Sáb Sep 07, 2024
7 septiembre, 2024

Perú | ¿La clase trabajadora debe esperar algo del Congreso?

Por Víctor Montes

¿Es posible que la acción de dos congresistas, como Isabel Cortez, “Chabelita”, ex dirigenta de SITOBUR, y Sigrid Bazán, periodista, baste para conquistar mejores condiciones de vida y trabajo desde el Congreso?

No cabe duda que ambas han destacado por asistir a actividades sindicales, incluidas huelgas y plantones, así como por abrir las puertas del Congreso a dirigentes y dirigentas de distintas organizaciones sindicales.

Hoy mismo, Sigrid Bazán ha sido designada presidenta de la Comisión de Trabajo, en reemplazo, justamente, de “Chabelita”, levantando nuevas expectativas en lo que su labor pueda lograr durante el presente año.

Sin embargo, hay que decirlo, un año después de haber llegado, ambas, al Congreso, y de haber estado al frente de la Comisión de Trabajo del mismo, ningún cambio fundamental se ha logrado desde el Parlamento para la clase trabajadora.

Esto porque, como dice el balance de “Chabelita” sobre su primer año como congresista, en el Congreso hay “…campañas seguidas por el sector empresarial, apoyados por congresistas pro-patronal”, que juegan contra la aprobación de las propuestas de ley que realiza.

Y es que, efectivamente, los partidos que componen el Congreso son representantes de distintos sectores patronales, y por tanto, no van a aprobar normas que beneficien a la clase trabajadora y el pueblo pobre o, lo que es lo mismo, que toquen aunque sea un pelo de los intereses patronales o sus ganancias.

Sin embargo, ni “Chabelita” ni Sigrid Bazán denuncian esta situación, y en su lugar continúan creando ilusiones entre la vanguardia sindical al ofrecer nuevos proyectos de ley que, sin embargo, correrán la misma suerte que la enorme mayoría de los anteriores: la nada.

Al hacer esto, tanto “Chabelita” como Sigrid Bazán, terminan confundiendo a las organizaciones del pueblo trabajador, que dejan de desmovilizarse a la espera de que desde el Congreso, las dos “ganen” nuevas leyes, facilitando finalmente, que la patronal pase a la ofensiva ante la inacción obrera y popular.

Para nosotros, en cambio, la tarea más importante de la clase obrera hoy, es retomar el camino de su acción directa. Por eso urge devolver el centro de la lucha por mejorar nuestras condiciones de vida y trabajo, al terreno de la movilización unitaria y consecuente de los trabajadores y trabajadoras.

Esto significa, dejar de esperar a que Isabel Cortez y Sigrid Bazán tengan “mayoría” en el Congreso, y comenzar a actuar directamente, demandando soluciones inmediatas a nuestros problemas.

RECUADRO

¿Qué haríamos si estuviéramos en el Congreso?

En la tradición obrera, los compañeros o compañeras que tomaron el papel de representantes en los parlamentos, han estado en la primera línea de las luchas, enfrentando la represión policial y poniendo su investidura, otorgada por el Estado patronal, al servicio de la movilización. Pero además, es preciso que denuncien, abierta y sistemáticamente que, justamente, el Congreso y la democracia de los patrones no son verdaderamente democráticas. Que no es posible voltear el tablero en el Congreso y conquistar desde ahí nuestras demandas como clase trabajadora. Y que la única salida es unificar las luchas para derrumbar esa farsa llamada democracia.

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