Paraguay: 30 años de la expulsión de Alfredo Stroessner del poder.

!DICTADURA NUNCA MÁS!
Las FF.AA, el Partido Colorado y Stroessner constituyeron el triángulo de la larga dictadura que asoló al Paraguay mediante la represión totalitaria, imponiendo el miedo y la corrupción ética, económica, política; hasta meterla en la médula de la cultura. Fue brutal, tenebrosa, totalitaria y corrupta.
Fue la imposición de la fuerza, de un clima de delación y represión de todo lo que no sea expresión política de la propia dictadura.
A todo lo distinto o no genuflexo, se le cortaba de raíz. Así las expresiones sociopolíticas diferentes a la dictadura eran suprimidas, reprimidas y aplastadas sin contemplaciones.
Los colorados stronistas estuvieron a sus anchas y ni qué decir los militares que actuaban a discreción.
Detrás de sus modos externos aparentemente pulcros se solazaba violando y abusando de menores de edad que hacía crecer como en viveros para las apetencias del dictador y su banda de militares o amigos.
Robaron todo lo que pudieron y sembraron décadas de atraso -en el más amplio sentido del término- para el conjunto de la población.
Miles de familias fueron destrozadas por la represión, la muerte, el exilio forzado, las detenciones y las torturas.
Fue una larga noche que parecía que no acabaría nunca.
Los paraguayos más viejos saben en general de todo esto, pero millones de jóvenes ni siquiera pueden imaginarse. Estos jóvenes no pueden dimensionar la dictadura. No comprenden ese miedo a flor de piel y el desamparo total. No pueden imaginarse que no se podía realizar reunión alguna sin avisar a la comisaría del lugar. Es pensando en estas nuevas generaciones que se abunda de manera muy somera en algunas características de la nefasta dictadura que ocupó un trozo de la historia de nuestro país.
30 años de frágil e inestable democracia
Hace 30 años, luego de cambios políticos regionales, crisis internas dentro del triunvirato, y una persistente y esforzada lucha –abierta y clandestina- de diversos sectores cuyo pico alto fue la imponente movilización del 10 de diciembre del 1.988 en las plazas del Panteón en la que la policía fue rebasaba totalmente, llevó a provocar un golpe al interior del núcleo del poder llevando a la explosión de la dictadura.
Desde el golpe del 2 y 3 de febrero del 1989 se vivió, inmediatamente, un aluvión popular y democrático y que sufrió luego una ralentización progresiva causada por la cooptación y represión al movimiento por parte de los gobiernos colorados de la era “democrática”
Con la derrota electoral del Partido Colorado y la asunción de Lugo al gobierno, se consideraba que crearía mejores condiciones para el resurgir de la organización del pueblo trabajador, sin embargo lo sumió en una fuerte crisis producto de las características de los gobiernos de conciliación de clases que desvía al movimiento, lo confunde, lo coopta y termina desbarrancando.
La destitución de Lugo vía el golpe parlamentario, asume el Vicepresidente, el liberal Federico Franco, este hecho sentó la base para un proceso reaccionario que con el gobierno de Cartes colocó un periodo que hicieron recordar rasgos de la dictadura stronista, de un gobierno prepotente, avasallador con el pueblo trabajador, manejando el Estado desde un gobierno paralelo de su rosca de gerentes y con licencia a “hacer y deshacer” a su antojo.
El actual gobierno de Mario Abdo Benítez proviene de las entrañas del stronismo aunque su régimen y su gobierno -hasta el momento- no tienen rasgos dictatoriales, hasta el momento lo distingue ser profundamente conservador y socioeconómicamente antipopular hasta la médula.
Cualquier gobierno capitalista democrático puede derivar hacia gobiernos y regímenes de carácter dictatorial, reaccionario, fascistoide o un régimen de represión inminente y criminalizador. Todo depende de la correlación de fuerzas, de la situación política general entre las clases y de las internas de la clase burguesa así como del contexto regional e internacional.
Hay que estar alertas contra todo signo de retroceso hacia aquellos aciagos días; y sobre todo avanzar hacia la organización de potentes organizaciones sociales y políticas del pueblo trabajador, únicas garantías contra las derivas autoritarias de los gobiernos y de la burguesía, y únicos modos de construir y sostener mejores días para las grandes mayorías de nuestro pueblo que hoy sufren explotación y opresión.
Dirección Nacional – Partido de los Trabajadores-Paraguay
03-02-2019