México ¿Qué esperar de la primera mujer presidenta?

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Por CST, México

La prensa internacional resalta el logro de que por primera vez en la historia una mujer es electa presidenta en un país arrasado, entre otros males, por una alto índice de feminicidios, desapariciones de mujeres y violencia machista. Cada día en México son asesinadas entre 9 a 10 mujeres y desaparecen un promedio 18 mujeres por día, sin que la mayoría de estos crímenes sean castigados debido al machismo que impera en todas las instituciones del estado, en la policía y fuerzas de seguridad y en el ámbito judicial.

También ha habido notas en la prensa local y de algunos otros países, particularmente latinoamericanos, que han resaltado la trayectoria de Claudia Sheinbam como feminista y de “izquierda”.

La recién electa presidenta fue activista estudiantil en su época universitaria, ingresó joven a la carrera política junto al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al que siempre acompañó en sus diferentes formaciones partidarias, ocupando importantes cargos cuando él gobernó la Ciudad de México (CDMX) o formando parte del equipo que lo secundó en sus sucesivas campañas electorales. Más tarde estuvo al frente de Tlalpan, una alcaldía de la Ciudad de México, pasando luego a ser Jefa de Gobierno de la ciudad capital para alcanzar ahora la presidencia de la nación.

En todos estos cargos que ocupó ¿Se destacó Sheinbaum por su activismo en favor de los derechos de las mujeres?

Claudia Sheinbaum se autodefine como feminista. Su lema al abrir los actos de campaña era «No llego sola, llegamos todas” y en el discurso siempre ha tenido palabras para ganar el apoyo de las mujeres para su candidatura. Pero fueron solo palabras, porque… “No llegamos todas”.

En la Ciudad de México, durante 5 años de gobierno de Sheinbaum, las desapariciones de mujeres aumentaron 12 veces. Es la entidad que registra el mayor número de casos de mujeres desaparecidas en todo el país. Fueron 2060 mujeres desaparecidas entre 2019 a 2023, cifra que representa un aumento del 1.567% en relación al período anterior, de acuerdo con datos del RNPDNO (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas).

Pero atención. Ante tal macabra estadística y las “necesidades” electorales, AMLO ordenó la “revisión y actualización” del Registro. Mediante un pase administrativo, pasó de 110 mil, a tan solo 12 mil registros. Es decir, el Poder Ejecutivo, del que Sheinbaum se considera continuadora, “desapareció a desaparecidos”, entre ellos a miles de mujeres.

En este sexenio, a nivel de todo el país, aumentó el número de mujeres desaparecidas un 161.6% mayor que en el sexenio anterior.

Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad Ciudadana (policía) de la Ciudad de México durante el gobierno de Sheinbaum –ahora electo senador– y que Sheinbaum lo postulaba para sucederle aunque ese plan no le resultó, presentó cifras maquilladas para para poder hablar de una disminución del 41.5% de feminicidios, para abonar la campaña electoral de su jefa. Estos “datos” son una grotesca distorsión de la realidad pues se considera que sólo el 25 % de las muertes violentas de mujeres se investiga con protocolos de feminicidio. Además, en la ciudad durante los últimos 5 años, el total de muertes violentas de mujeres aumentó, como también aumentó el de muertes violentas de mujeres por causas indeterminadas (IND). Es evidente que la disminución de casos de feminicidios es el resultado de un maquillaje estadístico judicial.

Sheinbaum ya anunció que, en relación a la protección de las mujeres, aplicará un programa similar cuando gobierne a nivel federal. Es decir, continuará maquillando los datos y mezquinando abrir carpetas por feminicidios para así lavar el rostro machista de la ideología dominante en la sociedad mexicana, protegido por su gobierno, por su partido y por AMLO que la ungió como candidata.

Durante su campaña electoral y a pocos días ganar las elecciones, no han faltado las denuncias de su perfil engañoso al pretender presentarse como defensora de los derechos de las mujeres. “Colectivos feministas, periodistas, escritoras y activistas fueron críticas con Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa de México, al relacionarla con el militarismo y por su actuación como jefa de Gobierno de la Ciudad de México ante los feminicidios, las desapariciones y la represión de protestas feministas”, publicó la revista Proceso.

Las activistas denuncian que la política de Sheinbaum no abarca temas como los feminicidios y las desapariciones, tampoco la violencia contra la mujer en especial en el ámbito laboral o de estudio. Fue señalada como responsable de reprimir marchas feministas durante su gestión como jefa de gobierno. En momentos que una ola de feminicidios atravesaba la ciudad prefirió reprimir la indignación de las jóvenes que marchaban ante tanta impunidad. Prefirió proteger monumentos y el orden al servicio de los empresarios capitalinos antes que proteger la vida y seguridad de las mujeres. Respondió con la policía antimotines a la justa rabia de las jóvenes que reclamaban por sus amigas, hijas, madres asesinadas o desaparecidas.

Durante sus mandatos siempre privilegió atraer inversiones, tratando siempre de mostrar un espacio seguro y ordenado para la explotación capitalista. Para ello no dudó en facilitar la injerencia e inversión privada en las empresas y servicios públicos, en mantener bajos los salarios, en acordar y negociar con los históricos charros sindicales en contra de los intereses de los trabajadores. Nombró a García Harfuch como jefe de la policía de la ciudad, cuando está confirmada su complicidad en la desaparición de los 43 estudiantes Normalistas de Ayotzinapa. Para ella lo importante nunca fue una elección de género, para ella lo determinante siempre fue favorecer a la clase capitalista. Y fue consecuente en eso.

Sheinbaum y la mujer trabajadora

El mismo día que Sheinbaum asumió la jefatura de la CDMX nombró a su amiga empresaria Florencia Serranía como directora del popular STC-Metro, la red transporte más importante de la ciudad, empresa pública dependiente del gobierno. Florencia Serranía, era socia de una empresa privada de transporte y proveedora de diversos servicios para sistemas de transporte. La primera “inversión” importante que Serranía hizo en el Metro fue instalar las máquinas para venta y recarga de tarjetas para pagar pasajes en el transporte público y otros servicios de movilidad. Esta medida presuponía el cierre de taquillas. En el Metro trabajan 2200 taquilleras, la mayoría -99%- son mujeres, muchas de ellas madres “jefas de hogar”. Con esta medida, y hasta ahora, las taquilleras están expuestas al despido, al cambio de función, de horarios y de lugar de trabajo. Ante esta situación sus salarios no han sido actualizados como correspondía ni como habían prometido. Durante todo el sexenio de Sheinbaum las compañeras taquilleras han sido vulneradas en sus derechos, abandonadas en una situación de permanente inestabilidad. Han sido víctimas de discriminación y abuso laboral. También podemos mencionar el tema de la limpieza en el Metro, realizada por miles de trabajadores precarizados, la mayoría mujeres, sin seguro social. Sheinbaum ignoró a las mujeres obreras y protegió a su empresaria amiga. No la eligió por el género, la eligió por la clase que representa.

El caso de las maestras y profesoras de la CDMX es otro ejemplo de la habilidad demostrada por Sheinbaum para postergar el salario de otro sector mayoritario de mujeres trabajadoras. El enojo del magisterio de la capital, encabezado por las compañeras y los maestros y profesores más jóvenes, estalló desde el pasado mes de diciembre con un paro de labores y movilización que conmovió a la ciudad. Pararon y marcharon organizados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE) enfrentando al Sindicato charro (SNTE) con el que Sheinbaum negociaba los salarios miserables.

El despertar de los maestros de la CDMX se sumó a la indignación generalizada del sector en todo el país por el engaño del que fueron víctimas durante los seis años de gobierno de AMLO. La CNTE a nivel nacional estalló en huelga e instaló desde el pasado 15 de mayo un plantón en el Zócalo, desafiando el acto de cierre de la campaña de Sheinbaum y el poco numeroso acto de festejo posterior al triunfo electoral. Muchas maestras y profesoras se sumaron a las acciones, estuvieron días y días y siguen en el plantón al grito de “Dijeron en campaña que todo cambiaría. Mentira, mentira, es la misma porquería”. Estaba entre ellas la Secretaria General de Sección XXII de la CNTE, de Oaxaca, que fue reprimida con gases y bastonazos por la policía, junto con otros compañeros a la salida del Palacio Nacional, luego de entrevistarse con AMLO.

Llegar a ser la primera mujer presidenta fue el resultado de décadas de luchas de las mujeres mexicanas. Y también de las luchas de las mujeres a nivel mundial, que obligaron al pragmatismo electoral burgués a cederle la candidatura a una mujer. Lo mismo hizo el frente opositor de la derecha, que también postuló a otra mujer para la presidencia. Ambos partidos contendientes reconocieron la utilidad de empoderar a una mujer para conseguir votos.

Para llegar a la presidencia a Sheinbaum la benefició también el “dedo” de AMLO que la eligió como su candidata a sucederle, por ser fiel, disciplinada, obediente y “calladita”. Porque los supremos intereses del gran capital así lo exigen. Y ella ha confesado que no faltará a su compromiso. Asegura que gobernará para continuar la obra de su predecesor, que llegó en el 2018 con el expreso mandato de “mantener amarrado al tigre” y lo cumplió. Ella promete “continuar la obra” del que logró que los ricos fueran aún más ricos que durante gobiernos anteriores. Tarea con la que Sheinbaum colaboró como Jefa de Gobierno de la capital.

Por eso desde Washington, desde las instituciones del imperialismo mundial, desde las corporaciones financieras y empresariales extranjeras y nacionales –y entre ellos, desde el narco– apostaron por apoyar a la que AMLO eligió como sucesora para continuar con la tarea. Han probado que ella cuando tiene que elegir, elige a la clase de los poderosos, de los empresarios, de los dueños del dinero. No serán el centro de su preocupación la violencia contra las mujeres, los indígenas, los LGBTI, los desplazados, los inmigrantes o la protección del medio ambiente. No enfrentará al machismo, la xenofobia, la misoginia, el racismo, la discriminación y el acoso, ni dentro de su partido ni desde su gobierno. Ya dio prueba de ello.

No podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar. La lucha por las verdaderas reivindicaciones de las mujeres y otros sectores oprimidos debe continuar. Para lograr avances en esa batalla es necesario y urgente organizarnos políticamente para luchar de forma independiente de los partidos del régimen capitalista semicolonial mexicano. Para hacerlo necesitamos unir a la clase trabajadora para lo que será preciso combatir el machismo dentro de las organizaciones sindicales y del pueblo trabajador. Desde la CST – Corriente Socialista de los Trabajadores, como parte de la Liga Internacional de los Trabajadores, llamamos a participar de esa importante tarea.

Cuba en debate

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Publicamos un artículo de Alexander Hall, un activista socialista cubano que admiramos mucho, y crítico del régimen castrista, titulado Cuba: del capitalismo de Estado al neoliberalismo económico de ideología política «comunista». En él, Alexander describe bien la situación en Cuba, muy al contrario de la farsa estalinista que todavía intenta mostrar a la isla como el bastión del socialismo. Junto a esto, Alexander desarrolla la posición de que en Cuba existía previamente un capitalismo de estado, con el que no tenemos acuerdo. Luego publicamos, junto al texto de Alexander, para estimular un sano debate, otro artículo, esta vez de Eduardo de Almeida, dirigente de la LITci, titulado ¿Adónde va Cuba?, que entre otros temas, también polemiza con la visión del capitalismo de Estado.

Cuba: del capitalismo de Estado al neoliberalismo económico de ideología política «comunista»

Por Alexander Hall Lujardo

El ascenso victorioso de la Revolución cubana influyó de modo notable en el mapa geopolítico de un escenario mundial dividido por la «Guerra Fría», protagonizado entre 1945-1991 por los Estados Unidos y la URSS, quienes desplegaron a nivel internacional relaciones desiguales con las naciones aliadas en sus respectivos espacios de influencia. La proyección externa del proceso de cambio, estuvo condicionada por la hostilidad norteamericana y el predominio de la influencia «comunista» en las esferas del Gobierno, planteándose como principales enemigos al subdesarrollo capitalista y los grupos armados del interior, quienes contrarios al proyecto de transformación social, inclinaron sus intereses a los designios de la burguesía local y extranjera.

Ese complejo maremágnum de circunstancias motivó la alineación de la dirigencia caribeña al país soviético, así como al fortalecimiento de sus vínculos económicos, diplomáticos y culturales. Las medidas impulsadas resultaban tendientes a la centralización del poder político y la nacionalización paulatina en todos los ámbitos de la sociedad, hasta completarse en manos del Estado cerca del total de las propiedades existentes en 1968 con la implementación de la Ofensiva Revolucionaria, de la que resultaron eximidos pequeños productores campesinos y un sector minoritario de transportistas urbanos.[1]

Los manuales filosóficos soviéticos y los economistas políticos de la ortodoxia partidista, guiados de forma escolástica por los preceptos de El Manifiesto Comunista (1848), entendían la estatización como el camino conducente de forma acelerada a la instauración de un modelo alternativo al capitalismo. Sin embargo, desde la Revolución rusa de 1917, quedó demostrado que dicho sendero fetichizaba el aparato del Estado como falso representante del poder popular, la socialización real de las riquezas y la autogestión obrera en las formas productivas, suplantado por el principio leninista de partido único, que denostaba las diversas formas de expresión asociativas en el ejercicio de la crítica intelectual, el pluralismo político y los derechos civiles.

Desde el propio campo de la izquierda anti/poscapitalista, no fueron pocos los intelectuales, filósofos y economistas que apegados a los fundamentos del marxismo, realizaron valerosas críticas al autoritarismo de los regímenes de corte soviético. Entre sus exponentes más brillantes, resaltan la obra de Rosa Luxemburgo (1871-1919), León Trotsky (1879-1940), Erich Fromm (1900-1980), Herbert Marcuse (1898-1979), Aimé Césaire (1913-2008), Tony Cliff (1917-2000) y Ernesto Che Guevara (1928-1967), por solo enunciar algunas de las personalidades más reconocidas a nivel mundial.

Acorde a tales preceptos, varias/os de ellas/os asumían la tesis del «capitalismo de Estado» para describir el sistema de relaciones sociales de producción existentes en esos modelos, encabezados por oligarquías partidistas alejadas del socialismo: entendido este como el régimen de poder obrero, en el que se establecen las bases para la emancipación de la clase trabajadora y otros grupos históricamente excluidos por la maquinaria del capital. Dicho proyecto, resulta viable a través de la planificación descentralizada «desde abajo», de forma tal que se materialicen los criterios de igualdad ante el trabajo y la producción consciente para la distribución socializada de las riquezas.

En tal sentido, durante el siglo XX los denominados modelos del «socialismo real o histórico» se alejaron de los principios de la democracia directa, debido a las intermediaciones burocráticas de la clase dominante, imbuidas por postulados desarrollistas en sus esquemas de crecimiento industriales, convirtiéndose el Estado en el principal empleador de asalariados y, por ende, en el máximo extractor de plusvalía.

Las recetas del neoliberalismo económico en su «larga duración»

El neoliberalismo como corriente de pensamiento ideopolítica, autodenominada como «libertaria» e influida por la producción académica de las Escuelas Austríaca y Chicago, surge como reacción a los movimientos contraculturales y antisistémicos que tuvieron lugar en el mundo hacia mediados del siglo XX. Entre las figuras más descollantes de este corpus resaltan los casos de Ludwig von Mises (1881-1973), Friedrich von Hayek (1899-1992) y Milton Friedman (1912-2006), guiados por una mentalidad contraria a los ideales comunitario-colectivistas de sociedad. En el sustrato de sus criterios se encontraba el retorno a los principios tradicionales del liberalismo clásico, para contrarrestar la influencia del comunismo estatista; ello a pesar de que tales postulados resultasen improbables de acometer, debido a los elevados niveles de concentración de las riquezas y propiedades por los tecnócratas del orbe. El poderío de sus representantes, se expresaba en la creciente fortuna a cargo de sus corporaciones empresariales, respaldada por los sectores políticos del hemisferio occidental, grupos industrialistas y agentes financieros del globalismo transnacional.

La alternativa propuesta por los referentes mundiales del pensamiento posmoderno en materia económica, —encumbrados así por las investiduras de las academias proliberales—, radicaba en la implementación de políticas contrarias a los planteamientos del keynesianismo de gasto compensatorio tras la II Guerra Mundial (1939-1945), para aliviar los efectos de la pobreza, la inflación y el desempleo, mediante la reanimación de la economía a través del incentivo estatal. Por el contrario, los teóricos libertarios o neoliberales esgrimían que la rentabilidad era el camino adecuado para la prosperidad general mediante la implementación de recortes, a través de la máxima privatización posible, dada la supuesta carga fiscal que implican los gastos del «Estado burocrático y su masa ineficiente de trabajadores».

Desde esta postura, se potencian al máximo los ideales smithianos del homo economicus con el fin de obtener elevados márgenes de ganancia, así como la monetización de numerosas actividades y sectores tradicionalmente no mercantilizados en las formas de reproducción del valor, forzados por una perspectiva antropocéntrica de consumo. Los principios axiomáticos detrás de esos códigos no contemplan el carácter finito de los recursos naturales del planeta, ni los daños ecológicos generados por las dinámicas productivas, industriales y mineras de hiper-capitalización; cuyos efectos climáticos adversos resultan negados por el club de magnates que rigen las pautas comerciales del esquema mundializado del capital, a pesar de los estudios científicos que alertan sobre las posibilidades inminentes de una catástrofe civilizatoria.[2]

En América Latina, el neoliberalismo se impuso mediante la violencia genocida de las dictaduras militares más sangrientas en la historia del subcontinente. Las consecuencias sociales del experimento recayó en los sectores precarizados por el orden sistémico; al igual que en el resto de las regiones donde se adoptó como fórmula para beneficio de los grandes empresarios, inversores extranjeros y corporaciones trasnacionales. Dicha praxis se sostuvo mediante la desregulación de áreas sensibles en materia de seguridad social e interés público, así como la privatización de recursos naturales estratégicos; cuyos rubros nacionalizados actuaban como diques de contención ante el extractivismo rapaz de las potencias neocoloniales, amparadas legalmente en su actuar de explotación obrera y violaciones sistemáticas de los derechos humanos, sobre todo contra aquellas poblaciones consideradas «minorías» desde el referente moderno-eurocentrado de sociedad.

En consecuencia a la implementación de ese paradigma, no se hizo esperar la rebeldía de las clases trabajadoras y sectores populares que padecían los efectos de un régimen que prioriza las ganancias de la élite ante el bienestar de la ciudadanía; al tiempo que es capaz de desplazar territorialmente a las comunidades étnicas, rurales y racializadas, si el emplazamiento geográfico de su residencia atenta contra la expansión del esquema patronal de negocios. Todo ello resulta posible, mediante el amparo de los aparatos policiales, militares y jurídicos, puestos a disposición de tales fines, para el sostenimiento de marcados intereses de clase en coalición con la dirigencia gobernante.

El desmantelamiento paulatino del modelo estatista/asistencial cubano

La crisis del «período especial» en Cuba debido a la caída de los países que integraban el denominado «campo socialista europeo» y su tránsito al «capitalismo real», demostró la insostenibilidad del régimen ampliado estatista como poseedor mayoritario en las formas de propiedad y gestión empresarial existentes en el país, dada su irracionalidad económica, convertida también en mecanismo de control totalitario. Desde ese momento, se iniciaron un conjunto de reformas que atentaban contra el modelo hasta entonces promovido por la clase partidista y se implementaron un conjunto de concesiones al capital privado, la apertura a la inversión extranjera y la despenalización circulatoria del dólar estadounidense, impulsadas por la búsqueda de eficiencia económica mediante el fomento de la compulsión financiera.

Tales cambios dieron paso al surgimiento de inequidades supuestamente abolidas por el proceso revolucionario; al tiempo que se experimentó un incremento en la reestratificación social, el consumo de drogas, el resurgir del racismo, la prostitución sexual y el aumento de la desigualdad. La sociedad contempló la aparición de nuevos márgenes de pobreza, agudizados por el déficit en la producción de alimentos, medicinas, bienes de consumo y deterioro de su infraestructura; a cuya gravedad contribuyó el cierre de programas sociales, dada la falta de liquidez, lo que arrojó a millones de personas a una vida sumida en la precariedad, expresado en una caída del PIB equivalente al 36 % entre 1990-1993.

Desde esa etapa, es posible identificar un proceso creciente de concentración bajo un esquema de funcionamiento discrecional y autónomo en la gestión operativa de las empresas militares, cuyo accionar antecede a la crisis del «período especial». La insostenibilidad en el tiempo de ocultar tales prácticas, detonaron con el escándalo de corrupción y narcotráfico develadas en las causas 1-2 de 1989, que involucraron a un sector importante del ejército en su alta jefatura, conocido como: Departamento MC (Moneda Convertible), autorizado en numerosas de sus transacciones a ejecutar actividades comerciales por las máximas instancias del país, bajo el argumento de burlar las sanciones estadounidenses.

La mayor parte de las empresas integrantes de ese conglomerado, se fundaron bajo una forma jurídica estatal, aunque su funcionamiento caudillista reproduce las lógicas privadas; cuyas distinciones en el trato a la clase trabajadora tampoco se alejan de las realidades históricas predominantes en el capitalismo moderno, en cuanto a la negación de garantías y derechos. A su vez, prevalece el hermetismo mediante el blindaje legal para esquivar cualquier interferencia requisitoria o fiscalización pública de organismos que forman parte de la administración central del Estado, como es el caso de la Asamblea Nacional del Poder Popular o la Contraloría General de la República.

Con la finalización del mandato presidencial de Fidel Castro Ruz por razones de salud y el ascenso a las máximas instancias del Gobierno de su hermano, el General de Ejército Raúl Castro Ruz (2006-2008 interino; 2008-2018), se inicia una nueva etapa de apertura enfocada en el mejoramiento del escenario económico mediante la concesión de autonomía empresarial, el reimpulso a la inversión extranjera, la promoción de facilidades de importación mediante flexibilidades aduaneras, el cese de las prohibiciones para cubanas/os de hospedarse en hoteles y rentar autos, así como la concesión de nuevas tierras para el cultivo por los campesinos (en usufructo), cuyas normativas adquieren su punto álgido con la aprobación de los lineamientos del Partido Comunista de Cuba en 2011, que le proporcionaron sustento conceptual a las transformaciones políticas implementadas.

La llegada al poder en 2018 del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez promovida por la voluntad expresa del mandatario Raúl Castro, estuvo marcada por la necesidad de fomentar nuevos consensos proyectados con la Constitución de la República de 2019, aprobada con altos niveles de respaldo popular. El esbozo jurídico aprovechaba el capital político negociado mediante el deshielo diplomático con los Estados Unidos, para generar un clima favorable al emprendimiento, amparado en el reconocimiento a la propiedad privada.

Sin embargo, las políticas de hostilidad desplegadas por el presidente republicano Donald J. Trump, así como los estragos de la pandemia de covid-19 y la mala gestión de la administración caribeña, quienes decidieron implementar el conjunto de reformas asociadas a la denominada «Tarea Ordenamiento» en los inicios del 2021, tuvo resultados devastadores en la capacidad de compra del peso cubano, lo que produjo una ascendente dolarización, fomentada de manera oficial con la apertura recaudatoria de las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) desde el año 2020; a pesar de su incapacidad para reducir la escasez de productos y serias afectaciones en las esferas productivas.

La política de ordenamiento, lejos de corregir las distorsiones en la contabilidad que significaba la dualidad monetaria y multiplicidad cambiaria, contribuyó a diversificar la oferta de monedas extranjeras en el mercado informal de divisas ante la creciente devaluación, lo cual situaba en condiciones de desventaja a las empresas estatales, imposibilitadas de competir en igualdad de condiciones frente al resto de los actores económicos, dada las diferencias regentes en la tasa de cambio.

En medio de ese contexto, caracterizado por un aumento excesivo de dinero circulante que significó la elevación de los salarios en un 500 % sin respaldo productivo, los precios en el mercado informal se multiplicaron por encima de lo previsto, lo que deterioró aún más la capacidad adquisitiva de la moneda nacional, en medio de un escenario de desestímulo económico, ausencia de créditos bancarios para el fomento agrícola y el predominio de una permanente crisis alimentaria.

Desde entonces, la gravedad en materia laboral resultó aún más crítica, pues según las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en la Encuesta Nacional de Ocupación publicada en 2022, se indica que solo el 50,89 % de las personas mayores de 15 años, posee un puesto de trabajo entre la población económicamente activa (PEA). Semejante realidad se debe al predominio de salarios incapaces de satisfacer las necesidades básicas, sin obviar la existencia de pésimas condiciones de trabajo.

El escenario de crisis estructural resulta ilustrativo, acorde a datos del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFI), cuyos expertos estiman que entre 2019-2022 el nivel de precios para los consumidores se disparó entre 11,6 y 19,1 veces, lo que duplica el récord alcanzado en los años noventa. Además, sus cálculos aseguran el predominio de un contexto inflacionario por encima del 200 %, a pesar de que las instancias estatales manejan datos referenciales en el entorno de los dos dígitos.

Las propias autoridades políticas de la Isla reconocieron el fracaso de su planificada agenda luego de implementada la «Tarea Ordenamiento», cuyos resultados negativos se hicieron sentir de manera abrupta ante el creciente aumento de los precios, el deterioro de los salarios y jubilaciones, la degradación de la confianza política en su liderazgo, así como la crisis que significa la emigración a Estados Unidos de 460 mil cubanas/os entre 2021-2023, según análisis de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA). En cambio, unos 36 mil solicitaron asilo en México entre 2022-2023, mientras que otra relevante proporción decidió asentarse en Rusia, España, Alemania, Uruguay, Brasil, Chile y otros países.

La crisis general que persiste en la sociedad cubana, acentúa fenómenos sociales como la mendicidad, la pobreza y la violencia criminal, coincidente con una caída en la capacidad de respuesta de las autoridades, debido al deterioro sistémico de sus instituciones. El aumento de la inconformidad propició numerosos focos de protestas sociales sin precedentes, que alcanzaron su punto álgido entre el 11 y 12 de julio de 2021, —las manifestaciones más extensas de la Cuba posrevolucionaria—; a pesar de que obtuvieron como respuesta elevados niveles de represión policial, criminalización política y judicialización estatal, similar a las estrategias adoptadas por los gobernantes de extrema derecha en otros países de la región.

Es relevante que las estadísticas estatales en 1986 situaban a Cuba en la vanguardia internacional en materia equitativa con un coeficiente Gini de 0,222. Sin embargo, ya para 1999 dicho indicador había arribado a la cifra de 0,407; en tanto otras investigaciones apuntan que para la tercera década del siglo XXI y ante la ausencia de referencias oficiales, tales datos deben ser aún mayores, debido a las medidas tecnocráticas implementadas.

El carácter raigal de la presente crisis tiene un impacto directo en el nivel de vida de la población, documentado en cifras por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que en su informe anual del 2023, asegura que el 88 % de los cubanos vive en condiciones de pobreza, superior en un 13 % al año anterior, para cuya muestra fueron encuestadas más de 1 300 personas en 75 municipios del país. La referencia de medición se evaluó a partir de los ingresos totales de un núcleo familiar equivalente a 1,90 dólares diarios. De igual modo, el estudio resalta que las principales preocupaciones de las/os cubanas/os se deban a la crisis alimentaria (70 %), los salarios (50 %), la inflación (34 %) y la sanidad pública (22 %). Además, indica que cerca del 80 % de las/os cubanas/os considera que la inversión pública en educación, vivienda, agricultura, salud pública y hospitales es insuficiente.

Las estrategias gubernamentales de privatización oligárquica

El parlamento cubano aprobó para 2024 un déficit fiscal de 18,5 % del PIB: el segundo más grande del mundo, solo superado por Ucrania, país que se encuentra sumido en una conflagración bélica con Rusia y afronta severas restricciones debido a la situación de caos social tras el conflicto. El implemento de tan elevado déficit, ratifica que en la Isla persistirá la tendencia inflacionaria, siendo este un hecho que traerá aparejado una mayor pérdida del poder adquisitivo de la moneda local, que para enero de 2024 se cotizaba a 300 pesos cubanos frente al dólar, lo que situaba al salario medio de 3 838 pesos equivalente a 12 dólares entre los más bajos del subcontinente; mientras el salario mínimo de 2 100 pesos, apenas equivale a 7 dólares, con una tendencia mayor a la depreciación.

Como si todo ello fuera poco, el Gobierno anunció la entrada en vigor de un paquetazo con el objetivo de materializar la eliminación de subsidios en sectores como el gas, la electricidad y la gasolina. Las políticas de ajuste implican un aumento en el entorno del 450 % para los combustibles, además del alza en la transportación interprovincial al 400 %, el ferrocarril en 600 % y los boletos para vuelos internos hasta un 468 %. Tales medidas se aplican en medio de un persistente escenario de crisis energética, marcado por largas filas en las gasolineras y reiterados cortes de electricidad, reportados en algunas provincias del territorio por encima de las 15 horas de afectaciones en el servicio.

El impacto social de la crisis en los últimos años, motivó el surgimiento de prácticas lucrativas en ámbitos ajenos a la influencia mercantil, como resultan los sectores de salud y educación; parcialmente dominados por expresiones de semi-privatización y mecanismos especulativos, que ceden ante las nuevas dinámicas sociales, alejadas de la eticidad y compromiso existente entre sus profesionales en otras décadas, ahora seriamente laceradas como resultado de la escasez general. Por ende, negar el proceso extensivo privatizador constituye una quimera a contracorriente de la realidad, cuya reflexión crítica no ocupa la seriedad meritoria en los circuitos intelectuales cubanos asumidos como marxistas; a pesar de la dimensión política que implican las reiteradas concesiones al proceso de acumulación del capital, en una nación autoproclamada «socialista» por las instancias del Gobierno y los aparatos ideológicos del Estado.

Según las propias cifras gubernamentales, en diciembre de 2023 existían en Cuba 9 652 mipymes, 5 138 cooperativas, 106 empresas mixtas y 596 000 trabajadores por cuenta propia, lo cual reafirma la tendencia al crecimiento del sector privado por encima de cualquier otro en la economía. Este último, absorbe cerca del 60 % de las importaciones del país y a mediados de 2022, generaba por este concepto 270 294 100 dólares, contra solamente 4 788 500 dólares en materia de exportaciones, para un desbalance comercial de 265 505 600 dólares. En el transcurso del primer semestre de 2024, el sector no estatal aporta el 15 % del PIB, emplea más del 30 % de la fuerza laboral y contribuye con el 18 % de los ingresos tributarios; lo cual indica el surgimiento de una neoburguesía mercantil desinteresada en potenciar la producción de alimentos u otros productos que coadyuven a las exportaciones de bienes y servicios.

Resulta sorprendente que el proceso de aprobación de las mipymes requiera la concesión de licencias operativas de forma expresa por el Consejo de Ministros. Tal procedimiento centralizado con carácter discrecional, contribuye a la obnubilación de la transparencia, cuyo carácter facultativo obstaculiza la identificación de relaciones clientelares y el tráfico de influencias en las máximas instancias del Estado/Gobierno, lo cual dificulta el enfrentamiento a la corrupción,[3] dada la inexistencia de políticas consensuadas de aprobación públicas.

En el sector de las micros, pequeñas y medianas empresas (mipymes) campea la ausencia de protección laboral que ofrezca garantías a las/os trabajadoras/es, a pesar del regente clima de sobrecarga y explotación en los negocios. Además, carecen del derecho a la sindicalización, predomina el sistema de contratación oral, resultan prohibitivas la conformación de gremios asociativos y la concesión de vacaciones planificadas acorde a su rendimiento, al tiempo que no se conceden licencias o certificados médicos en caso de accidente laboral u otra condición médica.

Por otro lado, la mayor parte de los propietarios se enfrentan a los intereses de un Estado burocrático ineficiente en su sistema recaudatorio, desinteresado en impulsar estímulos tecnológicos y crediticios que contribuyan al éxito de los emprendimientos; además de sortear la supervivencia de estos entre la arbitrariedad institucional y la inestabilidad, cuya matriz sostenible resulta esencial para la perdurabilidad a largo plazo de cualquier actividad económica.

El predominio de este escenario, rememora los tiempos del capitalismo en su fase pre-industrial, sometido en su versión caribeña por la hegemonía postotalitaria del Partido Comunista de Cuba; cuya realidad resulta romantizada por los idearios de una izquierda internacionalista distópica, que persiste en su cosmovisión imaginaria del poder y la sociedad, exigiéndole esfuerzos y condiciones al pueblo cubano, incapaces de cumplir en sus países de origen e imposibles de exigirle a las bases populares de sus respectivas militancias. Esos traficantes de la ideología «progresista», se muestran ineptos en comprender que la causa de la disputa en la Isla se dirime no solo ante el mandato plenipotenciario de una oligarquía dominante; sino también por los derechos inalienables en el necesario mejoramiento de las condiciones de vida y participación democrática.

Los representantes de ese «discurso justiciero», rehúsan analizar la realidad impuesta en materia de libertades civiles, asociativas y ciudadanas con siglos de lucha movilizativa, conquistados al capitalismo por la tradición democrático-popular, obrera y revolucionaria, para el disfrute de los derechos humanos. Estos resultan hoy negados por las altas esferas políticas de la nación, convertidos en protagonistas de una traición histórica al tiempo que consolidan sus bases de explotación extractivas, garantizan cuotas de legitimidad autoritarias y reproducen mediante el despliegue de relaciones de poder transdominantes, las bases conceptuales que distinguen la opresión de clase, caracterizada por los mandatos tradicionales del colonialismo interno, como manifestación de su poder en la modernidad tardía.


¿Adónde va Cuba?

Por Eduardo Almeida

La situación de Cuba volvió a dividir aguas en la izquierda mundial. Desde la movilización del 11J existe una tentativa de todo el aparato estalinista mundial en defender lo indefendible: la represión del gobierno cubano contra su propio pueblo. Surge una primera pregunta para los activistas del mundo: ¿es justo defender a los trabajadores en Cuba, del mismo modo que los defendemos en el resto de los países capitalistas? La derrota de la movilización del 15N, luego de la represión ocurrida, plantea otra pregunta: ¿adónde va Cuba? ¿La victoria de la represión legitima al régimen existente?

Se reencienden así discusiones teóricas y programáticas. ¿Cuba es aún un Estado obrero, aunque burocratizado? ¿Es un Estado capitalista? O, incluso: ¿sería un sistema capitalista de Estado? De cierta manera, la polémica cubana actualiza la discusión sobre el estalinismo, cuando se cumplen treinta años de la disolución de la URSS. Queremos afirmar aquí una evaluación sobre Cuba desde una óptica marxista, así como de la Revolución de 1959 hasta los días de hoy, revisitando las polémicas teóricas involucradas.

I. La Revolución Cubana generó un Estado obrero deformado

La Revolución Cubana de 1959 fue la primera y única revolución socialista victoriosa en América Latina. Como otros procesos, generó un Estado obrero deformado, profundamente burocrático, sin ningún grado de democracia obrera.

La definición de Cuba como un Estado obrero, aunque burocrático, se apoya en la definición marxista de este tipo de sociedad, sostenida en tres características fundamentales: los principales medios de producción estatizados; la planificación de la economía: la cantidad y calidad de los productos no determinados por las leyes del mercado, sino por un plan económico central, al cual todas las empresas se subordinan, sumado al predominio del monopolio estatal sobre el comercio exterior.

Con esas características, el Estado obrero cubano tuvo un gran avance económico y social de enorme importancia. Muchas veces mostramos, con orgullo, los avances en la salud y en la educación propiciados por la expropiación de la burguesía y la planificación de la economía. Algunos sectores de la izquierda cubana niegan que en Cuba haya existido planificación en la economía. Es una discusión interesante. Puede ser que estemos discutiendo los hechos, o puede ser una discusión de conceptos. En primer lugar, los hechos indican que en marzo de 1960 fue creado un organismo estatal llamado Junta Central de Planificación (Juceplan), responsable de la planificación económica hasta su disolución en la década de los noventa.

En segundo lugar, sobre los conceptos: nos parece innegable que existió en Cuba una economía en la cual las empresas estatizadas eran el motor de la sociedad. Y ¿cómo decidían esas empresas qué producir, cuánto producir, en qué invertir? Si fuese en una economía capitalista, la respuesta sería obvia: cada empresa decide en función de la tasa de ganancia, de la ley de oferta y demanda, de su capacidad de inversión. Pero en Cuba eso no existía, así como tampoco existía en la URSS ni en los Estados del este europeo. Las empresas estaban subordinadas a esa planificación estatal. La planificación de la economía permitió superar la anarquía en la producción.

Evidentemente, existe una diferencia cualitativa cuando esa planificación es decidida en una democracia de los trabajadores y cuando es definida burocráticamente. En la democracia de los soviets, los siete primeros años de la Revolución Rusa, las opciones eran definidas y asumidas democráticamente por los propios trabajadores.

Cuando la planificación es hecha por la burocracia, los errores son más comunes, queda suprimida la creatividad y la energía de las masas en movimiento. Además, la planificación burocrática determina que la producción también atienda los intereses materiales y políticos de las burocracias. Eso llevó históricamente a grandes desastres, como la industrialización forzada por la burocracia estalinista en la década de los treinta en la URSS, «El Gran Salto adelante» de Mao en 1958 o el «Plan de diez millones de toneladas de caña de azúcar» de Fidel Castro en 1970.

La planificación asociada a la estatización de la economía demostró sus ventajas en relación con el capitalismo mediante el desarrollo gigantesco de las fuerzas productivas en la URSS y Cuba. En todo proceso de evolución de una economía capitalista hacia una no capitalista existe una combinación desigual de factores. La economía capitalista es regulada por la ley del valor, el mercado, la oferta y la demanda. La estatización y planificación de la economía introducen otra ley que apunta hacia el socialismo.

En la evolución contradictoria y el choque de esas dos leyes se determina la evolución de la sociedad no capitalista, como demostró Preobrazhensky en su libro La nueva economía sobre la URSS. En la medida en que avanza el peso de la economía estatizada y la planificación de la economía, retrocede el peso de la ley del valor, hasta que ese peso en la economía planificada determine la globalidad de la sociedad como no capitalista, o sea, avanzando en dirección al socialismo. A partir de la estatización de las empresas, la planificación de la economía y el monopolio del comercio exterior, Cuba comenzó a avanzar hacia una economía no capitalista y a dejar atrás las leyes del mercado. Pero Cuba jamás llegó a un estadio socialista debido a dos elementos fundamentales.

El primero, es que el socialismo implica un movimiento de fuerzas productivas muy superior, solo posible a nivel internacional y no en un solo país.

El segundo, es que para avanzar en dirección al socialismo, sería preciso un régimen político completamente diferente al existente en Cuba. Sería necesaria una verdadera democracia de los trabajadores, como la que predominó en los primeros siete años de la Revolución Rusa, siguiendo el ejemplo de la Comuna de París. O sea, sería necesario que el nuevo Estado fuese realmente una democracia obrera, en que los trabajadores decidiesen de forma real sobre los medios de producción. Desde la Liga Internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional (LIT-CI), hemos criticado la desviación estalinista en el ejercicio del poder por la dirección cubana encabezada por Fidel Castro, así como las limitaciones del modelo burocrático en los avances estructurales a nivel socioeconómico. Ello nos ha permitido sostener que nunca existió en la Isla una auténtica democracia de los trabajadores.

La Revolución Cubana no tuvo como sujeto principal al proletariado organizado por sus bases populares, tal como ocurrió en la Rusia de 1917. Fue un movimiento guerrillero nacionalista ―el Movimiento 26 de Julio― el que tomó el poder de manera hegemónica y organizó la producción mediante un sistema férreo y burocráticamente centralizado. No hubo organismos de frente único como los soviets en Rusia, los comités de fábrica en la Alemania de 1918 o los consejos de la Revolución Española. El nuevo Estado surgió marcado por el control de los líderes guerrilleros sin tradición de democracia obrera.

En una primera etapa predominó cierta participación popular, incluso la toma de sindicatos por la burocracia pro-Batista.

La democracia sindical fue una reivindicación muy significativa de los obreros cubanos. Luego de la fuga de Eusebio Mujal, máximo dirigente del CTC, y de parte de la burocracia sindical mujalista con la caída de Batista, ocurrió la toma revolucionaria de los sindicatos por los militantes del MR-26-J. Esos nuevos líderes serán refrendados en las elecciones sindicales realizadas a inicios de 1959. En esas elecciones sindicales, el MR-26-J triunfó en más de 1800 sindicatos. Los comunistas pagaron así el precio de su actitud ambigua durante la dictadura de Batista. (…) La debilitada posición de los comunistas en el movimiento obrero tras las elecciones en los sindicatos de base y para los congresos de las federaciones sindicales fue revelada con una reunión, en septiembre de 1959, del Consejo Nacional de la Confederación de Trabajadores Cubanos. Apenas 3 de los 163 delegados a la reunión eran comunistas (Daniel, G., & Constanza, V. (2016). Trotskismo y guevarismo en la revolución cubana, 1959-1967. Izquierdas, (27), 293-341.)

Pero como la mayoría de los dirigentes sindicales electos del MR-26-J era contrario a la exigencia del gobierno de «unirse» en listas comunes con los dirigentes sindicales del PSP, en el décimo congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, realizado en noviembre de 1959, Castro y el nuevo ministro de Trabajo, Augusto Martínez Sánchez, interfirieron personalmente para imponer al CTC un nuevo Comité Ejecutivo, que realizó una purga sindical amplia, como resultado de la cual en abril de 1960, los oficiales electos de 20 de las 33 federaciones del CTC y de cerca de 2000 sindicatos habían sido expulsados de los cargos para los cuales habían sido electos en 1959. (Gilly, A. A., & Tennant, G. Trotskismo y guevarismo en la revolución cubana (1959-1967). Historia del Socialismo Internacional. Ensayos marxistas, 657.

Después de los dos primeros años se impuso un modelo de partido único, sin democracia obrera, con represión violenta en la base y con el predominio de la persecución hacia todos los opositores o críticos. De igual forma, los sindicatos fueron incorporados al control del Estado. A su vez, se produjo la continuidad de la opresión racista, machista y homofóbica, como fueron las concentraciones en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), que resultaron campos de trabajo forzados hacia los que fueron enviados miles de religiosos, homosexuales y disidentes políticos. No resulta casual entonces que la elite cubana que sostiene los hilos del poder político sea fundamentalmente blanca, masculina, patriarcal y heteronormativa. Como tampoco es fortuito que uno de los sucesos represivos más duros durante la historia reciente cubana se produjera el 11 de mayo de 2019, luego de la prohibición de la marcha independiente de la comunidad LGBTIQA+ por las autoridades cubanas. Solo después de décadas de lucha encabezada por el movimiento por los derechos de esa comunidad, se esté discutiendo en el país la aprobación de un código de las familias que reconozca el matrimonio homoafectivo.

II. Repudiamos el bloqueo norteamericano

Desde nuestra posición internacionalista repudiamos el bloqueo norteamericano impuesto desde 1960. El bloqueo causó y aún ocasiona graves perjuicios al pueblo cubano. Se trata de un ataque del país imperialista más poderoso del mundo contra una pequeña isla. Con el bloqueo económico se impide que norteamericanos viajen directamente a Cuba y se dificulta la remesa de dólares de los cubanos que viven en Estados Unidos para el envío a sus familiares. La ley Helms-Burton, impuesta desde 1996, agravó fuertemente el bloqueo por penalizar a las empresas que hacen negocios en la Isla. Las medidas agravadas por el presidente republicano Donald Trump no han sido modificadas por Biden.

¿Por qué la burguesía imperialista norteamericana no hace lo mismo que la europea, tomando partido en la restauración capitalista de la Isla? La explicación está en la burguesía cubana radicada en Miami, que fue expropiada por la Revolución de 1959. Esos emigrados se integraron a la burguesía imperialista estadounidense, teniendo un peso considerable en la decisión de los partidos Republicano y Demócrata en sus políticas hacia Cuba. Existe una parte considerable de esa burguesía cubanoamericana que se opone radicalmente al levantamiento del bloqueo. Ese sector es aún mayoritario, pues quiere derrocar al Gobierno de manera abrupta y recuperar así sus propiedades nacionalizadas.

Nos sumamos a los posicionamientos antimperialistas que denuncian a las administraciones norteamericanas, que hablan de “democracia,” pero anhelan la devolución de las propiedades confiscadas y de esta forma pretenden reinstaurar un proceso de neocolonización en la Isla. Por esos motivos, nos oponemos desde hace más de cincuenta años al bloqueo económico-comercial y financiero. De la misma forma que estuvimos del lado de Cuba contra todas las tentativas de intervención militar, como fue el fracasado intento de invadir al país por Bahía de Cochinos.

La propaganda estalinista atribuye todos los problemas de la Isla al bloqueo imperialista. Desde nuestra posición marxista y antimperialista no estamos de acuerdo con semejante posición. En Cuba se padecen los efectos sociales de la restauración capitalista, así como los resultados de los planes económicos del Gobierno sobre el nivel de vida de los cubanos.

III. ¿Socialismo solo en una isla?

El trotskismo desarrolló toda una polémica con la dictadura estalinista de la URSS sobre la concepción del «socialismo en un solo país». La tradición marxista solo identifica la posibilidad de construcción del socialismo a nivel internacional como parte de una planificación de la economía entre los países, que permita el desarrollo pleno de las fuerzas productivas.

Esa polémica se demostró acertada con la evolución trágica de la URSS, que, incluso con todo el avance alcanzado por la expropiación de la burguesía y la planificación, no avanzó hacia el socialismo. Al contrario, el aislamiento de la Revolución permitió su burocratización con el ascenso hegemónico de la contrarrevolución estalinista. Con el tiempo, esa misma burocracia condujo a la restauración del capitalismo.

Trotsky se oponía a la idea de socialismo en un solo país en la URSS, un país de dimensiones continentales. ¿Qué decir de esa misma discusión para una pequeña isla como Cuba? No existe ni existirá ninguna posibilidad de que eso ocurra. La única vía para que Cuba pueda avanzar hacia el socialismo sería con el desarrollo de una revolución mundial y, en particular, en América Latina.

El retroceso social actual en la Isla no se dio solo por el fin del apoyo económico de la URSS ni por el bloqueo norteamericano, sino en función de la política adoptada por el mando político de la Isla. El liderazgo revolucionario nunca buscó desarrollar una estrategia internacional apoyada en las luchas de las masas.

En primer lugar, cuando aún no era parte del aparato estalinista mundial, el gobierno cubano hizo un torpe intento de extender focos guerrilleros en América Latina en la década de los sesenta. Eso llevó a millares de activistas a la muerte y facilitó la represión de los gobiernos burgueses al conjunto del movimiento de masas.

Más grave aún, después de integrarse al aparato estalinista en 1972, dio un giro a la derecha buscando el apoyo de las «burguesías progresistas» latinoamericanas. Como máximo ejemplo de eso, el Gobierno cubano, frente al ascenso revolucionario en los finales de la década de los setenta, se opuso a que la revolución en Nicaragua avanzara hacia el socialismo en 1979, incluso después de la derrota de la Guardia Nacional de Somoza y la toma del poder por el Frente Sandinista.

“Los dirigentes sandinistas se consideraban discípulos de Fidel Castro. Después de tomar el poder, la dirección del FSLN viajó a Cuba para conversar con Fidel, que los felicitó y les dio un consejo: «No hagan de Nicaragua una nueva Cuba»” (Martín Hernández, El veredicto de la historia, Editora Lorca, 2006).

En la década de los ochenta, Fidel Castro apoyó los acuerdos de Contadora y Esquipulas, que canalizaron el ascenso revolucionario para el callejón sin salida de las elecciones, derrotando el proceso de radicalización en toda América Central. Además, ayudó a los movimientos del MPLA en Angola y a la Frelimo en Mozambique a seguir el mismo curso que Nicaragua. En esos países, después de la derrota de las fuerzas armadas portuguesas, se impusieron regímenes dictatoriales encabezados por los representantes burgueses de esos movimientos, cuyo liderazgo sigue gobernando hasta hoy.

Además, el Gobierno de Fidel Castro apoyó regímenes enteramente burgueses, como los de López Portillo y Luis Echeverría (México). Esa política siguió con los «progresistas» Luis Inácio Lula da Silva, Evo Morales, Michelle Bachelet, Cristina Fernández de Kirchner, entre otros, llegando incluso a buscar aproximación con gobernantes demócratas en Estados Unidos, como resultaron las políticas de distención bajo los mandatos de Jimmy Carter y Barack Obama.

El aislamiento de Cuba no es solamente resultado de la fuerza del imperialismo. Es también producto de una política contraria a los procesos revolucionarios, asumida conscientemente como parte del aparato estalinista de «coexistencia pacífica» con la burguesía. Cuando se dio la caída de los regímenes estalinistas en el Este europeo, Cuba sufrió los resultados de esa política, quedando extremadamente aislada.

El estalinismo justifica la política del régimen cubano por ese aislamiento mundial, así como sus planes restauracionistas. La táctica adecuada para romper el aislamiento no es el apoyo a las «burguesías progresistas», sino el respaldo a las luchas de los trabajadores independiente de esos mismos gobiernos, apuntando hacia nuevas revoluciones socialistas.

IV. La restauración del capitalismo

La realidad cubana cambió radicalmente con el proceso de restauración del capitalismo en la década de los noventa, después de la abrupta caída de los Estados del Este europeo. La parte más dinámica de la economía cubana fue privatizada, culminó el monopolio del comercio exterior y la planificación. En Cuba se dio un proceso de restauración con algunas características similares y divergentes a las que se produjeron en China.

En la década de los noventa, la misma dirección que dirigió la Revolución de 1959 comandó la restauración del capitalismo en la Isla. Similar a lo acontecido en China después de 1978 y en la ex URSS luego de 1986, la burocracia comenzó la restauración del capitalismo, con una medida tras otra. La Junta Central de Planificación, que dirigía la economía planificada, fue disuelta. En septiembre de 1995 fue aprobada por la Asamblea Nacional la Ley de Inversiones Extranjeras. Así, el tercer pilar de la economía del antiguo Estado obrero, la propiedad estatal sobre los principales medios de producción, fue en gran medida desmantelado, sector por sector.

Las empresas estatales han sido entregadas en una parte considerable al capital extranjero, fundamentalmente europeo, a través de joint ventures (empresas mixtas). En la actualidad, estas empresas dominan el principal sector de la economía cubana, el turismo, con multinacionales españolas como Meliá e Iberostar, controlando los grandes hoteles y resorts para turistas de clase media europea, norteamericana y sudamericana que puedan pagar sus altos costos.

Además, las empresas mixtas controlan la explotación de petróleo, hierro, níquel, cemento, la producción de jabón, lubricantes y perfumería, los servicios telefónicos, así como la mayoría de la agroindustria. El ron cubano es controlado por la empresa francesa Pernod-Ricard. Los habanos cubanos son comercializados entre la estatal cubana y Altadis, del grupo inglés Imperial Tobacco Group PLC. A su vez, el aeropuerto internacional de La Habana es administrado por la empresa francesa Aéroports, de París. De esta forma, el aparato estalinista intenta embellecer la restauración capitalista ocurrida en Cuba con la expresión de“socialismo del siglo xxi en total contradicción con la teoría marxista.

El Estado garantiza a las multinacionales una mano de obra calificada sin ninguna posibilidad de movilizarse contra los bajos salarios y asegura la posibilidad de remesas para sus matrices sin restricciones. ¿Hay algo de innovador en este «modelo de socialismo» que promueven? En realidad, se trata de un sistema bien conocido, típico de los modelos burgueses predominantes en los países semicoloniales.

Una nueva gran burguesía cubana ascendió en la alta cúpula de las fuerzas armadas, concentrada alrededor de las joint ventures con empresas pertenecientes a Gaesa (Grupo de Administración Empresarial S. A.), dirigida por el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas. Esa alta burguesía, asociada al capital extranjero, controla entre un 40 % y un 70% de la economía, en dependencia de las fuentes que se consulten.

V. ¿La restauración del capitalismo se completó?

Existe todo un sector de la izquierda mundial que admite la existencia de un proceso de restauración capitalista en Cuba. Pero afirman que ese proceso no concluyó, que Cuba sigue siendo un Estado obrero burocrático y que es necesario «defender las conquistas de la revolución cubana». Muchos de estos sectores se reivindican trotskistas, como el PTS argentino; en general, esos grupos cometen dos errores de análisis fundamentales.

En primer lugar, admiten el proceso de restauración del capitalismo, pero enfocan su estudio en las pequeñas empresas de producción y comercio que crecen en la Isla. Sin embargo, esa burguesía pequeña no determina los rumbos de la economía; ha sido la alta burguesía formada desde el Estado, nucleada en torno a Gaesa y los familiares de la cúpula gobernante.

En segundo lugar, argumentan que el capitalismo no fue restaurado, porque aún existen muchas empresas estatales en Cuba y persisten conquistas en sectores importantes como la educación, la salud, la cultura, los deportes, etcétera. Pero desde la teoría marxista, el carácter de clase del Estado es determinado por su relación con los medios de producción, con las formas de propiedad que el Estado defiende y preserva. ¿Cómo definir un Estado que defiende y preserva las empresas asociadas con el capital europeo? A nuestro entender, se trata de un Estado burgués.

Existe una desigualdad en el tiempo entre el cambio de carácter del Estado que ocurrió en la década de los noventa y la del conjunto de la economía, que pasó a ser esencialmente capitalista años después. Eso ocurrió también en la URSS cuando Gorbachov cambió el carácter del Estado en 1985; su llegada al poder inició el proceso de restauración capitalista, pero la restauración solo se concluyó en la década de los noventa. En China, Deng Xiao Ping cambió el carácter del Estado en 1979, cuando comenzó la restauración que solo concluyó años después. En este caso, se produce un proceso simétrico e inverso al que ocurrió con la Revolución Rusa: los bolcheviques tomaron el poder y cambiaron el carácter del Estado en 1917, pero la economía solo cambiaría centralmente a partir de 1918, cuando avanzaron las estatizaciones.

¿Cómo se puede definir un Estado como obrero si no existe más el trípode que lo caracteriza? O sea, sin la planificación central de la economía, sin el monopolio del comercio exterior y sin las empresas estatales en el centro de la economía. Se trata de un Estado burgués, promoviendo y desarrollando la restauración del capitalismo. De lo contrario, ¿cuál sería el criterio marxista por el cual se defiende el Estado cubano?

La existencia de numerosas empresas estatales en Cuba no es un criterio marxista para defender el carácter socialista del Estado. En muchos países capitalistas existen empresas estatales en cantidades variadas. Es fundamental responder si esas empresas son administradas por una planificación de la economía o si laboran en interés de la acumulación capitalista. Existen muchas empresas estatales en China, donde incluso los grandes bancos son propiedad del Estado y sirven directamente al proceso de acumulación capitalista. De manera que no se puede usar una definición lineal, cuantitativa y mecánica para definir una economía solo por la cantidad de empresas estatales.

Existe un criterio marxista que define la globalidad de la economía. Si la economía es regida por la ley del valor, el mercado, la oferta y la demanda, se trata de una economía capitalista. Si la economía es regida por la planificación de la economía estatizada, se trata de una economía no capitalista, en algún momento de su evolución hacia el socialismo o de regreso al capitalismo.

Hoy, Cuba es una economía regida por el mercado, con su evolución determinada por la ley del valor. Veamos una comparación histórica para demostrar este argumento. Durante la depresión de 1929, la economía de la URSS, un Estado obrero, aunque dirigido por la burocracia estalinista, creció con índices superiores al 10 % por año. En 2020, en la recesión mundial, Cuba tuvo una caída del PIB del 11 %. ¿Por qué? Afirmamos que se debió a la existencia de una economía determinada por el mercado y vinculada al comercio capitalista mundial, en este caso, por la caída en el turismo que afectó fuertemente el principal sector de la economía de la Isla.

Algunos podrían argumentar que el problema es que Cuba es una pequeña isla sin la dimensión de la URSS. Entonces, ¿por qué los reflejos del mercado mundial en la economía cubana fueron completamente diferentes en la década de los setenta, en la que también ocurrió una recesión mundial producto del fin del boom de posguerra? En aquel entonces no existió una recesión de ese grado en el país ni se registraban los niveles de pobreza actuales del pueblo cubano.

La consecuencia programática de esta discusión teórica es enorme. Los que, como nosotros, caracterizamos a Cuba como capitalista, defendemos una nueva revolución socialista que expropie las empresas privatizadas en manos del capital extranjero, retome la planificación de la economía, el monopolio del comercio exterior y rompa con el régimen estalinista para la construcción de una nueva democracia de los trabajadores.

Queremos preguntar a esos sectores que siguen definiendo a Cuba como Estado obrero: ¿qué opinan que debe hacerse con el sector más importante de la economía cubana, es decir, el turismo, marcado por la presencia de lujosos hoteles privados? ¿Se les debe expropiar com el control de los trabalhadores,   o no? ¿Se debe o no reestatizar, imponiendo el control de los trabajadores  el aeropuerto cubano, la producción y la comercialización del ron? Si responden afirmativamente a estas preguntas, significa que están proponiendo una nueva revolución socialista para Cuba. Si niegan ese programa, apuntan para el mantenimiento de la servidumbre de los trabajadores cubanos. El antiguo Estado obrero burocratizado desapareció, permaneciendo solo su apariencia con el Partido Comunista al frente, tal como ocurre en el caso de China.

Las conquistas de la Revolución en salud y educación que fueron mostradas con orgullo por los activistas de izquierda en toda América Latina se encuentran en retroceso. Un ejemplo de ello fue la terrible situación de colapso sanitario durante la pandemia, similar a lo ocurrido en muchos de los países latinoamericanos. Eso provocó que, incluso, el Gobierno culpase a los médicos, generando manifestaciones a través de videos y cartas por los trabajadores del sector de la salud.

Sin embargo, la consecuencia más evidente de la restauración capitalista se refleja en la miseria del pueblo cubano. No existirían bases materiales para el 11J ni para la explosión que se generó sin las secuelas económicas y sociales de este proceso restauracionista.

VI. La polémica con los estalinistas

El estalinismo, como aparato mundial, se debilitó con la caída de los regímenes del Este europeo, pero sigue siendo muy fuerte hasta hoy, pues está representado en múltiples partidos comunistas en muchos países, algunos de ellos con peso de masas. Todas estas organizaciones se posicionan en defensa de Cuba como «único bastión socialista de América Latina». Muchos partidos reformistas no estalinistas, como el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) en Brasil, apoyan semejante idea.

El estalinismo es mucho más que el autoritarismo. Posee una ideología reformista que tiene un alcance mayor, pues sustituye el método de análisis marxista de las clases sociales por el de los «campos progresivos». De un lado estarían los «campos progresivos», que incluyen los «gobiernos de izquierda» y las «burguesías progresivas». Mientras del otro, estaría como principal enemigo el imperialismo norteamericano. Así, todos los que se oponen a esos gobiernos son considerados «agentes del imperialismo». En los países dirigidos por esos «gobiernos de izquierda» no existen las clases sociales ni la lucha de clases. Para sus partidarios, solo existen los gobiernos y sus enemigos: «agentes del imperialismo».

Para la propaganda estalinista, los regímenes de Cuba y China, además de tener «gobiernos de izquierda», serían considerados como países «socialistas». Desde esta óptica, han justificado el apoyo a la masacre en la Plaza de la Paz Celestial en 1989. Incluso, frente a millares de jóvenes muertos en una manifestación pacífica en Pekín, siguieron refiriéndose a los manifestantes como «agentes del imperialismo». De esta forma, no sorprende que apoyen la represión del 11J en Cuba.

China, al contrario de la información que proyecta la propaganda estalinista, es una potencia capitalista. Desde el inicio de la restauración en la década de los setenta, se produjeron grandes inversiones de las empresas multinacionales. Con bajísimos salarios y un régimen que reprime cualquier amenaza de huelga se impuso el «nuevo modelo de socialismo», que fue reivindicado por el imperialismo mundial como ejemplo, creando así un nuevo paradigma salarial, que ayudó a rebajar el nivel de vida de los trabajadores en todo el mundo.

El aparato estalinista afirma que ese es el modelo de «socialismo» de los tiempos actuales. El marxismo, no obstante, define la transición del capitalismo al socialismo a partir de la estatización de las grandes empresas, la planificación de la economía y el monopolio del comercio exterior. Sin embargo, la economía china es regida por los fundamentos centrales del mercado. Su sector más dinámico e importante incluye las grandes empresas privadas de la burguesía nacional y multinacional. El monopolio del comercio exterior termino en el siglo xx y no hay una planificación de la economía.

En realidad, solo queda una apariencia de «socialismo» con el PCCh al frente del gobierno, que encabeza un Estado policial, defensor de los intereses de la gran burguesía en la nación. Debido a esas condiciones de trabajo, China creció de manera sostenida a niveles macroeconómicos, al punto de disputar espacios con el imperialismo norteamericano en la «guerra comercial».

Con la metodología analítica de los «gobiernos progresivos», los partidos comunistas y sus seguidores apoyan a Bashar Al-Assad, dictador sirio que mató a 500 000 habitantes para preservarse en el poder. De igual forma, manifiestan su respaldo a regímenes autocráticos como el presidido en Venezuela por Nicolás Maduro y el encabezado en Nicaragua por Daniel Ortega. Sin embargo, quienes gobiernan esos países representan los intereses de las nuevas burguesías surgidas a partir del aparato del Estado, mientras los trabajadores combaten los efectos sociales de la miseria capitalista.

¿El imperialismo colabora con estos países? En general, actúa en gran medida junto a esos gobiernos. Por ejemplo, Nicolás Maduro, a pesar de los conflictos actuales con el imperialismo norteamericano, mantiene la explotación de petróleo en el país en asociación con las multinacionales extranjeras. Sin embargo, para los estalinistas su gobierno es un paradigma de la resistencia ante el asedio estadounidense.

El estalinismo mundial afirma que Cuba es, al igual que China, un ejemplo de «socialismo», aunque predominen las inversiones extranjeras y los bajos salarios. Una vez más, amparan ese argumento basado solamente en la hegemonía del PCC al frente del gobierno. Si eso definiese el carácter del Estado y de la sociedad, ¿por qué no llamar también «socialistas» a los países capitalistas gobernados por Los “partidos socialistas” , tal como sucede en Europa?

Desde nuestra posición marxista, analizamos las clases sociales en sus relaciones con el Estado y la economía. Esto nos conduce a sostener que Cuba es hoy un régimen capitalista, contrario a lo que afirman sus seguidores en todo el mundo.

VII. Dos estrategias de lucha contra el bloqueo

Como ya enunciamos anteriormente, luchamos contra el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. En este sentido, tenemos un punto de acuerdo con el gobierno cubano y todo el aparato estalinista mundial. Pero es un acuerdo táctico. Tenemos, también en ese terreno, una diferencia global y estratégica con los aparatos estalinistas. De esta forma, abogamos por el fin del bloqueo como parte de un proceso revolucionario antiimperialista, de modo que apoyamos las luchas de los trabajadores en América Latina contra sus gobiernos y el imperialismo.

No luchamos solo contra el imperialismo norteamericano, sino también contra el capital europeo que semicoloniza la Isla.

El gobierno cubano anhela ponerle fin al bloqueo para que las empresas estadounidenses inviertan en Cuba como hacen las españolas, canadienses, francesas e italianas, de manera que esto les permita avanzar en la semicolonización de la Isla.

VIII. ¿Existe un capitalismo de Estado en Cuba?

Algunos sectores de la vanguardia crítica cubana reivindican la presencia en Cuba de un régimen capitalista de Estado. Ante ese posicionamiento, queremos afirmar que, incluso teniendo diferencias importantes, sostenemos dos acuerdos parciales que deben ser valorados.

El primero es que en Cuba nunca se estableció régimen socialista alguno. Como dijimos anteriormente, para avanzar hacia el socialismo se requiere el desarrollo planificado de las fuerzas productivas en escala internacional, hecho que jamás ocurrió. Cuba fue un régimen burocrático en el marco de un Estado obrero y de ahí estableció un giro hacia el capitalismo autoritario. En ese sentido, tenemos acuerdo parcial con la categoría usada por David Karvala al afirmar que en Cuba nunca existió un «socialismo desde abajo».

Sin embargo, esa definición de Karvala no es precisa, porque la estrategia marxista de la dictadura del proletariado, como una democracia de los trabajadores, en la tradición de la Comuna de París y de los siete primeros años del régimen de los soviets en la Revolución Rusa, no es la referencia estratégica assumida por Karvala. Para nosotros si, es la referencia. En la Comuna de Paris , asi como en los siete primeiros años de la revolucion russa eran los trabajadores que dirigian lo estado. No existia un estado arriba y por fuera de los trabajadores.

En la revolucion russa, o novo estado se apoiava nos conselhos (sovietes). Os sovietes locais eram a base desse poder, diretamente ligados aos trabalhadores das fábricas, nos locais de trabalho e moradia.

O objetivo fundamental era vincular a atividades cotidianas das massas com os problemas fundamentais do estado, da economia. Assim, buscavam evitar que a administração dessas questões fossem privilegio de uma burocracia isolada das massas. Os mandatos podiam ser revogados a qualquer momento, os cargos públicos eram eleitos, os salários dos funcionários não podiam ser maiores que os de um operário médio.

Na democracia burguesa, as massas votam a cada 4 -5 anos, individualmente, e o representante eleito faz o que quer até as próximas eleições. Na república soviética, os trabalhadores debatiam cotidianamente os assuntos de estado, elegiam seus representantes que podiam ser revogados a qualquer momento.

Os representantes eram eleitos diretamente: nas cidades, um representante a cada 25 mil, nos campos a cada 125 mil. Todos podiam eleger e ser eleitos, menos os burgueses.  Existia plena liberdade para os partidos presentes nos sovietes. Isso incluía os que estavam no governo (bolcheviques e socialistas-revolucionários de esquerda num primeiro momento), e também os mencheviques e socialistas-revolucionários de direita, até que eles passaram à luta armada contra a revolução e foram ilegalizados.

Ao contrário da democracia burguesa, que divide o poder (executivo, legislativo e judiciário) para que a burguesia possa manobrar e decidir nas sombras, o poder dos sovietes era global e direto.  Os conselhos discutiam, decidiam e aplicavam diretamente suas resoluções.

Os representantes dos sovietes locais se reuniam nos sovietes regionais que também elegiam representantes para o congresso dos sovietes, sempre com revogabilidade a todo momento.

Os trabalhadores russos discutiram e decidiram em seus sovietes

os rumos da economia, da paz e da guerra (incluindo o tratado de Brest-Litovsk), a organização do Exército Vermelho.

Isso nada tem a ver com a democracia burguesa que é na verdade uma ditadura do capital. Podemos imaginar como o povo cubano, ao viver em uma ditadura, tem ilusões na democracia burguesa. E existem diferenças reais , como o direito de se reunir , de se expressar.

Mas a democracia burguesa é também uma ditadura. Os trabalhadores não decidem nada, mesmo com eleições. A burguesia controla as grandes empresas e pode financiar as campanhas eleitorais dos partidos da “situação” e da “oposição”. A burguesia controla os meios de comunicação (TVs, jornais, canais de internet) e pode influenciar diretamente a opinião pública. O povo vota, mas não decide nada. Ganhe quem ganhe, a burguesia é vitoriosa. Mesmo que sejam eleitos os partidos reformistas (como o PT ,  Syriza ou Podemos) , eles já estão domesticados e de acordo com os planos da burguesia.

Na revolução russa, os burgueses foram expropriados e os recursos do país foram postos à disposição dos trabalhadores. O que pesava na discussão era a força das ideias e não do capital. Os partidos burgueses (se não defendessem a luta armada contra o regime) podiam se candidatar, mas não tinham atrás de si a força do dinheiro.

Esse controle dos representantes desde os locais de trabalho e moradia eram a maior expressão dessa democracia operária. Essa é também a melhor maneira de evitar a praga da corrupção, presente em todos os outros estados. Se não existe controle da base e revogabilidade dos representantes, não existe possibilidade de evitar a corrupção.

Como Lenin dizia, comparando a democracia burguesa com o regime soviético: “ A burguesia gosta de qualificar de “livres” , “iguais”, “democráticas” as eleições feitas nessas condições para ocultar que a propriedade dos meios de produção e o poder político seguem em mãos dos exploradores e por isso não se pode falar em liberdade efetiva, igualdade efetiva para os explorados, ou seja para a imensa maioria da população.” (Democracia e Ditadura).

Isso teve uma expressão militar duríssima. O novo estado foi atacado por todos os lados, pelo exército branco e por tropas de 14 países, incluindo as maiores nações imperialistas. E venceu.

Mesmo nessas condições de guerra civil, foi o regime mais democrático para a classe operária e para o povo que a história já conheceu.

Não por acaso, dessa liberdade, dessa efervescência, nasceu uma arte instigante, crítica e muitas vezes genial que marcou a história em vários terrenos. Não existia nenhuma arte “oficial”, na medida em que o estado e o partido bolchevique se negavam categoricamente a isso. Só asseguravam os meios para que todas as correntes florescessem.

No cinema, Eisenstein e Dziga Vertov quebraram a narrativa linear hollywoodiana. Mayakovski e Alexander Blok rompiam as regras da poesia. Nas artes plásticas, Malevich e seu suprematismo refletia a ebulição europeia do surrealismo, expressionismo e futurismo. Nas palavras de Mayakovsky: “Sem forma revolucionária não há arte revolucionária”.

Tudo isso foi destruido com a contrarevolução stalinista, que acabou com a democracia operária. Assim uma burocracia ocupou a direção desse estado, que passou a oprimir diretamente os trabalhadores.

En segundo lugar, tenemos acuerdo con que Cuba es hoy un país capitalista y apoyamos una nueva revolución socialista en la Isla. Pero existe una diferencia global con la definición de «capitalismo de Estado» defendida por David Karvala y otros socialistas que reivindican el análisis de Tony Cliff para la URSS, pues consideramos que esa visión embellece el capitalismo.

Desde ese punto de vista, habría sido el capitalismo el que posibilitó la transformación en Rusia del país europeo más atrasado en la segunda potencia económica y militar del mundo en algunas décadas. Habría sido el capitalismo el que posibilitó las conquistas económicas y sociales de los trabajadores cubanos desde la Revolución hasta la década de los noventa. O sea, el «capitalismo de Estado» sería una forma superior de capitalismo que posibilita un gran desarrollo de las fuerzas productivas y una mejoría cualitativa de la situación de las masas.

Eso choca con la comprensión del capitalismo como un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas y el origen del empobrecimiento del proletariado contenida en El manifiesto comunista. Esta tesis contradice la evaluación de Lenin del imperialismo como fase superior del capitalismo. Al tiempo que contrasta con la teoría de la revolución permanente de Trotsky, que parte de la misma comprensión de El manifiesto comunista y la evaluación de Lenin, si existiera esa fase superior del capitalismo denominada «capitalismo de Estado».

Trotsky respondía a los que caracterizaban a la URSS como capitalismo de Estado al afirmar que:

Frente a nuevos fenómenos, los hombres muchas veces buscan refugio en viejas palabras. Intentos fueron hechos para disfrazar el enigma soviético con el término capitalismo de Estado, que tiene la ventaja de no ofrecer a nadie un significado preciso. Sirvió primero para designar los casos en que el Estado burgués asume la gestión de los medios de transporte y de ciertas industrias. La necesidad de medidas semejantes es uno de los síntomas de que las fuerzas productivas del capitalismo superan el capitalismo y lo niegan parcialmente en la práctica. Pero el sistema sobrevive y permanece capitalista, a pesar de los casos en que llega a negarse a sí mismo (…).

La primera concentración de los medios de producción en manos del Estado conocida en la historia fue realizada por el proletariado a través de la revolución social, y no por los capitalistas a través de los trusts estatizados. Este breve análisis será suficiente para mostrar cuán contradictorias son las tentativas de identificar el estatismo capitalista con el sistema soviético. El primero es reaccionario, el segundo realiza grandes progresos. Calificar el régimen soviético como transitorio o intermediario es descartar las categorías sociales acabadas, como el capitalismo y el socialismo.

Pero esta definición es en sí insuficiente y susceptible de sugerir la falsa idea de que la única transición posible del régimen soviético conduce al socialismo. No obstante, un retroceso para el capitalismo aún es perfectamente posible, una definición más completa sería necesariamente más larga y profunda.

La URSS es una sociedad intermedia entre el capitalismo y el socialismo, en la cual: a) las fuerzas productivas aún son insuficientes para dar a la propiedad del Estado un carácter socialista; b) la tendencia a la acumulación primitiva, nacida de la sociedad, se manifiesta por todos los poros de la economía planificada; c) las normas de distribución, de naturaleza burguesa, están en la base de la diferenciación social; d) el desarrollo económico, al mismo tiempo en que mejora lentamente la condición de los trabajadores, contribuye para la rápida formación de una camada de privilegiados; e) la burocracia, al explotar los antagonismos sociales, se tornó una casta descontrolada, ajena al socialismo; f) la revolución social, traicionada por el partido en el poder, aún vive en las relaciones de propiedad y en la conciencia de los trabajadores; g) la evolución de las contradicciones acumuladas puede llevar al socialismo o lanzar la sociedad al capitalismo; h) la contrarrevolución en marcha hacia el capitalismo tendrá que quebrar la resistencia de los obreros; i) los obreros, al marchar hacia el socialismo, tendrán que derribar a la burocracia. El problema será definitivamente resuelto por la lucha de las dos fuerzas vivas en el terreno nacional e internacional.

Naturalmente, los doctrinarios no quedarán satisfechos con una definición tan hipotética. Ellos gustarían de fórmulas categóricas. Los fenómenos sociológicos serían mucho más simples si los fenómenos sociales siempre tuviesen contornos precisos. Pero nada es más peligroso que eliminar, para obtener precisión lógica, los elementos que ahora contradicen nuestros esquemas y que posteriormente podrían ser refutados. En nuestro análisis tememos, sobre todo, violar el dinamismo de una formación social inédita y sin analogía. El objetivo científico y político que buscamos no es dar una definición concluyente de un proceso inacabado, sino observar todas las fases del fenómeno y destacar de ellas las tendencias progresistas y las reaccionarias, revelar su interacción, prever las diversas variantes del desarrollo posterior y encontrar en esta previsión un punto de apoyo para la acción (A  revolução traida, Leon Trotsky, 1936, Editora Sundermann, página 160).

Ponemos esta larga cita de Trotsky no solo para precisar su rechazo a la categoría de «capitalismo de Estado» enfocada en el análisis de la URSS. Pretendemos también mostrar cómo la caracterización que él hacía de un proceso transitorio y contradictorio era mucho más precisa y dialéctica que la formulación de «capitalismo de Estado». Esa caracterización le permitió a Trotsky dejar en abierto la evolución de la URSS, incluso para la posibilidad de restauración del capitalismo, ocurrida finalmente en los finales del siglo xx.

Esa es exactamente la segunda gran contradicción en la definición de Cuba como un país en el que impera un «capitalismo de Estado». Con la utilización de esa categoría, no habría existido restauración en la década de los noventa. Desde 1959 se instauró un régimen capitalista de Estado y siguió siéndolo sin ninguna transformación cualitativa estructural.

Esa categoría no consigue analizar semejante transformación, y el marxismo presupone unir la teoría con el análisis de la realidad concreta. ¿No ocurrió cambio significativo alguno desde 1959 hasta la década de los noventa? Si bien es cierto que el régimen del PCC sigue existiendo, eso es apenas solo una parte de la realidad. ¿No hubo una transformación completa con la entrada de los capitales europeos y el giro de la economía cubana para el turismo mundial con los grandes hoteles privados, así como el surgimiento de una nueva burguesía a través de Gaesa?

¿No hubo un empobrecimiento general del pueblo cubano, la miseria y las conquistas sociales de la Revolución Cubana? Los avances que los cubanos tuvieron con la Revolución, que posibilitó que resistiesen las ofensivas imperialistas del pasado, ¿no existieron?

Los que defienden la teoría de «capitalismo de Estado» podrían argumentar que la decadencia de Cuba y la crisis actual se deben apenas al fin del auxilio económico de la URSS y al bloqueo económico de Estados Unidos. Pero eso no explica las transformaciones sociales que surgieron en Cuba desde la década de los noventa, incluyendo el ascenso de una nueva burguesía.

El tercer gran equívoco en la teoría del «capitalismo de Estado» es la negación de la economía marxista. La economía capitalista, en la comprensión marxista, es regida por la ley del valor, por el mercado, la oferta y la demanda. ¿Era así en la URSS de la década de los treinta, de la misma forma que en la Rusia de hoy?

Tony Cliff, al no poder responder a esto, intentó un malabarismo teórico, diciendo que existía la ley del valor «en las relaciones de la URSS con el mercado mundial». Sí, pero ¿en el interior de la URSS? Cliff no responde eso porque no tiene respuesta. No existe manera de reivindicar la economía marxista, basada en la ley del valor y la teoría del capitalismo de Estado.

Una vez más volvemos a la comparación de la URSS durante la depresión mundial de 1929, cuando crecía a grandes tasas (porque no era regida por la ley del valor), mientras que Cuba, en la recesión mundial de 2020 (regida por la ley del valor, ya con el capitalismo restaurado), experimentó una caída del 11 % en su PIB. Definitivamente, la teoría del «capitalismo de Estado» no consigue evaluar ni la evolución histórica ni la situación concreta de Cuba en los días de hoy.

IX. La realidad actual de Cuba

Al contrario de lo que afirma la propaganda estalinista, el pueblo cubano vive en condiciones de pobreza generalizada. En diciembre de 2020, el Gobierno de Díaz-Canel llevó a cabo la denominada «Tarea Ordenamiento», que impuso condiciones muy duras a la clase trabajadora, cuyas consecuencias sociales tuvo efectos similares a las políticas de ajuste aplicadas por los gobernantes neoliberales de otros países en la región.

Ese plan pretendía la unificación monetaria y cambiaria existente en Cuba. No obstante, el resultado de su aplicación fue desastroso. El salario mínimo en la Isla es equivalente a 33 dólares al mes, con las mercaderías vendidas a precios semejantes a los de toda América Latina. Se produjo un elevado ascenso en las tarifas del gas, transporte público y energía eléctrica, sumado a una galopante inflación y desabastecimiento generalizado de productos debido a los errores de diseño e implementación, entre otros déficits.

Las mayores beneficiarias con el ordenamiento fueron las empresas dirigidas por los militares y la burguesía cubana. Esta última le dio rienda suelta a la especulación en un escenario favorable para la extensión de esta práctica. La multicausalidad de elementos sociales que caracterizaron ese panorama constituye la base material de la explosión popular ocurrida el 11 de julio de 2021. De ahí que en las calles se notara la presencia mayoritaria de cubanos pobres procedentes de los barrios obreros.

La movilización del 11J no es comparable a las marchas de la clase media de los barrios más ricos que suelen ocurrir en países latinoamericanos, en apoyo a las propuestas de la burguesía y del imperialismo. Desde nuestra militancia internacionalista apoyamos las luchas de los trabajadores contra los planes neoliberales en Colombia y en Chile, así como denunciamos la dura represión de sus gobernantes. De la misma forma, mostramos solidaridad con los manifestantes del 11J y denunciamos la represión del gobierno cubano.

Sin embargo, la movilización del 15N no fue espontánea como las protestas acontecidas en julio de 2021, sino que fue convocada por la plataforma Archipiélago, que apoyada por sectores de izquierda y la derecha proimperialista también resultó duramente reprimida. Para su neutralización el régimen desplegó un poderoso aparato militar, imposibilitando que los convocantes saliesen a las calles. La «democracia popular» existente en Cuba, propagandeada por el estalinismo y sus aliados, no está representada por las bases sociales del país. La población sufre persecución y vigilancia policial, mientras que los que disienten pierden sus empleos, son vigilados y perseguidos por los aparatos de seguridad del Estado.

¿Por qué no permiten la existencia de ningún partido de izquierda? ¿Por qué no permiten la sindicalización libre de la clase trabajadora en Cuba? El gobierno cubano reprime cualquier tipo de oposición, como hizo con la marcha del colectivo LGBTIQA+ ocurrida en mayo del 2019, las protestas del MSI, 27N, 11J, 15N, así como cualquier expresión de protesta que pueda producirse en el espacio público. Las manifestaciones artísticas independientes y todos los actos que la cuestionen también son condenadas. De este modo, la represión política empuja a los que se oponen hacia el exilio o la prisión. Los juicios a que se enfrentan hasta hoy las más de 1000 personas que fueron encarceladas a raíz de las protestas del 11J proponen penas durísimas para los manifestantes que en algunos casos rebasan los 25 años de cárcel.

10. La acción política imperialista sobre Cuba y cómo luchar contra ella

Existe una fuerte disputa entre el aparato estalinista mundial y la propaganda imperialista. Ambos afirman que solo existen dos campos: el «socialista» y el imperialista. Desde la Cuarta Internacional combatimos el imperialismo y el reformismo stalinista. Para eso, utilizamos el método de análisis marxista que no sustituye las clases en lucha por el concepto de «campos progresivos», sino que evaluamos las relaciones entre las naciones en el sistema mundial de Estados y analizamos las situaciones concretas de la lucha de clases.

Por eso combatimos el bloqueo imperialista y nos planteamos el enfrentamiento al escenario capitalista predominante en Cuba de forma independiente a las tácticas empleadas para combatir el imperialismo. Es innegable que la burguesía cubana de Miami se plantea capitalizar la actual crisis. Para eso, fue formado el llamado «Consejo Nacional para la Transición Democrática», que defiende un programa democrático-burgués. En sus bases programáticas se plantean la devolución de las propiedades confiscadas a la burguesía y una completa subordinación económica al imperialismo norteamericano.

La acción del imperialismo ha ganando a una parte de la vanguardia, como fue el caso del Movimiento San Isidro, activistas del 27N y figuras como Yunior García Aguilera, principal dirigente de la convocatoria del 15N, quien huyó de Cuba ante el acoso del Gobierno y apareció públicamente vinculado a la derecha española. Por otro lado, el aparato estalinista también actúa para quebrar a esa vanguardia con prisiones, procesos y difamaciones. Además, presiona ideológicamente con la farsa de que todas las movilizaciones son «subvencionadas por el imperialismo». De ahí que muchos de los activistas que participaron del 11J se negaron a apoyar la movilización del 15 de noviembre.

Felizmente, no existen solamente los grupos que apoyan al imperialismo o aquella que capitula ante el régimen estalinista. Un sector de esa vanguardia está contra las maniobras estadounidenses y se enfrenta también al gobierno cubano.

Es importante rescatar un criterio marxista de intervención en luchas democráticas. Frente a movilizaciones populares como la del 11J, apoyamos a los trabajadores polemizando contra las maniobras imperialistas.

El imperialismo buscará capitalizar este tipo de crisis en función de sus intereses. Así lo hizo en China durante los sucesos de Tiananmen y no por eso era equivocado apoyar la lucha de la juventud de ese país en reclamo de mayores libertades democráticas.

De la misma forma, el imperialismo trató de aprovecharse de las revueltas civiles contra las dictaduras estalinistas en Hungría (1956), Checoslovaquia (1968) y Polonia (1980), que fueron masacradas por la represión partidocrática gubernamental.

El carácter democrático progresivo de esas movilizaciones no cambia por las tentativas imperialistas de manipulación. La única forma de luchar contra la influencia del imperialismo sobre esas luchas democráticas es ser parte de esas movilizaciones y establecer una disputa contra tales maniobras. La otra alternativa es entregar al imperialismo la dirección de esas batallas.

La única manera de luchar seriamente contra las tentativas de la burguesía es tomar partido en ellas y combatir contra el programa de la derecha para Cuba.

Si negamos esas batallas, las dejamos en manos de los grandes aparatos que las disputan. La izquierda que capitula al estalinismo hace un favor al imperialismo, con tales posicionamientos aumentan el peso de la burguesía cubana radicada en Miami y sus aliados proestadounidenses. Los estalinistas y reformistas aliados de la elite cubana en el poder tienen una coherencia contrarrevolucionaria en su posición de negar apoyo a las movilizaciones de las masas, al tiempo que manifiestan su aprobación a la represión del Estado contra el pueblo trabajador.

Aquellos que se reivindican trotskistas y no apoyan las movilizaciones de masas carecen de completa coherencia política e ideológica. No apoyar las movilizaciones populares como la del 11J en Cuba por afirmar que se trata de «maniobras del imperialismo» constituye una ruptura con el marxismo y una capitulación frente al poder del aparato estalinista mundial.

El gobierno cubano consiguió evitar las movilizaciones del 15N a través de la represión y el uso de un desproporcionado dispositivo militar. La vanguardia organizadora de esa movilización sufrió una fuerte derrota en sus intentos por lograr sus propósitos. No obstante, la realidad ha seguido su curso. La crisis económica producto de la restauración capitalista continúa profundizándose, así como la miseria de las masas, que se expresa en la ruptura de los trabajadores y la juventud cubanos con la elite política en el poder. La represión ocurrida el 15N solo profundiza el odio popular contra la clase gobernante.

11. ¿Adónde va Cuba?

En Cuba se está gestando otra gran explosión contra el mando burocrático-militar de la elite gobernante. El apoyo de la izquierda proestalinista a ese modelo arroja en los brazos del imperialismo la formación de alternativas democráticas en Cuba. Eso puede llevar a que la caída del sistema político termine siendo capitalizada por direcciones imperialistas, como ocurrió en la Rusia de Boris Yeltsin, pero ahora a través de la burguesía proimperial radicada fundamentalmente en Miami.

Desde nuestra posición marxista proponemos exactamente lo opuesto: luchar contra la oligarquía cubana como parte de una estrategia socialista internacional y antimperialista. Esto nos hace partidarios de una nueva revolución socialista, reestatizando las empresas privatizadas, incluso las que están en manos del imperialismo europeo, con una planificación de la economía y el control directo de los trabajadores. Por ende, anhelamos una democracia obrera en Cuba, opuesta a la dictadura estalinista, que tenga su esencia en la participación de los trabajadores en todas las decisiones fundamentales y estratégicas de la Isla.

Los activistas de izquierda que defienden el modelo cubano pensando que a pesar de los errores, el gobierno defiende las «conquistas de la Revolución Cubana», deben reflexionar y repensar en las consecuencias provocadas por los partidos comunistas en su defensa de modelos burgueses que han degenerado en el autoritarismo, como han sido los casos de China, Venezuela, Irán, Siria, Rusia y Nicaragua.

El régimen cubano no representa los intereses de un Estado obrero burocratizado, sino protege su alianza con las grandes empresas europeas, ganancias y privilegios. Apoyar el modelo estalinista significa fortalecer esa visión de los «campos progresivos» que ignora las clases sociales y los aportes fundamentales del marxismo.

Desde la Liga Internacional de los Trabajadores, defendemos a la clase obrera y la juventud cubana. Creemos en su lucha legítima, justa y necesaria. No puede negarse la realidad existente, marcada por una profunda desigualdad económica y la existencia de un escenario represivo contra las libertades democráticas. La verdadera manera de defender el socialismo es abogando por una nueva revolución socialista y popular.


Notas:

[1] José Luis Rodríguez y George Carriazo Moreno: Erradicación de la pobreza en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1987.

[2] Edgardo Lander: Crisis civilizatoria. Experiencias de los gobiernos progresistas y debates en la izquierda latinoamericana, Editorial Universitaria: CALAS Maria Sybilla Merian Center, 2019.

[3] Ivette García González: «Corrupción y crisis sistémica en Cuba», en Cuba X Cuba. Laboratorio de pensamiento cívico, el 6 de septiembre de 2023, disponible en https://www.cubaxcuba.com/blog/corrupcion-crisis-sistemica-cuba

Colombia: Poder constituyente, obrero e independiente, para enfrentar el régimen político y la corrupción

Por Partido Socialista dse los Trabajadores – Colombia

Ha terminado el mes de mayo, quedando planteado otro capítulo del pulso entre el gobierno y la oposición. Indudablemente el primero de mayo significó un respiro para el gobierno. Tanto la masividad de la movilización como su propio discurso, parecían torcer a su favor el pulso contra la oposición burguesa de derecha. Pero más pronto que tarde las cosas se volvieron a complicar.

Los escándalos de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) que involucran a altos cargos del gobierno en apropiación de dineros públicos, sobornos y favorecimientos en contratación, muestran que la corrupción además de ser un cáncer inherente al capitalismo y a la práctica burguesa de la política en general; muestra ser un rasgo que ha acompañado al régimen político colombiano desde hace mucho tiempo. La cínica frase del expresidente Turbay de pretender “reducir la corrupción a sus justas proporciones” muestra la actitud de la burguesía tradicional en el poder.

Que bajo el gobierno de Petro continúe esta corrupción, no sólo muestra esta naturaleza corrupta burguesa, sino que muestra otro de los problemas de su política de conciliación con la burguesía, pues han sido los representantes de los viejos (y no tan viejos) partidos burgueses quienes aparecen salpicados por los escándalos. Es una más de las nefastas consecuencias de gobernar con la burguesía y sus políticos. Petro se lava las manos sin asumir la responsabilidad de entregar al clientelismo los cargos que les permitieron el acceso a los recursos a cambio de una efímera gobernabilidad.

Además, el proyecto central del gobierno, su paquete reformas, continúa mostrando sus límites. El nuevo modelo de salud del magisterio, que prometió superar los males del régimen especial, también se presentó como la “prueba piloto” de la reforma a la salud que no ha podido sacar en el Congreso. Pero de nuevo, el gobierno se estrella no solamente con la vieja corrupción, el sabotaje de quienes se han enriquecido a costa de la salud del magisterio; sino con la implementación improvisada que arrancó con varios cabos sueltos que no han logrado resolver sobre la marcha. Esto es particularmente grave para el gobierno, no sólo porque ha sido festín de los medios, que hoy aparecen muy “preocupados” por la salud del magisterio, sino que se extiende el descontento en un gremio que fue clave en su elección presidencial, y base del mayor sindicato del país.

Tanto la corrupción, la violencia y el poder de los privados muestran que la política reformista de Petro no logra hacer mella en la muralla del régimen autoritario y sanguinario colombiano. Ante esto, Petro viene invocando el llamado poder constituyente, es decir la voluntad del pueblo para ejercer según su voluntad el poder. Esto ha dado mucho de qué hablar en las últimas semanas, tanto de una convocatoria a Asamblea Constituyente, como rumores de cierre del congreso y reelección.

Pero así como ha invocado la movilización, el poder constituyente del que habla Petro, aparece como una nueva forma de llamar al apoyo popular a sus reformas y de disuadir a la derecha de aventurerismos golpistas. Durante su gobierno, los llamados a movilizaciones de respaldo, si bien ha logrado algunas manifestaciones importantes, como la del primero de mayo pasado, también muestra que hoy no logra despertar el entusiasmo y la determinación de lucha expresados durante el Paro Nacional del 2021.

Un llamado a desatar el “poder constituyente”, pero imponiendo los límites del apoyo a las reformas, mantiene al gobierno y a las masas presas del mismo problema: los límites que impone el régimen político reaccionario y los intereses de la propia burguesía, dentro y fuera del gobierno. Tampoco una constituyente amarrada a los acuerdos de paz con las FARC en 2016 desatará el problema de los obstáculos que impone el régimen y la burguesía a las reivindicaciones históricas democráticas y sociales en el país.

Convocar el “poder constituyente” y una Asamblea Nacional Constituyente coincide con la necesidad de destrabar la lucha y la organización de los trabajadores y las masas. Pero esta no debe estar amarrada al apoyo al gobierno y sus reformas, sino que debe plantearse clara y abiertamente la destrucción del régimen político autoritario y tomar en sus manos la reforma agraria radical, el no pago de la deuda externa, el desmonte de las privatizaciones y la expropiación de los grandes capitales, entre otras medidas estructurales necesarias.

En lo inmediato no basta con destituir a cada funcionario que se le va comprobando la corrupción, Petro mientras denuncia a la oligarquía sigue intentando conciliar con ellos y gobernar con ellos, como se dice coloquialmente “puso al ratón a cuidar el queso” y luego se sorprendió de que se lo haya comido. Desde luego los presidentes de Senado y Cámara así como todos los implicados deben renunciar. Pero más que eso, es necesaria la salida inmediata de todos los ministros de la burguesía, y en especial la salida de todos los funcionarios puestos como cuotas de partidos tradicionales -burgueses-, que están repartidos en todas las instituciones del Estado. Además de salir de toda esa maquinaria es necesario que en las empresas estatales e instituciones haya control por parte de los trabajadores y los usuarios, conformando comités de empresa y de usuarios, elegidos desde la base; de lo contrario estos casos de corrupción se seguirán repitiendo.

Comité Ejecutivo del Partido Socialista de los Trabajadores
5 de junio de 2024

Ecuador: un Narcoestado en anfetas

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Publicamos este artículo de la Revista Crisis del 3 de junio último. «Crisis» es una revista digital, que nació con el objetivo de presentar una nueva referencia de izquierda en Ecuador. Con esta publicación concretamos una colaboración entre los dos medios, a través de intercambio de artículos.

Daniel Noboa y Cia. -como debería llamarse la República Bananera del Ecuador- continúa profundizando el sometimiento al imperialismo financiero yanqui. Este 31 de mayo, paralelamente a anunciar el mismo día la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles -vaya coincidencia-, el directorio del FMI dio luz verde al desembolso de USD 4.000 millones adicionales al Ecuador, en un periodo de 2 años.

El Ecuador sobrepasó su capacidad de endeudamiento regular en 2020, después de que Lenín Moreno haya contratado un paquete de deuda por USD 6.500 millones, con el pretexto de la reactivación económica y necesidad de asistencia a causa de la pandemia. Actualmente y por darse en circunstancias excepcionales -por sobrendeudamiento- tres cuartas partes de la nueva contratación de deuda se utilizarán para pagar la deuda previamente adquirida. Previo a Noboa, Guillermo Lasso había continuado con la contratación de deuda -única constante en la historia económica del país- con nuevos paquetes contratados: USD 700 millones adicionales con el FMI en 2022 y USD 200 millones con la CAF en 2023.

La tan aclamada deuda e(x)terna, con la que malabarean y se benefician todos los gobiernos de turno, incluye ahora el logro de Noboa de incrementar el IVA del 12% al 15%, que en términos relativos a los ingresos afecta mayoritariamente a la clase trabajadora.

Este presupone ser el tercer intento de la clase empresarial de imponer las reformas antipopulares que las instituciones financieras del imperialismo imponen sobre las economías dependientes y periféricas. En este sentido, Noboa habría cumplido con dos de las condicionalidades centrales que se le han impuesto al Ecuador: subida del IVA y eliminación de subsidios. Los gobiernos anteriores han intentado cumplir estas condicionalidades, que han despertado sus respectivos estallidos sociales y populares en Octubre de 2019 y Junio de 2022. Las condiciones actuales de la organización popular, conjuntamente con un estado de depresión social –similar al estado emocional que vivió el pueblo durante la pandemia- prácticamente constituyen un estado de indefensión que muy probablemente impida una movilización popular masiva. Al menos por el momento.

En la actualidad y gracias al círculo vicioso de la deuda, el Ecuador bordea los USD 90.000 millones entre deuda externa pública -con instituciones crediticias-, deuda privada -con tenedores privados de bonos del Estado, en su mayoría ecuatorianxs con fortunas en paraísos fiscales- y deuda pública interna -en su mayoría con el IESS-, que equivale a más del 75% del PIB. En términos generales, resulta inconstitucional que el Ecuador rebase el límite impuesto del 40% relativo al PIB, mientras también ha sobrepasado los mecanismos regulares de endeudamiento con FMI. Esto significa que un default en un mediano plazo resulta inevitable y lo que se intenta actualmente es retrasar ese momento al máximo posible, para seguir aprovechando el desfalco del Estado y provocar una crisis autoinducida que desemboque en la privatización de los sectores públicos.

Mientras tanto, Noboa pretende mantener a flote un “proyecto” de país que, según estimaciones del propio FMI, en 2024 crecerá un ridículo 0.1%. Contrario a la cortina de humo que vende Noboa bajo la ilusión de la “generación de empleo”, las condiciones de la clase trabajadora nunca han sido tan precarias. Mientras el país se hunde en el desempleo, la precarización y la violencia -de la que se beneficia directamente el grupo económico al que pertenece el presidente-, Noboa se hunde en una serie de falacias insostenibles. La profundización de la deuda externa simplemente nos subyugará aún más a la lógica del capitalismo decadente y terminal que trata de sostener el Norte global.

Como es evidente, el gobierno empresarial no generará ningún mecanismo para el cobro de las deudas millonarias que su clase tiene con el SRI. Solo el Grupo Noboa debe alrededor de 100 millones de dólares al Estado. En la carta que Juan Carlos Vega -el Ministro de Finanzas- envió al FMI, colocó entre los compromisos la eliminación gradual al impuesto a la salida de divisas, perjudicando considerablemente a la liquidez del país, así como también facilitará la fuga de capitales del crimen organizado y la calse empresarial –que comúnmente son lo mismo-. Mientras tanto, el FMI le da palmaditas en la espalda al bananero presidente por el alza del 3% al IVA, que recae principalmente sobre los hombros de la clase trabajadora.

Por otra parte, el gobierno del Ecuador también promete a los organismos multilaterales en su carta, intensificar la explotación petrolera. La visión lumpenezca de la burguesía nacional sostiene a la sociedad ecuatoriana en un permanente estado de miseria, perpetuando la lógica primario exportadora. Claro que al presidente Noboa le ha ido muy bien exportando banano y cocaína a todo el mundo, a costa del bienestar del pueblo y la clase trabajadora, cada vez más precarizada y expuesta a un sinnúmero de expresiones de violencia sistémica. En el país sobra la violencia y falta la comida, la educación y el trabajo.

Otra de las promesas que los gobiernos de turno han hecho al imperialismo financiero, es la famosa reforma laboral, medida soñada por el empresariado nacional. Lxs trabajadores han sido atacadxs desde hace más de 10 años con enmiendas, acuerdos, decretos y mandatos. Primero se mutiló el derecho a la huelga, después se crearon nuevos regímenes de contratación, quitándole a millones de trabajadorxs los derechos del Código de Trabajo. Durante la pandemia, la Ley de Apoyo Humanitario permitió despidos sin indemnizaciones y generalizó los contratos ocasionales. Lasso intentó meter una ley integral donde se contemplaba una brutal reforma laboral, que no logró pasar, aunque varios puntos se resolvieron vía Acuerdo Ministerial, como la flexibilización de la jornada laboral. En el periodo bananero, el gobierno intentó imponer sin éxito el trabajo por horas, y la Ministra Núñez se ha referido al Código de Trabajo como “el libro gordo de Petete”.

Por otro lado, pero en relación con el ataque a lxs trabajadorxs, esta semana las corporaciones de comunicación han prestado un inusual interés en el contrato colectivo de CNEL, en una intensa campaña de desprestigio al sindicalismo. En este momento el interés central es lograr privatizar todo el sistema de producción y distribución de energía eléctrica del país, y definitivamente trabajadorxs organizadxs y que gozan del derecho a la contratación colectiva, no convienen en el mercado. El proyecto neoliberal exige la privatización de las empresas estratégicas del Estado, por lo mismo, la burguesía en el poder se ha dedicado por años a autosabotearlas, los apagones son testimonio de ello. Ahora, después de cumplir la primera misión en el camino a la privatización, intentan descalificar en la opinión pública a sus trabajadorxs y a la organización sindical, para arremeter en su contra a vista y paciencia de la gente.

A 6 meses del gobierno de Noboa, el discurso de la guerra contra el terrorismo se cae. La gente no siente más seguridad, lo que siente es más hambre y miedo. Si bien los índices de violencia bajaron los primeros dos meses, el famoso Plan Fenix no ha logrado controlar la seguridad interna. Lo que sí ha logrado es precarizar aún más -aunque suene increíble- la vida de lxs PPLs, someter a los jóvenes de sectores populares y arremeter en contra de territorios de Pueblos y Nacionalidades, como es el caso de Palo Quemado y las Pampas en Cotopaxi. Este gobierno, como sus antecesores solo han sabido repartir miedo y miseria, mientras crecen sus bolsillos lacayos.

Mientras el país se encuentra en llamas, Daniel Noboa intenta vender la imagen de que apaga un incendio forestal -causado por él mismo- con un solo balde de agua fría llamado FMI, pagando deuda con más deuda, y así sucesivamente. Este es el verdadero significado de un círculo vicioso. Sabemos que cuando se hunda el barco, la clase narcobananera escapará a sus tan aclamados paraísos fiscales, como ratas en un naufragio. La República Bananera, además de imponer la violencia, el crimen organizado, la precarización laboral y un éxodo masivo a EE.UU., insiste en demacrar todavía más al Ecuador. Somos un Narcoestado en anfetas.

Chile: Sobre la prisión preventiva de Daniel Jadue

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Por Movimiento Internacional de los Trabajadores – Chile

Hoy la jueza Paulina Moya decretó la prisión preventiva en contra de Daniel Jadue, alcalde de Recoleta del Partido Comunista, y de otros imputados en el caso “Achifarp”. Daniel Jadue y otros funcionarios de la municipalidad de Recoleta son formalizados (se les comunica los hechos por los que están investigados) por una serie de supuestos delitos relacionados a la compra de insumos médicos de la empresa Best Quality durante la pandemia. Los delitos imputados son estafa, administración desleal, cohecho, fraude al fisco y delito concursal. Un resumen del caso puede ser encontrado aquí.

Frente a esa situación, el Partido Comunista, otras organizaciones de izquierda y muchos activistas salieron a defender al alcalde. Los que defienden a Jadue plantean que el alcalde estaría sufriendo una persecución política debido a su rol destacado en “cuestionar” el neoliberalismo chileno a través de sus iniciativas como las farmacias populares. En el mismo sentido, plantean que la persecución política se da en las vísperas de las elecciones municipales, lo que podría significar un duro golpe al Partido Comunista. Lo que más impresiona en la discusión, en el ámbito de la izquierda, es que casi nadie discute los indicios de corrupción que la fiscalía dice que realmente existen.

La justicia es burguesa

En primer lugar, debemos aclarar que no tenemos ninguna confianza en la justicia burguesa. Sabemos que la justicia tiene un carácter de clase, que las leyes son hechas a la medida de los grandes empresarios y que los jueces, fiscales y todo el aparato judicial están al servicio de los dueños del país. Hemos visto innumerables casos de impunidad de políticos, militares y empresarios corruptos y violadores de los DDHH en las últimas décadas. Hace pocas semanas vimos como Cathy Barriga, acusada de estafar en más de 30 mil millones de pesos al municipio de Maipú, salía sonriente de los tribunales con una medida cautelar de prisión domiciliaria. Otro caso reciente es el de Luis Hermosilla, abogado muy cercano al gran empresariado y responsable por innumerables delitos, que pudimos escuchar a través de sendos audios hace unos meses y que actualmente sigue paseándose libremente por las calles. Para los jueces, Hermosilla y Cathy Barriga no son un peligro para la seguridad de la sociedad, ¿pero Jadue sí? Por otro lado, vimos cómo muchos jóvenes de primera línea quedaron en prisión preventiva durante años, varios sin pruebas en su contra, o como líderes mapuche son detenidos simplemente por luchar por sus tierras.

Identificar el carácter parcial y de clase de la justicia, sin embargo, no nos puede llevar a defender automáticamente a cualquier político que supuestamente critique al sistema y tome medidas progresistas, como es el caso de Daniel Jadue. Los indicios que existen contra Jadue y los funcionarios de la antigua Asociación de Farmacias Populares son varios y deben ser investigados a fondo. Queremos preguntar a los que defienden a Daniel Jadue: ¿no es necesario investigarlo? ¿En la  “izquierda” es imposible que  exista corrupción? Porque la justicia burguesa no castiga a los corruptos de la derecha, ¿debemos defender la libertad a los posibles corruptos de la “izquierda”?

El Partido Comunista administra el Estado burgués

Como escribimos anteriormente, la tesis defendida por Daniel Jadue y sus seguidores es que el alcalde estaría sufriendo una persecución política. Aquí vale recordar que el Partido Comunista hoy administra el Estado burgués. El Partido Comunista, junto al Frente Amplio y al Partido Socialista, son hoy los grandes responsables de perseguir políticamente a los luchadores y luchadoras sociales. Son los responsables por aprobar leyes que criminalizan las tomas de terreno, son responsables por la prisión de líderes mapuche (entre ellos a Héctor Llaitul, que hoy inicia una huelga de hambre), por la militarización de la Araucanía, por las enormes inversiones en el aparato de seguridad del Estado burgués. El Partido Comunista no es una víctima del Estado burgués, el PC codirige este Estado. La tesis de que Jadue, una figura del PC, estaría sufriendo persecución política por ser un gran opositor al “neoliberalismo” o al gran empresariado es, como mínimo, muy cuestionable.

Las medidas reformistas como las ópticas populares, farmacias populares, etc., si bien pueden haber beneficiado a sectores de la población durante un tiempo, no rompen con la lógica del mercado capitalista. Por un lado, tienden a tener vida corta debido a la imposibilidad de competir con las grandes empresas en el mercado. Por otro, no poseen mecanismos de control popular, lo que facilita la corrupción. Jadue no es un socialista ni un enemigo del libre mercado. Es un político reformista que intenta amortiguar el capitalismo neoliberal chileno mientras su partido, en gran escala, toma medidas que profundizan este mismo capitalismo neoliberal.

El oportunismo del PTR, una posición absurda

El hecho de que muchos activistas defiendan a Jadue es comprensible. La mayoría de los activistas de izquierda no creen que es posible destruir el Estado burgués y construir otra sociedad. Piensan que lo mejor que podemos tener son políticos progresistas como Jadue que busquen mejorar el capitalismo.

Sin embargo, no podemos entender la posición de organizaciones que se dicen independientes e incluso “trotskistas”, como el Partido de los Trabajadores Revolucionarios.

Desde el inicio de la persecución judicial en contra de Jadue, el PTR ha defendido al alcalde comunista. En sus distintas publicaciones, se limitan a decir que la persecución en contra de Jadue es una persecución “en contra de la izquierda” y simplemente no discuten las imputaciones en su contra. ¿Cómo el PTR puede igualar la persecución a Jadue, un político burgués acusado de corrupción, a la persecución que hace el mismo Partido Comunista en contra de Héctor Llaitul? ¿O a la violenta criminalización del Estado y la justicia en contra de las tomas?

El PTR perdió completamente la brújula de clase y pasó a ver el mundo con los lentes de la izquierda estalinista, que divide la sociedad en campos, donde de un lado estaría la derecha mala y proempresarial y del otro lado estaría la “izquierda” progresista y perseguida. Esta posición sólo puede explicarse por una capitulación total del PTR al Partido Comunista debido a la necesidad de disputar sus bases en las universidades y sectores medios, donde el PTR actualmente se construye.

Y van aún más lejos. Su dirigente Dauno Tótoro dice: “La medida desproporcionada que reafirma el carácter político de este juicio. Por la denuncia de una empresa corrupta pasan por encima del voto popular y deja de ser alcalde. Exigimos su libertad y sobreseimiento inmediatamente«. Con este argumento, deberían haber defendido a Piñera cuando millones exigíamos su destitución. El argumento de que Piñera había sido elegido democráticamente y por eso no debería ser destituido era el principal argumento de la derecha para defenderlo. O sea, un argumento absurdo y totalmente adaptado a la democracia burguesa. ¿Un alcalde corrupto no puede ser destituido, aunque sea por la justicia burguesa, si se comprueban las acusaciones en su contra? ¿Por qué no debemos utilizar el mismo criterio con los alcaldes de derecha? Plantear el sobreseimiento de Jadue sin una investigación a fondo del caso es defender a un posible político corrupto y a sus cómplices por el solo hecho de “ser de izquierda” y tomar medidas progresistas.

Por una política independiente de los trabajadores

La clase trabajadora, los sindicatos, las organizaciones estudiantes y activistas no podemos salir en defensa de Jadue ni de nadie si no hay una investigación acabada y en la que confiemos. Si el Partido Comunista está seguro de que Jadue es inocente, lo que debe hacer es organizar una comisión independiente y popular paralela a la justicia burguesa, invitando a personalidades de moral intachable, dirigentes sindicales independientes, intelectuales, etc., para que puedan investigar a fondo las acusaciones contra Jadue y sus funcionarios. Evidentemente el PC no va a hacer eso, porque está totalmente adaptado a la democracia burguesa, aunque en su discurso la critique. Su doble moral es evidente, ya que por un lado llama a respetar la justicia burguesa que persigue a líderes mapuche, pero por otro lado quiere hacernos creer que esa justicia es “injusta” porque persigue a sus militantes.

Desde el MIT nos pondremos a total disposición de luchar en defensa de Jadue si una comisión independiente demuestra que Jadue está sufriendo una persecución política. Sin embargo, esto no está comprobado. Por ello, decimos a los trabajadores y jóvenes: nuestra tarea hoy no es defender a Daniel Jadue, si no seguir luchando en contra del sistema capitalista que el PC defiende.

El Estado de Israel ataca el campo de refugiados de Rafah y quema vivos a mujeres y niños

Al menos 45 personas murieron en el campo de refugiados de la ONU en Rafah, la mayoría mujeres y niños; más de 200 fueron asesinados en otras áreas“humanitarias”.

Por: Redacción – PSTU Brasil

Un bombardeo de las fuerzas armadas del Estado de Israel contra un campo de refugiados de la UNRWA (Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos), este domingo 26, en el campo de Tal as-Sultan, en la región de Rafah, al sur de Gaza, mostró, una vez más, el carácter genocida del Estado sionista y su objetivo de imponer una “solución final” exterminando a la población palestina.

Las escenas de destrucción que la propia ONU catalogó como un “infierno en la Tierra” son impactantes y recuerdan las escenas más crueles de guerra, como los ataques con napalm llevados a cabo por EE.UU. en la guerra de Vietnam, matando a ancianos, mujeres, niños y bebés. Esto se debe a que parte de los refugiados murieron quemados debido a los incendios provocados por los bombardeos de las fuerzas sionistas.

Las imágenes de un niño palestino decapitado también repercutieron, en contraposición a las noticias falsas difundidas por el Estado de Israel, según las cuales los palestinos habían “decapitado a bebés” el 7 de octubre. Este domingo, sin embargo, no se trataba de fake news, sino de la realidad de una barbarie, documentada en vivo para todo el mundo.

Al menos 45 personas murieron en este ataque a Rafah, la mayoría mujeres y niños. 

Genocidio

No es casualidad que las víctimas de este ataque del Estado de Israel fueran civiles, mujeres y niños. El Estado sionista, contraviniendo incluso la legislación internacional sobre conflictos, obligó al desplazamiento de la mayoría de la población de Gaza hacia el sur. El propio campo de refugiados de Rafah estaba en lo que Israel clasificó como una “zona humanitaria”. 

La carnicería promovida por el Estado de Israel este domingo ha aumentado la ola de indignación contra el Estado sionista en todo el mundo. “Nunca olvidaremos las imágenes de Rafah esta noche. Se quemaron vivos y se dilaceraron seres humanos, incluidos bebés. Este genocidio debe terminar, debe acabar ahora”, divulgó la organización Jewish Voice for Peace [Voces Judías por la Paz], entidad judaica internacional que se opone al genocidio perpetrado en Gaza.

La masacre en Rafah se produce dos días después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya ordenara el fin de cualquier ataque en Rafah. Pese a ello, el Estado de Israel no sólo bombardeó el lugar, sino que llevó a cabo 60 ataques en 48 horas contra refugiados en diferentes zonas, como Jabalia, Nuseirat y Ciudad de Gaza, asesinando a otras 160 personas.

Además de los bombardeos, la población de Gaza viene sufriendo el cerco y el embargo impuesto por el Estado sionista. Hay informes de muertes de niños por desnutrición, además de la falta de suministros médicos, agua, higiene y todos los artículos de primera necesidad.

Solidaridad internacional

El ataque a los campos de refugiados de este fin de semana, y en especial la barbarie promovida en Rafah, refuerza la importancia de la movilización internacional para un alto el fuego inmediato, el fin del genocidio y la lucha contra el Estado genocida de Israel. Es necesario ampliar el aislamiento internacional del gobierno criminal de Netanyahu y del Estado de Israel, y esto implica exigir que los gobiernos, incluido, en el Brasil, el gobierno de Lula, rompan todas las relaciones diplomáticas, comerciales y militares con ese Estado.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 27/5/2024.-

Traducción: Natalia Estrada.

Brasil: El PSTU cumple 30 años

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Este 5 de junio, el PSTU del Brasil cumple treinta años. A lo largo de este tiempo atravesó coyunturas diversas, desde la avalancha neoliberal del gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC) a los gobiernos de conciliación de Lula y Dilma y toda la “ola rosa” que cruzó América Latina, hasta el retorno de la derecha tradicional al poder con Temer, y la extrema derecha bolsonarista.

Mantuvo algo que no tiene paralelo en la izquierda: la coherencia de permanecer de forma incondicional al lado de la clase trabajadora. Sin capitular a ningún gobierno o dejarse llevar por el canto de sirenas del aparato del Estado, en la lucha por la revolución socialista.

El PSTU es hoy, una vez más, vos resistente a un gobierno burgués de conciliación. Pero en una coyuntura mucho más compleja, en que la ultraderecha se fortalece alimentándose de los ataques y políticas neoliberales y entreguistas, principalmente de los gobiernos de conciliación y de aquellos que se presentan como izquierda, pero gobiernan para la burguesía.

Junto con eso, sufrimos con el rebajamiento y la decadencia cada vez más profunda del país. Por eso, el PSTU defiende la construcción, junto a los trabajadores y el pueblo pobre, de una oposición de izquierda, socialista y revolucionaria, que pueda ser un verdadero contrapunto, realmente antisistema, para cambiar de hecho la vida de la mayoría del pueblo, y derrotar de una vez a la extrema derecha.

El socialismo no es una utopía ni un sueño distante. Es una necesidad, para ayer. Y es el objetivo por el cual existimos, y por el cual tantos camaradas ya dieron sus vidas.

PSTU, 30 años en la lucha por la revolución socialista y por un futuro comunista para la humanidad, sin ningún tipo de explotación ni opresión.

Traducción: Natalia Estrada.

Daniel Noboa: el muñeco de cartón

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Publicamos este artículo de la Revista Crisis del 27 de mayo último. «Crisis» es una revista digital, que nació con el objetivo de presentar una nueva referencia de izquierda en Ecuador. Con esta publicación concretamos una colaboración entre los dos medios, a través de intercambio de artículos.

Existe un creciente descontento popular con la gestión de Noboa, quien cae al casi 55% de desaprobación. La gente se está hartando. Por un lado los sectores populares atestiguan en sus propias experiencias, que las condiciones materiales de vida no logran estabilizarse a pesar de las promesas y la fantasía en la que vive el primer mandatario, sino que por el contrario, la vida parece una continua precarización. Noboa no solo se ha dedicado a replicar casi a copia y calca los errores discursivos y políticos de su predecesor -el banquero presidente-, sino que los agudiza.  Como Lasso, Noboa no logró imponer por medio de consulta popular su plan perverso, sino que además ha insistido en una supuesta necesidad de eliminación subsidios, intención que casi le cuesta a Lasso su mandato en Junio de 2022. Si bien ahora mismo existe una notable depresión social generalizada, que podría llevar a un estado de indefensión, también crece poco a poco la rabia y la hostilidad entre los sectores populares, que bien podrían decidirse por salir a las calles frente a un nuevo intento de eliminación de subsidios. La gente está harta de que el poder juegue con el presente y futuro de sus hijxs.

La democracia empresarial parece caer cada vez más en una profunda decadencia. Mientras durante el gobierno de Guillermo Lasso, este ni siquiera se dignaba a dar la cara por sus atroces medidas antipopulares, Daniel Noboa se auto vanagloriaba el pasado 24 de mayo, frente a una Asamblea Nacional que continúa con el tan característico acolitismo político. Ahora que ya pasaron consulta popular y referéndum, el pacto de gobernabilidad en el Legislativo continúa. En 27 minutos, Noboa abundaba de una autocomplacencia hacia el modelo del “Nuevo Ecuador”, intentando pintar una imagen de vuelta a la institucionalidad, avances imaginarios en el combate al crimen organizado, y la ilusa imagen de haber creado empleo en los últimos 6 meses. Nada se encuentra más lejano a la realidad material del Ecuador.

Según Noboa, en su paupérrima actuación como presidente implementó en 6 meses lo que no se logró “ni en 10 años”. Se trata de tan solo una más de las facetas delirantes del magnate bananero, de cuyos cargamentos, casi un 60% de contenedores se encuentran contaminados con narcóticos, de acuerdo a una investigación del propio Teleamazonas en septiembre de 2023. Tan solo dos días después del Informe a la Nación de la República Bananera, el 26 de mayo fueron decomisadas 2,5 toneladas de cocaína en el puerto de Guayaquil, que tenían Rusia como destino. No hace falta mucha imaginación para especular en qué tipo de producto se encontraban.

De los más de 100.000 empleos que Noboa imagina haber creado desde noviembre de 2023, el propio INEC contradice estas cifras estrafalarias, indicando que efectivamente se perdieron aproximadamente 143.000 empleos entre el último trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Daniel Noboa le miente en la cara a un país entero, demostrando que la clase empresarial no representa a nadie más que a sus propios intereses y bolsillos, sin importarle el costo en las vidas del pueblo. La única conclusión posible del show que representó el Informe a la Nación de Noboa, es que la República Bananera representa al gobierno de la mentira y el engaño.

Al mismo tiempo y obviando que absolutamente nadie excepto él mismo parece entender el supuesto “Plan Fénix” -anunciado en un principio por Jan Topic- declara una “segunda fase” de dicho plan. Aparte de la multiplicación de las masacres en Manabí, El Oro y Guayas, no se ha sentido mayor mejora gracias a tan renombrado Plan Fénix. Cada momento del gobierno de Noboa parece consistir en una puesta en escena puramente mediatizada, por lo que este plan se queda en el populismo penal -fenómeno en boga por intentos de imitar a Bukele-, que se traduce en un aumento brutal de las violaciones a derechos en las cárceles: negando alimento a miles de personas, militarizando centros de detención y sometiendo a torturas sistemáticas a las PPL, bajo los sórdidos aplausos de una sociedad fascistizada por los medios corporativos, mismos que deshumanizan al pueblo precarizado de la misma forma que se deshumaniza al pueblo palestino.

A esta letanía de desaciertos se suman las características propias de la lumpen burguesía nacional, que no solo miente descaradamente en un Informe a la Nación, sino que también se permite: 1. Otorgar permisos ambientales fraudulentos para complejos de lujo apropiándose de tierras comunales y protegidas en Olón; 2. Tener 24 ministrxs y 1 primera dama con acciones en 95 empresas que prestan servicios al Estado ecuatoriano, incurriendo en conflicto de intereses contradiciendo a la Constitución de la República; 3. Arrastrar por el suelo al derecho internacional invadiendo la embajada de México y destruyendo cualquier diplomacia dando discursos completamente ebrio en una visita oficial a migrantes en Italia; 4. Eliminar el Ministerio de la Mujer y luego retractarse en el acto; 5. Regresar al país 30 años respecto a soberanía energética, con el único fin de privatizarla; y 6. Consolidar al Ecuador como el mayor exportador de cocaína del mundo, misma que sale en al menos el 60% en buques bananeros hacia Europa y el mundo -el bananero más grande del país es en efecto el presidente-.

Definitivamente los títeres que impone el imperialismo yanqui en el Ecuador evidencia la decadencia del imperio y la decadencia de nuestra propia burguesía, que sigue al pie de la letra las condicionalidades del FMI y el BM, en perjuicio del pueblo y la clase trabajadora. Esta burguesía lumpenezca no ha logrado -en casi de 200 años- construir ni el más mísero proyecto de país, al contrario, se han dedicado a intentar venderlo al mejor postor, arrodillando sus propios intereses frentes a los intereses de la burguesía transnacional. A propósito, no solo la cocaína es nuestro producto estrella, sino también la mano de obra barata. Noboa ha logrado dar continuación y exacerbación a la segunda ola migratoria que atraviesa a la sociedad ecuatoriana desde el 2021, iniciada durante el mandato del banquero presidente. Según el último informe de la OIM en Ecuador de marzo de 2024, el 63% de la población tiene la intención de migrar en el transcurso de los próximos 12 meses; y sus razones son en un 58% por la búsqueda de oportunidades laborales y solo el 2% plantea que desea migrar por percepción de peligro y violencia.

Según 1800-MIGRANTE, solo en abril de 2024 creció en un 200% la cantidad de ecuatorianos que intentó cruzar la frontera de los EE.UU. en comparación con abril del 2023. En total, en los últimos 7 meses, la patrulla fronteriza de EE.UU. detuvo, expulsó o deportó a casi 95.000 ecuatorianxs. Los números del 2023 en este respecto fueron de 117.000 ecuatorianxs; con la proyección para este año, la cifra total del 2024 sería de 170.000 detenidxs, expulsadxs o deportadxs –un 46% más que en el 2023-. En Ecuador no hay trabajo, y el poco trabajo que hay, es precario.

Inevitablemente las condiciones de vida en el país se harán cada vez más insostenibles para la inmensa mayoría de la clase trabajadora, que no tendrá otra opción que organizarse para poder continuar la vida propia y la de su familia. La real preocupación de la izquierda consecuente radica en si logra tener la fuerza y organización para direccionar el descontento popular hacia una voluntad colectiva de transformación, en un contexto en el que la corriente mundial y nacional va más bien hacia una regresión conservadora y la fascistización social. En medio de tanta infamia, para lxs marxistas el camino nos parece evidente, pero ¿cuán evidente es para la masa trabajadora?

El estalinismo en Angola: la masacre del 27 de mayo de 1977 (parte I)

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Por J.G. Hata

Presentación

Un grupo de trotskistas de Angola presenta en este texto un estudio inicial sobre el estalinismo en ese país al final del período colonial, en los primeros años de la independencia, y sus consecuencias actuales. El 27 de Mayo es el punto represivo del partido tras la independencia. Prisiones, torturas, asesinatos, campos de concentración y hasta desapariciones de niños cuyas madres dieron a luz en cautiverio.

Un país que se transformó en una dictadura utilizando inicialmente símbolos tan queridos por el movimiento marxista y que hoy mantiene descaradamente a varios presos políticos, exiliados o simplemente silenciados en sus derechos más elementales. Lea el texto y comprenda la política y los métodos utilizados por el estalinismo en su versión africana.

Introducción

Fui acusado en los tribunales conservadores/En la corte de los jueces reformistas/Fui condenado/Sin acusación formada ni confirmada/Sin un juicio siquiera rudimentario/Sin derecho a la defensa elemental/Fui a la celda del tiempo y de los hombres/Y al público trabajador no me permitieron presentar documento que yo tengo a mi favor…[1]

Nito Alves

En Cruzei-me com a História, José Samuel Chiwale, uno de los nacionalistas de la lucha de liberación nacional de Angola, afirma que describir la historia de Angola es como pedir a varios ciegos que narren las características de un elefante. Uno tomará la cola y describirá al elefante según la cola que tocó, otro tomará la pata y asociará el elefante con la pata, otro que tuvo contacto con la trompa describirá al elefante como trompa. En realidad, el elefante que en esta narrativa personifica el país es la suma de la descripción que cada uno hace en función del espacio geográfico con el que mantuvo contacto con este país. Esta es la complejidad de la historia política angoleña, sobre todo cuando es secuestrada por actores políticos, politizados y partidarizados[2].

En cuanto al 27 de Mayo de 1977, la complejidad es mucho mayor dado el silenciamiento de las pocas fuentes y el trauma de los supervivientes que presenciaron de primera mano el asesinato de más de 80.000 ciudadanos, en su mayoría jóvenes, que en una determinada fase de su caminata juraron protección mutua como compañeros de trinchera. Aún así, la historia se resiste, y poco a poco van emergiendo algunas fuentes documentales, bibliográficas y testimonios de la larga noche somnolienta de casi 30 años[3].

Por lo tanto, observando algunas fuentes bibliográficas, documentales y testimonios de supervivientes, analizaremos las razones profundas detrás del mayor asesinato poscolonial en el África austral, y buscaremos comprender las consecuencias de ellas en la actualidad.

El 27 de Mayo de 1977

El 27 de Mayo de 1977 es un hecho político ocurrido en el seno del Movimiento Popular para la Liberación de Angola-MPLA, que a pesar de tener esta fecha como epicentro de las convulsiones, protestas multitudinarias para algunos e intento de golpe de Estado para otros, sus causas se encuentran en la propia historia de la formación del MPLA, en su construcción ideológica y en los perfiles de sus dirigentes, herederos directos de una cultura clasista oriunda de la Ley del Indigenato [Estatuto de los Indígenas] de los años 1920. Al final de la represión el saldo fue más de 80.000 ciudadanos muertos y desaparecidos.

Las raíces del 27 de Mayo

Es imposible comprender las causas del 27 de Mayo sin conocer la historia del MPLA, a pesar de su reconocida nebulosidad, que desde la fundación ha estado marcado por varios conflictos internos, muchos de los cuales desembocaron en violentos enfrentamientos armados. El MPLA fue fundado el 10 de diciembre de 1956, como resultado de la fusión de partidos y movimientos, como el Partido Comunista Angoleño-PCA, el Movimiento para la Independencia de Angola-MINA, el Partido de Lucha Unida de los Africanos de Angola-PLUAA, la Comisión Federal del Partido Comunista Portugués, la Comisión de Lucha contra el Imperialismo Colonial Portugués, Gente de la Angola Negra y del Mensaje.

Esta diversidad creará no sólo una visión inclusiva sino también crisis internas debido a las diferentes corrientes ideológicas en el seno del MPLA entre maoístas, titistas, prosoviéticos y nacionalistas. Así, no fue hasta octubre de 1976, durante la III Reunión Plenaria del Comité Central del partido, que se adoptó el marxismo-leninismo como orientación política y económica. Volvamos, entonces, a las crisis internas:

La primera crisis se produjo en 1962, tras el ascenso de Agostinho Neto a la dirección del MPLA, con la oposición de Viriato da Cruz, defensor de una retirada estratégica de la elite criolla. Contando con que la mayoría era negra, Viriato estaba dispuesto a sacrificar su posición en la jerarquía siendo que él también formaba parte de esa elite, lo que Agostinho Neto no digirió muy bien. A esta posición contribuye el hecho de que Agostinho Neto no quiere ver muy distante de los círculos del poder a su antiguo colega y padrino de casamiento Lúcio Lara, que pasa a controlar la formación de cuadros, y a Iko Carreira, responsable de seguridad. Para Neto, era preferible tener cerca a un grupo no negro; de esta manera, su cargo no se vería amenazada y seguiría siendo el centro de atención junto a las masas negras. Otro factor que puede haber contribuido a la posición de Neto es el aura mesiánica que Neto traía después de algunas detenciones, concretamente en 1955 y 1961, la primera de las cuales causó una gran conmoción internacional, con personajes famosos del mundo haciendo campaña para exigir su liberación, entre los que se destacaban Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, François Mauriac y Nicolás Guillén. Finalmente, Viriato da Cruz abandona el partido.

En 1968 se inicia otra crisis, esta vez liderada por los comandantes Daniel Chipenda y Barros Freitas “Jiboia”, que pasó a ser conocida como la Revuelta del Este. Esta crisis durará hasta muy cerca de la conquista de la independencia de Angola. Las demandas se centraban en la exclusión de los combatientes del Este en detrimento de los del Norte y de los afroeuropeos, y el autoritarismo de Neto. Bajo la mediación de la Organización de Unidad Africana y de la República de Zambia surgieron algunos intentos de reconciliación de las partes; sin embargo, las diferencias se mantuvieron, dando origen a la iniciativa de un Movimiento de Reajuste del partido, el grupo pasó a denominarse Revuelta Activo, y ponen en discusión la democracia interna y la gestión del proceso de lucha de liberación nacional y, una vez más, Neto ve que lo apuntan con los dedos. Las caras visibles en este frente son Mário Pinto de Andrade, Fernando Paiva, Gentil Viana, Joaquim Pinto de Andrade y Manuel Videira. La posición oficial del partido no se conocería hasta 1974 en la conferencia de Lusaka, capital de la República de Zambia.

Tanto la “Revolta do Leste” [Revuelta del Este] como la “Revolta Ativa” [Revuelta Activa] mantienen acalorados debates con el ala de Agostinho Neto, que, como por arte de magia, sale victorioso, pues dispone de un recurso de última hora: la presencia en la conferencia de los guerrilleros de la Primera Región Política Militar del MPLA, única región donde el MPLA mantenía una guerrilla efectiva, siendo estas las voces legítimas para hablar de la lucha. Aquí es donde la atención se centra en el comandante Bernardo Alves Baptista, “Nito Alves”, quien en defensa de Neto acusa a los demás contendientes de oportunistas. Al final, la conclusión del Congreso fue la esperada, con la victoria de Neto, la expulsión de los integrantes de la Revolta do Leste y de la Revolta Ativa[4]. Este Congreso pone en escena a los dirigentes del MPLA, a Nito Alves, y a los comandantes de la I Región[5], como João Jacob Caetano, “Monstruo Inmortal”; José César Augusto, “Kiluange”; Benigno Vieira Lopes, “Ingo”; y Sebastião Francisco, “Certeza”.

Hasta aquí estamos ante el cierre del primer período de crisis internas en el MPLA, que sólo no alcanzó dimensiones catastróficas porque Neto tenía la necesidad de realizar una gestión interna para los demás frentes en los que estaba involucrado el partido, los sucesivos enfrentamientos con el Frente Nacional de Liberación de Angola-FNLA, las tropas coloniales portuguesas y, posteriormente, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola-UNITA, e incluso en el extranjero ante la hostilidad de algunos países fronterizos con los que el FNLA mantenía una fuerte relación, como era el caso del antiguo Zaire[6]. Sin embargo, otro escenario se estaba diseñando con el surgimiento de la I Región, su control de las bases, las señales claras de la inminente independencia de Angola, los alineamientos geoideológicos, y el poder de influencia que este grupo tendría en el próximo Congreso. Además, a lo largo de los debates en Lusaka, la I Región había dejado claro, a pesar de haber apoyado a Neto, que la implantación del MPLA en su región no tenía nada que ver con los dirigentes del partido, en su mayoría en el extranjero, sino con los jóvenes guerrilleros que no escatimaban esfuerzos en nombre de la causa.

La independencia y e inicio de las divergencias con la I Región

En la madrugada del 11 de noviembre de 1975 se proclama la independencia de la República de Angola y cuatro días después Nito Alves es nombrado ministro de Administración Interna.

Las primeras divergencias manifestadas poco después de la proclamación de la independencia surgen en la formación del ejército angoleño, las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola-FAPLA, con el descontento por los rangos militares y el nombramiento de Iko Carreira como ministro de Defensa, contrariando las expectativas que había en torno al legendario comandante Monstruo Inmortal.

Otro episodio que agravó las divisiones ocurrió cuando Nito Alves y José Van Dunem participaron en el XXV Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética-PCUS, en marzo de 1976, y fueron recibidos excepcionalmente con honores de Estado, generando celos y abriendo espacio a la especulación de que se estaba armando una conspiración contra Neto, y que Nito Alves se preparaba para reemplazarlo; también lo acusaron de promover un debate racista contra líderes cercanos a Neto y a su esposa de origen portugués. En abril ya se hablaba de un golpe de Estado preparado por Nito Alves y sus compañeros, en su mayoría de la I Región.

De marzo a octubre habrá un clima de agitación en todos los barrios de Luanda y sus alrededores, con una elevada ola de criminalidad, saqueos en comercios y un aumento sucesivo del costo de vida, además del intercambio de acusaciones entre las partes que ahora estaban en guerra abierta.

Del 23 al 29 de octubre de 1976 se realiza la III Reunión Plenaria del Comité Central del MPLA, que entre otros temas analiza el convulso período económico, político y social, la reestructuración de las FAPLA, la reestructuración de la Organización de la Mujer Angoleña – OMA, la vinculación de la juventud directamente al partido y la extinción de los Ministerios de Información y de Administración, este último dirigido por Nito Alves. Si la extinción de este Ministerio era una señal clara de que era necesario reducir el poder que Nito Alves detentaba en el seno de la sociedad, no menos importante fue la constatación salida del Pleno del Comité Central que se mostró inclinado a la dirección, como se confirmó en nota:

El Pleno del Comité Central del MPLA constató la acción perniciosa de sectores vinculados a la reacción interna y externa, y de grupos izquierdistas que intentan, alimentando corrientes disgregadoras y utilizando el nombre de dirigentes, causar confusión ideológica, perturbar la cohesión de las estructuras del Movimiento, y dividir a los militantes[7].

Al final, se crea una comisión de investigación encargada de investigar la realidad o no de la preparación de un golpe de Estado liderado por Nito Alves y José Van Dunem y termina exhortando a los militantes a combatir el divisionismo, el sectarismo y el oportunismo, prometiendo sancionar con dureza a cualquiera que ataque la unidad en el seno del MPLA[8]. Palabras muy familiares para Nito Alves, solo que esta vez él fue la víctima, a diferencia de la conferencia de Lusaka de 1974 cuando el centro de la acusación fueron los integrantes de la Revolta do Leste y de la Revolta Ativa, y para colmo, esta vez el partido estaba investido de poderes estatales, lo que hizo más contundente su acción. Meses después, en su defensa, como si quizás creyera en su poder de persuasión o en la inocencia de Neto en el complot montado en su contra, Nito Alves envía una carta al Comité Central del MPLA donde comienza protestando por el aislamiento a que fue sometido, con las siguientes palabras:

El Comité Central no puede permitir que yo permanezca, frente a mis acusadores, con las manos abusiva y agresivamente atadas a mi espalda golpeada y mi cuerpo preso y atado con mil cuerdas y mil nudos a un puesto de suplicio y martirio, donde los la reacción interna exhibe y empuña su látigo contrarrevolucionario[9].

También criticó a la dirección del partido por el hecho de que durante sus 20 años de existencia no había realizado un solo congreso donde discutiese las cuestiones fundamentales de cada fase de la lucha anticolonialista y antiimperialista. No deja de lado a la Comisión de Investigación, a la que califica de indisciplinada, por no haber cumplido su función, ni oírlo durante los dos meses que esta tenía para investigar los hechos, que, en palabras de Nito Alves, daban indicios de que había una sentencia previa. Y así sucedió.

El 21 de mayo de 1977, Nito Alves y José Van Dunem son expulsados ​​del Comité Central del MPLA, sin que se concluyeran los trabajos de la Comisión de Investigación. La ola de indignación en los órganos de base del partido aumentó, y, en respuesta, hubo un movimiento de masas que se estructuró para protestas, con el fin de llamar la atención del presidente Neto sobre la injusticia que había cometido, claro, con la inclusión de militares, en una sociedad recientemente independiente y con una guerra civil en curso, como tal militarizada en todos los sectores, que al mismo tiempo, facilitaba la infiltración de la Dirección de Información y Seguridad de Angola-DISA. Días después, Agostinho Neto se reúne en el palacio presidencial con Nito Alves y José Van Dunem e intenta persuadirlos para que hagan una autocrítica pública, que estos rechazan porque entienden que no han hecho nada. Neto finaliza la reunión diciendo que a partir de ese momento no respondería por la integridad física de estos.

ESTALINISMO EN ANGOLA: LA MASACRE DEL 27 DE MAYO DE 1977 (Parte II)

Represión, tortura y asesinatos

En la mañana del 27 de mayo (viernes) se escucharon disparos y proyectiles, algunos dicen que las escaramuzas comenzaron en la tarde del 26 con la detención de Nito Alves y de José Van Dunem, llevados a la cárcel de São Paulo, pero lo que llama la atención en la mañana del 27 de mayo, además de los disparos, está en las palabras que del locutor de la Radio Nacional de Angola: ¡Kudibanguela! ¡Weia! (Hagámoslo). Eran las palabras de un programa extinto desde hacía tiempo por pertenecer al ala de Nito Alves y organizaciones del Poder Popular, que, entre palabras y canciones cantadas en Kimbundu, pedía a la población ir al frente de la radio, y también exigía la liberación de los presos políticos y el fin de la represión de la DISA. La Radio Nacional estaba bajo el control de militares de la 9° Brigada, leales a Nito, que en ese momento pasaba hambre en los cuarteles y estaba sin uniformes adecuados, y de gente popular que era humillada sin cesar con las largas colas en las famosas Lojas do Povo [Tiendas del Pueblo], para comprar un kilo de arroz o una barra de jabón.

La ocupación de la radio dura sólo 2 horas, entre las 6 y las 8 de la mañana, cuando es rodeada por tropas cubanas comandadas por Rafael Moracén[10] y Henriques Santos “Onambwé”, subdirector de la DISA. Los ocupantes se rinden, incluido el locutor, quien es golpeado al mismo tiempo que el programa está en el aire. Rafael Moracén toma cuenta de los micrófonos y lanza palabras de llamado a la tranquilidad de la población y a Neto. Fuera de la radio, las razias no cesan y matan a civiles que participan de las protestas.

A las 14.00 horas, Onambwé y los cubanos se dirigen a la 9° Brigada, donde militares del ala de Nito Alves habían detenido a comandantes y miembros del gobierno que, al día siguiente, aparecieron quemados vivos en la zona de Boa Vista, en Luanda. La muerte de estos comandantes provocará la mayor cólera por parte de Neto, que procederá con la sentencia extrajudicial por todo lo que vendría, con la consigna: no habrá contemplaciones, no perderemos el tiempo con juicios. Seremos lo más breves posible.

El destino de la mayor juventud revolucionaria que había tenido Angola estaba trazado, y los motivos para ser detenido podían ser los más objetivos posibles o de los más abyectos, como el hecho de ser un estudiante o ser una mujer hermosa codiciada por los comandantes de la situación. Los días siguientes fueron auténticas masacres: organizaciones de masas fueron atacadas, entre ellas mujeres, sindicatos y la juventud, las Fuerzas Armadas (9° Brigada), la Administración Pública y los Ministerios, los Órganos del Poder Popular, y claro, para quien detiene a jóvenes por tener un 4º grado, no podían quedar afuera los libros, por lo que se quemaron obras de Marx, Engels y Lenin[11]. El final dado a los cabecillas del presunto atentado, a sus familiares, a personas cercanas o a simples simpatizantes, ejecutados fríamente por la Comisión de las Lágrimas, es verdaderamente escalofriante:

Nito Alves: fue capturado cerca del pueblo de Piri, su región de origen, donde se había refugiado en los primeros días posteriores al 27 de Mayo de 1977. Para presionarlo a que se rindiera, tuvieron que arrestar a toda su aldea natal, sometiendo a la población a malos tratos y trabajos forzados en las primeras horas del día. Su cuerpo fue acribillado a balazos y arrojado al mar con una pesa. No aceptó que le tapasen los ojos, porque quería ver a sus asesinos.

Monstruo Inmortal: el legendario comandante y padrino de casamiento de Agostinho Neto, fue atado de pies y manos a la espalda, ligados a los testículos, y presionado por un garrote. Los verdugos dejaron un grabador en la habitación mientras desde afuera apretaban el garrote. Se dice que lo cegaron y arrojaron su cuerpo desde un avión.

Sita Valles: regresa a Angola en junio de 1975, después de estudiar en Portugal desde 1971. Se une al MPLA y tiene la misión de reorganizar el sector intelectual, levantando sospechas por parte de Lúcio Lara quien la acusa de ser enviada por el Partido Comunista Portugués. -PCP para controlar el MPLA, y es separada del MPLA. En 1976 se casa con José Van Dunem. En la resaca del 27 de Mayo, es arrestada junto con su marido.

Antes de ser asesinada, fue violada por miembros de la DISA. Algunos relatos afirman que había tantos miembros que disputaban quién sería el primero en violarla, que tuvieron que hacer fila para hacerlo. También fue asesinado su hermano, Ademar Valles, por el simple hecho de ser su hermano.

La CIVICOP y el 27 de Mayo

En abril de 2019, por iniciativa presidencial, se creó la Comisión de Reconciliación en Memoria de las Víctimas de los Conflictos Políticos-CIVICOP, ocurridos entre el 11 de noviembre de 1975 y el 4 de abril de 2002, la proclamación de la independencia y el fin de la guerra civil. Por lo tanto, no se trata de una comisión creada exclusivamente para abordar la masacre del 27 de Mayo. Sin embargo, incluyó entre sus planes la búsqueda e identificación de los restos mortales de las víctimas y la emisión de certificados de defunción. En una iniciativa solicitada desde hace tiempo por familiares y la sociedad angoleña, el 26 de mayo de 2021 el presidente angoleño João Manuel Gonçalves Lourenço pidió disculpas a las familias en nombre del Estado angoleño.

En junio de 2022, en plena campaña electoral para las Elecciones Generales, la CIVICOP presentó los restos mortales de los presuntos cuerpos de Nito Alves, Monstruo Inmortal, Arsénio José Lourenço Sihanuk e Ilídio Ramalhete[12].

Todo lo que sucedería después en el ámbito de la CIVICOP terminó exponiendo sus objetivos reales, que incluye minimizar los crímenes del 27 de Mayo, con el reparto de culpas entre los asesinos y sus víctimas, redefinir la agenda del 27 de Mayo, ser un poderoso instrumento de propaganda electoral para las elecciones generales, demonizar a la UNITA y excluirla de la sociedad civil, desde la concepción hasta el plan de ejecución de la misma.

Según el antropólogo Ruy Llera Blanes[13], la CIVICOP ha estado marcada desde sus inicios por un oscurantismo con relación a su rigor[14] e intencionalidad, hasta el punto de cuestionar el objetivo mismo de la reconciliación efectiva. Para el antropólogo, no se siguió un proceso de construcción de transparencia con respecto a la creación de una comisión independiente, que incluya actores nacionales e internacionales, y familiares. Blanes habla también de la ausencia de un protocolo en materia de investigación sobre ejecuciones extralegales, arbitrarias y sumarias, como los Protocolos de Minnesota de 1991 y el Protocolo de Estambul adoptado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Raza, Clase y el 27 de Mayo

Existía un sentimiento generalizado de que con la independencia alcanzada en 1975 nada había cambiado. Este sentimiento era alimentado por las elites que controlaban el país; casi siempre personas blancas o mestizos ocupaban los mejores cargos.

Según la investigadora inglesa Lara Pawson, clase y raza son dos procesos indisociables. Angola tenía una experiencia de colonialismo durante siglos y vivió bajo el fascismo durante 50 años, lo que contribuyó a que el sistema portugués se estructurara sobre la base de ideas de jerarquía racial. Negar el papel de la raza es negar la realidad. Agrega que el elemento racial trasciende la cuestión de los rasgos fenotípicos, como el color de la piel, e involucra aspectos culturales del negro.

En el período colonial, entre 1926 y 1961, Portugal instituyó la Ley del Indigenato. Aquí no se puede confundir el significado de indígena con el que se le da, por ejemplo, en el continente americano, el de población nativa antes de la llegada del invasor europeo. El invasor portugués en África colocó como criterio de clasificación de indígena el proceso de asimilación, reflejado en la supremacía racial blanca. Eran indígenas los individuos de raza negra o descendientes de ella que, por su ilustración o costumbres, si no se diferenciaban del común de esa raza, no formaban parte de la nación portuguesa, y su integración dependería de la transformación gradual de sus hábitos y costumbres (Artículo 1°). El negro asimilado adquiría valores eurocentristas y podría obtener algunos privilegios, como la posibilidad de ascender en la administración colonial. Este sistema de estratificación racial tuvo profundas consecuencias económicas y políticas en el nuevo Estado angoleño.

Volvemos a recurrir a Pawson cuando presenta el testimonio de la ex viceministra de Salud, Teresa Cohen, una persona negra que afirmó categóricamente ser europea como la escritora Pawson (blanca). En este encuentro la ministra hace una clara distinción entre ella y otros angoleños, es decir, los otros (negros africanos), y ella (mujer negra asimilada), que, por lo tanto, se considera blanca. Lo que evidencia la mentalidad de las elites políticas angoleñas.

Viendo el discurso de Nito Alves donde afirmara que sólo habría justicia cuando blancos y mestizos barriesen las calles, opinión muy aprovechada por sus detractores y que es utilizada sutilmente para ubicarlo en oposición a Neto, Pawson hace la siguiente reflexión: donde existen sólo negros limpiando las calles es un signo evidente de racismo, por lo que la afirmación de Nito Alves expresa la ambición de un trato igualitario, y como tal trae el ideal de justicia, y que las tergiversaciones hechas revelan que hay cierta resistencia entre portugueses y angoleños en aceptar esta existencia.

Conclusión

«Al pueblo de Angola y a su máximo líder, el presidente Neto, que nos encontramos ahora en la emisora ​​de radio, combatiendo aquí, manteniendo esta posición. Que la transmisión iba a ser puesta en manos de los revolucionarios, con Agostinho Neto. Que se encuentra combatiendo […] que se encuentra aquí confundido […]» – Rafael Moracén – militar cubano.

«No habrá contemplaciones […] Ciertamente no perderemos el tiempo con juicios. Seremos lo más breves posible» – Agostinho Neto.

La masacre que comenzó el 27 de Mayo de 1977 no terminó sino hasta 1979 con la disolución de la DISA. El número de víctimas mortales varía de 30.000 a 80.000, probablemente nunca obtendremos las cifras reales, ni es eso lo que está en causa, sino conocer las razones profundas detrás del 27 de Mayo, cómo y por qué ocurrió tal drama, hasta el punto de que a menos de un año y medio después de la independencia se produjo este cambio brusco en las relaciones entre miembros de un mismo partido. ¿Cómo es posible que los héroes se conviertan de repente en villanos?

Como podemos constatar con la exposición del tema, el 27 de Mayo es el corolario del camino político que tomó el MPLA a lo largo de su fundación, es el estallido de la ausencia de una cultura del diálogo. La naturaleza ideológica de los distintos grupos que dieron origen a este movimiento siempre había provocado varias divisiones, como la Revuelta del Este y la Revuelta Activa, lamentablemente mal comprendidas y, como tal, poco estudiadas dentro del partido, pero que sólo retrasaba la discusión de los varios problemas que afectaban al partido y a su dirección. Cabe señalar que Nito Alves, en una de sus críticas al partido, apuntaba el hecho de que durante sus 20 años de existencia nunca había realizado un único congreso.

Otra pregunta que quedará sin respuesta es la vía por la cual el ala de Nito Alves pretendía hacer oír sus demandas. ¿Manifestación popular para llamar la atención de Neto o golpe de Estado? Aquí las voces divergen en el interior del MPLA. Algunos defienden la tesis de golpe de Estado por el hecho de que hubo intervención militar y quienes afirman que fue una manifestación popular dicen que los militares fueron llamados sólo para brindar protección al vasto público que iba a manifestarse.

Una variable que debe ser estudiada para comprender los Estados africanos poscoloniales es el papel de la raza. El racismo y la cultura de clase heredada de la colonización habrían exacerbado aún más las ya deterioradas divergencias ideológicas. La división de la sociedad colonial entre indígenas y asimilados creó los pilares de la Angola poscolonial, con la sensación de que nada había cambiado ya que la elite política, mayoritariamente asimilada, seguía disfrutando de los privilegios de este estatus, a diferencia de la mayoría que tenía un papel de hecho en la lucha anticolonial.

Finalmente, la CIVICOP, como comisión para la memoria de las víctimas de los conflictos políticos debería ser un instrumento de reconciliación entre las personas y la historia. No se puede hablar de memoria sin verdad. Y, para ello, los criterios como imparcialidad, transparencia e inclusión darían más credibilidad a esta comisión, que ha actuado al ritmo y los intereses del régimen político para su autoperdón y propaganda política.

Referencias

BLANES, Ruy Llera. Reconciliação sem Justiça: A CIVICOP e o 27 de Maio em Angola, Diario Expresso, 2023.

CHIWALE, Samuel. Cruzei-me com a História. Sextante Editora, Lisboa, 2008.

FRAGOSO, José, PEDRO, Lucas, Nito Alves: A Última Vítima do MPLA no Século XX. Fundación 27 de Maio, Luanda, 2010.

MATEUS, Dalila Cabrita, MATEUS, Álvaro, Purga em Angola: O 27 de Maio de 1977. Texto Editores, Lisboa, 2015.

MARQUES, Alexandre, Segredos da Descolonização de Angola. Publicaciones Dom Quixote, Lisboa, 2013.

MICHEL, Miguel Francisco, Nuvem Negra: O Drama do 27 de Maio de 1977. Classica Editora, Lisboa, 2007.

NUMA, Abílio José Augusto Kamalata, Angola Prólogo ao Projecto do Mwangay: Democracia e Construtivismo. Luanda, 2015.

PACHECO, Carlos. Agostinho Neto o Perfil de Um Ditador: A História do MPLA em Carne Viva. Nova Veja, Lisboa, 2016.

PAWSON, Lara. Entrevista concedida a Mwangole TV. 2014.

Traducción: Natalia Estrada.


[1] FRAGOSO, José; PEDRO, Lucas, 2010, p. 47.

[2] FNLA, MPLA, UNITA.

[3] Mi primer contacto con una obra que aborda la masacre del 27 de Mayo ocurrió en 2008, el libro Nuvem Negra: o drama do 27 de Maio, de Miguel Francisco Michel, exmilitar sobreviviente y ahora abogado. Curiosamente, en 2015 Francisco Michel se convirtió en abogado del caso 15+Duas, jóvenes también acusados ​​de intento de golpe de Estado.

[4] Hasta 1976, los miembros de Revolta Ativa todavía buscaban reincorporarse al MPLA, sin encontrar la opinión favorable del partido.

[5] La I Región Política Militar del MPLA cubría las provincias de Luanda/Bengo, Kwanza Norte, Zaire, Uíge y Malange.

[6] Actual República Democrática del Congo. Según Dalila Cabrita Mateus y Álvaro Mateus, en marzo de 1973 Monstro Imortal [Monstruo Inmortal] acabaría detenido en el Puerto de Kinshasa, cuando se disponía a tomar el barco que lo llevaría a Brazzaville, gracias a la denuncia de los Servicios de Seguridad del Gobierno Revolucionario Angoleño en el Exilio (GRAE), creado por Álvaro Holden Roberto, líder del FNLA.

[7] Ver MATEUS y MATEUS­ 2007, p. 65.

[8] La Comisión estaba dirigida por José Eduardo dos Santos y tendría 2 meses para presentar las conclusiones, a partir del 8 de noviembre de 1976, lo que nunca sucedió.

[9] Ver FRAGOSO y PEDRO 2010, p. 82.

[10] Rafael Moracén, elevado a la categoría de general de brigada del Ejército cubano, describe detalladamente su participación en Angola en la entrevista “Secretos de Generales”, publicada en el diario Granma, con motivo del 50° Aniversario de las Fuerzas Armadas de Cuba.

[11] MATEUS y MATEUS, 2007, p. 118.

[12] Hermano gemelo de Júlio Ramalhete, también víctima del 27 de Mayo.

[13] BLANES, “Reconciliación sin Justicia: CIVICOP y el 27 de mayo en Angola”, Diario Expresso, 2023.

[14] Ídem, ¿Quién identificó los sitios de excavación? ¿Con qué conocimiento y metodología? El 16 de noviembre, la TPA emitió un Informe Especial donde presentaba los pasos dados en los trabajos de identificación. Se refería al recurso de testimonios orales y principalmente a la intervención de un investigador brasileño, el geógrafo Ary Resende Filho, profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso, en la identificación de tumbas y fosas comunes mediante un medidor de suelos. Sin embargo, esta metodología no es reconocida en las prácticas forenses internacionales.

La live de la juventud de la LIT por Palestina fue un éxito

Por Redacción LITci

El domingo pasado realizamos una live de jóvenes de la LIT de todo el mundo en apoyo a la lucha palestina.

La actividad fue presentado por los compañeros Dan (Workers’ Voice, EE.UU.) y João (Juventude Rebeldia, PSTU). Se contó con la participación de jóvenes de varios países, como Estados Unidos, Brasil, Italia, España, Colombia, Argentina, México, Portugal. Alexander Hall, activista socialista cubano, envió un video saludo desde La Habana.

La primera presentación estuvo a cargo de Anna, una estudiante norteamericana, militante de Workers’ Voice y participante en campamentos juveniles en Estados Unidos. Habló de cómo desde mediados de abril se han organizado alrededor de 150 campamentos en EE.UU., que fueron reprimidos violentamente. Los gobiernos demócratas y republicanos han arrestado a más de 3.000 estudiantes. 

Esto es muy importante porque el movimiento estudiantil en Estados Unidos no tiene la misma tradición política que otros países. Los estudiantes tienen que pagar decenas de miles de dólares para estudiar en estas universidades y no tienen organizaciones independientes.

Workers’ Voice tiene una tradición revolucionaria de intervención en el movimiento estudiantil, que se remonta a la heroica lucha durante la Guerra de Vietnam. Hubo y hay una intervención en algunas universidades, particularmente en San Francisco. Allí buscó establecer una organización de asambleas diarias y una búsqueda sistemática de establecer relaciones con el movimiento obrero. Y desarrolla una lucha sistemática para impedir que el Partido Demócrata tome la iniciativa en estas luchas.

Soraya Misleh habló a continuación y conmovió a todos. Dijo que los palestinos en Gaza usaban las tiendas para escribir «Gracias estudiantes, los vemos y los escuchamos» a los estudiantes estadounidenses.

Soraya habló del octavo mes del genocidio, una nueva fase de la Naqba, con alrededor de 45.000 muertos, el 70% de los cuales fueron mujeres y niños. Todas las universidades y el 90% de todas las escuelas destruidas. Más de 1.500 muertos también en Cisjordania.

Habló de la importancia de la lucha en las universidades para romper sus acuerdos con Israel, porque allí se desarrollan tecnologías militares e ideologías sionistas pro genocidio.

Hablando del programa, Soraya destacó la importancia de la consigna inmediata del alto el fuego, pero también de sus limitaciones, porque no queremos volver a la situación de opresión como antes. Sería un regreso a “la nada normal”.  Defendió la ruptura de relaciones diplomáticas, políticas y económicas con Israel. Se pronunció en contra de la política de “dos estados”, que legitimaría la paz del cementerio. Por eso defendió el fin del Estado genocida de Israel, y la construcción de un Estado único, laico, democrático y no racista en Palestina.

Terminó citando a un poeta palestino, Refaat Alareer, asesinado por bombas sionistas en diciembre de 2023, quien en su último poema dijo: «Si tengo que morir, tú debes vivir para contar nuestra historia».

Karim (del Movimiento Estudiantil Palestino, Italia) habló sobre la situación de los niños y jóvenes palestinos, que son las principales víctimas de la violencia sionista en Gaza y Cisjordania. La propaganda proisraelí inventó noticias falsas sobre las decapitaciones de niños israelíes el 7 de octubre, pero la realidad es que el genocidio israelí ataca brutalmente a los jóvenes palestinos.

En Cisjordania, los niños palestinos deben ser escoltados cuando van a la escuela en grupos, porque son atacados tanto por el ejército israelí como por los colonos.

El sionismo siempre ha sido especialmente cruel contra los jóvenes palestinos, incluidos los estudiantes, para poner fin a la lucha de resistencia, tanto física como para intentar destruir la identidad cultural palestina. Pero a pesar de la fuerza militar de Israel, no tuvieron éxito. No serán las resoluciones internacionales ambiguas las que harán ganar al pueblo palestino, sino más bien su lucha de resistencia, siempre y cuando puedan unirse a la lucha internacional contra el sistema capitalista.

Mandi Coelho, representante de Rebeldia, dirigente del PSTU, habló sobre los dolores de ser joven en el mundo de hoy. Cómo la barbarie sionista y genocida contra los jóvenes de Gaza es la cara más brutal de lo que el capitalismo tiene reservado para los jóvenes del mundo. La ONU habla de la juventud actual como una generación fallida, sin perspectivas de estudio, trabajo ni futuro.

Y los jóvenes del mundo tienen que responder a la pregunta si aceptan la posición del fracaso o si luchar contra el genocidio en Palestina, contra la catástrofe climática y la explotación imperialista.

Mandi recordó a Lenin cuando dijo que era necesario dividir socialmente y políticamente el movimiento estudiantil, que es policlasista. Y lo que expresan los campamentos  propalestinos son gritos que provienen del interior de las universidades en apoyo al pueblo palestino en Gaza.

Es necesario disputar ideológicamente la conciencia de los estudiantes. Cómo enfrentar a la ultraderecha que defiende a Israel. Como enfrentar los oportunistas y reformistas.

Es necesario actuar en unidad de acción con todos aquellos que están contra el genocidio. Pero también es necesario enfrentar a los reformistas que defienden la solución de dos Estados. Es fundamental unirnos con la lucha de la clase trabajadora.

Recordó las enseñanzas de Mayo del 68, resumidas en frases como “La humanidad sólo será feliz cuando el último capitalista sea ahorcado con las entrañas del último burócrata”. “No tomes el ascensor, toma el poder”.

Finalizó diciendo que la historia la hacen quienes luchan ferozmente, uniendo a estudiantes y trabajadores, con la audacia y el coraje de los jóvenes palestinos, y no aceptando la marca del fracaso que el capitalismo quiere imponernos.

Es posible ver el En vivo accediendo a nuestro canal de Youtube.

LIVE - A juventude do Mundo com o povo palestino/The youth of the world with the Palestinian people