Palestina Laica, Libre, Democrática y no racista. Es necesario derrotar militarmente a Israel
Para que se produjera el alto el fuego temporal y el intercambio de prisioneros en Palestina, fueron necesarias más de 15.000 muertes del lado palestino; la resistencia que lucha en las calles de Gaza; y millones movilizándose en todo el mundo en solidaridad con la causa palestina.
Por: Américo Gomes
Aun así, la ayuda humanitaria no fue significativa para alimentar a la población de la franja, restablecer el suministro eléctrico o reabastecer medicamentos y equipos hospitalarios.
Ahora, el ejército israelí avanza hacia el sur con violencia brutal, chocándose nuevamente con la resistencia palestina.
No hay posibilidad de paz en SWANA[1] ni de una Palestina Libre y Democrática sin la destrucción del Estado de Israel. Para ello, la acción de la heroica resistencia palestina por sí sola no es suficiente. Es necesario que los Estados árabes y de la región rompan el Acuerdo de Abraham y declaren la guerra a Israel, empezando por Irán y Arabia Saudita, del mismo modo que Hezbolá tiene que atacar a Israel desde Cisjordania junto con la Brigada Ayyash. En un proceso de movilización general y armamento de la clase trabajadora y de la juventud en estos Estados, junto con el envío de armas para los combatientes palestinos. Todos los gobiernos árabes y de la región hablan contra el genocidio del pueblo palestino, pero no hacen nada concreto.
Creer en la paz sin la derrota militar de Israel es una utopía reaccionaria. Esta derrota militar sólo se producirá con la regionalización del conflicto.
Arabia Saudita fue sede de la reunión de la ASEAN, de la Liga Árabe y de la Organización de Cooperación Islámica. En esta reunión hizo declaraciones críticas pero no votó ninguna sanción contra Israel. Qatar está mediando en el conflicto y tiene en su territorio a parte de la dirección de Hamás. Pero tiene intereses económicos en las negociaciones con Israel, como negociar la explotación de petróleo y gas en la Franja de Gaza, junto con la Unión Europea.
La destrucción del Estado sionista sólo será posible con una “nueva Intifada”, que, para salir victoriosa, requiere de apoyo político y militar incondicional.
Israel tampoco tiene intención de llegar a ningún acuerdo, ni siquiera acepta las propuestas del imperialismo norteamericano sobre bombardeos quirúrgicos. Incluso con tantas muertes, Benjamín Netanyahu rechaza el llamado internacional a un alto el fuego. “Seguiremos hasta el final, sin duda. Digo esto incluso ante el gran dolor y la presión internacional. Nada nos detendrá, seguiremos hasta el final, hasta la victoria, nada menos”.
Además de la regionalización del conflicto, los países que tienen gobiernos que se dicen progresistas en todo el mundo deben romper relaciones diplomáticas con Israel y los tratados y acuerdos económicos y militares (TLC).
El movimiento sindical y popular debe asumir la campaña para boicotear los productos israelíes, sumándose al BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones), que ha recibido apoyo global, y centrándose en el boicot a productos de empresas que tienen un papel directo en las políticas de Israel contra los palestinos o que tienen un historial demostrado de complicidad en abusos contra palestinos.
En fin, debemos realizar todas las acciones necesarias para detener la máquina de guerra sionista que sigue siendo financiada por el imperialismo norteamericano y europeo para matar palestinos.
EL 7 DE OCTUBRE DEMORALIZÓ AL EJÉRCITO DE ISRAEL
El 7 de octubre, Israel fue tomado completamente por sorpresa y se desmoralizó. Más aún porque se proyecta al mundo como el país con el sistema tecnológico de seguridad interna más avanzado, e incluso lo vende como una de sus principales commodities. Ofreciendo vigilancia urbana con software de identificación, biometría, cámaras callejeras y puntos de control “inteligentes”, etc.
Vinculado a servicios de inteligencia y seguimiento mundialmente conocidos: el Mossad y el Shin Bet[2]. En definitiva, un ejemplo global de militarismo urbano.
Para lanzar su ataque, el ala militar de Hamás en Gaza hizo estallar el cruce fronterizo de Erez con Israel y traspasó la barrera de seguridad de Gaza en varios puntos. Inicialmente, utilizando misiles y drones que cegaron la vigilancia de Israel, dejándolos desconcertados y sin información, y más tarde con jeeps, motos, camiones, parapentes y excavadoras que atravesaron barreras y vallas.
Fuentes afirman que toda la planificación del ataque se llevó a cabo dentro de Gaza con el brazo militar, las Brigadas Al-Qassam, sin el conocimiento de los dirigentes políticos en el exterior.
Tenemos muchas diferencias programáticas y estratégicas con Hamás[3], pero su acción del 7 de octubre puso a Gaza en el centro delas atenciones mundiales y abrió de nuevo la posibilidad de un Estado palestino, que estaba casi descartada por los Acuerdos de Abraham entre Israel y los Estados árabes.
Desde el punto de vista operativo llegaron a cuatro bases militares, donde recogieron información sobre el monitoreo de Israel y su planificación futura, un duro golpe para el servicio de inteligencia de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel, IDF en inglés] y perjudicial para la ofensiva que siguió.
A pesar de todos los costos humanos, Hamás logró traer esta lucha al centro de la atención internacional; liberar a los palestinos presos en Israel; arrastrar al ejército israelí a una situación difícil en el terreno; y forzar la evacuación de las poblaciones israelíes de las ciudades del norte en las áreas que rodean a Gaza. Y lo más importante: Hamás mostró que Israel no es invencible.
El fracaso de las FDI israelíes ante el ataque de Hamás ha sacudido la unidad y la credibilidad del ejército israelí, y pone en jaque a Netanyahu, a quien muchos comandantes pretenden destituir cuando hayan “resuelto el problema de Hamás”.
A partir de ahí, Israel desató su devastadora invasión y el asesinato en masa de civiles, mostrando en todo el mundo la extraordinaria brutalidad de la ocupación y del control israelí de los territorios palestinos. Estos resultados tendrán profundas consecuencias para el futuro del conflicto.
Para la mayoría de los palestinos en Gaza, la única manera de evitar el riesgo de una segunda nakba (“catástrofe”) es permanecer en Gaza, a pesar de la dimensión de la destrucción. Por eso, a pesar del ataque violento durante cinco semanas por parte de uno de los ejércitos más poderosos del mundo, donde la abrumadora mayoría de los habitantes de Gaza se vieron obligados a abandonar sus hogares y más de 18.000 personas murieron, continúan resistiendo.
GAZA PODRÍA SER EL STALINGRADO DEL EJÉRCITO DE ISRAEL
Hay dudas sobre si Israel está realmente degradando las estructuras de mando y los arsenales de armas y misiles de Hamás, o si está destruyendo el complejo de túneles y matando a un número significativo de sus comandantes militares.
Hamás no fue erradicado como era el plan de Netanyahu, al contrario, logró mantenerse y lleva a cabo ataques contra el ejército israelí.
Además, muchos de los que atacaron a Israel el 7 de octubre no eran miembros de Hamás, sino miembros de otros grupos radicales, como la Yihad Islámica o la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, o activistas independientes.
El ejército israelí publicó vídeos de palestinos despojados de sus ropas que marchaban a través de las ruinas urbanas, afirmando que los hombres eran combatientes de Hamás y que sus supuestas rendiciones significaban que el fin del grupo palestino estaba cerca. Sin embargo, varios medios de comunicación demostraron que los hombres eran civiles que habían sido tratados contra las leyes de la guerra al ser humillados públicamente. Además, nunca se vio a prisioneros portando armas.
Luego, el ejército israelí sufrió sus mayores pérdidas en combate, en una emboscada en Gaza, en medio de intensos combates. Israel informó de la muerte de 10 soldados, entre ellos un coronel al mando de una base avanzada y un teniente coronel al mando de un regimiento. Lo que eleva a 115 el número total de víctimas del lado israelí en la incursión terrestre. La mayoría de las 10 muertes ocurrieron en el distrito de Shejaia, en el norte de la ciudad de Gaza, donde las tropas fueron emboscadas cuando intentaban rescatar a otro grupo de soldados que habían atacado en un edificio a los combatientes de Hamás. Shejaia es identificada por Tel Aviv como uno de los reductos más fortificados de Hamás.
Hamás dijo que el episodio mostraba que las fuerzas israelíes nunca podrían dominar Gaza: «Cuanto más tiempo permanezcan allí, mayor será la cuenta de sus muertes y pérdidas, y saldrán cargando con el peso de la decepción y de la derrota, si Dios quiere«.
Dos días después, el ejército israelí informó que había matado a tres rehenes por error. Estaban sin camisas y con una bandera blanca, pero fueron identificados como objetivos y eliminados. Esta acción demostró que Israel no respeta las reglas de combate en una guerra. La FDI afirmó que esto se debía a que los combatientes de Hamás a veces operan vestidos de civil y utilizan tácticas para engañar a las tropas.
Los combates en Gaza son reales y no son lo mismo que el entrenamiento en Baladia, la ciudad construida por el Ejército de Defensa de Israel para entrenar a sus soldados, conocido como el “patio de juegos de las FDI”.
Nada que no previésemos: la guerra ha entrado en una fase difícil, imprevisible y sangrienta de guerra urbana en gran escala, donde las ganancias pueden ser pequeñas y lentas y las pérdidas enormes. Se sabe que luchar en las calles estrechas y estrechas de las ciudades antiguas es una de las formas más difíciles de librar una guerra. Incluso con el cerco hecho por las FDI. Cuanto más avanzan los israelíes por tierra, más se adentran en una red de calles estrechas, donde los soldados de Hamás pueden aprovechar el terreno en su beneficio, utilizando túneles y edificios dañados. En estas circunstancias, la resistencia contra los ataques enemigos no depende de armas costosas y de alta tecnología. Valen más las armas pequeñas, con importante poder destructivo, como los lanzacohetes antitanques, los lanzagranadas, los pequeños morteros, los fusiles de asalto y muchos otros, con lo que cada casa y cada calle se transforma en una formidable posición defensiva.
La resistencia en Gaza utiliza túneles para ocultar equipamiento militar, contrabandear armas y municiones y combatir el avance de las tropas de ocupación israelíes. Israel intentó enviar tropas para el subsuelo, lo que terminó en desastres, con las tropas cayendo en trampas. El alto mando abandonó este abordaje y ahora está considerando llenar los túneles con agua de mar.
En el pasado, las ciudades necesitaban fuertes muros para defenderse, pero en los últimos años, con los bombardeos sistemáticos, se ha producido un cambio de táctica. Los vídeos muestran a combatientes en Gaza saliendo de los túneles para disparar contra tanques y luego desaparecer.
Hamás se ha preparado para una guerra urbana larga y prolongada y cree que puede detener el avance de Israel el tiempo suficiente para forzar alguna concesión. Tiene alrededor de 30.000 combatientes, casi todos sobreviviendo a los bombardeos subterráneos. Se desplazan utilizando la vasta red de túneles fortificados, de cientos de kilómetros de extensión y suficientemente profundos, construidos a lo largo de los años. Hay armas almacenadas, así como misiles, alimentos y suplementos médicos donde sus combatientes pueden sobrevivir durante meses.
Cuantos más soldados israelíes mueran en ciudades del interior de Gaza sin la destrucción de Hamás, más disminuirá el apoyo a la continuación de la operación militar. Por lo tanto, el plan es infligir suficientes bajas militares para debilitar a Israel en un conflicto prolongado.
Hamás afirma que fueron estas dificultades en la campaña terrestre del ejército israelí las que provocaron que Israel detuviera los combates en un alto el fuego temporal y liberara a prisioneros palestinos a cambio de algunos de los rehenes israelíes.
Además de su capacidad de combate, Hamás tiene un gran poder de comunicación con el mundo exterior durante los combates. A pesar del apagón de internet en Gaza, de los intensos bombardeos y de la destrucción de la infraestructura de telecomunicaciones, Hamás sigue transmitiendo informaciones desde el campo de batalla. Proporciona una narrativa contraria a los relatos oficiales israelíes sobre la guerra y, con eso, influye sobre la cobertura de la guerra dada por los medios de comunicación internacionales.
Los representantes de Hamás en el Líbano desempeñan un papel importante en esta guerra de información. Osama Hamdan, exjefe del departamento de Relaciones Exteriores de Hamás y miembro de su gabinete político, ha celebrado en Beirut conferencias de prensa regulares que desafían las narrativas israelíes sobre la guerra.
Estas declaraciones han impactado tanto en el mundo palestino como entre las poblaciones árabes de los países vecinos, simpatizantes de la causa palestina. Ayudando a que decenas de miles de personas salgan a las calles. Hay una voluntad de luchar entre los jóvenes de la región, de ir a la guerra con armas en mano contra Israel, como se ve en las manifestaciones callejeras y en la huelga general del 11 de diciembre, que tuvo lugar en Jordania, en el Líbano, en las ciudades de Cisjordania y en los territorios palestinos, con repercusiones en Egipto y en Turquía.
AUMENTA LA TENSIÓN EN CISJORDANIA
Hasta el comienzo de la guerra, las banderas verdes de Hamás estaban prohibidas en Ramallah. Pero ahora se han extendido hasta las puertas de la mezquita Gamal Abdel Nasser y la plaza Al Manara. Los jóvenes caminan vestidos con todo tipo de pertrechos de organizaciones islámicas; las mujeres sostienen fotografías de los líderes rebeldes hutíes de Yemen y gritan «¡Gaza es la tierra de los libres!«, mientras la policía de la Autoridad Palestina ahora se limita a observar.
En Cisjordania, los partidarios de Hamás casi se cuadruplicaron durante la guerra, mientras que el apoyo al partido Fatah del presidente Mahmoud Abbas cayó de 26% a 17%. La Autoridad Palestina es considerada subordinada a Israel y compuesta por corruptos y ladrones. La mayoría de los consultados considera justificados los atentados del 7 de octubre; 7 de cada 10 creen que la decisión de Hamás de perpetrar los atentados fue “correcta”. En Cisjordania, 82% de los entrevistados y en Gaza 57% considera justificados los ataques del 7 de octubre; 89% cree que las muertes causadas por el ala militar no constituyeron un crimen de guerra, pero ve los bombardeos indiscriminados y sistemáticos contra Gaza como tal (95%)[4].
Cisjordania es más grande en tamaño y más compleja en topografía. Gaza tiene 365 km2, mientras Cisjordania tiene 5.860 km2. La naturaleza montañosa de Cisjordania hace que sea fácil esconder y operar cohetes. En Cisjordania, las redes de túneles son más complicadas debido a la naturaleza rocosa del túnel, pero tienen más espacio para operar. Después de 20 años, resurge en Cisjordania la resistencia armada, descentralizada y totalmente independiente.
Las Brigadas Ayyash están asociadas a Hamás, en particular a las Brigadas Al-Qassam. La Brigada Ayyash anunció el lanzamiento de misiles ‘Qassam-1’ hacia el asentamiento ilegal israelí de Shaked. En represalia, el ejército israelí atacó Jenin, donde tuvo lugar una batalla prolongada y caótica. Terminó con 14 muertos y alrededor de 120 heridos. Cuando los cuerpos de las víctimas fueron exhibidos en las calles de Jenin, estaban envueltos en máscaras de Hamás y de la Yihad Islámica: «Somos la resistencia a la ocupación. Gaza y Cisjordania son una sola«.
Las manifestaciones siguieron al ataque sionista con miles de personas marchando en Jenin, muchas de ellas armadas, con fusiles de asalto M16 y municiones en los brazos; eran casi todos jóvenes, listos para luchar.
LA CONTRADICCIÓN DE HEZBOLÁ
La dirección de Hezbolá intenta controlar el conflicto generando crisis en sus bases, pues varios de sus combatientes quieren ir a la guerra y atacar a Israel, abriendo el segundo frente.
Un segundo frente sería un problema para Netanyahu, que quiere centrarse en liquidar a Hamás. Es por eso que Israel intenta asustarlos diciéndoles que convertirá Beirut y el sur del Líbano en Gaza si Hezbolá inicia una guerra total.
Hezbolá representa un peligro potencialmente mayor para Israel que Hamás, ya que tiene un arsenal de municiones, cohetes y drones guiados con precisión superior a todo lo que posee Hamás. Los jóvenes combatientes de Cisjordania y de toda SWANA esperan una declaración más fuerte del líder Hassan Nasrallah. Pero Irán quiere mantener a Hezbolá como moneda de cambio a su favor en la región, “el activo más valioso de Irán dentro de su “eje de resistencia”. Lo que explica la decisión del comando de Hezbolá de atacar sólo áreascercanas a la frontera entre Líbano e Israel, utilizando sistemas de armas de muy corto alcance.
No se sabe cuánto tiempo lograrán contener el descontento en sus bases.
ISRAEL QUIERE TIERRA ARRASADA
Benjamín Netanyahu promete acabar con Hamás y rechaza el alto el fuego. Están dispuestos a matar a los civiles con la justificación de que los militantes se esconden detrás de ellos y debajo de hospitales y escuelas. Su política estratégica es dominar completamente Gaza y tener el control de la región. «Responsabilidad general por la seguridad en Gaza por un período indefinido«.
La doctrina de los generales sionistas es la de Gilles Deleuze, que se resume en “destrucción, construcción, reorganización y subversión del espacio”[5] frente a lo que consideran la estrategia de grupos como Hamás como una acción “no lineal, polinuclear y antijerárquica de combate en áreas urbanas” utilizada en la Comuna de París, Stalingrado, Argel, Jenin y Nablus.
El objetivo de Israel es desalojar la resistencia mediante la destrucción general de todas las áreas. Porque los ambientes de concreto reducen la ventaja y la fuerza de la alta tecnología: “Los edificios enmascaran objetivos y crean cañones urbanos que disminuyen la capacidad de la fuerza aérea”, dificultan ver el campo de batalla urbano, las ondas de radio y las armas de precisión, siendo difícil obtener la ubicación del enemigo[6].
Las operaciones militares en ciudades como Gaza son vistas como un evento traicionero, ya que permiten a los insurgentes más débiles y mal equipados victorias sobre equipos militares mejor entrenados y equipados. “Dentro del ambiente urbano, no es el arma en sí sino la ciudad la que maximiza o silencia la eficacia de un arma. En callejones claustrofóbicos y desfiladeros urbanos es imposible controlar a los civiles o caracterizarlos como aliados o no (…) El arma más eficiente sólo necesita explotar las vulnerabilidades que crea el ambiente urbano”[7].
Como resultado, los objetivos civiles ahora se consideran militares. Los sistemas eléctricos y de internet, así como los sistemas de agua y alcantarillado, deben ser destruidos, el sistema de transporte paralizado, el procesamiento y la distribución de alimentos desactivados, y el sistema de salud inutilizado. Parte de esta estrategia de guerra es la muerte de niños, jóvenes y ancianos, es decir, los más débiles y debilitados, cuando todos estos sistemas colapsen. El objetivo es paralizar la sociedad insurgente mediante una destrucción generalizada para con eso incapacitar la resistencia militar y coaccionar psicológicamente a los civiles urbanos.
Esta estrategia fue utilizada por Estados Unidos en Irak (90% de la capacidad de generación instalada fue destruida) y en Afganistán, buscando llevar a estos países a la edad de piedra, la llamada “modernización inversa” o “guerra de infraestructuras”. Destruir la “infraestructura terrorista” significa destruir la infraestructura del Estado.
Esta “doctrina militar” está siendo llevada al extremo por Israel en Gaza, donde ya había aplicado el encierro físico hermético, el impedimento de circulación, intensa vigilancia aérea, combinados con continuos ataques aéreos, incursiones de escuadrones tanques y ofensivas de artillería. Un campo de pruebas distópico para esta estrategia militar. Considerando que no se tiene en cuenta la vida de los palestinos y creando un “infierno urbano caótico”.
Ciertamente, con esto también construye una masa de jóvenes dispuestos a combatir contra este Estado opresor con todas sus fuerzas y medios.
LOS HUTÍES DE YEMEN DAN EJEMPLO
Tres navíos comerciales vinculados a Israel fueron atacados recientemente por misiles balísticos y drones lanzados por rebeldes hutíes, en una escalada de ataques marítimos en el estrecho de Bab el Mandab. Otros barcos también fueron atacados.[8]
Los hutíes también cuentan con el apoyo de Irán. Son insurgentes que controlan la mayor parte del norte de Yemen, incluida la capital del país, Saná. El grupo surgió en la década de 1980 en las tierras altas del norte, concretamente en la antigua ciudad de Saada.
Los intentos de presentarlos como meros subordinados de Irán ignoran su naturaleza indígena, las causas del movimiento y su ideología. Tras la Primavera Árabe y el creciente caos en Yemen, los hutíes ganaron un impulso significativo. En 2014, lograron derrocar al gobierno de transición respaldado por los sauditas y tomar el poder en gran parte de Yemen, atacando rápidamente el sur del país, un movimiento que sorprendió a los observadores internacionales por su osadía y eficacia.
En respuesta, una coalición liderada por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos lanzó una intervención militar que creían sometería rápidamente a los insurgentes gracias a su superioridad tecnológica. Sin embargo, la operación salió mal. Una serie de negociaciones condujeron a la interrupción de los combates en 2022.
El apoyo del grupo a los palestinos es también una forma de obtener apoyo interno y regional para su propia posición, aumentando su prestigio entre la población árabe en general.
Yemen es un país miserable, pero ha estado en el centro de la geopolítica regional debido a su ubicación estratégica en el estrecho de Bab el Mandab, también conocido como la “Puerta de las Lágrimas”, que separa el mar Rojo del golfo de Adén y el océano Índico. Este estrecho desempeña un papel crítico en el comercio global y en la seguridad energética. Los embarques de petróleo y gas natural pasan por este estrecho hacia Europa y América del Norte.
Las compañías navieras comenzaron a evitar el mar Rojo después de los ataques hutíes, lo que provocó que se bloqueara 30% del tránsito mundial de contenedores[9]. Entre ellos se encontraban los líderes del mercado, MSC y Maersk, la ahora gigante petrolera británico BP, la empresa de transporte de Hong Kong Orient Overseas Container Line (OOCL), que paró de aceptar carga hacia y desde Israel, y la Yang Ming Marine Transport de Taiwan desvió los navíos hacia el Cabo de Buena Esperanza. Como resultado, los costos aumentarán. El viaje entre el Mediterráneo y el estrecho de Málaca, la vía de acceso a los puertos chinos, dura una media de 19 días; utilizando la nueva ruta puede tardar hasta 31 días. Según ABN Amro, un viaje de Rotterdam (Países Bajos) a Shanghái (China) que dura 27 días vía Suez tardará al menos una semana más, causando problemas por la persistencia del conflicto en Palestina. Para los hutíes, estas provocaciones tienen bajos costos y altos retornos.
Al inicio de la guerra, el imperialismo había enviado dos grupos de portaaviones a la zona. Un destructor derribó 14 drones hutíes y ahora pretenden crear una nueva fuerza multinacional para proteger las rutas. Ahora, el imperialismo propone formar una nueva misión internacional para combatir los ataques de los rebeldes yemeníes. Se trataría de la Operación Prosperity Guardian, con la participación del Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y el Estado español. Sin embargo, un conflicto directo con los rebeldes expondría la base estadounidense en Camp Lemmonier, en Djibouti, a 26 kilómetros de; mar de Yemen, donde se encuentra su principal fuerza de drones en la región. Esto podría conducir a la regionalización del conflicto.
Traducción: Natalia Estrada.
Notas:
[1] Acrónimo “descolonial” para la región del suroeste de Asia y el norte de África.
[2] Servicio de seguridad interior de Israel. Su lema es “el escudo invisible.
[3] Ver “Nuestros acuerdos y diferencias con Hamás” en este sitio: https://litci.org/es/nuestros-acuerdos-y-diferencias-con-hamas/
[4] Investigación del Centro Palestino de Políticas e Investigación (PSR), realizada en colaboración con la Fundación Konrad Adenauer sobre Palestina: La guerra de Gaza estimula el apoyo a Hamás en Cisjordania | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
[5] Eyal Weizman, Letrahl Teory in Stephen Graham, Ciudades Sitiadas, el nuevo urbanismo militar.
[6] Ídem.
[7] US Defense Iteligence Agency “The Urban Century”.
[8] https://oglobo.globo.com/mundo/noticia/2023/12/17/alem-do-grupo-wagner-como-a-america-latina-se-tornou-celeiro-de-companhias-militares-privadas.ghtml
[9] https://www.ft.com/content/3f5d2519-94cb-4f37-9049-4e0e936212e2?sharetype=blocked