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Perú

¡Tenemos que continuar la lucha combativa contra el gobierno ilegítimo de Jerí y el congreso corrupto!

El pueblo peruano desafía la represión y exige un gobierno obrero y popular frente al régimen autoritario de José Jerí.

PST - Partido Socialista de los Trabajadores

octubre 26, 2025

El miércoles 15 de Octubre, el pueblo peruano volvió a ocupar masivamente las calles, con una destacada participación de la juventud universitaria. Miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores y pobladores de diversos distritos y regiones del país se movilizaron con una sola voz contra la delincuencia, el gobierno de José Jerí —cuya trayectoria está marcada por denuncias de violación sexual, corrupción y vínculos con leyes favorables al crimen y la impunidad— y contra un Congreso corrupto que continúa sirviendo abiertamente a los intereses de los grandes empresarios y las transnacionales.

Represión y victimización

Fue una jornada combativa que dejó decenas de heridos, detenidos y, lamentablemente, una víctima mortal, Mauricio Ruiz, reflejo de la brutal represión de un régimen podrido que solo sabe responder con balas y persecución. Pero también fue la muestra más clara de que el pueblo sigue de pie, decidido a no resignarse ante quienes pretenden perpetuar los problemas, el saqueo y la miseria del país.

El gobierno y el congreso, respaldado por los grandes medios de comunicación, siguen intentando justificar su accionar criminal victimizando a los policías y criminalizando la protesta popular. Condenamos enérgicamente esa campaña mediática de manipulación que busca dividir y ocultar la verdadera naturaleza autoritaria de todo este régimen ilegítimo.

El estado de emergencia: un instrumento de represión

El estado de emergencia en Lima y Callao, decretado ahora por José Jerí, no tiene nada que ver con la seguridad del pueblo. Su verdadero objetivo es sofocar la protesta obrera y popular y consolidar un régimen autoritario al servicio de los ricos y los corruptos. Bajo el falso discurso de “luchar contra el crimen organizado”, el gobierno busca militarizar las calles, restringir libertades y garantizar impunidad a las fuerzas represivas.

La represión del 15 de octubre dejó en claro que Jerí no combate al crimen, sino al pueblo que se organiza y lucha. Por eso, desde el Partido Socialista de los Trabajadores denunciamos que este decreto es un instrumento político al servicio de los corruptos y las grandes empresas, y no una verdadera política de seguridad.

En ese contexto, la movilización convocada por la juventud el pasada sábado 25, ha roto en los hechos las restricciones que el estado de emergencia pretende imponer. Ese es el camino a seguir.

Las rondas urbanas: poder popular frente al crimen y la corrupción

Frente a este panorama, y ante la expansión del crimen organizado amparado por un Estado cómplice e ineficaz, el pueblo tiene el deber de organizar su propia defensa. En ese sentido, las rondas urbanas se proponen como una forma legítima de organización obrera y popular, basada en la vigilancia comunitaria, la solidaridad y la acción colectiva, para proteger nuestros barrios y comunidades sin depender de las autoridades corruptas que hoy son parte del problema.

Además, levantar esta propuesta significa dar un paso firme hacia la construcción de un verdadero poder popular, capaz de enfrentar la corrupción, la impunidad y la descomposición del régimen desde la organización consciente, democrática y combativa del pueblo trabajador.

La necesidad de una política de cara a la base

Asimismo, aquella importante movilización del 15/10 dejó al descubierto las limitaciones que obstaculizan el desarrollo de la lucha obrera y popular: la falta de un trabajo sólido de base y la inexistencia de una comando y un plan de lucha unificados.

Ambos factores se manifestaron con claridad en las diversas convocatorias realizadas, especialmente en la de la CGTP, que optó por marchar de manera aislada y dar por concluida la jornada a las pocas horas, dejando a su suerte la combativa movilización de la juventud universitaria, que había salido con fuerza y decisión a las calles.

Esa política de la dirigencia de la CGTP, controlada por el Partido Comunista en Alianza con Patria Roja, se explica por la subordinación de sus acciones al proceso electoral, generando mucha desconfianza entre los sectores que luchan, pues recuerda su propia actuación ante la rebelión del sur, en la que primó su disposición a negociar con el gobierno de turno antes que fortalecer la unidad y la lucha consecuente del pueblo trabajador para derribar en su momento a Dina Boluarte.

Es así que la falta de una coordinación para luchar permitió que el gobierno maniobrara con mayor facilidad frente al descontento y la indignación generalizada, llegando a victimizar a la Policía Nacional del Perú para justificar la represión.

El camino sigue siendo la movilización

Se hace urgente y necesaria una profunda reflexión y discusión de toda esta coyuntura dentro de las organizaciones obreras y populares. La continuidad y dinámica de la lucha contra Jerí y el Congreso no puede depender de los acuerdos entre cúpulas, ni de la improvisación, por más combativa que esta sea. Es indispensable construir un gran paro nacional, con un método verdaderamente democrático que involucre a las bases de los sindicatos, federaciones, gremios, organizaciones barriales y estudiantiles.

Solo con la participación consciente, el debate colectivo y la toma de decisiones desde las bases podremos garantizar la unidad y la fuerza necesarias para enfrentar al régimen y preparar una nueva ofensiva de masas. Urge, por eso, hacer asambleas amplias de base y construir coordinaciones para unificar las luchas, articulando un plan nacional de movilización que no se limite a la denuncia, sino que apunte a la caída del gobierno de José Jerí y del Congreso corrupto por medio de una huelga general combativa, como nos viene mostrando la lucha de los trabajadores y trabajadoras del transporte.

Serán las dirigencias nacionales (CGTP, CUT, FNTCC, FNTMMSP, SUTEP, etc…), las responsables de hacer realidad, en forma unitaria, esta necesidad. O, de consumar una nueva traición a las exigencias de la lucha actual contra el gobierno corrupto, patronal y asesino, subordinando nuevamente todo su accionar al infructífero calendario electoral, que parece ser su única ambición.

Pero no basta con cambiar rostros: necesitamos luchar por un gobierno verdaderamente obrero y popular, basado en las organizaciones de los trabajadores y del pueblo, que sea capaz de recuperar los recursos naturales, combatir la delincuencia (con políticas sociales y de reconstrucción de la seguridad desde la comunidad), garantizar los derechos sociales y asegurar las banderas levantadas por el sur en diciembre del 2022, hoy más vigentes que nunca.

No hay salida posible dentro de esta democracia patronal, corrupta y criminal, subordinada al dinero y a las empresas transnacionales. La verdadera democracia será aquella que nazca de la organización consciente del pueblo trabajador, de su capacidad para decidirlo todo y gobernar en función de las mayorías. Esa es la tarea histórica que tenemos por delante, y a la que debemos entregarnos con firmeza, unidad y convicción revolucionaria.

¡Justicia para Mauricio Ruiz y todas las víctimas de la represión!
¡Abajo el estado de emergencia al servicio de la impunidad y la corrupción! ¡Abajo todas las leyes pro crimen!
¡Por la construcción de rondas urbanas para combatir la delincuencia!
¡Abajo el gobierno de Jerí y el Congreso corrupto!
¡Asamblea constituyente para recuperar nuestros recursos naturales y nuestra soberanía nacional!
¡Por un gobierno de las organizaciones de los trabajadores y del pueblo!

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