Portugal: Día Internacional de lucha de la mujer trabajadora
En este año, el 8 de marzo, fecha que marca internacionalmente la lucha de las mujeres trabajadoras, acontece en el contexto de una crisis social que se profundiza, en todo el mundo, pero también en Portugal, en las vidas de las mujeres.
Por: Marina Peres
Brechas salariales se agravan con la inflación
En el 2020, la brecha salarial entre hombres y mujeres en Portugal era, según Eurostat, del 13.3%. Es como si, al final de un año de trabajo, las mujeres hubiesen trabajado 48 horas sin cobrar. En febrero de este año, la ACT notificó más de 1500 empresas por persistir en estas brechas salariales.
Recibiendo salarios más bajos, las mujeres son particularmente afectadas por el alza de los precios y por la crisis de vivienda, siendo muchas de ellas el sustento de familias enteras. Mucho más afectadas, las mujeres racializadas e inmigrantes, muchas veces en trabajos precarios en la limpieza, la restauración y la hotelería, donde ni siquiera tienen contrato.
La violencia, un callejón sin salida
Rehenes de esta precariedad y de las rentas que cuestan más que el salario mínimo, las mujeres que sufren situaciones de violencia doméstica enfrentan inmensos obstáculos para romper los ciclos de violencia, cuando el Gobierno poco se preocupa por garantizar políticas públicas eficaces para combatir esa violencia. Las mujeres negras e inmigrantes sufren todavía más violencia por parte del Estado, con la creciente brutalidad policial que golpea sus hijos y a ellas mismas. Ese es el caso de Claudia Simoes, víctima de agresiones racistas por un policía, que tres años después será llevada a juicio como si ella fuera la agresora.
Destrucción del SNS ataca a las mujeres
La verdad es que el Gobierno del Partido Socialista (PS), comprometido con los intereses de los bandos y de la Unión Europera, poco le importa la vida de las mujeres.
Lo mismo se ven la falta de inversión en el Sistema Nacional de Salud SNS que, entre otras cosas, hoy resulta en un escandaloso cierre alternado de maternidad porque la insuficiencia de médicos no permite asegurar los turnos de urgencias ginecoobstetricia. El Gobierno dice que estudia alternativas provisionales – pero no habla de la inversión necesaria en el SNS. Y también en ese contexto que cada vez más mujeres denuncian casos de violencia obstétrica- muchas veces discriminatoria contra mujeres racializadas y migrantes.
16 años de la legalización del aborto en Portugal
El 11 de febrero de este año, se cumplieron 16 años del referendo que aprobó la legalización de la interrupción voluntaria de la gravidez IVG (por sus siglas en portugués). La legalización de la IVG fue un importantísimo avance, reduciendo en Portugal los peligrosos abortos clandestinos que matan en todo el mundo a innumerables mujeres, principalmente las mujeres pobres, racializadas, migrantes y en situaciones de vulnerabilidad social.
Varios obstáculos para el ejercicio efectivo del derecho al aborto persisten: las mujeres todavía enfrentan el estigma, la obligación de periodos de “reflexión” (que se pueden transformar en presión para que no se realicen el aborto) y el corto plazo en el cual se puede solicitar el aborto legal (apenas 10 semanas). Y no sólo eso: en el 2022, la Dirección General de Salud llegó a anunciar que implementaría una penalización a los médicos de familia que realizaran un aborto en pacientes, habiendo retrocedido por el mal impacto que causó la noticia. Pero nos queda la alerta: hay que defender el derecho y luchar para hacerlo con todo!
La lucha por los derechos de las mujeres es contra el Gobierno Costa
En la lucha por los derechos de las mujeres, no podemos depositar ninguna esperanza en este gobierno, que descarga el costo de la crisis económica de los capitalistas sobre los hombros de los sectores mas explotados y oprimidos de la clase trabajadora.
En este 8 de marzo, es preciso seguir el ejemplo de las profesoras y trabajadoras de le educación, que en los últimos meses organizaron en Portugal una huelga histórica, con las mayores manifestaciones que se hayan visto en los últimos años en el país: es necesario tomar las calles en lucha por los derechos de la mujer trabajadora.