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Estados Unidos

Trump y Milei salen de la OMS

febrero 22, 2025

En enero pasado, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que su país se retiraba de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Poco después, como la sombra que sigue al cuerpo, el presidente argentino, Javier Milei, anunció que Argentina haría lo mismo. ¿Qué es la OMS y por qué ambos presidentes adoptaron esta definición?

Por Alejandro Iturbe

La OMS fue fundada en 1948 como una organización con autonomía dentro de la estructura de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Tiene su sede en Ginebra (Suiza) y, hasta ahora, estaba integrada por 194 países. Sus políticas sanitarias y financieras están determinadas por la Asamblea Mundial de la Salud que se reúne anualmente con delegaciones de los países miembros. La Asamblea elige un Director General y un Consejo Ejecutivo de 34 miembros “técnicamente cualificados en el ámbito de la salud” con un mandato de tres años[1]

Sus objetivos son: “coordinar la respuesta mundial a las emergencias sanitarias, promover el bienestar, prevenir enfermedades, y ampliar el acceso a la atención de salud”. Para lograrlos, la OMS cuenta con un “equipo de más de 8.000 profesionales que incluye a los mayores expertos en salud pública del mundo… médicos, epidemiólogos, científicos y administradores”. En este sentido, la OMS es la principal referencia mundial para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades, así como para la autorización de medicamentos y vacunas.

Al mismo tiempo que juega este papel en el cuidado de la salud de la población mundial, la OMS padece de las mismas limitaciones insalvables que otros organismos de la ONU que intentan combatir los males profundos y estructurales que genera el capitalismo en el mundo. Por ejemplo, la FAO (sigla en inglés de Organización para la Alimentación y la Agricultura), en el tema del hambre.

Son organismos que suelen realizar estudios muy objetivos de los datos de la realidad, Pero tanto sus análisis generales como sus propuestas se ubican como parte integrante del capitalismo imperialista y el respeto absoluto a la propiedad, sin nunca salirse de sus límites. Por eso, se limitan a “dar consejos” a gobiernos y empresas, o a elaborar planes incapaces de resolver temas como las pandemias o el hambre.

La OMS y la pandemia de Covid-19

Esto fue evidente frente a la reciente pandemia de Covid-19 y el tema de las vacunas contra esta enfermedad. La OMS nunca exigió a los gobiernos, en especial a los de los países imperialistas, una cooperación internacional, sin fines de lucro, para coordinar las investigaciones y el desarrollo de una vacuna efectiva. Se limitó a esperar que las grandes empresas médicas (de modo aislado, en cada país) la lograran. Una vez que comenzaron a aparecer las vacunas contra esta enfermedad, nunca exigió que los gobiernos quebraran el derecho de patente con el que estas empresas lucraban miles de millones de dólares a costa del terrible impacto de esta pandemia[2].

Por otro lado, si bien impulsó la “cuarentena”, el “aislamiento social” para prevenir la extensión de los contagios, no abrió la boca para denunciar cómo las empresas y gobiernos obligaban a toda una franja de trabajadores a tener que ir a sus empleos, calificándolos de “imprescindibles”, amontonados en el transporte público y, muchas veces, sin que las empresas les garantizaran las condiciones mínimas de prevención. Esto agravó y extendió el impacto de la pandemia.

Finalmente, tampoco denunció la criminal política capitalista de la “nueva normalidad”, que tuvo ese mismo resultado pero a una escala mucho mayor[3]. Es por todas estas “omisiones” que podemos decir que la OMS acabó siendo “cómplice” de los gobiernos burgueses y de las empresas por la muerte de millones de personas y por el gran sufrimiento que padecieron los trabajadores y sectores pobres en el mundo.

La OMS “privatizada”

Además de esta limitación básica (ser parte del sistema capitalista), hay otra cuestión central que condiciona cada vez más la actuación de la OMS: sus fuentes de financiamiento para cubrir su presupuesto. A inicios de la década pasada, sus gastos totales fueron de 2.300 millones de dólares[4]. Ese presupuesto se cubría básicamente con los aportes directos y oficiales de EE.UU. (cerca de 40%) y, en orden decreciente, Alemania, Comisión Europea, Reino Unido y Canadá. Se establecía así una profunda dependencia de la OMS con los gobiernos de las potencias imperialistas.

En la medida en que avanza, de forma creciente, la destrucción de la naturaleza, aumentan la miseria y el hambre, y la salud pública se deteriora cada vez más, aparecen nuevas enfermedades y riesgos de pandemias, o resurgen otras que se consideraban controladas o extintas. En ese contexto, la OMS requiere cada vez más presupuesto.

Los aportes de los países ya no alcanzan y comienza a recibir, entonces, grandes aportes privados. Entre ellos, de los grandes conglomerados farmacéuticos que, ya en 2015, le dieron casi 100 millones de dólares entre dinero en efectivo y donaciones de medicamentos de su producción.

Pero estas empresas “no dan puntada sin hilo”. Germán Velázquez, un médico español, ex director del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS denunció, en 2016, que “la financiación privada condiciona las decisiones de la OMS” que “funciona en favor de intereses privados porque ha sufrido un proceso de privatización”[5].

¿Qué hace Bill Gates por ahí?

Los gastos de la OMS crecen de modo constante (con un alto impacto en la última pandemia) y, con ello, la necesidad de nuevos aportantes. Si dejamos de lado los países miembro, hay dos aportantes que se destacan claramente: la Fundación Bill & Melinda Gates (dirigida por el magnate de la informática y su exesposa) y la Alianza para la Vacunación (conocida como GAVI), en la que también interviene la Fundación Gates junto con empresas farmacéuticas[6].  

El siguiente cuadro nos muestra el peso que las contribuciones no gubernamentales han adquirido en el presupuesto de la OMS. La fundación de Bill Gates aporta casi tanto como Alemania. Si se le suma la contribución de GAVI (en la que tiene mucho peso) este aporte supera el de EE.UU.

En este punto, es necesario referirnos con más profundidad a Bill Gates. Él era un programador e ingeniero de sistemas que trabajaba para IBM. A finales de la década de 1970 e inicios de la de 1980 creó un software (el sistema DOS), lo aplicó en un nuevo hardware (las PC) con los que revolucionó la industria de la informática. Fundó la empresa Microsoft, que se transformó en una de las gigantes de la tecnología de la información, y él se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo; en 2020, la revista Forbes le calculó una fortuna de casi 107.000 millones de dólares[7].

¿Un multimillonario “benefactor”?

En el siglo XXI, Bill Gates comenzó un giro en el centro de sus preocupaciones y actividades. En el año 2000 renunció a su cargo de CEO en Microsoft, aunque se mantuvo como el “arquitecto del software”. En 2014, dejó de ser el principal accionista de la compañía y puso la mitad de su fortuna en manos de la fundación que dirige con su exesposa. Finalmente, en 2020 abandonó toda relación con la empresa y pasó a dedicar todo su tiempo a la fundación[8]

Bill Gates ha construido una imagen pública de multimillonario sensible a los sufrimientos de las masas en el mundo, preocupado e intentando ayudar como “benefactor” en temas como la vacunación masiva contra diversas enfermedades o como el bajo nivel de la educación pública en EE.UU.

Ha dicho que “quiere dejar su legado a la sociedad”[9]. El año pasado se mostró a favor de que “los ricos paguen más impuestos”[10], en consonancia con las propuestas del partido demócrata (al que siempre apoyó) en la última campaña electoral, en contra de las de Donald Trump. Por otro lado, su fundación anunció que este año destinará “8.600 millones de dólares para ayudar a satisfacer las crecientes necesidades de recursos y a financiar formas innovadoras de salvar y mejorar vidas”[11].

Esta imagen pública de “multimillonario sensible y benefactor” contrasta claramente con la repugnancia que genera Elon Musk, otro magnate de la tecnología. Sin embargo, si rasgamos la superficie y miramos la realidad profunda, vemos que Bill Gates es un gran burgués que todo lo que hace es en función de sus intereses y en defensa del capitalismo imperialista.

Cuando era el dueño de Microsoft, la empresa fue acusada y enfrentó varios juicios por “prácticas de competencia desleales” y monopólicas[12]. Lo más importante, sin embargo, es que no tuvo ningún problema en utilizar la mano de obra semiesclava de la empresa Foxconn en China para fabricar sus productos a bajísimo precio y ganar fortunas con su venta en el mundo (es el segundo cliente después de Apple).

La propia fundación se maneja con criterios claramente burgueses: posee un capital de 50.000 millones de dólares que se invierte con el único objetivo de maximizar el retorno sobre la inversión y no tener en cuenta los objetivos de la fundación. Como resultado, sus inversiones incluyen compañías que han sido criticadas por empeorar la pobreza en los mismos países en desarrollo donde la fundación está intentando reducirla. Entre estas empresas se incluyen compañías que contaminan fuertemente el medio ambiente y compañías farmacéuticas que no venden sus productos en los países en desarrollo”[13].        

La verdad sobre el Bill Gates “vacunador”

El tema de las “compañías farmacéuticas” nos lleva de lleno al papel que cumple la Fundación Gates en la OMS, como principal aportante no gubernamental. Esta fundación tiene un peso decisivo en el Fondo de Acceso Global para Vacunas (Covax), que cobró un centralidad durante la última pandemia de Covid-19.

En 2021, las “compañías farmacéuticas” que ya habían desarrollado vacunas efectivas comenzaron a venderlas “a precio de oro” por el cobro del derecho de patente, un criterio capitalista aceptado internacionalmente. Solo podían comprarlas y las acaparaban las potencias económicas del mundo, y los países más pobres no podían hacerlo o solo podían adquirirlas en cantidades insuficientes.

India, Sudáfrica, Argentina y Brasil tenían la capacidad de fabricar las vacunas. India era realmente el principal productor mundial de vacunas pero igual tenía que pagar el derecho de patente y no tenía los fondos para comprar las vacunas que ellos mismos fabricaban y así proteger a su población.

En ese contexto, los gobiernos de India y Sudáfrica presentaron a la Organización Mundial del Comercio un pedido para que se hiciera “una exención del derecho de propiedad intelectual [patentes]” para las vacunas y medicamentos usados contra el Covid-19 hasta que terminara la pandemia. El pedido expresaba: “Una pandemia mundial no es momento para seguir haciendo negocios como de costumbre. No hay lugar para las patentes o el lucro empresarial mientras el mundo se enfrente a la amenaza de la COVID-19”[14].

Este pedido repercutió en la OMS, en especial en Covax que intentaba organizar una campaña mundial de vacunación. Algunos sectores de la OMS presentaron una propuesta “un poco más blanda” (una suspensión temporaria, de emergencia). En Covax, Bill Gates defendió a ultranza las patentes e impidió que apoyase ningún tipo de suspensión, tal como denunció la profesora Linsey McGoey (profesora de Sociología en la Universidad de Essex-Reino Unido en su libro sobre Bill Gates y la salud pública mundial titulado No Such Thing as a Free Gift: The Gates Foundation and the Price of Philanthropy (“Los regalos gratis no existen: la Fundación Gates y el precio de la filantropía”)[15]. Covax se limitó a decir que espera poder comenzar a asignar vacunas a los países con ingresos bajos y medios en el primer trimestre de 2021”.

Detrás de su máscara hipócrita, a Bill Gates no le importó en absoluto que millones de personas siguieran muriendo de Covid-19 en los países más pobres. Lo esencial para él fue defender la propiedad privada y las ganancias de las “compañías farmacéuticas” en las que tiene fuertes inversiones y con las que está asociado. De modo cobarde, la OMS lo acompañó en silencio.

En su momento, la LIT-CI levantó la consigna de la ruptura inmediata de las patentes y propuso realizar una gran campaña de movilizaciones por ella, exigiendo a los gobiernos de los países que podían producir vacunas que lo hicieran sin tener que pagar nada por el uso de la fórmula[16].

El enojo de Trump con la OMS

Sin embargo, la decisión de Trump de retirar a EE.UU. de la OMS no tiene nada que ver con la profunda limitación del accionar de esta organización en el combate contra la pandemia de Covid-19 o el papel de Bill Gates sobre el tema de las patentes de las vacunas. Por el contrario.

La OMS caracterizó oficialmente la existencia de la pandemia el 1 de marzo de 2020. Expuso datos sobre el ritmo alarmante de contagio y propagación, así como por la gravedad de las consecuencias de la enfermedad.

En ese marco, expresó su “profunda preocupación por los niveles alarmantes de inacción” por parte de los gobiernos de todo el mundo[17]. En ese contexto, en tanto se desarrollasen vacunas efectivas y una campaña de vacunación masiva, recomendó tratamientos a las personas contagiadas y una serie de medidas para atenuar el ritmo de propagación. Entre ellas, la cuarentena y el aislamiento no solo de las personas infectadas sino, de modo preventivo, de las que habían tenido contacto con ellas y de los ámbitos en que se había producido algún caso. También recomendó la restricción a la circulación y la concentración de personas a aquellos casos en que fuera imprescindible, así como un distanciamiento entre ellos si debían hacerlo.

Muchos gobiernos comenzaron a adoptar estas medidas como de aplicación obligatoria. Pero ellas afectaban fuertemente la producción y el comercio capitalista y, con ello, las ganancias de la burguesía, por lo que pocos meses después pasaron a la hipócrita política de la “nueva normalidad”.

En su primera presidencia, Trump fue uno de los gobernantes que negó la existencia de la pandemia, a la que calificó de “una gripe grave”, y durante varios meses no adoptó ninguna medida. En especial, para defender los negocios de las empresas, se negó a aplicar las restricciones a la circulación y concentración de personas. Esto hizo que EE.UU. (uno de los países con mayores medios médicos y farmacéuticos del mundo) encabezara, durante muchos meses, el trágico ranking del número de contagiados que publicaba diariamente la OMS y que reproducían los medios de todo el mundo.     

Enojado por la forma en que las estadísticas de la OMS exponían las consecuencias de su criminal política, ya en los primeros meses de la pandemia, Trump decidió “suspender el financiamiento de la OMS”. E intentó contraatacar acusando a la OMS de “mala gestión y encubrimiento de la expansión del coronavirus”[18]

Posteriormente, Trump cambió su política frente a la pandemia: comenzó a aplicar algunas de las medidas propuestas por la OMS y comenzó a comprar todas las vacunas contra el Covid-19 que ya producían las empresas estadounidenses, como Pfizer[19]. Pero no pudo cambiar la imagen “negacionista” ni las consecuencias de su criminal política que la OMS exponía con sus estadísticas.

Posiblemente ese fue uno de los factores más importantes que condujeron a que sea derrotado por Joe Biden en su intento de reelección a fínales de 2020. Ahora que ha vuelto a recuperar la presidencia, Trump “toma revancha” contra la OMS, a la que seguramente considera responsable de su derrota en 2020.

Un plan de ajuste

No obstante, las razones de Trump para retirarse de la OMS son mucho más profundas. El ahorro del dinero que hasta ahora aportaba EE.UU. en esa organización es parte de un fuerte plan de ajuste del presupuesto federal de este país y de la drástica reducción de gastos que Trump le ha encomendado elaborar a su amigo, el empresario Elon Musk.

Este ajuste es imprescindible desde el punto de vista burgués frente a la disminución de ingresos que representará la baja de impuestos a las empresas, ya anunciada por Trump. Musk, que permanentemente elogia el brutal ajuste realizado por el gobierno argentino de Javier Milei, ya ha avisado que la base mínima de ese ajuste será bajar 26% de los gastos[20].

Por eso, la salida de la OMS va acompañada del congelamiento de fondos y el posible cierre de la USAID (Agencia de EU.UU. para el Desarrollo Internacional), a través de la cual EE.UU. entregaba fondos a diversos países del mundo. Según los datos oficiales, en 2023 la USAID distribuyó un total de 42.000 millones de dólares principalmente en el área de desarrollo económico y asistencia humanitaria”[21]. Elon Musk ha calificado públicamente a la USAID de “malvada” y “organización criminal”, mientras Trump expresó “no quiero que mis impuestos se destinen a esta basura”.

Pero el ajuste no se limita a estos gastos externos, sino afectará mucho los gastos sociales que se hacen a través de subvenciones y préstamos de distinto tipo a entidades e instituciones. Uno de los más golpeados será el sector de la salud pública. Pueden quedar paralizados los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Agencia Federal de Investigación Médica, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tal como denunció en su editorial la revista médica especializada The Lancet[22].

Uno de los más afectados va a ser el programa Medicaid. Para entender la importancia de este programa debemos recordar que Estados Unidos tiene uno de los sistemas de salud más caros y discriminatorios del mundo: es casi totalmente privado y lleva al extremo el criterio de la medicina como negocio.

Una consulta inicial con un médico de cabecera parte de un mínimo de 100 dólares, y de 300 con un especialista; una radiografía cuesta 500 dólares; una cirugía o un parto demandan varios miles. Lo mismo con las internaciones o los tratamientos prolongados. Todo esto sin hablar del precio de los medicamentos. Por ejemplo, hay familias que han debido vender su casa para pagar esos costosos tratamientos.

Un sector de la población cubre total o parcialmente esos costos a través de los seguros médicos que otorgan las empresas en que trabajan, y otro sector los contrata directamente con empresas privadas. Mientras, una parte importante (los sectores sociales más bajos) está totalmente desprotegido, sin ninguna cobertura o apenas las de las “clínicas comunitarias” de las barriadas más pobres.

Como un intento de atenuar esta situación, en 1965 un gobierno demócrata aprobó la ley que creó los programas Medicare (administrado por el Estado Federal) y Medicaid (administrado por cada uno de los Estados con apoyo financiero del gobierno federal). En 2010, el gobierno Obama fortaleció ambos programas a través de la ley de la Atención Médica Asequible (ACA), llamada Obamacare.

En 2024, Medicaid tuvo gastos totales por casi 840.000 millones de dólares[23]. Medicaid cubre la atención médica, los tratamientos y las internaciones de las personas mayores de 65 años y de los niños sin cobertura médica, de las personas discapacitadas y de aquellas familias con muy bajos ingresos. En resumen, para aumentar las ganancias de los empresarios de EE.UU., Trump y Musk ajustan sobre la salud y el hambre de los más pobres de EE.UU., y también del mundo.

Milei imita a Trump

Poco después, Javier Milei anunció que su gobierno también retiraría a la Argentina de la OMS. Importantes medios internacionales comentaron con ironía que “Milei imitaba a su ídolo”[24].

Las razones utilizadas fueron muy similares a las de Trump: Milei tiene una posición muy crítica respecto de Tedros Adhanom [director general de la OMS desde 2017] y su actuación para enfrentar la pandemia de Covid-19, por las consecuencias que tuvieron las medidas aplicadas en todo el mundo […] como en el impacto negativo en la economía de los países…”[25]. Se refiere a las propuestas de cuarentena y restricción a la circulación que fueron aplicadas por el gobierno peronista de Alberto Fernández, en el país.

En este tema, Milei actúa con gran hipocresía. En todo el primer período de la pandemia (cuando todavía era un figura que recién aparecía en la política argentina), él no defendió una posición negacionista. Por el contrario, publicó un video apoyando la aplicación obligatoria de la cuarentena a los contagiados o con posibilidades de estarlo, incluso con el uso de la fuerza pública. Poco después, difundió una foto en la que recibía la vacuna contra el Covid[26]. Ahora que asumió el papel de “imitador” de Trump quiere “reescribir” esa parte de su historia.

Sin embargo, el contexto de esta salida de la OMS es mucho más profunda. El gobierno de Milei viene aplicando un feroz plan de ajuste de los gastos del Estado, reduciéndolo, cerrando reparticiones y empresas públicas o privatizándolas. Uno de los sectores más afectados es el de las instituciones que cumplen funciones sociales, como la salud pública. Así, ha atacado y amenaza con cerrar todas las instituciones que dependen del Ministerio de Salud de la Nación, como el Hospital Nacional de Pediatría «Prof. Dr. Juan P. Garrahan», el Hospital Nacional de Salud Mental “Lic. Laura Bonaparte” y el Hospital Nacional Posadas.

Otro brutal ataque es el hecho de que el PAMI (una obra social estatal que atiende la salud de los jubilados y pensionados) ha dejado de entregar medicamentos gratuitos a gran parte de sus casi cinco millones de afiliados, muchos de los cuales ya no pueden comprarlos. Por eso, el retiro de Argentina de la OMS «Es parte de una política cuyo objetivo final es que el Estado abandone las responsabilidades que todavía tiene en materia de salud”, como denunció el sociólogo argentino Gabriel Puricelli [27].

Aunque, tal como hemos visto, en este tema del ajuste y del ataque a la salud pública es el gobierno de Milei el que muestra el camino, y el de Trump, por intermedio de Elon Musk (gran admirador de Milei), el que intenta imitarlo.

Algunas conclusiones

Los gobiernos de Milei y de Trump han definido llevar delante de modo brutal y rápido un ataque frontal a la salud pública y a su financiamiento por parte del Estado burgués. Lo hacen por dos razones. Por un lado, para aumentar las ganancias de los empresarios a través de rebajarles los impuestos. Por el otro, para ir hasta el final con un proceso que ya lleva décadas: la transformación de la salud pública en un gran negocio privado de los centros médicos y prestadores de salud, de los grandes laboratorios, de los fabricantes de tecnología con fines medicinales, y de los intermediarios como las aseguradoras de salud.

La mayoría de los gobiernos llevan adelante esta misma política, pero lo hacen de modo más lento e intentando disimular sus objetivos y sus resultados en el deterioro de la atención de salud a los trabajadores y las masas. Por ejemplo, lo que sucede en varios países europeos centrales que tenían sistema de salud pública muy fuertes, como Francia y Gran Bretaña[28]. La OMS aparece como una defensora de la salud pública pero, en última instancia, es parte de este operativo de “cámara lenta” y disimulo, ya que como vimos, siempre acaba defendiendo los intereses de la “burguesía de la salud” y sus ganancias.

Los trabajadores y las masas debemos enfrentar con lucha estos planes de Milei y de Trump que llevan a la destrucción total de la salud pública. En Argentina, han comenzado a hacerlo. Por ejemplo, en la defensa del Hospital Bonaparte, el Garrahan y el Posadas[29]. Es necesario coordinar estas luchas, rodearlas de solidaridad, y unificarlas con las otras luchas que están dando los trabajadores contra otras consecuencias del ataque del gobierno de Milei, como los despidos en el sector privado. Una necesidad similar se plantea en EE.UU. contra los ataques del gobierno Trump.

Pero debemos ser conscientes de que el tema de la salud pública es mucho más profundo. El capitalismo aumenta cada vez las enfermedades y el deterioro de la salud de los trabajadores, con la destrucción de la naturaleza, el aumento de la pobreza y del hambre, y el endurecimiento creciente de las condiciones laborales. Al mismo tiempo, reduce cada vez más la atención estatal de la salud pública o directamente quiere eliminarla. La última pandemia fue un ejemplo de las penurias y sufrimientos de los trabajadores en este marco.

Frente a la pandemia, en esta página fuimos presentando una serie de propuestas para lograr una salud pública gratuita y universal para los trabajadores[30]. Estas propuestas mantienen hoy toda su vigencia. Algunas de las principales medidas son la ruptura de los derechos de patente de los conglomerados farmacéuticos y de los fabricantes de tecnología médica, que el Estado expropie todas estas empresas privadas y que se aplique un plan de salud gratuita y universal, centralizado y garantizado por el Estado.

Ningún gobierno de la burguesía (sea del color que sea) está dispuesto a llevar adelante estas medidas, ni siquiera lo hicieron en las condiciones de emergencia de la pandemia. Para que ese plan pueda ser aplicado es necesario que los trabajadores y las masas realicen una revolución e instalen su propio gobierno. Las experiencias que en el pasado se desarrollaron en los ex Estados obreros, como la Unión Soviética y Cuba, y el impresionante desarrollo que tuvieron en su salud pública gratuita y universal muestran que esto es posible[31].

Lo será mucho más si esa revolución se extiende hacia el mundo, en especial a los países más desarrollados. Así será posible la elaboración y la aplicación de un plan mundial de salud pública. Algo así como una OMS al servicio de las necesidades de los trabajadores y los pueblos.


[1] https://www.who.int/es/about/who-we-are

[2] Ver https://litci.org/es/la-carrera-por-la-vacuna-contra-el-covid-19/?utm_source=copylink&utm_medium=browser y

https://litci.org/es/la-carrera-por-la-vacuna-contra-el-covid-19-ii/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[3] https://litci.org/es/la-verdadera-cara-de-la-nueva-normalidad/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[4] https://es.statista.com/estadisticas/601168/gastos-totales-de-la-organizacion-mundial-de-la-salud-1995/

[5] https://www.saludyfarmacos.org/lang/es/2016/09/15/alertan-sobre-el-aumento-de-las-donaciones-de-la-industria-farmaceutica-a-la-oms/

[6] ¿Qué es GAVI, la Alianza para la Vacunación? – El Orden Mundial – EOM

[7] https://www.forbes.com/profile/bill-gates/?list=rtb 

[8] Cuál es el verdadero motivo por el que Bill Gates dejó Microsoft – GENTE Online

[9] https://www.genbeta.com/actualidad/multimillonarios-como-bill-gates-tienen-claro-que-haran-su-herencia-no-dejarsela-a-sus-hijos   

[10] https://www.ansalatina.com/americalatina/noticia/mundo/2024/11/11/bill-gates-insiste-en-mas-impuestos-a-los-ricos_c2ec78e0-5a9a-4729-bf8b-0d32e54227f0.html#:~:text=Ya%20en%202019%2C%20Gates%20hab%C3%ADa,de%20lo%20que%20pagan%20actualmente%22.

[11] https://www.gatesfoundation.org/es-es/ideas/articles/2024-gates-foundation-annual-letter

[12] https://www.diariojudicial.com/news-1748-el-fallo-en-el-juicio-us-v-microsoft-y-ahora-que

[13] https://www.swissinfo.ch/spa/politica/tiene-bill-gates-demasiada-influencia-en-la-oms/46588758

[14] https://www.msf.es/noticia/india-y-sudafrica-piden-que-no-haya-patentes-medicamentos-ni-herramientas-covid-19-durante

[15] Citado en el artículo de la referencia 13.

[16] https://litci.org/es/paremos-el-genocidio-ruptura-inmediata-de-las-patentes-de-las-vacunas/?utm_source=copylink&utm_medium=browser 

[17] https://www.paho.org/es/noticias/11-3-2020-oms-caracteriza-covid-19-como-pandemia

[18] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52289020

[19] https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2020-12-08/trump-firma-una-orden-ejecutiva-para-dar-prioridad-a-los-estadounidenses-en-la-vacunacion.html

[20] https://www.cronista.com/usa/economia-y-finanzas/el-primer-despedido-elon-musk-reconocio-su-derrota-y-admitio-no-podra-cumplir-lo-que-le-prometio-donald-trump-fui-demasiado-optimista/

[21] https://cnnespanol.cnn.com/2025/02/04/latinoamerica/usaid-paises-america-latina-orix

[22] https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(25)00237-5/fulltext?dgcid=tlcom_carousel1_eds25_lancet

[23] https://es.statista.com/estadisticas/598544/prevision-gasto-total-medicaid-en-estados-unidos/

[24] https://www.dw.com/es/argentina-dejar%C3%A1-la-oms-milei-est%C3%A1-haciendo-m%C3%ADmica-de-trump/a-71533432

[25] https://www.infobae.com/politica/2025/02/06/javier-milei-prepara-una-denuncia-contra-el-jefe-de-la-oms-por-delitos-de-lesa-humanidad-cometidos-durante-la-pandemia/

[26] Se viralizó un video de Milei en el que apoyaba el aislamiento por el Covid-19 – LA NACION

[27] Ver referencia 24.

[28] https://litci.org/es/la-lucha-por-la-salud-en-francia/?utm_source=copylink&utm_medium=browser y

https://litci.org/es/el-ano-que-se-vivio-peligrosamente/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[29] https://www.youtube.com/watch?v=2IBOP6LNy8k&t=8s

[30] https://litci.org/es/a-un-ano-de-la-pandemia-mas-que-nunca-sanidad-100-publica-2/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[31] https://litci.org/es/por-que-cuba-logra-frenar-la-expansion-del-coronavirus/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

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