¿Visita Pastoral o sacarle las castañas del fuego a Peña Nieto?

En el número anterior, a fines del 2015, preguntábamos: ¿A qué viene el Papa? En el transcurso de las semanas la realidad nos fue dando respuestas. Tanto desde el gobierno como desde la cúpula de la Iglesia fueron proporcionando señales sobre los objetivos que tienen los dueños del poder y del dinero con esta visita. Por un lado, declaran que la misma es sólo “pastoral”, pero todos ellos saben que viene a sostener su régimen y las políticas que aplica. Dicen que Francisco “va a los lugares más postergados y se encuentra con los más oprimidos y golpeados” pero no va a Ayotzinapa.
Por: GSO – México
Cada vez más nos vemos inundados de inmensos carteles pagados por los gobiernos de los estados y ciudades que visitará Francisco. Por otro lado, cada vez más circulan los memes en las redes y los comentarios entre la gente sencilla sobre los costos siderales de esta visita, que reflejan una creciente desconfianza sobre sus objetivos. Y es muy sabia esa desconfianza popular, porque los capitalistas y sus gobiernos sólo gastan para sacar provecho propio. Y esto lo confirma un investigador especializado en religión del Colegio de México, Roberto Blancarte Pimentel, en entrevista con la agencia de noticias SinEmbargo:
“Como es usual, los intereses de las burocracias tanto del Vaticano, como de este país, terminaron por pesar más en la agenda del Papa, que el de distintos grupos defensores de los derechos humanos, víctimas de pederastia y los mismos padres de los 43 desaparecidos, que buscan una reunión con el pontífice…
Los políticos mexicanos están en la búsqueda de una legitimidad perdida, y ven en el Papa una posible fuente para aumentar esa legitimidad…”
Los jerarcas eclesiásticos se esmeran en dar respuestas más o menos convincentes a sus millones de humildes fieles. Lo hacen para enaltecer la visita sin rozar al régimen imperante.
El nuncio apostólico, Christopher Pierre, apuntó que la visita es “principalmente pastoral” y, aunque algunos mensajes papales podrían tener incidencia política, temas sensibles para el país, como la violencia, migración y pobreza… Pero “hablará de los problemas desde el Evangelio”. Agregó enseguida “Yo he leído mucho en la prensa que el Papa va a resolver el problema de la violencia, el problema de la desaparición; el Papa no tiene la pretensión de venir a resolver los problemas de México”.
Sabemos de sobra que no pretende eso ni mucho me nos. El papa sólo pretende apaciguar, promover la resignación y sumisión para que el régimen del PRIvilegio tenga tiempo de cambiar algo, para que nada cambie de fondo.
También reconoció el nuncio que el papa “no viene como juez”. Esto último es más que evidente: el Vaticano no es un juez imparcial, sino que es parte sustancial de los poderes que dominan el mundo, incluido México.
Además de los masivos actos y misas que se planean con el papa, mucho se habla de los múltiples encuentros que llevará a cabo con distintas personas o sectores.
Se reunirá en Chiapas con algunas familias de Tuxtla Gu tiérrez; con indígenas en San Cristóbal de las Casas, incluyendo a miembros del EZLN.
Mientras, dos obreros agonizan luego de caerse de un andamio al reparar su Catedral, el gobernador michoacano Aureoles empapela las paredes de las ciudades con carteles que dicen “Michoacán te recibe con el Alma llena de Alegría”.
Maestros de la CNTE apoyados por padres de familia, acampan en la plaza de Morelia en lucha por sus reclamos… Pero un tema que ha provocado declaraciones contradictorias del episcopado y agrias polémicas con los afectados ha sido el reiterado pedido de audiencia que le han hecho llegar los padres de los 43 normalistas desaparecidos. El tema puede enojar a Peña Nieto, lo sabe Francisco.
Se ha dicho hasta el cansancio que el papa Francisco “va a los lugares más postergados y se encuentra con los más oprimidos y golpeados”.
Sin embargo, lo primero en confirmarse fue su encuentro en privado con Enrique Peña Nieto y los jerarcas de su gobierno, que no parecen ser muy oprimidos ni lo suficientemente golpeados (como se merecen). Y hasta ahora está en una nebulosa cómo, dónde y cuándo recibirá a los padres de los 43 (ver recuadro).
Ante el caso Ayotzinapa y la masacre de Iguala, es donde se hace más evidente que la “santa Iglesia” prioriza su rol de sostén político del régimen y el sistema y no la defensa de la justicia y los derechos humanos.
¿Por qué no va a Ayotzinapa?
A pesar que una y otra vez diversas dependencias de la Iglesia Católica, desde el Nuncio al Episcopado, negaron que el Papa planeara recibir a los padres de los 43, el cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, confirmó que el Papa “tiene programada una reunión con víctimas de la violencia en México, entre las que se encuentran familiares de los 43 normalistas desaparecidos…”
El momento para ellos, según el obispo Lira Rugarcía, sería: “En la misa que se oficiará en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se abordarán temas de migración y de las víctimas de la violencia (a las que) el Santo Padre dará un mensaje a todas aquellos que han sufrido alguna forma de maltrato…”
Leyó bien estimado lector, el Papa se reunirá con todas las víctimas de la violencia o “alguna forma de maltrato”. Otras versiones dicen que “los recibiría en Ecatepec” …
Maniobra “piadosa”
Juntar a todas las víctimas “de algún maltrato” o recibir en “algún lugar” a los padres para diluir el crimen de Iguala sin diferenciar aquellas víctimas en que la violencia provino del Estado y sus fuerzas armadas, como el caso de los 43. Ello es una maniobra de la Iglesia luego de percibir la indignación que invadió a los padres de los 43 ante la indiferencia que sufrieron cuando acudieron a Estados Unidos en busca de un gesto papal.
Es evidente que los estrategas del Papa evaluaron el costo político por el desaire dado a estos heroicos padres y madres de familia, fervientes creyentes, frente a la basílica de Guadalupe: “Yo fui a Estados Unidos a ver al Papa Francisco y no nos quiso recibir, le gritamos, estuvimos alzándole la voz y no nos hizo caso. Ahí el Papa me decepcionó porque él sabe que estamos viviendo un problema terrible y él ni siquiera fue para decir aquí están las madres, vamos a exigir justicia, yo esperaba otra cosa y no nos respondió”.
Sacerdotes pedófilos
Otro tema donde los obispos dieron vueltas fue la finalmente confirmada realización de una reunión del Papa con víctimas de la pederastia y pedofilia.
El Arzobispo de San Luis Potosí, anunció que “El Santo Padre traerá para ellos un mensaje y a nosotros una línea para poder responder a todas estas víctimas”.
Sin embargo, el ex sacerdote Alberto Athié Gallo, quien decidió dejar la Iglesia en el 2003, después que el grave problema de abuso infantil fuera encubierto por la Conferencia Episcopal de México, cuestiona que Jorge Bergoglio quiera combatir hasta el final este flagelo dentro de la Iglesia, al declarar:
“En el último encuentro en los Estados Unidos… el Papa no contempló reunirse con las víctimas del abuso clerical, pero sí pidió reunirse con otras víctimas sexuales, como para dar a entender que el problema no es sólo clerical”…
Athié Galló aseguró tener conocimiento de más de 700 niños que han sido abusados en México.
“…con los casos conocidos del padre Marcial Maciel Degollado, del padre Nicolás Aguilar, del padre Eduardo Córdoba, del padre Gerardo Silvestre, que han logrado rebasar el control de la iglesia, hemos detectado más de 700 niños en México. Y… los daños gravísimos que se han cometido en contra de decenas de miles de niños en el mundo, por parte de sacerdotes, obispos e incluso cardenales, y que no sólo lo hicieron sino que fueron encubiertos sistemáticamente por parte de la Santa Sede…”
La Iglesia protegió a cura que violó a más de cien niños indígenas en Oaxaca
La organización Foro Oaxaqueño de la Niñez, junto con varios sacerdotes y activistas, acusó a la Iglesia mexicana de proteger al cura Gerardo Silvestre Hernández, que abusó de un centenar de menores y que desde 2013 está en prisión para ser procesado por la justicia por corrupción de menores y que, no obstante, para la iglesia –por intermedio del Arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello—no existen evidencias de que hubiera cometido dichos crímenes.
En una rueda de prensa (26 de enero) donde se hizo la denuncia, participó también el sacerdote Apolonio Merino, actualmente suspendido por la arquidiócesis oaxaqueña por denunciar el comportamiento de Silvestre.
Art´culo publicado en La resistencia n.° 13, febrero de 2016.-
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