Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Uruguay: un gobierno corrupto y autoritario

Mientras el capitalismo mundial va mostrando cada vez más síntomas de su profunda crisis con el rescate del Silicon Valley Bank y sus consecuencias; las masas en Francia se levantan contra Macron con el detonante de la reforma de las jubilaciones en una lucha que es de impacto mundial.

En este marco es que en Uruguay se desarrolla una profunda crisis política del gobierno antiobrero de Lacalle Pou, cuya legitimidad pende de un hilo, mientras los trabajadores sufren sus ataques y pagan las consecuencias de una política al servicio de los “malla oro”.

Al cierre de esta edición, en una repudiable medida antisindical y antidemocrática, apelando a normas de la dictadura, el gobierno apartó del cargo al director del IAVA por oponerse a que le arrebaten el salón gremial a los estudiantes que se encuentran en lucha por este motivo; mostrando nuevamente su polìtica de persecución a estudiantes y docentes.

Recesión, sequía y aumento de precios

Después del discurso triunfalista de Lacalle Pou el 1° de Marzo, se conoció el dato de que la economía uruguaya había entrado en recesión. Primero con la excusa de la guerra en Ucrania y ahora con la de la sequía, los precios han vuelto a pegar un salto.

En la feria los trabajadores y jubilados vemos el kilo de zanahorias a $100, el del boniato a $90, ¡y hasta más de $100 por una lechuga! Los huevos siguen subiendo y el maple puede encontrarse a más de $300… ¡Y les da la cara para hablarnos de la “recuperación salarial”!

El sueldo cada vez rinde menos y el desempleo es una de las principales preocupaciones en las familias obreras. La bronca crece mientras este gobierno del escándalo permanente pretende aumentar la edad para jubilarnos, mercantilizar la enseñanza y seguir robándonos salario con su política al servicio de las grandes patronales.

El gobierno del escándalo interminable

A este gobierno del hambre que va de crisis en crisis le ha estallado otra bomba al conocerse las denuncias por explotación sexual a menores de edad contra G. Penadés, uno de los principales cuadros políticos del gobierno y del propio sector político de Lacalle Pou.

Para rematar semejante bochorno, de forma impresentable el ministro Heber salió rápidamente a defender al acusado diciendo que era una “difamación”. Después, el propio presidente Lacalle Pou dijo que “le creía a él” y hasta el máximo jerarca del INAU, institución que se supone debiera proteger a niños/as y adolescentes, declaró que confiaba en Penadés. ¿Será la misma confianza que tenían en Astesiano?

No pueden ser más miserables. Han colocado todo el peso del sistema para blindar a su senador. Con este accionar no hacen más que promover y proteger a los abusadores. Como ya varios periodistas y comunicadores han dicho, ¿qué victima puede animarse a denunciar si hasta el Presidente de la República ha salido en respaldo a un denunciado por abuso?

Con el caso Astesiano-Marset este gobierno había demostrado ser corrupto, amparador del espionaje y favorecedor de narcotraficantes. Ahora, además, también encubre a un denunciado por abuso de menores mientras sigue con su polìtica de persecución sindical en la Educación apelando a normas autoritarias de la dictadura ¿Qué más hace falta para echar a este gobierno ahora mismo? Su crisis es escandalosa, intolerable.

Astesiano – Lacalle Pou

Lamentablemente, este gobierno continúa porque ni la dirección del PIT-CNT ni la del Frente Amplio lo han cuestionado a fondo. No quieren que caiga ahora.

Estos dirigentes con el conjunto de la burguesía van abriendo de forma anticipada la campaña electoral para utilizarla como válvula de escape al descontento, la bronca y la crisis del gobierno. Quieren canalizar todo hacia 2024. Por eso F. Pereira decidió guardar un “prudente silencio” ante el caso Penadés y Charles Carrera incluso tuvo el gesto de ir a abrazarlo en el parlamento. Lo que caracteriza a estos dirigentes es la tibieza, el no querer movilizar ni cuestionar la legitimidad y continuidad del gobierno.

Desde IST planteamos que este gobierno ya no puede seguir. Desde las luchas obreras, estudiantiles, de las mujeres; luchas que seguramente comenzaran a ir en ascenso en el próximo período, debemos colocarnos la tarea de construir desde las fábricas, los liceos, las oficinas, las facultades y los barrios una dirección no que piense en los cargos y las elecciones, sino en pelear hasta las últimas consecuencias para echar ahora a este gobierno y tirar abajo sus reformas antiobreras.

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