Del cerco a la Gran Guerra por Alepo

Luego del cerco, Alepo está de nuevo en el centro de los acontecimientos. El régimen sirio y milicias sectarias aliadas usan la política asesina de cerco contra las ciudades y villas como Madamya-Sham, Daraya, Zabadani, Al-Qusayr, Alwar (provincia de Homs) y Deir al-Zour para bloquear líneas de abastecimiento y realizar bombardeos continuos.
Por: Victorios Bayam Shams
Alepo es la más antigua ciudad del mundo habitada continuamente y fue un lugar estratégico de la Ruta de la Seda. Era la mayor ciudad de Siria (con cerca de cinco millones de habitantes) y también el principal centro económico, comercial, agrícola y cultural de Siria, con reflejos en todo el Oriente Medio.
En Alepo, una mezcla de nacionalidades y comunidades superpuestas viven juntas hace centenas de años, sobreviviendo a diferentes regímenes y ocupaciones. Antes de la actual revolución siria, la llamada “Gran Revolución Siria” de 1925 enfrentó la ocupación francesa que intentó dividir el país en cinco “estados”, siendo Alepo uno de ellos en la denominada “Unión Siria”.
Luego de la asunción de Hafez al-Assad al poder, en 1970, Alepo entra en decadencia debido al boicot del régimen dada la oposición de algunos sectores locales. La situación empeora con la llegada de su hijo Bashar al-Assad en 2000, cuando la “economía dirigida” del reinado de Hafez es sustituida por la “economía de mercado”, que amplió la corrupción, la burocracia y el nepotismo.
El desempleo variaba entre 22% y 30% de acuerdo con el último censo de 2012, anunciado por el ministro de Asuntos Sociales y de Trabajo, Radwan Habib.
El propio Instituto Árabe de Planificación presentó un estudio de finales de 2010 que apunta una profunda desigualdad social. Según este, el 20% más pobre consumía 7% del presupuesto público. Ya el 20% más rico consumía 45%, siendo que la mayoría de estos “nuevos ricos” son todos más próximos del círculo de la familia Assad.
El acuerdo de libre comercio con Turquía, negociado en 2004, entró en vigencia en 2009 a partir de la firma del Consejo de Ministros sirio bajo la indicación del vicepresidente para Asuntos Económicos, Abdullah Dardari. Son 27 acuerdos específicos sobre petróleo, gas, inversiones, bitributación y evasión fiscal, además de la formación de la Cámara de Comercio Turquía-Siria. Esos acuerdos tuvieron efectos devastadores sobre la industria siria, que no tenía condiciones de competir con los productos turcos, mejores y más baratos, con impacto particular sobre la economía de Alepo.
Al contrario de las villas agrícolas de la provincia, que se unieron a la revolución desde su inicio, la ciudad de Alepo entró atrasada debido a la concentración de capitales industriales que posteriormente huyeron para Turquía, y en menor medida para Egipto, llevando recursos financieros y maquinaria.
La entrada tardía de la ciudad de Alepo en la revolución sirvió de pretexto para que intelectuales ligados al régimen afirmaran que no había revolución, ya que sus dos principales ciudades –Alepo y Damasco– estaban por fuera.
A partir de la adhesión a la revolución, el año siguiente, Alepo sufrió pesadas represalias por parte del régimen y sus aliados. Liderados por el comandante de la Brigada Qods de la Guardia Revolucionaria iraní, Qassem Suleimani, milicias sectarias del Líbano, Irak y Afganistán iniciaron el bombardeo de la ciudad utilizando todos los tipos de armas, incluyendo armas prohibidas por convenciones internacionales, como bombas de fragmentación, cohetes con armas químicas y fósforo, así como hicieron en otras ciudades sirias.
Este año, en tres meses, el régimen sirio efectuó 16 masacres en las cuales 1.000 mártires fueron muertos (incluyendo 165 mujeres y 331 niños), y los seis hospitales fueron bombardeados (apenas uno funciona parcialmente). El silencio internacional fue entendido como una luz verde para el régimen y sus aliados, que completaron la destrucción de la ciudad y el desplazamiento de la población, posibilitando su ocupación con el consecuente cambio demográfico.
Luego de la toma de la autopista de Al-Castelo, el 11 de julio, los 350.000 habitantes de las áreas liberadas de Alepo son finalmente sitiados y las autoridades rusas (y no las sirias) anuncian que garantizarán la salida segura de sus habitantes pero no garantizan el ingreso de ninguna ayuda humanitaria.
Luego de la intensificación del cerco fue convocado el Día Mundial de Furia por Alepo, el 31 de julio. Ese mismo día, las redes sociales mostraron a niños y jóvenes de Alepo prendiendo fuego en neumáticos para impedir que la aviación rusa bombardease la ciudad debido a la humareda. Al mismo tiempo, las milicias del Ejército Libre de Siria en conjunto con las milicias islámicas iniciaron la batalla para romper el cerco en la denominada “Gran Guerra por Alepo”. Rápidamente, consiguieron romper el bloqueo y controlar centros militares del régimen en la parte sur y sureste de la ciudad, luego de seis días de violentos combates.
En resumen, la Gran Guerra por Alepo fue decisiva para romper el bloqueo y servir de ejemplo para otros frentes de batalla. Pero aún no está concluida, ya que el régimen y sus aliados no economizarán esfuerzos para intentar destruir la ciudad por todos los medios posibles.
Traducción del portugués: Natalia Estrada.