Dom May 26, 2024
26 mayo, 2024

Violencia contra palestinos es promesa de campaña en las elecciones sionistas de setiembre

Candidatos prometen intensificar el robo de tierras y limpieza étnica contra palestinos.

Por: Marcel Wando

El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó en discurso en la TV este martes (10/9) que, en caso de ganar las elecciones para el Knesset (parlamento), anexará la región del valle del río Jordán y la región al norte del mar Muerto. La región representa 30% de Cisjordania, dentro de la llamada Área C, controlada civil y militarmente por Israel. Las elecciones fueron adelantadas debido a las denuncias de corrupción contra Netanyahu. Entre las acusaciones, está el favorecimiento de la empresa de telecomunicaciones Bazeq que, según la policía israelí habría recibido millones a cambio de una cobertura favorable al grupo de Netanyahu.

En abril de este año, se realizaron elecciones generales en Israel. La convocatoria del pleito fue visto por muchos como una maniobra de Netanyahu para facilitar su reelección y garantizar la inmunidad parlamentaria, huyendo así de las acusaciones de corrupción. Dos meses después, sin embargo, Netanyahu no consiguió formar una mayoría parlamentaria. La disputa entre militaristas y judíos ortodoxos sobre la obligatoriedad del servicio militar estuvo en el centro de un debate que el primer ministro israelí no consiguió contornear y lo hizo perder la mayoría necesaria para formar el gobierno. Las nuevas elecciones fueron convocadas para el 17 de diciembre.

Benjamin Netanyahu pertenece al partido Likud, en el poder desde 2009, y está disputando su quinto mandato. Por primera vez la reelección está amenazada y, en respuesta, aumentan las amenazas a los palestinos. En marzo de este año una ola de bombardeos dio inicio al calendario electoral al parlamento sionista. Además de los ataques y de las amenazas, Netanyahu aún ve el Acuerdo del Siglo con Trump como una “oportunidad histórica” para la anexión de Cisjordania y otras áreas.

La principal fuerza de oposición encabezada por el partido de centro Blanco y Azul, presenta nuevamente a Benny Gantz como candidato. Gantz es militar y fue jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de “Defensa” (Ocupación) de Israel de febrero de 2011 a febrero de 2015, bajo el comando de Netanyahu. El opositor, con todo, llama a Netanyahu de débil con la resistencia palestina. Él promete un “gobierno de seguridad más fuerte”, por lo tanto, con mayor represión a manifestaciones de palestinos en Gaza, como en la Gran Marcha del Retorno, o en Cisjordania, como en las manifestaciones por la reapertura de la mezquita de Al-aqsa. Él también hace críticas al BDS, campaña internacional de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel.

Gantz y Netanyahu, juntos en un pasado no muy distante.

No hay salida con el imperialismo

El Acuerdo del Siglo es una tentativa de Trump, presidente de los Estados Unidos, de garantizar la paz de los cementerios en Palestina. Trump apoya a los sionistas, demostrando eso en la transferencia de la embajada americana para Jerusalén, en apoyo a la anexión de las Colinas del Golán (territorio sirio ocupado militarmente en 1967 por Israel) y en los cortes de dinero de la UNRWA (agencia de la ONU de ayuda humanitaria para palestinos). Ese acuerdo es parte de la política de los dos Estados, lo que significa en la práctica el avance de la colonización de las tierras palestinas y de la limpieza étnica del pueblo palestino.

La “solución” de los dos Estados, iniciada con los acuerdos de Oslo y defendida por una parte significativa de la izquierda, está muerta. Israel es un Estado racista y de apartheid contra los palestinos que, en alianza con el imperialismo, continúa el proyecto sionista de ocupación de Palestina. Hace 71 años, palestinas y palestinos son víctimas de limpieza étnica y genocidio planeados y expulsión de sus tierras, con posterior anexión de su territorio por Israel y sus colonos. Estas elecciones muestran que no hay solución por dentro del proyecto sionista o en alianza con el imperialismo.

Es preciso acabar con el Estado racista de Israel y construir una Palestina única, libre, laica, democrática y no racista. Que tenga derechos iguales para todos los que quieran vivir en paz con los palestinos y el retorno de los millones de refugiados a sus tierras. Eso solo podrá ser conquistado a través de la heroica resistencia palestina en alianza con los oprimidos y explotados del todo el mundo. Es preciso fortalecer la solidaridad internacional a la lucha palestina, defendiendo una Palestina libre, del río al mar.

Artículo publicado en: www.pstu.org.br, 12/9/2019

Traducción: Natalia Estrada.

 

Más contenido relacionado:

Artículos más leídos: