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Ecuador

31 Días de Paro en Ecuador: Represión y resistencia

La resistencia popular en Ecuador: un desafío al capitalismo dependiente y al autoritarismo neoliberal.

Lena Souza e Vero Chulde

noviembre 7, 2025

Las medidas impopulares de Noboa y el inicio de la Paralización

Desde el primer día, el gobierno de Daniel Noboa reveló su carácter de clase: un régimen al servicio del imperialismo estadounidense, de las corporaciones multinacionales y de los grandes grupos económicos, principalmente el grupo de su familia[1].

Para entender cómo el gobierno es utilizado en beneficio propio, basta observar que la deuda de la Exportadora Bananera Noboa S.A. (parte del Grupo Noboa) con la Receita Federal (SRI) fue esencialmente “extinguida” gracias a la Ley Orgánica de Integridad Pública, aprobada en 2025 por iniciativa del presidente Daniel Noboa[2]. Se implementó una amnistía extraordinaria, permitiendo el perdón automático del 100% de los intereses, multas y recargos sobre deudas fiscales contraídas hasta el 31 de diciembre de 2024, siempre que el saldo deudor fuera pagado antes del 31 de diciembre de 2025. Como resultado, la empresa principal del Grupo Noboa, que tenía una deuda pendiente de aproximadamente US$ 95-98 millones, vio su deuda reducida a meros US$ 3,5 millones en septiembre de 2025 y, finalmente, declaró deuda cero con el Estado el 1 de octubre de 2025.

Así, con el decreto que eliminó el subsidio al diésel, Noboa transfirió la carga de la crisis capitalista a los hombros de la clase trabajadora, de los campesinos y de los pueblos indígenas. La medida, presentada con la retórica hipócrita de la “modernización económica”, asestó un golpe directo al transporte público, a los campesinos, a las economías comunitarias, y sus consecuencias afectan a toda la población.

En respuesta, la CONAIE y amplios sectores de la sociedad se levantaron el 22 de septiembre, iniciando una Paro nacional por tiempo indefinido que duró 31 días.

La Paralización fue una expresión del descontento acumulado con un modelo económico impuesto por el gobierno y por la clase que se beneficia de él, un modelo que concentra riqueza y destruye las condiciones de vida de la población pobre[3].

Rechazo del diálogo por parte del gobierno Noboa

Durante la Paralización, lejos de abrir espacios reales para la negociación, el gobierno cerró las puertas al diálogo, optando, en cambio, por el desgaste, la represión y la manipulación a través de los medios. Noboa utilizó la estrategia de criminalizar las protestas, acusando a los luchadores de ser “terroristas”[4] y sembrando el miedo entre la población.

Uma única mesa de diálogo foi organizada em Otavalo (província de Imbabura) após um dia de brutal repressão — com mobilização militar e dezenas de feridos —, mas essa mesa foi estabelecida sem consulta dos dirigentes à base e serviu apenas como cortina de fumaça para o governo, que não ofereceu acordos concretos nem prazos definidos.

Militarización y Represión: El “Diálogo” del Gobierno Noboa

El régimen de Noboa desató una verdadera guerra interna contra el pueblo en resistencia. Bajo el pretexto de “orden pública”, decretó estado de emergencia, militarizó las provincias en lucha e inundó las calles con tropas, tanques y gas lacrimógeno.

La represión dejó tres muertos confirmados y decenas de heridos[5]. Los militares invadieron comunidades indígenas, invadieron casas y acosaron a líderes. En Otavalo, el epicentro de la resistencia, la represión fue brutal. El Estado burgués mostró su verdadero rostro: un aparato armado para defender los privilegios de los ricos, no los derechos del pueblo.

La Política de Cooptación de Noboa a Través de Bonos y Otras Formas de Manipulación

Mientras reprimía con una mano, Noboa intentaba comprar la “paz social” con la otra. Tras decretar el fin del subsidio al diésel, el gobierno lanzó una serie de “bonos compensatorios” y programas focalizados con el objetivo de neutralizar la movilización popular. Anunció, por ejemplo, el Bono de Compensación Diésel, destinado principalmente a transportistas registrados, con valores que variaban de US$ 400 a US$ 1.000 por mes por vehículo, durante ocho meses, con posibilidad de prórroga.

Paralelamente ofreció moratorias fiscales y líneas de crédito facilitadas para pequeños productores rurales y cooperativas. La hipocresía del discurso gubernamental era evidente: el Estado perdonaba decenas de millones de dólares a capitalistas, mientras distribuía migajas a los pobres y reprimía a los manifestantes.

La cooptación no fue solo económica, sino también política: Noboa lanzó una intensa campaña mediática para dividir el movimiento indígena y neutralizar a sus dirigentes, prometiendo proyectos locales, acuerdos y “ayuda directa” a las comunidades dispuestas a suspender los bloqueos.

En resumen, esta política de cooptación fue el complemento perfecto para la represión: una estrategia que buscaba destruir la unidad de clase y desmovilizar a las masas, garantizando que el ajuste neoliberal continuara sin una revuelta generalizada.

La resistencia del pueblo de Imbabura y el epicentro de la lucha en Otavalo

La provincia de Imbabura, y especialmente Otavalo, se convirtió en el corazón de la revuelta popular. Desde allí se irradiaron los bloqueos de carreteras, asambleas comunitarias y movilizaciones que mantuvieron al gobierno en jaque durante un mes entero.

El pueblo de Imbabura demostró que la fuerza organizada de abajo hacia arriba puede desafiar el poder burgués. A pesar de la represión, las comunidades resistieron con dignidad, transformando Otavalo en un símbolo de lucha, solidaridad y dignidad.

No obstante, la Paralización no alcanzó la misma magnitud en todo el país. En diversas provincias, la represión fue más eficaz, el control de los medios mayor y las direcciones locales más vacilantes. El aislamiento del epicentro en Imbabura facilitó el mantenimiento del control político y económico del gobierno en otras regiones y, en última instancia, permitió que impusiera su estrategia de desgaste[6].

Divisiones internas en el movimiento indígena y el fin de la Paralización

El 22 de octubre, tras 31 días de lucha, Marlon Vargas, entonces presidente de la CONAIE, anunció el fin de la Paro sin haber alcanzado las reivindicaciones. La decisión fue impuesta sin consultar a la base y en medio de fuertes críticas de los sectores más combativos. El fin del Paro fue interpretado por muchos como una rendición a la presión del gobierno.

Parte de la dirección, influenciada por el electoralismo y el reformismo, optó por el diálogo con el enemigo de clase. Mientras la base resistía en las carreteras, algunos dirigentes buscaban acuerdos en Quito. El gobierno exploró estas divisiones para fragmentar la movilización y debilitar la Paro. El resultado fue un Paro sin dirección revolucionaria, donde la combatividad de la base se chocaba con la vacilación de su cúpula.

A pesar de esto, las comunidades mantienen vivo el espíritu de lucha y prometieron reorganizarse para continuar enfrentando los ataques neoliberales. La experiencia demuestra que, sin independencia política del Estado y de la burguesía, ningún movimiento popular puede triunfar.

Consulta popular: Noboa, fiel seguidor del imperialismo estadounidense

El régimen de Daniel Noboa actúa como un fiel servidor del imperialismo estadounidense. Bajo el pretexto de “seguridad y cooperación”, permitió la interferencia militar y política de EE. UU. en territorio ecuatoriano. Siguiendo los pasos de Trump y de la extrema derecha continental, Noboa está promoviendo una agenda autoritaria: más militarización, más privatizaciones y menos derechos laborales y sociales. El gobierno actual es una clara expresión del capitalismo dependiente y servil, que entrega la soberanía nacional a cambio del apoyo del imperialismo y de las élites financieras.

Como parte de su ofensiva neoliberal, Noboa convoca un referéndum popular para el 16 de noviembre con una serie de reformas estructurales del Estado: entre ellas, la posibilidad de permitir la instalación de bases militares extranjeras en el país, cambios en el número de diputados, la introducción de contratos de trabajo por hora en el sector de turismo, el retorno de casinos en hoteles de lujo y la elaboración de una nueva Constitución con el objetivo de modificar la Constitución de 2008. Bajo el pretexto de “modernización institucional”, pretende borrar las conquistas históricas de los trabajadores, de los pueblos indígenas y de los movimientos sociales. 

¡Vota NO en el referéndum!      

Frente a este ataque, organizaciones populares y la CONAIE lanzaron la campaña por el “NO”, convocando a la resistencia contra el avance del autoritarismo.

Decir NO significa defender derechos arduamente conquistados, las tierras comunitarias, el derecho a protestar y la autodeterminación de los pueblos. Es necesario transformar este rechazo en un movimiento político de masas, independiente del Estado y de los partidos burgueses, que articule una verdadera alternativa de clase.

Apoyo y solidaridad a la resistencia en Ecuador

La Paralización de 31 días fue una batalla histórica del pueblo ecuatoriano contra el capitalismo dependiente y el autoritarismo neoliberal.

De toda América Latina, debemos expresar nuestra solidaridad activa e internacionalista con las comunidades indígenas, los campesinos y los trabajadores de Ecuador.

Tu lucha forma parte de una causa común: la defensa de la vida, de la tierra y de los derechos de la clase trabajadora, de los pueblos indígenas, de la juventud, de las mujeres, de los/as negros/as y de todas las poblaciones oprimidas contra los gobiernos del capital y del imperialismo.

La experiencia de la huelga demuestra que solo una organización revolucionaria de trabajadores y campesinos, con un programa socialista, puede realmente confrontar a la burguesía y alcanzar un Ecuador libre de explotación.


[1]El Rey del banano ¿Qué es el grupo Noboa y cuáles son sus intereses en el Estado? | Wambra Medio Comunitario

[2] La ley de Daniel Noboa permitió que Bananera Noboa salde su deuda millonaria con el SRI

[3] https://litci.org/pt/2025/09/20/o-equador-se-levanta-para-enfrentar-o-ajuste-de-noboa/

[4]Ecuador | ¿Y dónde están los terroristas? – Liga Internacional de los TrabajadoresLiga Internacional de los Trabajadores

[5]https://litci.org/pt/2025/10/15/equador-governo-declara-guerra-aos-protestos-e-assassina-manifestantes/

[6] https://litci.org/pt/2025/10/18/equador-o-paro-nao-para/

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