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Palestina

77 años de la Nakba: no olvidar, resistir y movilizarse

mayo 15, 2025

Por Soraya Misleh

Un hombre le disparó a mi hermana Salhiyeh, embarazada de nueve meses, en el cuello. Luego le abrió el vientre con un cuchillo de carnicero.

Grité, pero a mi alrededor también violaban a otras mujeres. Algunos hombres estaban tan ansiosos por quitarnos nuestros aretes que nos arrancaron las orejas para quitárnoslos más rápido.

Vi mujeres alcanzadas por bombas, vi gente con el vientre destrozado. Vi personalmente a un amigo mío; estudiamos juntos. Le toqué la cara, la frente, para reconocerlo. Había sangre por todas partes.

“¡Violaron a prisioneras delante de mis ojos!”

“El ejército israelí bombardeó directamente nuestra casa y todos los que estaban dentro murieron”.

“Vi niños decapitados en Gaza, tengo fotos”.

Los primeros tres testimonios son de sobrevivientes de las masacres de 1948. Los últimos tres son de acontecimientos actuales en Gaza. Setenta y siete años de genocidio y limpieza étnica. Siete y siete años de Nakba continua: la catástrofe palestina cuya piedra angular es la formación del Estado racista y colonial de Israel el 15 de mayo de 1948 en el 78% del territorio histórico de Palestina. Setenta y siete años de intento de exterminio del pueblo palestino. Setenta y siete años de resistencia como una existencia bajo la amenaza constante de ser borrada del mapa.

Combatir la complicidad y los sentimientos de impotencia

Además de los horrores, los testigos de la Nakba en curso –y de los dos últimos años del intento de “solución final” del Estado sionista– retratan una sensación de abandono y una percepción de complicidad internacional histórica.

Esto es lo que ha permitido a Israel, enclave militar del imperialismo, sentirse libre de promover un verdadero holocausto palestino transmitido en vivo y en color para todo el mundo, perpetuando una injusticia que tiene como piedra angular la Nakba de 1948, pero cuyo proceso de colonización ya dura más de 100 años.

Si por un lado, a lo largo de esta macabra historia, nunca se ha visto tanta solidaridad internacional, por otro lado, debemos contrarrestar constantemente la percepción de impotencia para detener la carnicería, que es precisamente el deseo sionista/imperialista.

Las máscaras han caído, tal vez los enemigos de la causa palestina nunca han estado tan expuestos: el imperialismo/sionismo, los regímenes árabes, la burguesía árabe-palestina (hoy vinculada centralmente al capataz de la ocupación, la Autoridad Palestina).

Israel ya ni siquiera se molesta en ocultar su fea cara. Habla sin hipocresía de la destrucción, expulsión, eliminación de Gaza (2 millones de palestinos), imponiendo hambre, sed y condiciones inimaginables a esta población sin ningún tipo de vergüenza. Desde el bloqueo sionista a toda ayuda humanitaria en Gaza, el 2 de marzo, 57 niños han muerto de hambre, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce que estas cifras están probablemente subestimadas y tienden a aumentar. Casi medio millón de palestinos se encuentran en una “catastrófica situación de hambruna”, informa.

Las horrorosas escenas de casi 20 meses de genocidio en Gaza, la profundización de la limpieza étnica en Cisjordania –los territorios palestinos restantes después de 1948, ocupados militarmente en 1967, junto con la Ciudad Vieja de Jerusalén– y más de 300.000 palestinos asesinados, escuelas y hospitales bombardeados, niños y mujeres decapitados y mucho más, sin embargo, no han sacudido sustancialmente la complicidad internacional histórica que sustenta 77 años de Nakba continua.

Palestina, laboratorio para el mundo

Debemos seguir luchando por el boicot, la desinversión y las sanciones (BDS) contra Israel, y es urgente crear conciencia entre los “de abajo” de que el imperialismo/sionismo está convirtiendo a los palestinos en conejillos de indias humanos en su laboratorio para exportar técnicas, entrenamiento y armas al mundo. El setenta por ciento de las tecnologías de muerte probadas en la Palestina ocupada están destinadas a la exportación.

En esta lucha a vida o muerte, la tarea del movimiento palestino BDS es exigir que todos los gobiernos del mundo rompan las relaciones económicas, militares y diplomáticas con el Estado genocida de Israel.

Entre las campañas prioritarias enumeradas por BDS está el fin de las exportaciones de petróleo a Israel y el embargo militar, ante esta ruptura. Según un informe publicado por Oil Change International en agosto de 2024, además de que Estados Unidos es un proveedor clave de combustible para aviones a Israel, Azerbaiyán encabeza la lista de países que envían petróleo crudo para alimentar el genocidio. En esta lista también figuran Italia, Albania, Grecia, Gabón y Brasil, según el documento.

Es inconcebible que, en medio del genocidio israelí contra 2,3 millones de palestinos en Gaza, gobiernos que condenan públicamente el genocidio y defienden los derechos palestinos bajo el derecho internacional sigan actuando como siempre con el apartheid israelí, suministrándole energía y lucrándose con sus crímenes. El movimiento BDS exige una mayor presión de las bases y de la sociedad civil para impedir que estos gobiernos hipócritas sean cómplices del asesinato masivo y la hambruna de palestinos perpetrados por Israel, y para exigir responsabilidades a las empresas cómplices de estos crímenes atroces, como Chevron, BP, ExxonMobil, Shell, Eni y Total Energies, declaró Mahmoud Nawajaa, coordinador general del Comité Nacional Palestino para el BDS. Lamentablemente, poco ha cambiado desde entonces. Es hora de fortalecer esta campaña.

También es necesario intensificar la denuncia de que armas, técnicas y entrenamiento israelíes siguen siendo puestos en manos de fuerzas policiales y militares de todo el mundo para la represión y muerte de los oprimidos y explotados. En Brasil, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) adquirió otro dron israelí en septiembre de 2024; ya tiene varios más. Es más, los gobiernos estatales incluso utilizan fusiles israelíes, además de vehículos blindados, que han servido en el genocidio de la población pobre y negra y en el exterminio de los pueblos indígenas.

Palestina es el laboratorio del mundo. En este 15 de mayo, es urgente dar un salto en la solidaridad internacional y evitar que se lleve a cabo este holocausto palestino, un peligroso precedente para la humanidad.

En este 77 aniversario de la Nakba, en el clamor por el fin de la complicidad con el genocidio, el llamado es a movilizarnos y fortalecer actos unificados en todo el mundo y llenar las calles. Se trata de hacer eco de las voces palestinas e inspirarse en la resistencia heroica e histórica hacia una Palestina libre desde el río hasta el mar.

Resistimos, existimos. No perdonaremos, no olvidaremos.

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