Mujeres
Portugal, 3 años de aborto legal, seguro y gratuito
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diciembre 12, 2010
El 11 de febrero de 2007 los portugueses decidieron en plebiscito que las mujeres deberían poder abortar, por su elección, hasta la 10ª semana en condiciones de seguridad en un establecimiento de salud autorizado.
Por Maria Costa*
En 1998 se había realizado un plebiscito sobre el mismo tema en el que la despenalización del aborto había sido derrotada, por lo que hasta el 2007 el aborto, en Portugal continuaba siendo un crimen, con excepción de los casos en que el embarazo presentara un peligro de muerte o lesión grave para la salud física y psíquica de la mujer, en caso de malformación congénita o enfermedad incurable del feto o en situación de violación de la mujer. Para el plebiscito del 2007, además de los partidos políticos, se organizaron también diversos movimientos a favor y contra la despenalización del aborto, los cuales realizaron campañas en la calle y en la televisión (todos con igual tiempo de transmisión) por sus posiciones. La victoria de la posición del SÍ a la despenalización del aborto en el plebiscito de 2007 fue, por eso, producto de un amplio debate que atravesó a la sociedad portuguesa. La iglesia católica fue un sector fundamental en la campaña del No a la despenalización, que salió fuertemente derrotada en este plebiscito.
En Julio del mismo año la ley fue puesta en práctica. A partir de ahí todas las mujeres residentes en Portugal, de nacionalidad portuguesa o no, pueden tener acceso a un aborto seguro y gratuito en el Servicio Nacional de Salud (SNS).
El proceso es relativamente simple, una mujer sólo tiene que dirigirse a un hospital o a un puesto de salud y decir que se quiere practicarse un aborto. Primero tendrá que ir a una consulta previa donde se le hará un breve examen médico y será informada sobre los métodos de aborto. En esa consulta le es ofrecido acompañamiento psicológico que ella podrá aceptar o no. Después se siguen tres días de reflexión obligatoria después de los cuales el aborto podrá ser realizado si se comprobara por ultrasonido que el embarazo tiene menos de 10 semanas.
Las mujeres pueden optar por un aborto con medicamentos o quirúrgico. El de medicamentos es hecho utilizando dos fármacos que en conjunto provocan y simulan un aborto semejante a un aborto espontáneo y tienen una eficacia de 98-99%. Más allá de este proceso tiene la ventaja de no necesitar de internamiento. Se puede también optar por el proceso quirúrgico, hecho en la mayoría de las veces con anestesia general, por el proceso de aspiración por vacuo o legrado (raspado). Dos semanas más tarde la mujer deberá ir a una tercera consulta, tras haberse hecho un nuevo ultrasonido para confirmar que el embarazo terminó y para ser aconsejada acerca del método conceptivo que mejor se adapta para ella.
La implementación de la ley
Los movimientos anti-elección argumentaban que la realización de abortos en el SNS traería el caos a los servicios de salud, que robaría recursos para dárselos a las mujeres que querían abortar. No se evidenció ningún caos. Según Mara, médica de Medicina General y Familiar y Co-fundadora de la Asociación Médicos por la Elección (MPE)[1] “podemos afirmar que la implantación de la nueva ley de IVG (interrupción voluntaria del embarazo, o aborto) corrió bien. Para eso fue fundamental la reglamentación detallada. Cuáles los establecimientos de salud pueden realizar IVG, el circuito de la usuaria, establecer límites el tiempo máximo de espera de las varias etapas, desde el primer contacto de la mujer hasta a la consulta de planificación familiar post-aborto. Para optimizar la calidad de los servicios prestados fueron también realizados protocolos de procedimiento, tanto para el aborto por medicamentos como en el quirúrgico”. Según Mara otra cuestión que fue muy importante para la implementación de la ley fue la reglamentación de la objeción de conciencia, que expresa que “el derecho a la objeción de conciencia es un derecho individual y no colectivo, es decir, no puede haber un Servicio de salud objetor de conciencia, sólo médicos objetores. Es importante también referir que los médicos objetores tienen obligatoriamente que referenciar a la usuaria a un médico que no sea objetor.”
La existencia del aborto con medicamentos también facilitó la implementación del aborto pues puede ser realizado de manera ambulatoria, no necesitando de internamiento o de tantos recursos como el aborto quirúrgico. 95,7% de los abortos hechos en el SNS fueron realizados por el método de medicamentos. Hay, inclusive, puestos de salud donde es posible realizar un aborto a través del método con medicamentos. Para que estos puestos lo pudieran hacer fue necesario solamente que los médicos y enfermeras recibieran formación, y tuvieran disponible el acceso a una consulta de apoyo psicológico.
Ni otra muerte más por aborto clandestino
Ana de 14 años fue una de las últimas mujeres en morir en Portugal víctima del aborto clandestino, tras la implementación de la ley que permite la interrupción del embarazo por opción de la mujer, no fue registrada ninguna muerte más por aborto y las complicaciones graves como perforación del útero y sepsis se hicieron extremadamente raras.
Pasados 3 años de la implementación de la ley, la reducción del número de abortos clandestinos fue drástica, habiendo aún un número reducido, mucho por falta de conocimiento de la nueva ley y también por los casos en que las mujeres no consiguen hacerse un aborto antes de las 10 semanas. Según Mara de los MPE “continúa habiendo circulación ilegal de “Cytotec” y creo que la gran mayoría de los abortos ilegales son por medicamentos, como ya sucedía antes de la legalización, y estos tienen menos complicaciones que los abortos quirúrgicos, de ahí la gran disminución de complicaciones. Principalmente en relación a los grupos más vulnerables (inmigrantes, adolescentes) continúa siendo urgente informar a todas las mujeres del “nuevo” derecho a la elección, así como informar del acceso gratuito al aborto y la confidencialidad de todo el proceso”.
Para la Asociación para la Planificación de la Familia el plazo de 10 semanas es muy corto y debería ampliarse el plazo para las 12-14 semanas así como en la mayoría de los países europeos. No sería el número de abortos total lo que iría a aumentar pero sí los abortos clandestinos que serían aún más reducidos. Mara de los MPE, defiende que más allá de eso “es excesivo que las adolescentes con menos de 16 años, en el nuevo cuadro legal, sólo puedan realizar IVG mediante consentimiento informado de los padres (o tutor legal), considero que cualquier mujer con un embarazo no deseado tiene autodeterminación suficiente para tomar decisiones que sólo a ella (y cada mujer que voluntariamente desee participar) compiten. Es importante esclarecer que, por ley, todas las mujeres (y no sólo las adolescentes) que deseen realizar IVG tienen acceso, siempre que lo deseen, a apoyo psicológico o del servicio social, servicios que, aunque no siendo obligatorios, tienen que ser siempre obligatoriamente ofrecidos y disponibles.”
El derecho al aborto gratuito y seguro
La principal razón de la reducción drástica del aborto clandestino fue el hecho de que este sea gratuito en el SNS, permitiendo así a las mujeres trabajadoras, que no tienen recursos para pagar un aborto en una clínica privada, tener acceso a un aborto seguro. Se estima que se realizan por año entre 17000 a 20000 abortos en Portugal, por decisión de la mujer. En el 2009 se realizaron 18951 abortos en estas condiciones, de estos más del 70% fueron hechos en el SNS.
Esta fue una de las grandes banderas de los Médicos por la Elección que siempre defendieron que tan o más importante que legalizar el aborto era garantizar que este fuera accesible a las mujeres trabajadoras con menos recursos. Son estas mujeres quienes mayor necesidad tienen de planear su familia y más probablemente podrán tener que recurrir al aborto ante un embarazo inesperado. 19% de las mujeres que hicieron un aborto en Portugal, en 2009, eran trabajadoras no calificadas, 18% eran estudiantes, 17% estaban desempleadas. Estas mujeres consideraron no tener las condiciones necesarias para criar un hijo y al contrario de lo que sucedía antes del 2007 pudieron tomar esa decisión con dignidad, independientemente de sus recursos económicos.
Por un aborto inusual, legal y seguro
Uno de los principales argumentos de los movimientos anti-elección era que el número de abortos iría a aumentar exponencialmente porque las mujeres dejarían de planificar y pasarían a usar el aborto como el único método de planificación familiar. Sabíamos que esto no era verdad, sino sólo una declaración de imbecilidad pasada a las mujeres, diciendo que éstas no tienen capacidad de decidir sobre su vida sexual y reproductiva. Así no sucedió en los demás países donde el aborto fue legalizado y tampoco iría a suceder en Portugal.
Y así fue, no hubo ningún aumento exponencial del número de abortos, las mujeres no dejaron de planificar, de hecho sabemos ahora que 96% de las mujeres que hicieron un aborto estaban usando algún método contraceptivo (60% estaban tomando la píldora). Un número semejante a tantos otros países. La contracepción, cualquiera que sea, falló y un embarazo indeseado puede sucederle a cualquier mujer. Ahora este fallo puede ser comunicado al médico asistente que podrá ver en conjunto con la mujer si había algún error en el uso del método contraceptivo y/o escoger un método más adecuado, haciendo incluso una consulta exclusiva para esto.
Además de eso, de las mujeres que abortaron sólo 4% habían hecho 2 o más abortos en su vida, o sea, así como defendíamos las mujeres en su gran mayoría, si hubieran acceso a métodos anticonceptivos, sólo se recurre al aborto cuando todo el resto fallo.
La lucha no terminó aquí
La legalización del aborto y su realización en el SNS es una gran victoria para las mujeres en general y en especial para las mujeres trabajadoras. Sin embargo aún hay aborto clandestino y mientras así sea tenemos que continuar luchando para que éste desaparezca por completo.
Es necesario que el límite legal para la interrupción del embarazo sea ampliado, no hay razón científica o ética que justifique las 10 semanas. En la práctica 10 semanas es un plazo muy corto para permitir que las mujeres descubran que están embarazadas y aún consigan pasar por todo el proceso hasta a la consulta de interrupción. En los países donde el plazo límite es mayor, el porcentaje de abortos realizados no aumenta, sólo disminuye aún más el aborto clandestino.
Es necesario que se desarrollen campañas de información acerca de la nueva ley para todas las mujeres, en especial las inmigrantes, diciéndoles que todas tienen derecho a un aborto gratuito desde que residen en Portugal.
Más allá de que el tiempo límite tenga que ser ampliado, la interrupción del embarazo debe ser aún más accesible a través del aumento de la disponibilidad del aborto por medicamentos en los puestos de salud.
No podemos olvidar que todo este proceso debe ser acompañado por la exigencia de que los métodos anticonceptivos sean gratuitos y estén ampliamente disponibles en los puestos de salud conjuntamente con la disponibilidad de consultas médicas y de enfermería para ayudar las mujeres a establecer el método que más les conviene. Debemos también continuar exigiendo que haya educación sexual en las escuelas para que los jóvenes amplíen el conocimiento de su propio cuerpo y sepan cómo evitar un embarazo indeseado. Para que cada vez más el aborto se haga poco frecuente, pronto y seguro.
Sin embargo, mientras haya capitalismo el acceso gratuito a un aborto seguro para las mujeres trabajadoras estará siempre en cuestión. En este momento Portugal está siendo fuertemente alcanzado por la crisis económica, el gobierno neoliberal de servicio, del Partido Socialista, ya comenzó a pasar la factura a los trabajadores y entre otras medidas está haciendo un grave ataque al SNS con cortes gigantescos en su presupuesto. Estos ataques al Servicio Nacional de Salud colocan en riesgo, entre otras cosas, la realización del aborto forma amplia, segura y gratuita, y por lo tanto el acceso al aborto de las mujeres trabajadoras. Este año ya hubo sectores que hablaron en la necesidad de que sólo el primer aborto sea gratuito, teniendo las mujeres que pagar por los siguientes. Más allá de que incluso en una perspectiva económica liberal los costos del tratamiento de las complicaciones de aborto clandestino acaban por ser mayores, la dignidad y la vida de una mujer, que puede ser nuestra hermana, nuestra madre, nuestra amiga, nuestra novia, la madre de nuestros hijos, no tiene precio.
Además de eso, no sólo es necesario el acceso al aborto para todas las mujeres como también el acceso generalizado y gratuito a todos los métodos anticonceptivos. Esto no es posible porque las grandes empresas farmacéuticas quieren mantener los gigantescos lucros de este mercado.
Luchar por el derecho a un aborto seguro y gratuito, así como el derecho a la Planificación Familiar, será siempre para los trabajadores una lucha incompleta si no estuviera ligada a la lucha por el fin del capitalismo.
[1] Asociación de profesionales de la salud, y empleados de otros campos, que lucha por los derechos sexuales y derechos reproductivos. En 2006 creó un movimiento con el mismo nombre que hizo campaña para el referéndum, la defensa del derecho al aborto seguro y gratuito* Artículo realizado con la colaboración de Marta Luz.
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Traducción: Jessica Barquero