de que estas movilizaciones en varios países sean un síntoma del inicio de una nueva ola de gigantescas movilizaciones en el mundo árabe. Es muy importante que así sea, porque se da en un momento en que la ofensiva de Israel (a pesar de sus métodos genocidas) tiene serios problemas yl gobierno de Netanyahu está debilitado[6].

La LIT-CI y sus simpatizantes en el mundo árabe ponen todos sus esfuerzos para impulsar esas movilizaciones.


[1] 🚨 Em todo o mundo árabe, surgem protestos após as orações noturnas em apoio à Gaza. Na Jordânia, as manifestações continuam pelo segundo… | Instagram

[2] https://www.nytimes.com/video/world/middleeast/100000009383249/gaza-palestinian-protesters-israeli-embassy-jordan.html

[3] https://www.instagram.com/salehatiaa/reel/C49XF-hoOew/

[4] https://litci.org/es/la-cuestion-palestina-punto-central-de-la-revolucion-arabe/

[5] https://litci.org/es/cisjordania-el-otro-frente-del-ataque-israeli-a-los-palestinos/ 

[6] https://litci.org/es/israel-a-netanyahu-se-le-complica-todo/

Ucrania, continúa el debate: ¿Cómo detener la invasión rusa?

Por Alicia Sagra

Hace unos días publicamos un artículo polemizando con un grupo de intelectuales que se autodefinen como “académicos marxistas (o radicales)”, firmantes de un «Llamado a una movilización internacional en contra de todas las guerras del capital» y que se definen “en contra de los dos bandos de la guerra de Ucrania”[1]. Este llamado fue lanzado al cumplirse los dos años de la invasión rusa.

En ese artículo planteamos que esa posición en Ucrania, de hecho, favorecía la invasión colonialista rusa, ya que llamaba al pueblo y a los obreros ucranianos a no resistir, es decir a aceptar la ocupación de sus históricos opresores. Decíamos, además, que esa propuesta de acabar con la resistencia ucraniana, coincide con la posición de un sector del imperialismo que trata de convencer a Ucrania de ceder parte de su territorio para así lograr la paz, propuesta rechazada por el sector más progresivo de la realidad, los obreros ucranianos, que son el corazón de la resistencia y no quieren aceptar la imposición del opresor ruso.

Uno de los firmantes de ese llamado, el intelectual argentino Aldo Casas[2],  escribió el siguiente comentario (en Facebook) sobre nuestro artículo:

“Contra las guerras Inter imperialistas, revolución social; por el inmediato cese de las hostilidades, el retiro de las tropas rusas del territorio de Ucrania y el fin de las agresiones de la NATO en todo el mundo. Guerra a las guerras del capital.”

¿Dónde está la guerra inter imperialista?

Cuando Lenin definía cono imperialista a la Primera Guerra Mundial, no se contentaba sólo con dar la definición, sino que daba todos los elementos para mostrar que esa definición estaba correcta. Y partía de lo que era evidente para todo aquél que quisiera ver la realidad: había dos bandos enfrentados: uno encabezado por Inglaterra, el otro encabezado por Alemania. Ese enfrentamiento era evidente, soldados alemanes y de sus países aliados, se enfrentaban con soldados ingleses, franceses, rusos… Existían combates aéreos entre los dos bandos. Los hospitales estaban llenos de heridos, mutilados, muertos, pertenecientes a la Entente[3] y a la Triple Alianza[4], etc. etc. Y el objetivo de ese enfrentamiento era la disputa del mundo entre ellos, por eso eran falsos los alegatos de la “defensa de la patria” que unos y otros hacían.

¿Dónde está, hoy, la guerra inter imperialista a la que ser refiere Aldo Casas? Como hace mención a la invasión rusa a Ucrania y a los ataques de la NATO (OTAN), y el llamado que firma se define en contra de los dos bandos enfrentados en la guerra de Ucrania, se sobreentiende que esa guerra sería entre Rusia y la OTAN.  

Si es así, ¿dónde están lo soldados de la OTAN enfrentando a los soldados rusos? ¿Dónde están los combates aéreos entre la OTAN y Rusia? ¿Dónde están los heridos y muertos de la OTAN?

Aldo dice: “por el fin de los ataques de la NATO”.  Por supuesto que estamos en contra de ataques que haga la OTAN, pero, ¿cuáles son los ataques de la OTAN en la guerra de la que estamos hablando?

Nada de eso existe, porque no existe una guerra entre Rusia y la OTAN. Lo que todo el mundo puede ver es el enfrentamiento entre soldados rusos y soldados ucranianos, aviones rusos bombardeando   territorio ucraniano, muertos y heridos rusos y ucranianos… Por lo tanto, para cualquiera que quiera ver la realidad tal cual es, lo que existe es una guerra entre Rusia y Ucrania.

¿Cuál es el carácter de esa guerra?

Lenin decía que no todas las guerras son iguales y que “el esclarecimiento del carácter de la guerra es, para un marxista, premisa indispensable que permite resolver el problema de su actitud ante ella” y agregaba “Mas, para esclarecerlo, es necesario, ante todo, determinar cuáles son las condiciones objetivas y la situación concreta de la guerra de que se trata.”[5]

No estamos hablando en general, sino de una guerra concreta, la que se está desarrollando en Ucrania.  Aldo Casas reconoce que hay una invasión rusa, la que históricamente ha tenido (salvo el corto período del estado obrero ruso dirigido por Lenin)[6] una política de opresión sobre esa nación. Ante esa invasión por parte de un país y un ejército, cualitativamente más fuertes, existe una resistencia ucraniana, que tiene un gran componente obrero y popular.

Por lo que, volvemos a repetir, estamos ante una guerra colonizadora de parte de Rusia y una guerra de resistencia, de liberación nacional por parte de Ucrania.

Tal como ya dijimos en el artículo que comentó Aldo Casas, sería infantil pensar que, en una guerra de tal magnitud, desarrollada en el medio de Europa, no intervendrían el imperialismo yanqui y los imperialismos europeos. Hasta en la revolución rusa de febrero de 1917 intervinieron las principales potencias imperialistas de la época[7]. Pero eso no cambia el carácter de la guerra de Ucrania, así como no cambió el carácter de la revolución de febrero.

Por consiguiente, se trata de ese tipo de guerra de las que Lenin dice que son justas y necesarias, y que todo revolucionario tiene el deber de apoyar.[8]

No aceptar eso, implica un desconocimiento al derecho del pueblo ucraniano a defender la soberanía y la integridad territorial de su país, independientemente de los reaccionario que sea su gobierno.  Y por consiguiente constituye, de hecho, un apoyo al país opresor.

Cómo detener la invasión rusa

Casas exige, “el retiro de las tropas rusas del territorio de Ucrania”, ¿cómo piensa lograrlo? ¿convenciendo a Putin? ¿con una resolución de la ONU?

Esa frase es sólo declamativa, un saludo a la bandera, porque la única forma de acabar con la invasión rusa es con un cualitativo fortalecimiento militar de la resistencia ucraniana, en armas y en todo lo que necesite para derrotar al ejército invasor y, con una gran movilización de masas en Rusia, en contra de la guerra, por el regreso de las tropas.

Pero eso es lo opuesto de lo que proponen Aldo y el Llamado que firmó. Su propuesta de “no a la guerra”, “por el cese inmediato de las hostilidades”, es un llamado a los trabajadores y al pueblo ucraniano a no enfrentar al invasor y por eso, se da esa coincidencia con el sector del imperialismo que mencionamos más arriba.

Ese Llamado para los trabajadores y el pueblo ucraniano, independientemente de las intenciones, es reaccionario. Que los trabajadores rusos se movilicen exigiendo a Putin el cese de las hostilidades es altamente progresivo. Pero estamos totalmente en contra de exigir a la resistencia ucraniana que cese las hostilidades mientras avanza la invasión rusa.

Aldo Casas llama a la “revolución social”, ¿cree que la mejor manera de avanzar hacia la revolución social en Ucrania, es llamando a los obreros a que se entreguen frente el invasor?

Lo más progresivo que existe hoy en Ucrania es esa clase obrera que lucha militarmente contra el opresor ruso, al tiempo que enfrenta los ataques de Zelensky a sus condiciones de vida.

Un ejemplo de esto son los mineros de Kryvyi Rih, desde los primeros días de la guerra los principales cuadros del sindicato fueron para el frente de batalla. El sindicato tiene tres mil afiliados, de los cuales un tercio están combatiendo al invasor.  Y al mismo tiempo, desde el sindicato, enfrentan las leyes que no protegen a los trabajadores y la mantención del salario que cobraban en las fábricas para los combatientes y la mantención de todas las conquistas sociales que el gobierno está atacando. Ellos no tienen confianza en Zelensky, se organizan independiente de él y, por supuesto, no tienen ninguna relación con la OTAN. Sólo con ellos, con los trabajadores que enfrenta al invasor con un criterio de clase, se puede avanzar hacia la revolución social.

Y eso no se logrará con declaraciones altisonantes como “Guerra a las guerras del capital”, las famosas “frases revolucionarias” de las que Lenin decía que no dan ninguna respuesta a la realidad concreta.

La forma de avanzar hacia la revolución social, hacia el poder obrero, es dando respuesta a los desafíos que hoy tienen planteados los trabajadores, lo que en concreto significa ponerse su lado en la lucha contra el invasor ruso, llamando a no tener ninguna confianza en Zelensky y enfrentando sus políticas antiobreras. Así podremos avanzar en el camino de la organización independiente y revolucionaria de los trabajadores ucranianos.


[1] Llamamiento a una jornada de movilización internacional contra as guerras del capital. https://www.facebook.com/share/p/f8p9yeChebBig17Q/?mibextid=xfxF2i

[2] Aldo Casas, antropólogo, miembro del consejo editorial de la revista Herramienta. Hasta principios de la década del 90 integró nuestra corriente morenista. Fue dirigente del PST y del Viejo MAS, de Argentina.

[3] Alianza de Inglaterra, Francia y Rusia en la primera guerra mundial

[4] Alianza de Alemania, Austria-Hungría e Italia formada en 1882. En la Primera Guerra Mundial se enfrentó con la Entente. En 1915 Italia salió de la Triple Alianza y pasó a integrar la Entente.

[5] Lenin, El socialismo y la guerra

[6] Período que fue de 1917 a 1923.

[7] Lenin, Cartas desde lejos, Primera carta, marzo 1917 “Todo el curso de los sucesos en la revolución de febrero-marzo muestra claramente que las embajadas inglesa y francesa, con sus agentes y sus «influencias», que llevaban mucho tiempo haciendo los esfuerzos más desesperados para impedir los acuerdos «separados» y una paz separada entre Nicolás II (esperamos y haremos lo necesario para que sea el último) y Guillermo II, organizaron directamente un complot con los octubristas y los demócratas constitucionalistas, con parte del generalato y de la oficialidad del ejército, sobre todo, de la guarnición de Petersburgo, para deponer a Nicolás Románov. Si la revolución ha triunfado tan rápidamente y de una manera tan radical —en apariencia y a primera vista—, es únicamente porque, debido a una situación histórica original en extremo, se fundieron, con «unanimidad» notable, corrientes absolutamente diferentes, intereses de clase absolutamente heterogéneos, aspiraciones políticas y sociales absolutamente opuestas. A saber: la conjuración de los imperialistas anglo-franceses, que empujaron a Miliukov, Guchkov y Cía. a adueñarse del poder para continuar la guerra imperialista, para continuarla con mayor encarnizamiento y tenacidad, para asesinar a nuevos millones de obreros y campesinos de Rusia a fin de dar Constantinopla… a los Guchkov, Siria… a los capitalistas franceses, Mesopotamia… a los capitalistas ingleses, etc. Esto de una parte. Y de otra parte, un profundo movimiento proletario y de las masas del pueblo (todos los sectores pobres de la población de la ciudad y del campo), movimiento de carácter revolucionario, por el pan, la paz y la verdadera libertad.”

[8] Lenin, El Socialismo y la guerra, “Si, por ejemplo, mañana Marruecos declarase la guerra a Francia, la India a Inglaterra, Persia o China a Rusia, etc., estas guerras serían guerras «justas», guerras «defensivas», cualquiera que fuese el país que atacara primero, y todo socialista desearía la victoria de los Estados oprimidos, dependientes, de derechos mermados, en la lucha contra las «grandes» potencias opresoras, esclavizadoras, expoliadoras…”

Colombia: La crisis de la salud y las contradicciones de fondo que expresa

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Por: Francisco Cuartas

La intervención de las EPS Sanitas, Nueva EPS; el hundimiento en el Congreso de la reforma a la salud y la solicitud de liquidación de la EPS Compensar, ha desatado una crisis que supera el ámbito de la salud. Es el estallido de una parte de las contradicciones de fondo que atraviesan la relación del gobierno nacional con sectores de la burguesía.

Desde que fue presentada la reforma a la Salud, recogiendo de forma limitada algunas reivindicaciones históricas, no acababa con el problema principal, el negocio privado de la salud. Modificaban la forma, más no el fondo, pues las ganancias astronómicas seguirán llegando a manos privadas. Entonces la explicación de la virulencia de la oposición burguesa de derecha a la reforma hay que buscarla en las contradicciones más de fondo que se expresan en la relación del gobierno con la burguesía, tanto desde sus entrañas como con la que se encuentra fuera de su gobierno. Ése es el objetivo de este análisis.

El colapso de la gallina de los huevos de oro

Actualmente, tanto en el mundo como en Colombia se presenta una situación de crisis del orden mundial de dominación imperialista, en el cual las crisis y recesiones económicas tienen un gran papel. Esta situación de la economía lejos de ser coyuntural, muestra el agotamiento de una forma particular en que los capitalistas han acumulado capital durante al menos tres décadas. Este régimen de acumulación, conocido como neoliberalismo, se consolidó gracias a la derrota histórica de la clase obrera mundial producida por la restauración del capitalismo en la antigua URSS y los demás estados obreros (mal conocidos como “Socialismo Real”) y por la derrota de grandes movimientos de resistencia obrera y popular en el mundo.

En Colombia, a partir de la Constitución del 91 se desató una serie de contrarreformas que concretaron ese régimen de acumulación capitalista neoliberal en el país. Con la llamada “Apertura Económica” del gobierno de Gaviria, se impusieron las privatizaciones, pérdida de derechos y la ruina de sectores de la burguesía y pequeña burguesía nacional que producían para el mercado interno. Florecieron los negocios del capital financiero, tanto nacional como extranjero que aprovecharon las privatizaciones de servicios y la explotación de materias primas, especialmente el auge de la gran minería de minerales e hidrocarburos y la apertura al comercio mundial. Las familias tradicionales de la rancia burguesía liberal y conservadora se “modernizaron” vendiendo sus negocios familiares a grandes conglomerados, convirtiéndose en socios menores de transnacionales y oligopolios imperialistas. Medios de comunicación como El Tiempo o Caracol, fueron vendidos a grupos españoles; Santodomingo vendió Bavaria a la Multinacional SabMiller y así sucedió con otros grandes negocios.

Lo que en los noventa fue presentado como la superioridad del capitalismo y el mercado, sólo agudizó las contradicciones sociales. La desigualdad aumentó en Colombia y el mundo, la pobreza se agudizó y el capital especulativo provocó mayores contradicciones que llevaron a un punto de quiebre, la crisis económica mundial de 2008, y a partir de ahí a una dinámica de crisis y recesión que la burguesía no ha podido superar. Al tiempo que las masas resistían y se rebelaban surgieron corrientes burguesas imperialistas que advertían las aberraciones del neoliberalismo y proponían mayor regulación del capital, junto a medidas asistencialistas para mitigar la desigualdad y el empobrecimiento, caldo de cultivo para insurrecciones y revoluciones.

Estas corrientes burguesas imperialistas presentes hoy en los organismos imperialistas internacionales han terminado confluyendo con reformistas como Petro, Lula, Podemos en España, entre otros, que pregonan un capitalismo con rostro humano (y ahora “sostenible medioambientalmente”) junto a viejos keynesianos liberales que añoran el paraíso perdido del estado de bienestar. Por eso el programa de Petro es respaldado por la OCDE, el FMI y la CEPAL.

La llegada de Petro al gobierno, expresa por un lado el ascenso de las luchas (del que hemos hablado ampliamente en otros artículos) aún preso de una conciencia reformista que confía en las posibilidades de cambio de las propuestas reformistas del gobierno del Pacto Histórico. Pero por otro, expresa también la política de sectores de la burguesía que quieren quitarle presión a la olla, al tiempo que paliar la crisis social que la depredación neoliberal han causado; todo para poder seguir garantizando la continuidad del capitalismo en Colombia.

Las contradicciones y la polarización alrededor de las reformas y la política del gobierno, expresadas desde fracciones burguesas de derecha, son expresión de intereses económicos que en medio de la crisis actual del capitalismo son cuestionados por otras fracciones burguesas, los estallidos sociales y por los reformistas del gobierno.

Con vacas flacas o gordas, los de arriba siguieron ganando

Es sintomático que los sectores de la economía controlados por el capital financiero en Colombia, casi siempre presentan ganancias astronómicas, ya sea en situaciones de crisis y recesión, o de auge y ascenso.

Tomando sólo el caso de la salud, durante más de 30 años de vigencia de la Ley 100, de las muchas EPS que han surgido la mayoría desapareció, se expresa así la tendencia al monopolio con cada vez menos sobrevivientes que acaparan las ganancias del sector. Además de la salvaje competencia capitalista, la corrupción y el endeudamiento de las EPS han provocado sus crisis y liquidación, mientras que las que sobreviven al acumular más usuarios, recursos y deudas, amplifican exponencialmente las contradicciones fermentando la crisis generalizada del sistema que presenciamos hoy en día.

Los dueños de las grandes EPS son grandes conglomerados financieros. La multinacional española Keralty es dueña de Sanitas; Sura es parte del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA); Compensar es parte del negocio privado en que se han convertido las cajas de compensación familiar; por sólo nombrar a tres de las más grandes. Y son estos, a través de ACEMI; de los congresistas y sus partidos financiados por ellos; los grandes medios de comunicación propiedad de estos y otros conglomerados y tecnócratas que han sido parte del andamiaje institucional del neoliberalismo, quienes han comandado la oposición a la reforma a la salud de Petro.

La crisis de las EPS es ahora presentada como consecuencia de la política de Petro y su proyecto, ahora archivado, de reforma a la salud. Una parte de la crisis es inducida por las propias EPS, como parte de la vieja táctica de paro patronal usada por sectores burgueses de derecha que se oponen a gobiernos de colaboración de clases cuando ven cuestionados sus intereses. Forzar el desabastecimiento de medicamentos, negar servicios a pacientes y amenazar con despidos a trabajadores de la salud deliberadamente, buscan alimentar un clima de incertidumbre y rechazo al gobierno favorable a salidas de derecha.

Lo cierto es que los problemas financieros de las EPS vienen de hace muchos años y sólo quieren que continúe la política de rescate financiero del Estado, para garantizar continuar con su acumulación de capital a través de la más descarada especulación. Antes del gobierno actual, varias EPS habían colapsado bajo su lógica especulativa, mientras que las sobrevivientes, al absorber el mercado sólo preparaban las crisis venideras mientras que los usuarios, las IPS públicas y  el presupuesto nacional pagaban las consecuencias y las pérdidas. Las EPS pelean por seguir la vieja fórmula de socializar las pérdidas mientras que las ganancias son concentradas por pocas manos privadas. Por eso ante la crisis actual de las EPS, piden más plata al gobierno para cubrir sus desastres y garantizar las tasas de ganancia.

Esta batalla alrededor de la Salud, es expresión de las contradicciones más amplias de los sectores burgueses que más se han enriquecido con la especulación y la renta en Colombia.  En las discusiones acerca de las reformas, las posturas de los gremios anteponen a la necesidad general de la burguesía de otorgar concesiones a cambio de apaciguar el descontento, sus propios intereses gremiales e individuales. Saben que deben soltar concesiones, pero no están dispuestos individualmente a renunciar a parte de sus ganancias para ello. Como dijo el escritor español Antonio Gala “Los privilegiados arriesgarán siempre su completa destrucción antes que ceder una mínima parte de sus privilegios”.

Cambios “embolatados”

Desde la presentación de la reforma a la Salud, la relación con la burguesía ha sido tensa, de negociación y de imposición de sus intereses al gobierno, que ha priorizado la concertación con la burguesía sobre la necesidad de dar respuestas a las masas que esperan cambios.

Por eso lo que avanza no es el prometido cambio, sino el estancamiento y la parálisis del gobierno cada vez más presa de su política de mantener los pactos con los burgueses, mantener medidas reaccionarias como el aumento del precio de la gasolina, y sólo usar la movilización de los sectores de masas que aún confían y tienen expectativas en su gobierno de manera instrumental para mostrar fuerza ante la burguesía.

Nuevamente las posibilidades de cambio se agotan dentro de los estrechos marcos del régimen político antidemocrático hecho a la medida de los intereses burgueses, especialmente de sus fracciones más ligadas al capital financiero. Las derrotas de los proyectos de reformas en el Congreso, el uso de Instituciones del régimen como la Fiscalía, las cortes, la Procuraduría y todo el tejido burocrático que ahoga cualquier medida reformista que intente abrirse paso, muestran que en los marcos del régimen actual es imposible responder mínimamente a las expectativas de quienes se levantaron los paros nacionales.

Esta situación reitera la necesidad de una transformación de fondo, por eso Petro se ve obligado a hablar nuevamente de la constituyente, o de intentar implementar medidas de la reforma a la salud fracasada desde el poder Ejecutivo, mientras intenta recomponer el apoyo popular con convocatorias a movilizaciones limitadas y asfixiadas por la burocracia sindical. Mientras tanto el escepticismo y el descontento crece, sin respuestas desde la izquierda más allá de agitar las teorías del “golpe blando” y esconder y condenar cualquier critica al gobierno.

Petro seguirá preso de sus limitaciones y contradicciones. Por eso debemos dar fuerza a la propuesta una constituyente que modifique y ponga en debate el régimen político, pero para que realmente sirva esta debe ser verdaderamente amplia, libre, democrática y soberana. Corresponde a las masas, con los trabajadores a su vanguardia, reconstruir las organizaciones y la independencia de clase, para retomar las reivindicaciones y la lucha; por un verdadero gobierno obrero y popular que no esté presa de estas contradicciones burguesas que bloquean cualquier respuesta de fondo a las necesidades de las masas.

Publicado en ES 753 abril-mayo 2024

Tomado de https://www.magazine.pstcolombia.org/

Otro 25 de Mayo, esta vez más cerca que nunca de ser colonia. La urgencia de otra revolución

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Hace 214 años, una alianza de sectores criollos aprovechaba el vacío de poder en España tras la invasión napoleónica, y le ponía fin a casi tres siglos de dominación española sobre nuestro país. Abrieron así las puertas a la posibilidad de acabar para siempre con el saqueo y el sometimiento colonial, construyendo una nación libre, fuerte y democrática… posibilidad que los nuevos sectores de poder no lograron concretar, empujando al país a un nuevo sometimiento que actual Gobierno busca empeorar. Esta realidad nos pone al pueblo trabajador ante la necesidad de repetir lo hecho en 1810: destruir el orden político vigente para parar el vaciamiento.

El 25 de Mayo fue el primer paso a una independencia que nunca se alcanzó del todo y que hoy empieza a retroceder incluso en sus formas. Este 25M se recordará bajo la sombra de la entrega del país a los capitales extranjeros que lleva adelante el Gobierno libertario.

En ese sentido, es necesario extraer algunas lecciones de la lucha llevada adelante por los revolucionarios de 1810, que siguen siendo útiles en el día de hoy.

Extractivismo nunca es progreso

La Revolución de Mayo no surgió de la nada. De hecho, fue la expresión en el Río de la Plata de un proceso que sacudió el continente, motorizado por la necesidad de las colonias de sacarse de encima a esa traba para el progreso que era el dominio borbónico.

Es que, concentrado en la extracción de plata de lo que hoy es Bolivia, el imperio español nunca tuvo un particular interés en el desarrollo del continente: simplemente se llevaban lo que les servía y listo. Recién a finales del siglo XVIII, con la intención de mejorar la explotación de esos metales; se permitió cierto desarrollo en la región del Río de la Plata y las actuales provincias: un desarrollo que no tardó en chocar con el orden político colonial.

Sin embargo, tanto Milei como la mayoría de sus opositores, insisten en contradecir esta enseñanza de la historia y repetir el esquema extractivista: pasamos del Cerro Rico de Potosí a los salares del norte, de la plata al litio, y de la metrópoli española a Elon Musk. Pero se repite la imposición de trabas legales al desarrollo productivo soberano, el sometimiento de la vida económica del país a los intereses de capitales concentrados del extranjero, y la fuga de riquezas hacia los países centrales.

Y así como el cambio que se dio en 1776 (cuando se habilitó la salida de la plata potosina por el puerto de Buenos Aires), no se tradujo en progreso para el virreinato, las posturas de quienes tratan de oponerle a la entrega fanática de Milei, proyectos de ley para que el litio y las nuevas energías tengan algún proceso de industrialización local, tampoco son una solución: simplemente suavizan el hecho de que los recursos del país son entregados a los caprichos del mercado mundial.

Un pueblo armado y organizado

Lógicamente, de ese orden económico surgía un orden social basado en la esclavitud y la discriminación. El virreinato sostenía el despojo de los nativos, la esclavitud de africanos y originarios, y la exclusión de las mujeres de toda actividad fuera del hogar. Igual se hace hoy la entrega y apertura del país a los capitales extranjeros: destruyendo conquistas y derechos de los trabajadores, las mujeres y las minorías, para facilitar nuestra explotación y dificultarnos la resistencia al saqueo.

Claro que esto no pasaba sin lucha. Aunque los africanos esclavizados no constituían grandes masas que sirvieran de base para rebeliones como las ocurridas en el Caribe, México o Brasil, sí se registran acciones de resistencia individuales o de grupos pequeños. En el caso de los pueblos nativos adaptados a la sociedad criolla, se sabe0 también que había un incipiente activismo político para recuperar tierras (como es el caso de Tulián en Córdoba). Y las mujeres, a pesar de toda la opresión sufrida, encontraban las formas de incidir en una vida pública ya bastante limitada.

Pero en la Buenos Aires colonial, hacia 1806, un hecho sirvió de revulsivo a esta situación: las invasiones inglesas. Con la huida de las autoridades españolas, los criollos debieron arreglárselas para echar al ocupante, el cual llegó rodeado de promesas de progreso social y económico (desde la supresión de la esclavitud hasta el libre comercio) que jamás cumplió.

Así, dirigido por notables de la ciudad, el pueblo porteño derrotó a la primera invasión con sus propios cuerpos armados; y a la segunda con una insurrección masiva. Victoriosas, las masas criollas dieron carácter permanente a los cuerpos militares propios creados para echar a los ingleses, y cuya sola existencia desafiaba el poder colonial: las milicias

Organizaciones del pueblo en armas, esas milicias no eran un ejército como los actuales; sino más bien agrupaciones de autodefensa en las que se discutía política y las autoridades se elegían por el voto de sus miembros. En una sociedad en la que solo participaban en política los funcionarios enviados desde España y los vecinos más ricos, las milicias (cuya base estaba compuesta de mestizos, africanos libertos, nativos, etc.) eran la única herramienta de los sectores populares para incidir en la vida pública del Virreinato. Su peso político era tan grande, que en 1808 lograron imponer como Virrey a su principal líder: Santiago de Liniers.

Contra la legalidad colonial

Y sin embargo, Liniers fue la demostración de que el orden político virreinal no podía “cambiarse desde adentro”: con él como Virrey, la situación no solo no mejoró para los criollos; sino que se volvió más crítica, evidenciando para los sectores más lúcidos que era necesario destruir las instituciones coloniales e imponer otras nuevas.

Así, en Mayo de 1810, la agitación popular forzó al Cabildo a destituir al virrey e imponer una Junta de Gobierno que- aunque decía ser fiel al rey Fernando VII (prisionero de Napoleón en ese entonces)- inmediatamente comenzó a organizar la guerra contra el dominio español.

Repetir la hazaña

Milicias populares, constituidas por esclavos y esclavas, por miembros de pueblos originarios, por mujeres, todos y todas rompiendo sus cadenas al compás de la nueva causa, fueron quienes definieron el destino de la Revolución. A esos ejércitos revolucionarios conducidos por San Martín y Bolívar, apoyados por la guerra de guerrillas de Guemes y Juana Azurduy, debemos la victoria continental, que llevó años de sacrificios y pelea.

Con el tiempo, las milicias se volvieron ejércitos regulares, la guerra de independencia dio paso a las guerras civiles, los líderes revolucionarios dieron su lugar a representantes políticos de los sectores acomodados; y los dueños de la tierra y el comercio se transformaron en la clase social dominante del país. Habiéndose hecho ricos a la sombra del imperio español, cuando les tocó estar al frente del país estos potentados solo atinaron a buscar un nuevo amo imperial.

Luego de décadas de sometimiento, hoy desde el Gobierno nos amenazan con llevarnos aún más allá en la dependencia; con el consiguiente aumento de la explotación y la miseria del pueblo trabajador.

Ante eso, frente a las posturas tímidas y confusas de los sindicatos, y la confianza ciega en los trámites parlamentarios de muchas organizaciones; hace falta retomar las enseñanzas de la Revolución de Mayo. Si hace 214 años el pueblo de Buenos Aires salió a la calle para dejar de ser colonia, hoy los trabajadores y el pueblo debemos salir a la calle para no volver a serlo, organizados y preparados para evitar que el Congreso vote leyes de entrega, y para hacer frente a la represión de Patricia Bullrich.

Y sobre todas las cosas, así como los hombres y mujeres de Mayo lucharon hasta imponer un gobierno criollo, hoy hay que luchar hasta imponer un gobierno obrero y popular; para llevar adelante una Revolución Socialista que logre una Segunda y Definitiva Independencia. Igual que en la Primera Independencia esa tarea solo será posible si se asume como causa continental . Desde el PSTU invitamos a todos los que quieran luchar por esta alternativa al retorno del colonialismo, a construir juntos la organización política que conduzca esa pelea

Tomado de http://pstu.com.ar (16 de mayo del 2024)

Dos años del gobierno Chaves: la vida no mejora para la clase trabajadora

Ruta del arroz y la ruina de la producción nacional

Una de las grandes promesas de Chaves era “comerse la bronca” del costo de la vida y su plan estrella fue la llamada “Ruta del Arroz”, con el cual supuestamente bajaría el costo del grano que más se consume en el país.

Quienes ganaron con la Ruta del Arroz, fueron los grandes importadores, financistas del gobierno.

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) el precio del arroz aumentó 4,62% entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo del 2024; es decir, en 20 meses los precios del arroz no bajaron pese a la reducción arancelaria del 31% (impuestos que antes se debían pagar por importar).

Antes de esta medida las grandes agroindustrias estaban obligadas a comprar producción nacional a pequeños agricultores, tras la reducción de aranceles dejaron de pagar ₡19 mil millones en impuestos, sustituyendo el arroz que venden por el importado, sin que existiera una rebaja en el precio final que pagamos en el supermercado.

Las grandes industrias se llenaron sus bolsillos, trayendo la ruina de la producción nacional. Las importaciones de arroz se duplicaron de 151.000 a 307.000 toneladas, representando un aumento del 102%; mientras las hectáreas cultivadas de arroz en el país disminuyeron de 35.301 a 14.300 y la producción nacional decreció de 153.173 a 60.000 toneladas métricas.

No solo los precios no bajaron, sino se comprometió el futuro al quedar a merced de las grandes industrias importadoras y de los precios internacionales. Ruina inmediata para la producción nacional y hambre futura son los legados de los dos primeros años de gobierno.

La trampa de la reducción del desempleo y la expulsión masiva del mercado de trabajo

El gobierno anuncia como parte de su supuesto éxito económico la reducción del desempleo, el cual en enero se ubicaba en 7.9%. Lo cierto es que el “milagro de Chaves” no son más que cifras maquilladas; hoy no se alcanzan los niveles de empleos previos a la pandemia, para enero del 2024 se registran 2,1 millones de personas ocupadas, mientras que, para febrero 2020, eran 2,2 millones de personas.

La reducción de la fuerza laboral del país es la principal causa de esa ficticia baja en el desempleo, afectando principalmente a las mujeres quienes mayoritariamente renuncian a buscar un trabajo remunerado. Según datos del propio INEC 170 mujeres por día dejan de formar parte de la fuerza laboral y en 2023, 55 mil mujeres dejaron de buscar empleo, siendo recluidas en el trabajo doméstico no pago y sometidas a la dependencia económica.

Un país endeudado pese a los brutales recortes

Desde el anterior gobierno PAC se aplicaron durísimas medidas de ajuste fiscal, que han significado recortes brutales en salud, vivienda, educación, becas, inversión en carreteras, etc. Chaves continuo con estas medidas y las aplicó según cada uno de los mandatos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al cierre del 2023, la deuda pública se ubicó en un 61,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Según lo indicado por el propio gobierno y el FMI la proyección es bajar del 60% para finales del 2025. Es decir, desde el 2018 con la reforma fiscal de Carlos Alvarado vienen anunciando la reducción de la deuda y esto no ocurre, mientras las escuelas y hospitales se caen a pedazos, las becas se reducen y los salarios pierden su valor en casi un 30%.

Economía: el falso milagro económico

El gobierno no deja de presentar los “buenos resultados” de la política económica del país, un supuesto aumento prometedor en la actividad económica, indicando las expectativas del crecimiento económico del país en 3,6%” para 2024.

Ese supuesto milagro económico ya se empieza a desinflarse, por lo que se prevé que el crecimiento de la economía del país se desacelere de 5% -alcanzado en 2023– a 3,8% este año, debido a la disminución de la inversión privada, a la contracción económica de los países de los cuales somos altamente dependientes y la caída de otros sectores económicos como la construcción.

Detrás del discurso de la mejora económica del gobierno se esconde el hecho que esta mejora es solo para sectores muy específicos de la clase dominante y las clases medias altas, mientras la clase obrera, el campesinado y los sectores de la pequeña burguesía siguen arruinándose.

Los impulsos autoritarios de Chaves y la necesidad de una oposición desde la clase trabajadora

Otro de los signos distintivos de este gobierno ha sido su retórica anticomunista, antifeminista y homófoba que utiliza también la derecha fundamentalista (Nueva República de Fabricio Alvarado), sin animarse aún a identificarse con Bukele o Bolsonaro. Así como los impulsos autoritarios que hasta ahora en su mayoría han sido más o menos contrastados y frenados por las propias contradicciones en la institucionalidad del país.

Frente al discurso de Chaves sectores como La Nación y el propio PLN se presentan como el bando en defensa de la democracia, cuando en realidad lo que defienden son interés de grandes sectores de la burguesía al igual que lo hace Chaves.

En medio de esta polarización de dos bloques de derecha, es necesario un campo independiente de la clase trabajadora, que le plante cara al gobierno, desnude sus mentiras y prepare un plan de lucha por los intereses de la clase obrera que se oponen tanto a Chaves como al PLN-Grupo Nación.

Construyamos un Partido de la Clase Trabajadora y un programa para la acción

La construcción de un campo político independiente pasa en primer término por la denuncia de las mentiras de Chaves y de la hipocresía del PLN-Grupo Nación. Pero evidentemente desenmascarar al gobierno y sus detractores de derecha no basta, se necesita un partido y un programa independiente de la clase trabajadora.

Desde el PT apostamos por construir ese partido y levantar ese programa socialista y revolucionario que rompa con los lazos de dependencia del país, que acabe con la miseria que vive la clase trabajadora y los sectores populares, que luche por que la riqueza realmente esté en manos de quienes la producimos y por construir una nueva sociedad sin opresión y explotación.

Tomado de http://socialismohoy.com (13 de mayo del 2024)

La Liga Árabe y los enemigos de la causa palestina

La Liga Árabe celebró su 33ª encuentro el 16 de mayo de 2024 en la ciudad de Manama, capital de Bahréin. El genocidio israelí en Gaza dominó los debates.

Por Fabio Bosco

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad Bin Salman, inició la reunión y llamó a la comunidad internacional a poner fin a la brutal agresión contra los hermanos palestinos mediante un alto el fuego y la formación de un Estado palestino. También defendió el fin de las acciones que impiden la libre navegación en el mar Rojo, en referencia al bloqueo en solidaridad con el pueblo palestino llevado a cabo por los hutíes yemeníes del Ansar Allah.

El rey de Bahréin, Hamad bin Isa Al Khalifa, apoyó la formación de un Estado palestino con estatus de miembro pleno de la ONU. También abogó por una conferencia de paz bajo los auspicios de la ONU para implementar la solución de dos Estados.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, criticó la acción de la resistencia palestina liderada por Hamás el 7 de octubre, afirmando que sirvió de pretexto para el genocidio de los palestinos impuesto por el Estado de Israel.

El presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, acusó a Israel de evadir sus responsabilidades de alto el fuego y de avanzar militarmente hacia Rafah a pesar de la oposición internacional. También criticó a Israel por ocupar la franja fronteriza con Egipto, conocida como “corredor Filadelfia”, intensificando el cerco a Gaza, volviéndola inhabitable. Al-Sisi aprovechó la presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para afirmar que el genocidio en Gaza está poniendo a prueba el sistema de justicia internacional.

La pérdida de millones de dólares en ingresos, resultante de la drástica reducción de la navegación en el Canal de Suez, debido al bloqueo de los hutíes yemeníes en el mar Rojo y la pérdida de ingresos en el cruce de Rafah, debido a la ocupación israelí del corredor Filadelfia, ejercen una enorme presión sobre el régimen egipcio.

Antonio Guterres defendió el fin de las hostilidades, la entrada irrestricta de ayuda humanitaria y la liberación incondicional e inmediata de los israelíes presos en Gaza.

Declaración de Manama(1)

Al final, los 22 países miembros de la Liga Árabe anunciaron la Declaración de Manama, que aboga por un alto el fuego inmediato con la entrada irrestricta de ayuda humanitaria y el fin de cualquier forma de bloqueo a Gaza. La Liga Árabe también propone enviar una fuerza internacional de paz liderada por la ONU a los territorios palestinos ocupados (Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental) hasta la implementación de la solución de dos Estados, que será discutida en una conferencia internacional convocada por la ONU.

Además, la declaración llama a todas las facciones palestinas a unirse bajo el paraguas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que es la única representante legítima del pueblo palestino.

La declaración también condena fuertemente los ataques a navíos comerciales en el mar Rojo, ya que constituyen una amenaza a la libertad de navegación, del comercio internacional y de los intereses de países y pueblos de todo el mundo.

Posición de Hamás

Hamás lamentó los comentarios hechos por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, de que los ataques del 7 de octubre proporcionaron el pretexto para el genocidio sionista en Gaza.

Hamás afirmó que los ataques del 7 de octubre pusieron la causa palestina al frente de las prioridades internacionales, lo que representa avances estratégicos.

Hamás también pidió a los países árabes que obliguen a Israel a poner fin a su ofensiva contra Gaza.

Los enemigos de la causa palestina

En medio de muchas palabras de “solidaridad” con el pueblo palestino, la posición de la Liga Árabe se alinea con la del imperialismo estadounidense en la defensa de la ocupación de Gaza por las tropas de la ONU y la celebración de una conferencia internacional para implementar la fórmula de dos Estados, impidiendo así el derecho del pueblo palestino a decidir democráticamente sobre su destino.

Además, la Liga Árabe se alinea con los intereses del imperialismo estadounidense, europeo, ruso, chino y japonés al defender el fin de las acciones de solidaridad con los palestinos llevadas a cabo por los hutíes yemeníes en el mar Rojo.

Para colmo, la condena a la acción de la resistencia palestina hecha por el presidente colaboracionista del ANP, Mahmoud Abbas, no fue contestada por ningún país, ni siquiera por el dictador sirio Bashar al-Assad, que forma parte del llamado “Eje de la Resistencia”, y que estuvo presente en la reunión, pero guardó silencio ante estas aberraciones.

Las posiciones de la Liga Árabe reafirman una vez más el famoso párrafo del libro “La revuelta de 1936-1939 en Palestina” del revolucionario marxista palestino Ghassan Kanafani:

“En 1936-1939, el movimiento palestino sufrió un severo revés a manos de tres enemigos que se constituyeron, juntos, en la principal amenaza al movimiento nacionalista en Palestina, en todas las etapas posteriores de su lucha: la dirección local reaccionaria; los regímenes de los Estados árabes vecinos; y el enemigo imperialista-sionista”(2).

(1) https://www.thenationalnews.com/news/mena/2024/05/16/full-text-arab-league-summit-bahrain-declaration/

(2) https://editorasundermann.com.br/produto/a-revolta-de-1936-1939-na-palestina/

Traducción: Natalia Estrada.

Declaración frente a las elecciones europeas 2024: Una salida socialista y revolucionaria ante la Europa del capital

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Por LIT Europa

Entre el 6 y el 9 de junio se celebran elecciones al Parlamento europeo. Vienen marcadas por el ascenso de la ultraderecha y el viraje generalizado de los gobiernos al rearme y al militarismo; por el racismo y la xenofobia institucional; por los ataques a las libertades y por el relanzamiento de la ofensiva contra los derechos sociales y laborales. Tienen lugar en medio del genocidio sionista en Gaza y del terrorismo de colonos y soldados en Cisjordania, y ante el avance de la ofensiva imperialista rusa contra Ucrania.

Son elecciones a un parlamento sin poderes, porque quien manda en Europa son organismos no electos, como la Comisión Europea, que responden ante los gobiernos alemán y francés y ante las grandes patronales europeas. En muchos países las condiciones para que fuerzas políticas minoritarias presenten candidaturas son prohibitivas. La UE es la Europa del capital, instrumento ante todo de los imperialismos alemán y francés para dominar los países del Este y del Sur e influir a escala mundial. Las proclamas de la UE sobre la democracia y los derechos humanos, son una farsa que cada vez más se contradice abiertamente con sus políticas.

Pero hay también otra cara de la realidad, en la que podemos apoyarnos, formada por las movilizaciones estudiantiles en muchos países de Europa en solidaridad internacionalista con  la resistencia palestina y contra el genocidio sionista. Tenemos también batallas como las de la clase trabajadora alemana por el salario, las de las mujeres en defensa del derecho al aborto en Italia o las luchas en defensa del medio ambiente, que también abandera la juventud.

La decadencia de la Unión Europea (UE)

En el trasfondo está la decadencia de la Unión Europea (UE) y sus principales potencias que, en medio de la disputa inter-imperialista entre EEUU y China, juegan un papel cada vez más subalterno en la economía y en el orden mundial.

Alemania, la gran potencia de la UE, se halla estancada desde la ruptura del acceso al gas ruso y la guerra de agresión de Putin contra Ucrania. Su producción manufacturera está en retroceso y se ve amenazada por las exportaciones de China, de cuyo mercado, al mismo tiempo, depende. Actúa como un enano político en la arena mundial, plenamente sometido a EEUU, como se expresa en el genocidio de Gaza.

La arrogancia de Macron no es capaz de ocultar el declive de Francia, expulsada de sus antiguas colonias africanas, con unos servicios públicos en caída libre, una economía que no levanta cabeza y un régimen político en crisis que, desde la lucha de los Chalecos Amarillos, es vanguardia en ataques a las libertades y represión de la disidencia. La verborrea de Macron sobre la “soberanía nacional francesa” no esconde su vasallaje ante EEUU en la masacre de Gaza y en los grandes asuntos internacionales.

La UE ha acordado recientemente que va a abrir una nueva y muy incierta ampliación hacia el este, mientras se acentúan las divisiones internas entre las diferentes burguesías y gobiernos europeos. Unas divisiones que hacen imposible la creación de un macroestado europeo que sería, de hecho, la única forma de que el capitalismo europeo no quede aplastado en el conflicto EEUU-China.

Quieren acabar con el llamado Estado del Bienestar mientras aumentan la represión

La decadencia europea reduce a cada instante el margen de maniobra de la UE y los gobiernos se lanzan contra las conquistas históricas que aún quedan de lo que conocemos como Estado del Bienestar. Si esto ocurre en Francia o Alemania, es aún más agudo en el resto. La UE ya ha acordado retornar a las reglas del llamado “pacto de estabilidad”, suspendidas desde la pandemia, con las que forzar los recortes sociales y laborales.

Uno de los casos más extremos de agresión social es Grecia (convertida, a partir de la traición de Tsipras en 2015, en una verdadera semicolonia), donde acaban de aprobar una ley por la que la jornada laboral puede extenderse hasta las 78 horas a la semana y que promueve contratos de semiesclavitud laboral y medidas anti-huelga. Portugal ha sido condenado a ser un destino turístico y área de extracción de litio para empresas extranjeras. Junto con los países del Este, forma parte la periferia europea semicolonizada. Países como el estado español, aunque cuenta con un capital financiero significativo, son también, cada vez más, países de camareros y empleos precarios.

La ofensiva contra las conquistas sociales que aún perduran, va inevitablemente acompañada de medidas de represión policial, judicial y de control social contra las diferentes formas de resistencia. Junto a Francia, Italia o Hungría, campeones europeos en materia represiva, los distintos gobiernos de la UE han reprimido las movilizaciones en solidaridad con Palestina, tachándolas de “antisemitas”. Los jueces españoles, herederos del franquismo, acusan de terrorismo a independentistas catalanes por haber promovido acciones de masas.

La política de la UE hacia Palestina y Ucrania

La política de la UE ante el genocidio de Gaza y el terrorismo israelí en Cisjordania es una auténtica indecencia. La UE y sus gobiernos, sumisos a EEUU, dan cobertura política al genocidio, mientras Alemania e Italia arman de forma abierta al estado sionista. Al mismo tiempo, el repudio de una clara mayoría de los pueblos europeos está creando ciertas grietas entre los socios de la UE. Gobiernos como el español, formalmente muy crítico con Israel, ha seguido autorizando la venta de armas, justificándolo en que los contratos estaban firmados con anterioridad. Josep Borrell, Alto Representante de la UE, aparece como crítico de la masacre, pero la UE no hace nada efectivo para detenerla. Por su parte, las burocracias sindicales europeas condenan verbalmente las atrocidades sionistas, pero no toman ninguna medida consecuente contra las empresas implicadas en el genocidio ni contra el apoyo de los gobiernos a Israel.

Con respecto a Ucrania, al mismo tiempo que Polonia y Lituania les quitan las ayudas a los emigrados, la UE y sus gobiernos continúan con la verborrea del apoyo al pueblo ucraniano. Pero a la hora de la verdad, no suministran las armas necesarias para detener y derrotar la agresión rusa y cuando las suministran, lo hacen de forma escasa, tarde y mal. Los países de la UE siguen comprando gas natural licuado a Rusia en grandes cantidades, mientras -mediante esquemas triangulares- le venden material de uso militar.

Las fuerzas de ocupación de Putin están aumentando fuertemente sus ataques. Los soldados ucranianos mueren en el frente faltos de munición y la infraestructura del país está siendo devastada por falta de defensa aérea. En verdad, las potencias europeas, en línea con EEUU, no quieren que Ucrania gane sino forzarla a un armisticio con Putin, en el que Rusia se quedará con toda una parte de la nación ucraniana, mientras ellos colonizan el resto. La sumisión de Zelenski a EEUU y la UE y su abierta política antiobrera, debilitan la resistencia, cuya columna vertebral es la clase trabajadora ucraniana. Del mismo modo, su apoyo miserable al genocidio israelí resta solidaridad internacional a la justa causa del pueblo ucraniano.

El ascenso de la ultraderecha

Estamos viviendo un importante ascenso de la ultraderecha. En las anteriores elecciones europeas obtuvo un 18% de los votos y ahora, según encuestas, podría llegar al 25%. La ultraderecha preside el gobierno en Italia (Meloni) y Hungría (Orban) y participa en gobiernos de coalición en países como Letonia y Finlandia y en gobiernos regionales en el estado español. En los Países Bajos fue la fuerza más votada, en Portugal cuadruplicó votos y llegó al 18%. Macron (cuya política es en muchos puntos la misma que la de la extrema derecha) va, según las encuestas, 10 puntos por detrás en intención de voto.

La derecha europea da cada día carta de legitimidad a la ultraderecha, que impone, con su apoyo, leyes en temas clave, como la política de inmigración y asilo (que también fue votada por los socialdemócratas). También van de la mano en materias como el rearme y los ataques a las libertades. La candidata de la derecha para repetir como presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, ya ha anunciado su intención de pactar con la extrema derecha que está a favor de la OTAN e Israel y contra Putin, como es el caso de Meloni y Vox.

Este auge de la ultraderecha se apoya socialmente en capas medias descontentas y entre sectores precarizados de trabajadores que absorben la demagogia ultra contra los inmigrantes y los “musulmanes” como los causantes de su desgracia, absolviendo al verdadero culpable: el gran capital y sus instituciones. Su ascenso refleja la crisis del capitalismo, que no sale del marasmo desde 2008, y es proporcional a la profundidad de la crisis social, al fracaso de los regímenes políticos vigentes y a la ausencia de una alternativa por la izquierda que no sea vista como “más de lo mismo”.

Llamamos también la atención sobre la aparición de partidos “rojipardos” como el BSW en Alemania, dirigido por Sahra Wagenknecht. Este partido, una ruptura del partido Die Linke, defiende un programa xenófobo, islamófobo, prosionista y proPutin; reivindica el pasado estalinista de la RDA; es partidario de la energía fósil y contrario a las medidas de política medioambiental; es, finalmente, antieuropeista.

Racismo y xenofobia institucional

El Pacto de Inmigración y Asilo votado por el Parlamento europeo -complemento de las leyes xenófobas de los estados- es una muestra de barbarie. Médicos Sin Fronteras lo ha denunciado como “una abolición del derecho a solicitar asilo en la UE” que “tendrá consecuencias catastróficas para las vidas de las personas que buscan seguridad y protección en Europa” porque “avala los rechazos en frontera, obstaculiza el acceso al asilo y criminaliza injustamente a las personas migrantes y refugiadas”. Maria Sonnek, de la ONG Seebrücke, ha manifestado que “el paquete legal institucionaliza las prácticas más brutales y represivas en las fronteras exteriores de la UE».

La migración se debe a las catastróficas condiciones de vida causadas por el empobrecimiento de los países semicoloniales, consecuencia del despojo a que son sometidos sus recursos naturales y de su correspondiente degradación ambiental, de las guerras provocadas por la codicia de las potencias imperialistas y de la destrucción de sus condiciones de vida, todo agravado ahora por el cambio climático. La respuesta europea es el cribado de personas, incluido el reconocimiento facial de niños desde los 6 años, devoluciones en caliente de los solicitantes de asilo, gestión del asilo en instalaciones cerradas, arrestos por sospecha de haber entrado de forma irregular y externalización de fronteras. Mientras los británicos quieren enviar a los peticionarios de asilo a Ruanda, los países de la UE externalizan sus fronteras al Norte de África, a Kosovo y Serbia.

El rearme y la militarización

Los gobiernos europeos, con la UE a la cabeza, han entrado en una política masiva de rearme y militarización y han activado una enorme campaña propagandística (“Prepárense para una guerra”). Algunos países noreuropeos han decidido restablecen el servicio militar obligatorio, algo que defiende el propio ministro de Defensa alemán. El gobierno Scholz ha aprobado un gasto de 100.000 millones de euros de rearme. En Francia el gobierno prepara el terreno al servicio militar obligatorio alistando a los jóvenes de 15-17 años en el SNU.

La política de rearme agrava la ofensiva social del gran capital europeo. La primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, ya ha advertido, para que nadie se llame a engaño, que el gasto armamentístico va necesariamente en detrimento de los gastos sociales.

Los planes armamentísticos de la UE buscan favorecer a la industria armamentística europea, pero durante mucho tiempo los grandes beneficiarios van a seguir siendo los fabricantes norteamericanos de armamento.

Los planes de rearme y militarización van de la mano del fortalecimiento de la jerarquía militar y del sometimiento de los pueblos. Por eso, no solo nos oponemos al rearme, sino que defendemos una instrucción militar universal basada en los barrios y en los centros de trabajo y donde los oficiales deban contar con el visto bueno de la tropa.

Retroceso en las escasas e insuficientes medidas climáticas aprobadas

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado este 11 de marzo un informe donde dice que “Europa se ha calentado a un ritmo superior a la media mundial. El cambio climático está produciéndose ahora y se agravará en el futuro”. Denuncia la incapacidad de las instituciones de la UE y los gobiernos para combatir el ritmo de aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, lo que va a traer consecuencias “catastróficas”.

En verdad, el consumo de energía fósil sigue aumentando en Europa y en el mundo, del mismo modo que las prospecciones, realizadas en zonas marítimas especialmente sensibles. Los planes de transición ecológica europeos no sirven para atajar la catástrofe ambiental, sino que están al servicio de una nueva reestructuración productiva para aumentar la explotación de los trabajadores a través de la automatización. Este es el caso del coche eléctrico. Por otro lado, conseguir los materiales necesarios para su producción está provocando daños ambientales enormes en los países de la periferia semicolonial donde se obtienen, muchas veces en condiciones infrahumanas.

La UE y sus gobiernos, de la mano de la agroindustria, están forzando también un fuerte retroceso en las ya muy limitadas medidas ambientales aprobadas, tomando ahora como excusa las pasadas movilizaciones agrarias. La Ley de Restauración de la Naturaleza aprobada por el Parlamento europeo nada dice sobre nuevas zonas a proteger y deja un amplio margen de maniobra a los estados. No es extraño que cuente con el apoyo formal de multinacionales como Unilever, Coca Cola y Nestlé.

¡Es preciso impulsar la movilización y la organización independiente de la clase trabajadora y la juventud”!

En estos años hemos vivido varias grandes movilizaciones, como las de la clase trabajadora francesa contra la reforma de las pensiones. Sin embargo, bajo el peso de la burocracia sindical (y el silencio de la izquierda política oficial), no consiguieron avanzar en la organización independiente de las bases, ni desafiaron las reglas antidemocráticas de la Vª República. Por ello, aunque contaban con un respaldo social ampliamente mayoritario, fueron derrotadas y el gobierno y la patronal acabaron imponiendo su odiada reforma.

Recientemente, ocurrieron importantes movilizaciones salariales en Alemania y tenemos luchas aisladas en muchos lugares. Con la juventud a la cabeza, hemos vivido fuertes movilizaciones en favor del medio ambiente, como la de Saint Soline en Francia, salvajemente reprimida por Macron. La lucha en solidaridad con Palestina, moviliza a franjas cada vez más amplias de la juventud, dando lugar a importantes manifestaciones y otras acciones, en repulsa contra la masacre israelí, muchas veces reprimidas.

Para hacer frente a esta ofensiva del capital y los distintos gobiernos a su servicio, solo hay un camino: avanzar en la movilización masiva, en unificar las luchas y dar pasos en la organización independiente de los explotados y oprimidos, en su autoorganización, venciendo la fragmentación, la resignación y el desánimo y superando a las burocracias.

No hay salida dentro de la Europa del capital, de la UE y del euro. Los partidos socialdemócratas y socialistas, hace tiempo que son parte del sistema, del que se presentan como el “mal menor”. Es el caso también de los contados partidos comunistas residuales que aún persisten. Por su parte, los partidos que en estos años pasados aparecieron a la izquierda de la socialdemocracia, que hablaban de “refundar la UE” y se presentaban como alternativa, arrastrando tras de sí a amplios sectores populares, han mostrado que, al final, no eran sino la quinta rueda del sistema. Es el caso de Refundazione Comunista, Syriza y Podemos que, tras formar parte de gobiernos burgueses de colaboración de clases, se encuentran ahora en un avanzado proceso de descomposición.

Necesitamos avanzar en la construcción de una fuerza revolucionaria alternativa cuyo objetivo estratégico sea organizar a la clase trabajadora para tomar el poder y avanzar hacia una Europa de los trabajadores y los pueblos. Necesitamos dar pasos en la construcción de una Internacional revolucionaria y de sus partidos en toda Europa. Esta es, la tarea central por la que trabajamos las secciones europeas de la LIT-CI

¡Con el pueblo palestino!

¡Alto al genocidio en Gaza!  ¡Alto inmediato de la venta de armas a Israel!

¡Por una Palestina libre, laica, democrática y no racista, del río al mar!

¡Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el estado sionista!

¡Apoyo a la campaña Boicot, Desinversiones, Sanciones (BDS)!

¡No a la trampa de los “dos estados”, que legitima la ocupación colonial! 

¡Con la resistencia ucraniana!

¡Apoyo a la resistencia ucraniana frente a la agresión imperialista de Putin!

¡Apoyo militar efectivo a Ucrania! ¡Alto a la venta triangular a Rusia de material de uso militar!

¡Cancelación de la deuda externa que esclaviza a Ucrania!!

¡Confiscación de los bienes rusos en Europa para atender las necesidades del pueblo ucraniano!

¡No a la sumisión de Zelenski a EEUU y la UE! ¡No a sus planes antiobreros!

¡No al rearme y la militarización!

¡Reducción de los gastos militares! ¡Gastos sociales, no militares!

¡Fuera la OTAN y las bases americanas de suelo europeo!

¡Instrucción militar universal, basada en el lugar donde se vive y se trabaja y con la oficialidad sometida al visto bueno de la tropa!

¡Fuera el pacto de inmigración y asilo y todas las leyes xenófobas de extranjería!

¡Regularización de las personas migrantes! ¡Desmantelamiento de la agencia Frontex!

¡Reconocimiento del derecho de nacionalidad a los nacidos en suelo europeo y derecho a refugio a quienes huyen de guerras, las dictaduras y el hambre!

¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!

¡Reorganizar el conjunto de la economía, combatir la catástrofe medioambiental!

¡Expropiación de los sectores estratégicos, poniéndolos bajo control de los trabajadores!

¡Reorganización general de la economía en base a las necesidades sociales y la sostenibilidad ambiental!

¡La UE es la Europa del capital! ¡Por una Europa de la clase trabajadora y de los pueblos! ¡Por unos Estados Unidos Socialistas de Europa!

¡Por la construcción de la internacional revolucionaria!

Senegal: ¿Qué esperar del gobierno Faye-PASTEF?

Introducción

La ola antifrancesa se extiende por el Sahel1. Los golpes militares o las elecciones han servido para derrocar gobiernos que son abiertamente adictos al imperialismo francés. Sin embargo, vale recordar que antes de los golpes de Estado en Mali, Burkina Faso y Níger, hubo grandes movilizaciones de masas.

Los golpes militares fueron medidas preventivas para controlar a las masas. En Senegal, las elecciones celebradas el 24 de marzo dieron la victoria a Bassirou Diomaye Faye y estuvieron precedidas por importantes movilizaciones desde 2020-2021, debidas al impacto de las políticas económicas en el contexto de la crisis económica mundial de 2008-2009, profundizada por la pandemia. El gobierno bonapartista y profrancés de Macky Sall acabó. Ante la victoria electoral del PASTEF2 y de su candidato Diomaye Faye, surge la pregunta: ¿qué cambia realmente y qué se preserva de la situación anterior?

Por Cesar Neto

La crisis capitalista mundial iniciada en 2008-2009, su impacto en África y en Senegal, en particular

En primer lugar, es necesario partir de la situación política y económica mundial y situar en este marco a Senegal y a todos los países semicoloniales.

La mayor característica de la actual crisis capitalista mundial, que alcanzó su punto máximo en 2008-2009 y se agravó con la pandemia, es la profundización de las relaciones de subordinación de los países semicoloniales, en un claro retroceso con respecto al período anterior a la mencionada crisis.

Lo que estamos presenciando en África, América Latina e innumerables países asiáticos es una profunda transferencia de capitales a la cadena imperialista con el objetivo de crear una nueva (y poco probable) ola ascendente de capitalismo en el corto plazo.

La transferencia de capitales se produce con la caída de los precios de exportación de las materias primas exportadas; el profundo atraso tecnológico entre los países, que lleva a un aumento de la importación de bienes y consumo por parte de los países coloniales; como consecuencia de este atraso tecnológico (fruto del colonialismo), lo poco que se produce es con un alto índice de explotación de los trabajadores, cierre de empresas y, como consecuencia, el aumento del desempleo. Como si eso no fuera suficiente, los mecanismos de la deuda externa estrangulan los presupuestos nacionales al asignar un promedio de 50% de los ingresos para pagar intereses y tasas de la deuda.

Pero si en el terreno económico vemos un retroceso violento, por otro lado, hemos visto importantes oleadas de luchas obreras, juveniles o populares que han puesto en crisis a viejos partidos, como el CNA en Sudáfrica, el FRELIMO en Mozambique, el MPLA en Angola, etc. Como resultado de este proceso de resistencia, varios gobiernos cayeron por golpes militares o procesos electorales. En Malí, Burkina Faso y Níger, los militares se anticiparon al movimiento de masas e intentaron controlarlo con discursos “por izquierda” y así tratar de contener la furia de las masas.

Senegal: el “país estable” y la caída de Macky Sall

La prensa burguesa mundial no se cansa de elogiar a Senegal como el país más estable de la región y sin golpes de Estado. Esto es una farsa, porque en 64 años de historia sólo ha tenido cuatro presidentes. Léopold Senghor (1960-1980); Abdou Diauf (1980-2000); Abdoulaye Wade (2002-2012) y Macky Sall (2012-2024). El parlamento y el poder judicial no son independientes sino más bien una extensión del ejecutivo. La longevidad de estos gobiernos fue construida y sostenida por la presencia de un sistema represivo violento, paramilitares, y prisiones que son verdaderas mazmorras medievales.

En 2011, Abdoulaye Wade intentó cambiar la Constitución permitiendo su tercera elección. Ya había un desgaste significativo en el gobierno, particularmente debido a los efectos de la crisis económica global de 2008-2009.

Durante este período surgió el movimiento juvenil de raperos Y’en a Marre (estamos hartos) que, utilizando un lenguaje contestatario, logró ganar la simpatía de la juventud y organizar grandes movilizaciones. Los principales dirigentes de Y’en a Marre fueron detenidos y golpeados. Además de las movilizaciones, Y’en a Marre llamó a los jóvenes a inscribirse en los padrones electorales para derrotar electoralmente al gobierno de Wade.

Lograron que 357.000 jóvenes se inscribieran y le diesen una victoria electoral a Macky Sall. Con ese programa, muy limitado en cuanto a que la salida era vía elecciones, con la llegada de Macky Sall al gobierno en 2012, perdieron peso y casi desaparecieron.

En 2023-2024 la historia de Wade se repite ahora con Macky Sall presentando al Congreso un proyecto para posponer las elecciones. El día de la votación, la policía invadió el Congreso, expulsó a la oposición y votó a favor de posponerla. Las movilizaciones, que venían creciendo, cobraron impulso.

Las movilizaciones contra el gobierno bonapartista de Macky Sall

En Senegal, desde la pandemia hemos sido testigos de luchas importantes. Las luchas empezaron a cobrar importancia en 2021 con la huelga de los correos (Poste Senegal). Durante la huelga, los carteros acusaron al gobierno de Macky Sall de retener los valores de la empresa estatal.

En enero de 2021, el presidente Macky Sall decretó toque de queda debido al COVID 19 sin ninguna garantía de ayuda económica a la población; la reacción llegó con las primeras movilizaciones de jóvenes y vecinos de los barrios que se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, en Dakar. La población quemó llantas y levantó barricadas mientras la policía lanzaba gases lacrimógenos; en febrero, nuevas manifestaciones contra el presidente Macky Sall que intentaba utilizar organismos estatales para criminalizar al opositor Sonko. Lo que habría sido una protesta pacífica terminó en enfrentamientos con la policía.

En marzo, varios días de enfrentamientos con la policía, saqueos e incendios de supermercados, y destrucción de gasolineras de propiedad francesa, en una clara demostración de estar contra el gobierno de Macky Sall y contra la dominación francesa en sus nuevos formatos.

En estas movilizaciones, varios automóviles fueron incendiados y comisarías fueron invadidas, destruidas e incendiadas. Una parte importante de la prensa explicó la ola de protestas por la detención de Ousmane. Nosotros consideramos que esa es una visión parcial. De hecho, consciente o inconscientemente, muchas acciones tenían relación estrecha [y contraria] a las actividades económicas del imperialismo francés en Senegal.

Entre 2023 y 2024, el país vivió un nuevo clima de violentas movilizaciones callejeras contra el intento de Macky Sall de permanecer en el poder. Hubo manifestaciones populares contra el gobierno bonapartista de Sall y a favor de elecciones.

Estas manifestaciones, extremadamente radicalizadas, provocaron la paralización de muchas actividades y tuvieron graves consecuencias económicas. Se cancelaron entre 25% y 30% de las actividades turísticas. Los proyectos petroleros quedaron en suspenso e incluso el FMI pospuso una “ayuda” de 1,8 millones de dólares.

También hay que destacar la importante solidaridad de los senegaleses en la diáspora, con las importantes manifestaciones de apoyo organizadas por ellos en Washington, París, Milán, entre otras ciudades. Varios consulados fueron cerrados temporalmente por senegaleses en la diáspora.

En síntesis, la lucha para derrocar –vía elecciones– el gobierno bonapartista de Macky Sall costó la vida de más de 80 personas y hubo 1.000 presos. Al comparar la población de Senegal y la del Brasil y confrontar las cifras, podríamos decir que serían más de 1.000 muertos y 13.000 presos en el país sudamericano.

Ousmane Sonko y Diomaye Faye: contra Francia, pero no contra el imperialismo

Aunque el presidente electo sea Diomaye Faye, es muy importante entender las posiciones políticas de Ousmane Sonko, principal líder de la oposición, impedido de presentarse a las elecciones y padrino de la candidatura de Diomaye Faye.

Ousmane Sonko fue candidato en las elecciones de 2019, obtuvo 16% de los votos y quedó en tercer lugar. Tiene un perfil populista, de denuncias de corrupción, de la dominación colonial francesa, y silencio total respecto de la explotación y robo de recursos naturales por parte de otros países imperialistas.

Sonko es autor del libro Pétrole et gaz au Sénégal: Chronique d’une spoliation. El libro es una denuncia fuerte y bien fundamentada contra la corrupción en la exploración petrolera. Los principales acusados ​​son el presidente Sall y su hermano. Pero nada que cuestione al imperialismo, de hecho, al contrario, Estados Unidos e Inglaterra acogen con satisfacción estas denuncias contra Sall, el aliado del imperialismo francés. El propio Sonko afirmó: “Yo mismo fui recibido dos veces aquí en la Embajada de los Estados Unidos y fui escuchado ampliamente por el Procurador que estaba acompañando el asunto”.

PASTEF, el partido de Ousmane Sonko y Diomaye Faye

En 2014 se creó el PASTEF – Les Patriotes: Patriotes du Sénégal pour l’Éthique, le Travail et la Fraternité (“Patriotas de Senegal por la ética, el trabajo y la fraternidad”). “Los Patriotas”, como se les conoce, es un partido formado por jóvenes pequeñoburgueses, profesionales liberales y algunos dirigentes sindicales. Su programa es bastante limitado.

El programa del PASTEF afirma que “la globalización es una oportunidad si sabemos explorar sus inmensas posibilidades, porque puede acortar el tiempo de renacimiento (del país). Será una tumba si no somos capaces de adaptarnos a sus inmensos desafíos, porque podría acelerar el tiempo de decadencia”.

En pocas palabras, en una época dominada por el capitalismo imperialista, el PASTEF, los Patriotas, sostienen que la globalización es una oportunidad para salir del atraso. Cualquiera que defienda la globalización capitalista imperialista no puede ser llamado patriota.

El gobierno de Faye, ni antiimperialista ni anticapitalista

Sólo los ingenuos en la política pueden decir que es demasiado pronto para analizar tal o cual gobierno. Para nosotros, en primer lugar, afirmamos que el gobierno de Faye es un gobierno burgués y está al servicio de frenar el ímpetu de rabia y rebeldía de las masas después de más de tres años de represión, muertes por acciones policiales y de paramilitares.

Un gobierno burgués que nació con mucha expectativa y esperanza por parte de las masas juveniles y empobrecidas de Senegal. Un país donde el desempleo genera migración forzada y la consecuente destrucción de familias; donde 80% de la población no tiene acceso a la salud, la esperanza de vida es inferior a 60 años, y la principal causa de muerte son las enfermedades gastrointestinales, la malaria, los nacimientos prematuros, etc. La gran pregunta es: ¿debemos alimentar estas expectativas y esperanzas en el gobierno burgués de Faye o ayudar a las masas a comprender el proyecto de gobierno de los partidarios del PASTEF y acelerar la experiencia de las masas con este gobierno?

PASTEF: en la oposición estaba contra el franco CFA, en el gobierno está cambiando

El PASTEF, dentro de su pragmatismo político, que, según ellos, es para construir un patriotismo abierto (?) y volcado a la soberanía, antes de las elecciones, entre sus principales puntos programáticos defendió la salida del franco CFA3. En enero de 2023, Ousmane Sonko argumentaba: “Debemos apropiarnos de nuestra moneda de forma autónoma, tener nuestras propias instituciones, garantizarla nosotros mismos”.

Estas opiniones eran antes de llegar al poder. Faye nombró secretario de gobierno a Ahmadou Al Aminou Lô, ex ejecutivo del Banco Central de los Estados de África Occidental y defensor del franco CFA. Según él: “El franco CFA es una moneda estable que cumple todas las funciones de la moneda, lo que no es el caso de muchas monedas hacia las que nos vemos empujados (…) Una moneda con un equilibrio externo sólido, al contrario de lo que se dice. El franco CFA no está sobrevaluado.

No hay soberanía nacional con la explotación minera y petrolera en manos de las transnacionales

La producción de oro, que es extremadamente rentable, es explotada por la canadiense Teranga Gold Corporation. En diez años sacaron 60 toneladas de oro. La producción de fosfato para la producción de adobos aumentó después del inicio de la guerra en Ucrania; la empresa principal es india Indorama. La explotación de circonio la lleva a cabo la australiana Mineral Deposits Limited, y la india Arcelor Mital tiene una concesión para explorar mineral de hierro, aunque aún no está en marcha.

En 2014 se encontraron importantes reservas de gas y petróleo. Los principales bloques de gas, Saint Louis Offshore Profond y Cayar Offshore Profond, son explotados por Kosmos Energy (60%), British Petroleun (30%) y la senegalesa Petrosen (10%). Las explotaciones petroleras Sangomar Offshore, Sangomar Offshore Profond y Rufisque Offshore son operadas por Woodside (35%), Cairn Energy (40%), FAR Ltd. (15%) y Petrosen (10%).


  1. La zona denominada Sahel (palabra árabe que significa “borde o costa”) es una región geográfica y climática del continente africano que limita al norte con el desierto del Sáhara, al sur con las sabanas y selvas del golfo de Guinea y de África Central, al oeste con el océano Atlántico y al este con el Nilo Blanco.
    Tiene una extensión aproximada de 4.000.000 km² habitados por millones de personas. El Sur de Mauritania, Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, norte de Nigeria y Camerún, así como Chad, Sudán y Eritrea conforman la Franja del Sahel, conocida como “el cinturón del hambre”. ↩︎
  2. Partido político denominado Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (PASTEF, por sus siglas en francés) ↩︎
  3. «Franco de la Comunidad Financiera Africana». Moneda heredada de la vieja dominación colonia francesa. Es usado en la actualidad por 14 países africanos. este sistema monetario le sirvió luego a París para reconocer oficialmente la soberanía de sus antiguas colonias sin soltar las riendas de sus economías.
    El valor del franco CFA está ligado al de la divisa que use Francia (antes el franco francés y ahora, el euro). Por esta razón, ninguna decisión de política monetaria puede ser tomada por el Estado senegalés sin el aval del gobierno francés. Los francos CFA son desconocidos para los mercados internacionales. Solo pueden ser impresos y luego convertidos en moneda extranjera a través del Tesoro francés. ↩︎

Elecciones en México: Los ricos invierten millones en su «democracia» para seguir «amarrando al tigre»

Por CST, México

Escribimos este editorial cuando faltan escasas dos semanas para las elecciones presidenciales del 2 de junio. En el régimen político semicolonial mexicano, vigente desde hace largas décadas –reformado y maquillado, pero conservando su esencia–, la elección presidencial implica el evento político de mayor trascendencia. Es el momento en que normalmente más incide lo que dictan las corporaciones transnacionales imperialistas y los oligarcas locales asociados a ellas, y menos cómo votan las mayorías populares y las clases medias. Y cuando decimos “normalmente” es porque la elección presidencial del 2018 no fue parte de lo “normal” para las clases y potencias dominantes en México. ¿Por qué?

Porque la masacre de Ayotzinapa en 2014, hace ya 10 años, provocó un enorme salto en la indignación y una ola de movilizaciones de amplios sectores de masas de las más diversas clases sociales. Estas movilizaciones a su vez provocaron el inicio de una profunda crisis e inestabilidad del viejo régimen “prianista”. Dos años después, en 2016 se inició una importante y combativa jornada magisterial encabezada por la CNTE contra la “mal llamada” Reforma Educativa, que fue acompañada por vastos sectores populares y pueblos originarios. El entonces presidente Enrique Peña Nieto intentó enfrentarla con la represión sangrienta en Nochixtlán, generando aún mayor  rechazo popular a su gobierno. No obstante, EPN quiso apagar el incendio con gasolina y en enero de 2017 decretó un aumento de precios a los hidrocarburos, conocido como el “gasolinazo”. Esto provocó una nueva ola de movilizaciones masivas, algunas con rasgos insurreccionales como en Ixmiquilpan, Hidalgo. Y la generalización de asambleas populares y aún más inestabilidad y conmociones sociales, que después se agudizaron con las penurias y destrucción que acarreó el sismo de septiembre de 2017.

Fue en ese momento álgido que López Obrador mostró una vez más su profunda e incondicional adhesión al sistema capitalista y al régimen existente. Y por supuesto, mostró su “capacidad” para estabilizarlo. En sus actos y manifestaciones de campaña del 2017 ante las masas, que por cientos de miles exigían en las calles ¡Fuera Peña!, AMLO senegó rotundamente a pedir la renuncia inmediata de EPN. El centro de su política “la Esperanza de México” fue encarrilar toda la indignación hacia el callejón electoral, el callejón del INE y todas las viejas instituciones. Además, si bien su discurso electoral fue “para bien de todos primero los pobres”, sus interlocutores fundamentales fueron las grandes corporaciones y magnates a los que convenció con una pregunta lapidaria “¿Si no soy yo, quién amarrará al tigre?”. Los capitalistas entendieron que “La esperanza” era para salvar sus negocios y, aún con desconfianza, lo aceptaron. No se equivocaron.Con ese acuerdo previo, 33 millones votaron a AMLO y el INE, como estaba previsto, aceptó sin chistar.

Durante casi seis años transitamos la “Cuarta Transformación” y tal como les prometió a los banqueros, AMLO amarró al tigre. En este sexenio los oligarcas Slim, Salinas Pliego, Larrea y otros, redoblaron sus colosales fortunas. Al punto de llevar a México a una de las mayores desigualdades sociales del mundo, donde el 1% más rico del país posee el 48% de la riqueza total, donde las mineras canadienses son propietarias del 95% de los yacimientos de oro. Donde los grandes bancos tienen las mayores ganancias a escala mundial. Donde las transnacionales de la industria automotriz y maquiladora tienen record de utilidades por la fuerza de trabajo calificada y barata de los mexicanos.

Entretanto, el sexenio transcurrió sin solución para los Padres de los 43 de Ayotzinap, que ahora decepcionados llaman a boicotear las campañas electorales. Sin solución para la huelga del SutNotimex con la liquidación de la agencia del estado mexicano. Sin solución para las demandas de los maestros de la CNTE, que ahora vuelven a la huelga y al Plantón en el Zócalo, mientras los rancios charros del SNTE –herederos del PRI y Elba Esther Gordillo– salen en defensa de la 4T. Sin solución para el saqueo impuesto por la Reforma Energética neoliberal del 2013. Sin solución para el saqueo del agua, los bosques, el despojo territorial de los pueblos originarios, los feminicidios, las desapariciones forzadas y para el creciente dominio territorial del narco.

Por estas razones y por obra de AMLO, estas elecciones del 2024 volvieron a la “normalidad”. Las potencias que dominan a México como una colonia ya votaron por continuar con tal “Transformación”. Por eso han aumentado en los últimos meses las Inversiones Extranjeras Directas (IED). En este sexenio el régimen no cambió cualitativamente, salvo la mayor jerarquía de las Fuerzas Armadas dentro de mismo. Y la creación de la Guardia Nacional para que los militares cumplan funciones policiales y guarda fronteras con la cacería de inmigrantes de Norte a Sur. El Senado y la Cámara de Diputados siguen siendo una “cueva de bandidos” y el Poder Judicial sigue en manos de la añeja y mafiosa burocracia dorada.

En esta campaña, la disputa por la presidencia, algunas gobernaciones y alcaldías, produce nauseas la demagogia de los ahora opositores, hablando de la “defensa de las libertades”, para lograr movilizar a su “marcha rosa”. Sin embargo, esta campaña –aun siendo muy tediosa y decadente como los latosos debates entre Sheinbaum (Morena-PT-Verdes), Xóchilt (PRI-PAN-PRD) y Máynez (MC)– se convirtió en un festival de derroche publicitario. El frenesí de las campañas constituye un negocio multimillonario, una rama más de la industria y el comercio que terminará siendo pagado por los mismos votantes “después de la fiesta”.

Con todo el respeto y la franqueza que merecen miles de trabajadores a los que dedicamos nuestro esfuerzo cotidiano, apoyando sus luchas y reclamos, desde la Corriente Socialista de los Trabajadores – CST les decimos que no vemos en esta elección ninguna alternativa progresiva para los explotados y los oprimidos. No vamos depositar nuestro voto por ninguna candidatura. Continuaremos apoyando sus luchas y sus justas demandas. Y junto con eso, seguiremos explicando pacientemente cómo construir una alternativa de la clase obrera para todos los explotados y oprimidos. Pues ayudaremos de esa manera a “desamarrar al tigre”.

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Aniversario de la Masacre de Pacheco

El 29 de mayo de 1974, un grupo de 15 personas armadas, pertenecientes a la organización Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) atacó a tiros el local del PST (Partido Socialista de los Trabajadores) en el barrio El Talar de Pacheco (en la zona norte del Gran Buenos Aires), secuestraron a seis militantes que estaban allí y luego asesinaron a tres. El hecho fue conocido como la Masacre de Pacheco.

Por Alejandro Iturbe

Los tres militantes asesinados eran Oscar Meza (“Hijitus”), de 26 años y obrero de Astilleros Astarsa; Antonio Moses (“Toni”), de 24 años y obrero metalúrgico de Wobron; y Mario Zidda (“Tano”), de 22 años, estudiante, dirigente estudiantil de la Técnica 5 de Tigre y también obrero en una industria de la zona.

El 7 de mayo de 1974, es decir tres semanas atrás, había sido asesinado otro militante del PST: Inocencio Fernández (“Indio”), de 26 años, obrero metalúrgico que había sido elegido delegado de base en la fundición Cormasa, como opositor a la burocracia sindical de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), encabezada por Lorenzo Miguel.

La Triple A

Un año antes, en 1973, luego de casi dos décadas de proscripción, el peronismo había vuelto a gobernar, a través de procesos electorales, En setiembre, el general Perón ganó las elecciones presidenciales con el 60% de los votos.

El retorno de Perón y el peronismo al gobierno fue una política de la burguesía argentina para que frenasen el gran ascenso obrero y estudiantil iniciado en 1969, con el Cordobazo[1]. Venían fracasando en esta tarea ya que, después de las elecciones, se produjo una gran oleada de huelgas que enfrentaban la política del gobierno a favor de la burguesía. Al mismo tiempo, en todo el proceso desde el Cordobazo, había surgido una numerosa vanguardia obrera que ganaba peso “por abajo” y se enfrentaba duramente con la burocracia sindical peronista.

Al no poder frenar el ascenso “por las buenas”, el gobierno de Perón comenzó a intentar hacerlo “por las malas”. La principal figura de su gobierno era José López Rega, un oscuro personaje que (desde el aparato del Estado y con la anuencia de Perón) formó la Triple A, una organización armada “extraoficial” que atacaba tanto a los opositores al gobierno como al activismo obrero. Esta organización se ligó íntimamente con las bandas de matones de la burocracia sindical, en especial de la UOM.

A finales de enero de 1974, la Triple A había difundido una lista de personas calificadas como “enemigas” de la “patria peronista” a la que había que defender de la “amenaza comunista”. El centro de la lista eran representantes de la izquierda peronista (los Montoneros, que también tenían su “brazo armado”), una organización armada de izquierda (el PRT-ERP), y figuras públicas y sindicales que las apoyaban o simpatizaban con ellas. Cuando comenzaron a producirse asesinatos, resultó claro que quienes figuraban en esa lista habían sido “condenados a muerte”.

El PST

El PST era la organización morenista en esos años. Había logrado ser legalizado e intervenía en los procesos electorales, pero el centro de su actividad era el de una organización trotskista ortodoxa: insertarse y construirse en la clase trabajadora, en especial en el proletariado industrial. Hacia allí dirigía sus mayores esfuerzos militantes. Eso le permitió incorporar representantes de la vanguardia obrera que venía del Cordobazo (como José Francisco Páez) y numerosos jóvenes activistas obreros como el Indio Fernández. Ponía esa fuerza que iba acumulando al servicio de la lucha contra las patronales, el gobierno peronista y la burocracia sindical.

En la lista de la Triple A figuraba Nahuel Moreno, principal dirigente y orientador del PST. Juan Carlos Coral, su candidato a presidente y principal figura pública, también recibió varias amenazas de muerte. El PST en su conjunto era considerado un “enemigo central” de la Triple A por su lucha contra el gobierno y la burocracia sindical. Representaba una alternativa diferente, para la vanguardia obrera y estudiantil, a la “lucha de aparatos” aislada de los procesos de los trabajadores y las masas que impulsaban las “organizaciones armadas”.

El PST, estratégicamente, era mucho más peligroso para la burguesía. Por eso, la Triple A comenzó a atacar duramente a sus militantes y locales. No es casual que el asesinato del Indio y la Masacre de Pacheco se hayan producido en la zona de mayor concentración obrera e industrial del Gran Buenos Aires y que los asesinados hayan sido jóvenes militantes obreros.

Los ataques al PST siguieron. En noviembre de 1974, mientras el PST realizaba un congreso (ya en condiciones muy difíciles de funcionamiento), fue asesinado en plena calle César Robles, uno de los principales dirigentes partidarios, responsable de la Regional Córdoba, una de las más grandes del interior. Un día antes, habían sido secuestrados en sus casas y luego asesinados dos militantes de base: el estudiante Rubén Bouza y el joven activista obrero Juan Carlos Nieva.

En septiembre de 1975, la Triple A realizó la Masacre de La Plata en la que 8 militantes de esta regional del PST fueron secuestrados y asesinados cuando realizaban tareas de solidaridad con la huelga de la empresa Propulsora Siderúrgica[2].

Queremos destacar que, ante estos durísimos ataques, el PST no bajó los brazos: adecuó su funcionamiento a las nuevas condiciones, pero siguió en la primera fila de las luchas obreras como el Rodrigazo, en junio de 1975, o como la gran oleada de huelgas independientes de la burocracia, en febrero de 1976.

¿Cómo combatir el fascismo?

En 1974, se planteó con agudeza la cuestión de cómo combatir al proyecto fascista impulsado por López Rega desde el gobierno peronista y a las acciones de las bandas fascistas contra la izquierda y los trabajadores.

Aunque no es el objetivo de este artículo, la situación que describimos muestra la gran confusión que tienen aquellos que califican al gobierno de Milei (y a todo gobierno ultrarreaccionario) como “fascista”. En 1974 sí existía realmente un “peligro fascista” y la Triple A era su instrumento de choque y acción. No se trata de una diferenciación solo conceptual: una verdadera amenaza fascista requiere de una respuesta de tipo específica por parte de los trabajadores y la izquierda.

Para impulsar e intentar organizar esa respuesta, al día siguiente de la Masacre de Pacheco, el PST convocó a un acto frente a su local central (ubicado en el barrio de Once) al que invitó a todas la organizaciones que estaban siendo atacadas o amenazadas por la Triple A, o las que se habían solidarizado con el partido, ya fuesen de izquierda, de la izquierda peronista, o incluso de la Unión Cívica Radical (el otro tradicional partido burgués enfrentado con el peronismo). Cada organización pudo realizar su propuesta desde el balcón de la sede y dirigirse a los miles de participantes del acto.

Por el PST habló Nahuel Moreno[3]. Luego de homenajear a los militantes asesinados y agradecer su participación a las organizaciones presentes, Moreno fue muy claro: se enfrentaba un “peligro fascista” anidado en el propio gobierno peronista. Frente a ese peligro llamó a la más amplia “unidad de acción”. No para “acompañar nuestro cortejo al cementerio” sino “unidad de acción en la calle para derrotar y aplastar a la bestia fascista […] ¡Pero nosotros queremos impedir que el fascismo llegue y queremos impedirlo ahora!”, de modo de no tener que sufrir muchos años para derrotarlo como había sucedido en Italia o en Alemania.

Para proponer la forma concreta de dar este combate, Moreno apeló a la experiencia histórica mundial y a lo que había sucedido el año anterior con el gobierno de Salvador Allende en Chile, que había sido derrocado por el sangriento golpe del general Pinochet, quien instaló una larga dictadura[4]: “¡Al fascismo no se lo derrota por la vía de las elecciones! ¡Al fascismo no se lo derrota por la vía de los frentes electorales! […] ¡Al fascismo, compañeros, se lo destruye en la calle, con los mismos métodos que ellos utilizan! […] ¡Aprendamos que antes de que nos maten ellos tenemos que pararlos nosotros!”.  

En este sentido, la dirección del PST invitó “a todas las tendencias aquí presentes y a las que no lo están” a una reunión en ese local para “empezar a constituir las brigadas o piquetes antifascistas, obrero y populares, que serán la herramienta con la cual abatamos definitivamente a las bandas fascistas en nuestro país”.

Lamentablemente, la mayoría de las organizaciones no estuvo de acuerdo con la propuesta del PST. Quiénes sí estaban dispuestas a actuar eran las “organizaciones armadas”. Pero su visión de qué hacer era muy diferente, ya que proponían realizar acciones por su cuenta, totalmente aisladas de los trabajadores y de las masas y sus reales procesos de lucha (lo que ya venían haciendo desde su formación, algunos años atrás).

Con esa orientación, realizaron atentados y asesinatos contra altos jefes militares y policiales o burócratas sindicales, y acciones contra comisarías y cuarteles. Entraron así en una “guerra de aparatos” que solo generó confusión en los trabajadores y las masas sobre lo que estaba aconteciendo en el país. Al mismo tiempo, sacaban sus militantes de las fábricas y empresas (aunque fueran dirigentes reconocidos en ellas) para sumarlos a sus acciones de aparato. Con eso, también debilitaban la acción antifascista que necesitaban hacer los trabajadores.

En febrero de 1976, se produjo una gran oleada de huelgas contra el gobierno peronistas, independientes de la burocracia sindical, con una participación muy activa del PST. Ante el gran peligro que representaban estas huelgas, la burguesía argentina y el imperialismo decidieron dar un golpe militar que derrocó al gobierno peronista. Se instaló en el poder una sangrienta dictadura que secuestró y asesinó más de 30.000 personas[5]. Como parte de esa feroz represión, la dictadura le cobró caro ese papel del PST en las luchas obreras: el partido tuvo cerca de 100 militantes presos, secuestrados, torturados y asesinados; compañeros que no se doblegaron frente a la tortura y respondieron con la firmeza que les daba su profunda convicción de militantes revolucionarios.

Algunas consideraciones finales

Hemos querido recordar a las víctimas de la Masacre de Pacheco y, junto con ellos, a todos los militantes del PST asesinados durante el gobierno peronista y la dictadura militar que lo sucedió. Desde 1982, hemos seguido exigiendo sin descanso el juicio y castigo a sus asesinos y, en varios casos, lo hemos conseguido.        

Hoy, redoblamos el compromiso que hicimos hace décadas: honramos su memoria impulsando la lucha obrera y popular hasta llegar al socialismo y al poder de los trabajadores, y construyendo el partido por el que ellos vivieron y murieron, cuya continuidad histórica está expresada en el PSTU y en la LIT-CI.    


[1] https://litci.org/es/asi-fue-el-cordobazo/

[2] https://litci.org/es/43-anos-la-masacre-la-plata/

[3] https://www.nahuelmoreno.org/escritos/Discurso-por-la-masacre-de-Pacheco.pdf

[4] https://litci.org/es/a-49-anos-del-golpe-en-chile-a-recuperar-las-lecciones-para-que-la-historia-no-se-repita/

[5] https://pstu.com.ar/el-24-de-marzo-todos-a-plaza-de-mayo/

Brasil: Las dos catástrofes que destruyeron Rio Grande do Sul

Rio Grande do Sul fue víctima de dos catástrofes. Por un lado, las fuertes inundaciones están ligadas al cambio climático provocado por el calentamiento global, impulsado por la industria capitalista, y que se traduce en fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos. Por otro lado, el desastre “natural” ganó mayor volumen y extensión debido a las políticas neoliberales de los gobiernos estaduales, municipales y tambieen del gobierno federal, que debilitaron el sector público y desmantelaron la legislación ambiental en favor del agronegocio.

Por: Redacción Opinião Socialista, Brasil

La situación climática de la Tierra es alarmante. El año 2023 fue el más caluroso jamás registrado en la historia. Las temperaturas de los océanos también fueron las más altas (ver gráfico). Son los grandes reguladores del clima en la Tierra.

Todo esto convirtió a El Niño de 2023-2024 en uno de los más intensos jamás registrados desde el inicio de los relevamientos modernos, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Por si fuera poco, también según los registros, la concentración actual de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera es la más alta de los últimos 800.000 años, totalizando 424 partes por millón (ppm). En comparación, en 1850, el nivel de CO2 era de 280 ppm.

¡Ignorando la ciencia, vendrán días peores!

Casi 80% de los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) prevén al menos 2,5 °C de calentamiento global, mientras casi la mitad prevé al menos 3 °C. Esto significa un futuro marcado por conflictos y migraciones en masa, impulsados por olas de calor, incendios forestales, inundaciones y tempestades. 

Todo ello con una intensidad y frecuencia muy superiores a la que ya ha ocurrido. En otras palabras, nos dirigimos rápidamente hacia una situación climática incontrolable que amenaza la civilización, especialmente a los más pobres y vulnerables.  

La catástrofe en Rio Grande de Sul, lamentablemente, no es un caso aislado. A esta se suman otras ocurridas a lo largo de 2023-2024, como las olas de calor e incendios forestales en Estados Unidos, Canadá y Chile; las inundaciones torrenciales en la ciudad costera de Derna, Libia, que mató a más de 10.000 personas; o las inundaciones de Kenia a finales de abril, que acabaron con la vida de casi 200 personas.

El calentamiento fue producido por el capitalismo

Una encuesta realizada por Genial/Quaest, publicada el día 9 de mayo, muestra que 64% de la población entiende que el cambio climático provocó las inundaciones en Rio Grande do Sul. Otro 30% ve el cambio climático sólo como una de las causas; y 1% no identifica ninguna relación.

Esta percepción de la población es muy positiva. Pero los trabajadores necesitan saber que la catástrofe climática no es una venganza ciega de la naturaleza. Es resultado de la industria capitalista y del colosal consumo de combustibles fósiles, la sangre que fluye por las arterias de la acumulación del capital. Los principales responsables son los países imperialistas y sus burguesías, cuyas industrias son responsables de más de 70% de las emisiones globales de carbono.

La responsabilidad del agronegocio

En el Brasil, sin embargo, el modelo de agricultura capitalista, el llamado agronegocio, es el principal responsable de las emisiones. Sólo el sector emitió 75% de los gases de efecto invernadero en el país, según el Sistema de Estimación de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG). 

Esta es una expresión evidente de la reprimarización económica del país (retorno al rol de exportador de materias primas y recursos naturales), con el crecimiento del sector extractivo agrominero, siempre apoyado en gordos incentivos estatales. De hecho, es este sector el que apoya el negacionismo climático en el Brasil, difundido por la ultraderecha bolsonarista.

El agro es también la “vanguardia del atraso” cuando se trata de la ofensiva para destruir la legislación ambiental del país. La Banca Ruralista es responsable de los 25 proyectos de ley y las tres propuestas de enmiendas a la Constitución que se tramitan en el Congreso brasileño, conocido como “Paquete de la Destrucción”. 

Es necesario revocar estas leyes, organizar grandes movilizaciones y enterrar la agenda del agro, antes de que estas entierren el país.

Catástrofe social: austeridad fiscal, privatizaciones y ataques al medio ambiente

Pero, por otro lado, tenemos una catástrofe social producida por décadas de neoliberalismo, austeridad fiscal y privatizaciones, que se combina mortalmente con la catástrofe climática. 

Este cóctel mortal fue llamado “Capitalismo del Desastre” por la periodista canadiense Naomi Klein, luego de que el huracán Katrina devastara la ciudad de Nueva Orleans (Luisiana, en el sur de Estados Unidos), en 2005. En el Brasil, esa ha sido la receta de todos los gobiernos. Y desde hace décadas.

El gobierno de Eduardo Leite saboteó todo el sistema de prevención y combate a desastres naturales, sector al que asignó magros presupuestos. Para enfrentar los eventos climáticos, el gobierno destinó menos de 0,2% del presupuesto total aprobado para 2024. Para la Defensa Civil, se agregaron unos miserables 50.000 reales. 

Como consecuencia de esto, durante todo el período de El Niño, que siempre provoca fuertes precipitaciones en la región mientras está activo, se desmantelaron todos los equipos de prevención y combate contra desastres naturales.  

El gobernador flexibilizó leyes ambientales para favorecer el agronegocio

Leite promovió una ofensiva contra las leyes ambientales del Estado. En 2020, en su primer mandato, aprobó, en la Asamblea Legislativa, la Ley 15.434, que suprimió y flexibilizó más de 500 artículos e incisos del Código Ambiental del Estado, flexibilizando reglas de protección ambiental para los biomas de la Pampa y la Mata Atlántica.

Al año siguiente, el gobierno permitió la autolicencia de grandes proyectos, mediante la emisión de una Licencia Ambiental por Compromiso (LAC). La medida permitió autorizar de forma inmediata 49 actividades económicas (31 de ellas con alto y medio potencial contaminante), independientemente de su tamaño. Entre las actividades que lograron autolicencias se destacan las plantas de concreto y de asfalto, la ganadería semiconfinada y la silvicultura (“reforestación”, con pino y eucalipto). 

La autolicencia es el sueño del agronegocio brasileño, hecho realidad gracias a Leite en su Estado. Funciona así: si un capitalista quiere producir eucalipto, no necesita realizar una solicitud ni someterse a una evaluación por parte de los organismos ambientales estatales. Basta con pagar a una empresa privada de consultoría ambiental, que “certifique” que su negocio es sostenible.

El gobierno también amplió la Zonificación para Actividades de Silvicultura en el Estado. Y, más recientemente, flexibilizó aún más la legislación ambiental, para permitir la construcción de represas y embalses en Áreas de Preservación Permanente (APP), y, de esta manera, permitir el almacenamiento de agua para la agricultura y la ganadería.

Las privatizaciones completaron el desastre

Toda la situación empeoró con la privatización de las empresas estatales. Incluso antes de la catástrofe, el empeoramiento de los servicios ya era visible. Con la inundación, quedó demostrado que las privatizaciones profundizaron el colapso. La empresa privada CEEE Equatorial, por ejemplo, incluso cortó la electricidad en una casa de bombas, sin informar a la población ni al alcalde, lo que obligó a la evacuación de los vecinos de dos barrios porque el agua estaba subiendo. 

Reestatizar las empresas privatizadas del Estado será absolutamente necesario para cualquier plan de reconstrucción y de adaptación al cambio climático. De lo contrario, la población quedará en manos de capitalistas sin escrúpulos, que anteponen las ganancias a las vidas.

Ninguna reconstrucción del Estado es posible sin la derogación de todas estas leyes que atacan el medio ambiente, además de la reestatización inmediata, bajo control de los trabajadores, de las empresas privatizadas.

Inversión cero: alcalde de Porto Alegre saboteó sistema de contención de inundaciones

Esta misma cartilla de promoción de la catástrofe social fue adoptada por el alcalde de Porto Alegre, el bolsonarista Sebastião Melo (MDB), y explica la falla del sistema de contención de inundaciones del río Guaíba, formado por 18 casas de bombas, diques y el Muro Mauá. El sistema colapsó y el 7 de mayo sólo cuatro casas de bombas estaban operando en la ciudad. Los diques de contención también fallaron y muchos cedieron ante la fuerza de las aguas.

Lo cierto es que el sistema estaba en total abandono, a pesar de que la alcaldía era consciente de los riesgos de nuevas y torrenciales lluvias. En 2023, la alcaldía no invirtió ni un solo dólar en la prevención de inundaciones. Así es: invirtió R$0. 

Y cuando el sistema colapsó y la ciudad se inundó, la alcaldía no tenía un “plan B”. En caso de inundaciones, no existía ningún plan de contingencia ni plan de evacuación para los residentes.

«Compensación ambiental»: la alcaldía quiere pagar R$ 1.700 millones al “Véio da Havan”

Pero, si la alcaldía destinó cero reales para las inundaciones, ella fue protagonista de uno de los episodios más absurdos de toda esta tragedia, al intentar pagar R$ 1.700 millones, en concepto de “compensación ambiental”, a una cadena de tiendas de Havan, con recursos del Departamento Municipal de Aguas y Alcantarillados (Dmae). 

El plan de la alcaldía era pagar con dinero público una “compensación ambiental” a una empresa privada que había provocado, ella misma, los daños al instalar la empresa. Según la legislación, es la empresa la que debe pagar las compensaciones ambientales derivadas de las obras y nunca al revés. El Tribunal de Cuentas del Estado (TCE) prohibió al alcalde pagar a Luciano Hang, el millonario y bolsonarista “Véio da Havan” [Viejo de la Havan], pero la administración había dicho que apelaría.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 16/5/2024.-

Traducción: Natalia Estrada.

Cocina solidaria distribuye alimentos y agua a los afectados por la catástrofe climática en Porto Alegre

Se impulsa la solidaridad de clase en campaña realizada por la CSP-Conlutas y el PSTU

Por: Roberto Aguiar

Ana Rita, trabajadora de la Salud Municipal de Porto Alegre y militante del PSTU, junto con su sobrina Melanie (Mel), crearon un comedor solidario para ayudar, con la distribución de alimentos y agua, a personas sin hogar, trabajadores y voluntarios involucrados en el rescate de personas y animales. 

La campaña comenzó el 4 de mayo, en las redes sociales de “Confeitaria da Mel”, que tiene miles de seguidores, con un pedido de contribuciones. 

“El día 6 se empezaron a entregar las primeras loncheras. La estructura productiva se desarrolló en torno a la confitería, ubicada en la Zona Sur de Porto Alegre, involucrando a familiares, empleados, amigos, parientes y militantes del partido. A partir del día 8 se organizó una nueva estructura en casa, en la que participaron otros militantes del partido, simpatizantes y mis vecinos. La confitería se convirtió en un lugar para recibir donaciones”, dijo Ana Rita.

“Se fue construyendo una cadena de solidaridad. Como dijimos, es el trabajador ayudando al trabajador. Los almuerzos y las meriendas son para personas sin hogar y para los trabajadores y las trabajadoras involucrados en las acciones de rescate, los voluntarios y el personal de limpieza, que se encuentran trabajando en los albergues”, agregó.

Vila Esperança

La entrega de alimentos y agua se ha realizado principalmente en Vila Esperança, en el barrio Belém Velho. Esta acción ha contado con el apoyo de los vecinos del barrio, como Jéssica, cajera, actualmente desempleada, que ha contribuido con la distribución. 

“En esta región viven muchos vendedores ambulantes, que trabajan en la zona central de la ciudad, y recolectores de residuos reciclables, que no pueden trabajar debido a las inundaciones. Sufrimos constantemente con la falta de agua y de luz. El arroyo que aquí existe se ha desbordado inundando algunas calles. A veces incluso inunda algunas casas”, informó Jéssica.

Explicó cómo se entregan las loncheras a la población: “Hay una organización a través de grupos de WhatsApp. Cuando llegan las comidas, se notifica a los residentes y ellos se dirigen a mi casa. La mayoría de las veces son los niños quienes vienen a buscarlas. Estos alimentos sirven para aliviar la precaria situación en la que vive la población”.

Campaña de solidaridad de la CSP-Conlutas

La campaña financiera nacional que realiza la CSP-Conlutas, con el apoyo del PSTU, ha contribuido para la compra de alimentos para el comedor solidario. “Ha sido una campaña importante. Por eso, pedimos que se sigan haciendo contribuciones. Todo Brasil está involucrado”, destacó Ana Rita.

A la cocina solidaria también ha contribuido la Escuela Mané Garrincha, que se ha convertido en un referente como espacio de abrigo, acogida, recepción y donación. Resplande de Sá, directora de la escuela, con el apoyo e implicación de la comunidad, ha desarrollado importantes acciones solidarias autoorganizadas.

Otras acciones

Además del comedor solidario y del trabajo en la Escuela Mané Garrincha, los militantes del PSTU participan en otras acciones solidarias, como Fabiana Sanguiné, quien es precandidata a la alcaldía de Porto Alegre. Auxiliar de Enfermería, ha actuado en los albergues con un equipo de voluntarios del hospital donde trabaja. 

“Estamos haciendo lo que podemos para ayudar. Es una tragedia enorme. Tenemos que desarrollar acciones solidarias entre nosotros, la clase trabajadora, que somos la mayoría de los afectados. Estamos desarrollando estas acciones, pero sin dejar de exigir a los gobiernos las acciones necesarias, porque todos los gobiernos, los empresarios y los agromillonarios son responsables de esta tragedia”, concluyó Fabiana.

Se realizan campañas de solidaridad en todo Brasil

Además de la campaña financiera realizada por la CSP-Conlutas, apoyada por el PSTU, los militantes del partido y de la central sindical también realizaron otras acciones, como la recolección de alimentos y agua para enviar a Rio Grande do Sul. 

En Belém, capital de Pará, en la Región Norte de Brasil, el Sindicato de Trabajadores de la Construcción Civil (afiliado a la CSP-Conlutas) está recolectando alimentos y agua en las obras. 

Un abrazo de los trabajadores de la construcción a sus hermanos de clase

“En nuestra reunión de directorio debatimos cómo nos uniríamos a la campaña de la CSP-Conlutas. Somos un sindicato que siempre aporta en campañas solidarias. Pero esta vez decidimos no contribuir sólo económicamente. Decidimos llevar esta discusión a las obras, para debatir la campaña de solidaridad y presentar un debate político sobre lo que está pasando en Rio Grande do Sul y quiénes son los responsables de esta tragedia”, explica el obrero Ailson Cunha, coordinador general del sindicato. 

“Hicimos una división del equipo de directores y comenzamos a ir a las obras. Pusimos un carro de sonido circulando por las calles de Belém. También colocamos una pancarta en la sede del sindicato. La acción resultó correcta, ya que la categoría abrazó la campaña y está haciendo aportes. Seguimos en acción”, concluyó Ailson.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 16/5/2024.- Traducción: Natalia Estrada.