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El “mensalão” del PT… y del PSDB y del DEM

agosto 21, 2012
La avalancha de corrupción pone al desnudo los inmundos trasfondos de la democracia de los ricos y corruptos. En medio del mar de lodo del caso del hampón Carlos Cachoeira, comenzó, el 2 de agosto, el juicio del “mensalão” 1 en el Supremo Tribunal Federal.

Un total de 39 personas -entre diputados, ex ministros, ejecutivos y empresarios-, serán juzgados por el STF. El proceso va a durar todo el mes de agosto y podrá seguir en el mes de setiembre entrante.

Con mucha hipocresía, el PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña) va a tratar de utilizar el juicio del “mensalão” para tratar de desgastar al PT en las elecciones municipales. También van a utilizar el juicio para sofocar el caso Cachoeira, en el cual están hundidos (junto con el DEM –Demócratas-, dígase de paso) hasta el pescuezo. Es el sucio hablando del mal lavado. Siempre es bueno recordar que los tucanes2 protagonizaron algunos de los mayores escándalos de corrupción de la historia, como la llamada “privataria tucana”3 de los años del gobierno de FHC (lea al lado). Muchos activistas honestos se van a irritar con el cinismo de la campaña del PSDB, para mostrar la corrupción como si fuese sólo del PT.

El PT, por su parte, está llevando a las calles toda una campaña para probar que el “mensalão” “nunca existió”, de que el escándalo fue una intentona de “golpe” contra el gobierno de Lula. Van a tratar de defender lo indefendible, para convencer a las personas que un elefante es un ratón. O entonces, encontrar una escapatoria en una de esas maniobras de la justicia burguesa, en las cuales sus abogados son maestros.

Así, tratar de salvar a las principales figuras del partido, como José Dirceu, acusado de encabezar el sistema. Y, es el propio ministro, por otra parte, quien está al frente de esa campaña, recorriendo todo el país en busca de apoyo.
 
PSDB-DEM: de la “privataria” al hampón Cachoeira

El encarcelamiento del hampón Carlos Cachoeira expuso, al país, un nuevo escándalo de corrupción. El sistema de pago de “propinas” y financiamiento de campañas electorales alcanzó a políticos de la oposición de derecha (PSDB y DEM). El esquema de Cachoeira compromete a senadores (como Demóstenes Torres -DEM), gobernadores (Marconi Perillo, de Goiás -PSDB), grandes prestamistas y, prácticamente, a todos los diputados tucanos de Goiás. 

La CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación), que “investiga” el caso Cachoeira, no está en condición de investigar y castigar a nadie. La única cosa que puede salir de esa CPI es un acuerdo entre el gobierno y la oposición de derecha. Van a colocar en la balanza a todos sus convictos y entregar uno u otro corrupto (como hicieron con Demóstenes), para sofocar cualquier investigación más profunda.

Privatizaciones

En los ocho años en que estuvieron en el poder, el PSDB y el PFL (Partido del Frente Liberal), promovieron los mayores espectáculos de corrupción del país, como fue la compra de votos de diputados para aprobar la enmienda de relección. La lista es enorme, peor una suerte de amnesia parece haber caído sobre la gran prensa.

De todos los escándalos, sin embargo, nada se compara con la “privataria tucana”, o sea, el show de corrupción que envolvió a las privatizaciones de Telebras y de Vale do Río Doce, marcadas por la cobranza de “propinas” para beneficiar a algunas empresas. A pesar de abundante material, reunido por el periodista Amaury Ribeiro Junior, en el libro “La privataria tucana”, el PT nunca investigó a fundo los casos de corrupción, sobre las privatizaciones, en el período del gobierno de FHC. Eso es así, porque el PT nunca quiso revertir todas las privatizaciones tucanas -para alegría de los negocios de Daniel Dantas, Eike Batista, etc. Por el contrario, mantuvo su política de privatizaciones, como se puede ver en el caso de los aeropuertos.
 
Las manos sucias de Alkmim

El gobierno tucán, en Sao Paulo, también estuvo en el centro del caso Alstom, empresa francesa que pagaba propina a varios políticos del PSDB, además de sustentar un sistema de caja dos del partido, a cambio de contratos conel Metro y con Estatales de Energía.
 
Además, hay muchos indicios de que el tucán tenía su propio “mensalão” en Sao Paulo. En entrevista al periódico El Estado de Sao Paulo, el diputado Bruno Covas (PSDB) habló de más y reveló un sistema de “comisión” sobre unas enmiendas, en la Asamblea Legislativa de Sao Paulo (Alesp). Entre el “25% y el 30%” de los (Alesp) están metidos en la corrupción, a través del uso de las enmiendas parlamentarias, según Covas.
 
Las reglas del juego

La verdad es que los rentables esquemas revelados en el caso del hampón Carlos Cachoeira o, incluso, del “mensalão”, siempre existieron y formaron parte del modo de hacer política las élites del país. En general, la percepción de la mayoría de los trabajadores es que “todos los partidos son corruptos”. O, incluso, que “cualquiera que llegue al gobierno también va a corromperse”.

Ese sentimiento aumentó, aún más, después que salieran a la luz los innumerables escándalos de corrupción comprometiendo al PT y a sus gobiernos, como fue el “mensalão”. Muchos veían en el PT una línea de defensa de la “ética en la política”, contra la corrupción del PSDB.

{module Propaganda 30 anos – MULHER}La corrupción es inseparable del capitalismo y actúa al interior de las diferentes esferas del Estado. Para facilitar sus negocios y conquistar altas tasas de ganancia, las grandes empresas necesitan hundir sus dientes en contratos de obras, servicios, etc. No es sólo el pago de “propinas” a funcionarios y burócratas. La corrupción comienza mucho antes, ya en las campañas electorales, cuando empresarios y banqueros financian a los candidatos de los grandes partidos que, una vez electos, entregan la recolección de los desperdicios, obras, transporte colectivo y muchos otros servicios a verdaderas mafias.

Al integrarse a la maquinaria del Estado y administrar los negocios de la burguesía, el PT aceptó las reglas de juego. Sus parlamentarios y gobernantes asumieron la corrupción como parte normal de la vida política. Consiguieron, así, mucho dinero para sus campañas electorales y para su enriquecimiento personal también.

Hoy, varios de ellos, como Zé Dirceu, por ejemplo, se transformaron en burgueses. Zé Dirceu es un mega-lobista de grandes empresarios, como el mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo.  

Por lo tanto, la pelea entre el PT y el PSDB se asemeja a un conflicto de dos bandos mafiosos que están interesados, solamente, en quién va a controlar el poder para continuar robando.

El PSDB va a utilizar el juicio del “mensalão” para tratar de desgastar al PT en las elecciones. Pero, siempre es bueno recordar que los tucanes protagonizaron uno de los mayores escándalos de la historia, como la llamada “privataria tucana”.

Al integrarse a la maquinaria del Estado y administrar los negocios de la burguesía, el PT aceptó las reglas de juego. Así, puso en práctica la misma corrupción tucana.
 
El PT del “mensalão”

Para quien no lo recuerda, el “mensalão” fue el sistema de “propinas” a parlamentarios y partidos de la base gobiernista, que estalló en el 2005. La crisis comenzó después que, el entonces diputado federal Roberto Jefferson (PTB), reveló en una entrevista la existencia del sistema. La mesada garantizaba que el gobierno tuviese mayoría para aprobar proyectos de su interés en la Cámara. José Dirceu, entonces ministro de la Casa Civil y el hombre fuerte de Lula, fue señalado como el jefe del “mensalão”. En la peor crisis política del gobierno de Lula, Zé Dirceu terminó cayendo y tuvo, más tarde, su mandato de diputado expulsado del Congreso Nacional.

El escándalo reveló todo un esquema de recaudación financiera para el PT y derribó al tesorero del partido, Delúbio Soares, y al presidente del partido, José Genoino. Parte del dinero, oriundo de esos esquemas, habría sido utilizado para financiar el “mensalão”. El dinero era depositado en cuentas de la DNA Propaganda (agencia de publicidad), administrada por el publicista Marcos Valerio, que alimentaba la caja del llamado “valerioducto”. Investigaciones posteriores también señalaron al banquero Daniel Dantas, uno de los mayores corruptores de la historia de la República, comprometido en negociados desde el gobierno de FHC. Por medio del Banco Opportunity, Dantas habría sido uno de los principales proveedores del “mensalão”. Según la Policía Federal, las empresas de telefonía privatizadas, entonces controladas por el banquero, inyectaron más de R$ 127 millones (US$ 63 millones) en las cuentas de la DNA Propaganda.

Mientras el mar de lodo continuaba avanzando, la base gobiernista insistía en decir que el presidente “no sabía nada”, que todo no pasaba de una “intentona de golpe de la derecha”. Era un intento desesperado para blindar a Lula, para evitar que las innumerables denuncias de corrupción alcanzaran directamente a la figura del presidente.

Poco después, el PSDB también se vio limitado ante su propio escándalo de “mensalão”. El “mensalão” tucán era jefaturado por Eduardo Azeredo, entonces presidente del PSDB, y era utilizado para garantizar las votaciones y el financiamiento de las campañas del partido y del gobernador de Minas Gerais, en la época de Aécio Neves.

El juicio do STF ocurre siete años después de explotar el escándalo. La demora es un intento de apostar al olvido en la población. Muchas de las principales figuras del escándalo ni siquiera son recordadas hoy en día por la mayoría de la población. Algunos, sin embargo, continúan ejerciendo cargos parlamentarios o están ocupando puestos en los gobiernos.

Por otro lado, el juicio tendrá la presencia de José Antonio Dias Toffoli, ex abogado del PT y de José Dirceu. Hasta el 2009, él era socio en el buffet de la abogada Roberta María Rangel, hoy su enamorada, que defendió a otros acusados de participación en el “mensalão”. Así, el juicio del Supremo camina a terminar en una inmensa “pizza”, sepultando, de una vez por todas, el escándalo del “mensalão”.
 
¿Compañero Maluf?4

Una de las mayores demostraciones de farsa, sobre la campaña petista, para probar su inocencia en las acusaciones de corrupción, es la alianza con Maluf en las elecciones paulistas.

Maluf es, simplemente, el mayor símbolo de corrupción e impunidad en el país, y hoy es uno de los principales aliados de Fernando Haddad, que disputa la prefectura de Sao Paulo por el PT.

Ya está probado que Maluf recibió “propinas” de constructoras y envió dinero a cuentas del exterior. Robó al Estado y es buscado por Interpol y no puede viajar al exterior sin ser amenazado de detención. Maluf llegó a ser apresado con su hijo. Sin embargo, más tarde fue evidente que la detención no pasaba de ser un show para la prensa. Después de algunos días, ambos fueran liberados. Hoy, Maluf es diputado federal, a pesar de estar en la lista de solicitados por Interpol; continua impune en Brasil.
 
¡Cárcel para todos los corruptos!
 
¿Existe alguna alternativa además del lodazal político de los grandes partidos?
 
El combate a la corrupción comienza con la prisión y la confiscación de los bienes de corruptos y corruptores, sean ellos del PT o del PSDB-DEM.

La impunidad multiplica los casos de corrupción. De nada servirían las detenciones temporales sin que se expropien las propiedades de los corruptos, porque, al salir del período de prisión, (generalmente con beneficios), el corrupto va a usufructuar de lo que robó.

Es necesario, también, tomar y expropiar las empresas que corrompieron. No existen corruptos sin corruptores. Ningún “pez gordo” va a la cárcel y, mucho menos, de las grandes empresas corruptoras, son afectadas.

Por último, es necesario acabar con todos los privilegios de los políticos, comenzando por sus salarios. Los políticos deben recibir un salario promedio de un trabajador común y sus mandatos deben ser revocables, o sea, que la población pueda sacar, en cualquier momento, a los que ocupan los cargos públicos, que no cumplen sus promesas y estén comprometidos en escándalos.

Notas

1.- Mensalão: esquema de corrupción organizado por el PT que envolvía el soborno de parlamentarios para comprar sus votos y el desvío de dinero de órganos públicos para pagar deudas de campaña electoral

2.- Con ese nombre se conoce a los políticos del PSDB.

3.- Proceso de privatizaciones del gobierno de Fernando Henrique Cardozo.

4 – Paulo Salim Maluf es un empresario, ingeniero y político brasileño de origen libanés. Fue elegido dos veces alcalde de Sao Paulo, fue Secretario de Transporte y gobernador del Estado de Sao Paulo. Está afiliado al Partido Progresista (PP), de carácter burgués.
 
Traducción Laura Sánchez

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