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Perú

¿Qué unidad necesitamos para enfrentar a la reacción?

julio 29, 2025

Por Víctor Montes (Partido Socialista de los Trabajadores – Perú)

Desde distintos sectores políticos “de izquierda” vuelven a escucharse los llamados a la “unidad”. Por supuesto, cualquier trabajador y trabajadora consciente reconoce la necesidad urgente de la unidad como requisito para el triunfo de sus intereses. Visto así, todo llamado unitario es lógico y bien recibido.

Sin embargo, la unidad de la que habla esa “izquierda” no tiene el propósito de concretar acciones de lucha que conquisten, por ejemplo, la derogatoria de la Ley de ceses colectivos, la solución de los pliegos de reclamo, o echar abajo la contrarreforma laboral que el gobierno mantiene en ciernes. Mucho menos recuperar nuestros recursos naturales, la tierra, o la convocatoria a una Asamblea Constituyente, como hizo el Sur.

No. De lo que está hablando esa “izquierda” es de elecciones. O como claramente plantea el ideólogo de Nuevo Perú1, Álvaro Campana2, la “construcción de alianzas que nos permitan superar la fragmentación política, resistir al régimen autoritario y sentar las bases para una auténtica salida constituyente3”.

Como contrapartida, la más importante victoria obrera desde la derogación de la “Ley Pulpín”, la derrota del cese colectivo en Celima, muestra un camino distinto, el de la lucha directa, y que la unidad que necesitamos hoy, es para luchar por la derrota de la ofensiva patronal contra los trabajadores y el pueblo, derrotando al gobierno asesino de Dina Boluarte, y a los partidos reaccionarios y corruptos que dominan el Congreso.

Dos estrategias

Esta diferencia hace a dos estrategias absolutamente opuestas entre esa “izquierda” que quiere llegar a ser gobierno por la vía electoral, y la estrategia revolucionaria que defendemos desde el Partido Socialista de los Trabajadores, que apuesta a un levantamiento general, unitario y nacional de los trabajadores y trabajadoras a la cabeza de la lucha de todo el pueblo, que ponga el poder de decidir los destinos del país en manos de sus organizaciones de lucha.

Esas dos estrategias se basan en dos comprensiones del mundo también completamente distintas: para esa “izquierda”, la pelea es por “defender o conquistar derechos”, pero sin romper con los marcos impuestos por la patronal y su “régimen democrático”.

Por eso nos pintan un marco en el que supuestamente nos encontramos “…ante una pugna decisiva frente a un bloque ultraderechista que ha capturado el aparato estatal y desmonta derechos a diario”.

Nadie puede dudar de la ofensiva reaccionaria y corrupta que ha puesto en marcha la patronal y sus partidos políticos, como muestra de la descomposición del régimen democrático pactado por ellos mismos a la caída de la dictadura fujimorista. Sin embargo, como decimos en otro texto, pretender hacer frente a dicha ofensiva mediante las alianzas electorales y el voto, no hace más que desorientar a las masas obreras y populares. Las embarca en un viaje estéril de expectativas en las leyes e instituciones, y las desarma frente al peligro de una escalada autoritaria al no educarlas en el método de la movilización, el único que le puede hacer ganar confianza en sus propias fuerzas.

Lo que necesitamos, incluso aceptando la necesidad de transitar por el terreno electoral, mientras exista en la clase trabajadora y el pueblo alguna expectativa con la democracia patronal, es potenciar la desconfianza en la misma democracia de los patrones, y como contrapartida, fortalecer la confianza en la organización y lucha directa de los trabajadores, trabajadoras y el pueblo. Y así, enfrentar la ofensiva reaccionaria y patronal luchando unitariamente en las calles.

Y para eso, la única postura correcta es la que nos han mostrado los obreros de Celima, que sin abandonar las tareas administrativas impuestas por los trámites del Ministerio de Trabajo, jamás abandonaron la movilización, hasta la derrota del cese colectivo.

En todo caso, si no ganaron antes, pues tuvieron que esperar casi 11 meses, y si no se avanzó más, echando abajo la Ley de ceses colectivos, ha sido por responsabilidad de esas mismas organizaciones que se dicen “de izquierda”, que estando al frente de sindicatos y centrales sindicales, no tomaron el camino que mostró el sindicato Celima y no convocó a alguna acción nacional que ponga por delante la derrota de los ceses colectivos.

Por eso necesitamos construir la unidad obrera y popular, pero en el terreno de la lucha, y subordinar cualquier acuerdo electoral o candidatura, al fortalecimiento de la organización y acción de lucha de los trabajadores, trabajadoras y el pueblo. Pero eso es exactamente lo contrario a lo que esa “izquierda” nos pide hacer.


  1. Partido reformista que agrupa a sectores autodenominados de la «nueva izquierda». ↩︎
  2. Historiador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pasó por las agrupaciones reformistas «Tierra y Libertad», Por el Partido Nacionalista Peruano del hoy preso Ollanta Humala, y fue secretario general de Nuevo Perú, partido que fundó junto a Verónika Mendoza, psicóloga, antropóloga, profesora y política peruanofrancesa, congresista por el Partido Nacionalista peruano entre 2011 y 2016, y dos veces candidata presidencial por Nuevo Perú. ↩︎
  3. https://alvarocampana.blogspot.com/2025/07/dar-un-paso-al-frente-es-momento-de.html ↩︎

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