3 y 4 de octubre: una marea humana con el pueblo palestino

Por la redacción
El 7 de octubre de 2023, el heroico pueblo palestino hizo historia con un acto de resistencia contra una de las ocupaciones más feroces, duraderas (¡ochenta años!) y crueles que la historia de la humanidad haya conocido jamás: la ocupación sionista de Palestina.
Tras dos años de movilizaciones ininterrumpidas que han llenado las plazas de toda Italia en apoyo a la resistencia palestina y contra la entidad sionista, el otoño de 2025 comenzó marcando el calendario con jornadas históricas de huelga y movilización.
El 22 de septiembre, una huelga general de los sindicatos de base —a pesar del intento de boicot (rotundamente fallido) por parte de la dirección de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), que proclamó una huelga de cuatro horas tres días antes— paralizó decenas de ciudades e invadió plazas y calles con manifestaciones masivas.
La huelga general del 3 de octubre
El 3 de octubre, otra huelga general vio converger en la convocatoria a la CGIL con todas las siglas del sindicalismo de base: un resultado obtenido gracias a la enorme presión de muchos trabajadores que ya no aceptan las tácticas burocráticas de la dirección de la CGIL y quieren unirse a la lucha general en apoyo de la resistencia palestina. La huelga del 3 de octubre fue de alcance histórico, organizada en solo dos días tras la interceptación los barcos de la Flotilla Global Sumud por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). La flotilla tenía la misión de llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza y forzar el bloqueo naval, ilegítimo incluso para el derecho internacional burgués.
Las principales ciudades italianas y decenas de ciudades de provincia quedaron literalmente paralizadas: se ocuparon puertos, estaciones y autopistas. Los trabajadores portuarios desempeñaron un papel central en todas las movilizaciones, empezando por los de Génova, que tuvieron el mérito de lanzar la protesta llamando a la clase trabajadora a bloquear el país: el ejemplo de los estibadores genoveses fue pronto seguido por los de Livorno, Trieste, Ancona y otros puertos menores. Los trabajadores cruzaron los brazos al grito de «Bloqueemos todo», dando continuidad a las luchas de sus compañeros franceses.
La manifestación nacional del 4 de octubre
El sábado 4 de octubre, como resultado de un proceso de movilización masiva que apenas está comenzando, se llevó a cabo en Roma la manifestación nacional por Palestina, contra el genocidio y en defensa de la Flotilla Global Sumud. Un millón de personas cubrieron literalmente Roma, la marcha era tan larga que cuando llegó a la plaza San Giovanni todavía había una cola parada en Ostiense: sin duda, la mayor manifestación de los últimos cincuenta años. Decenas y decenas de autobuses procedentes de todo el país fueron detenidos y registrados por las fuerzas del orden burguesas, lo mismo ocurrió con los que llegaban en coche y en las estaciones… y muchos ni siquiera pudieron llegar.
La composición social de todas estas movilizaciones no deja lugar a interpretaciones: las masas populares en su totalidad salieron a la calle, una ola imparable de estudiantes, trabajadores y trabajadoras, desempleados, jubilados, familias, reflejando a los sectores oprimidos de la sociedad y cientos de realidades de lucha.
En este momento histórico hay un hilo conductor que une a toda la población en lucha: la protesta contra el capitalismo y sus políticas imperialistas. Un capitalismo que, en Italia, está bien representado hoy por el gobierno de Meloni y que ayer tuvo como representantes a otros gobiernos liderados por el PD y el M5S. El capitalismo que oprime a los pueblos del mundo es el mismo que explota a los trabajadores y genera guerras, empujando a los gobiernos a políticas de rearme con el dinero de los trabajadores y a expensas de todo el proletariado, cada vez más abocado a la miseria económica y social.
La marea humana de Roma también ha dado una clara señal contra el plan de Trump, dando fuerza a todo el pueblo palestino que resiste heroicamente desde hace ochenta años.
El Partido de Alternativa Comunista, sección italiana de la LIT- Cuarta Internacional, se sumó inmediatamente a la huelga general del 22 de septiembre y, posteriormente, participó en la huelga general del 3 de octubre y en la gran manifestación de Roma del día 4. Hoy más que nunca es necesario construir la dirección revolucionaria internacional para detener la capitulación de los reformistas y desenmascarar las políticas ambiguas de las organizaciones centristas. Y esta seguirá siendo nuestra tarea más importante, hasta la expulsión de los sionistas de todo el territorio palestino, desde el río hasta el mar, por una Palestina libre en un contexto de federaciones socialistas de Oriente Medio, laicas, no racistas, donde las minorías judías no sionistas puedan vivir en armonía con la población árabe mayoritaria (con el regreso de todos los refugiados y sus hijos). El requisito previo es la destrucción de la entidad sionista llamada «Israel».