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Turquía

Ocalán disuelve el PKK

abril 2, 2025

Por Alejandro Iturbe

En Turquía, acaba de estallar un gran proceso de lucha contra el régimen de Recep Tayyip Erdoğan (RTE)[1].  Unas semanas antes, Abdulah Ocalán (“Apo”), fundador y líder del PKK (siglas en turco del Partido de los Trabajadores de Kurdistán) anunció que su partido abandonaba definitivamente la lucha armada contra el régimen turco y se disolvía para integrarse en el DEM (Partido de la Igualdad y la Democracia de los Pueblos), una organización legal que participa de las elecciones[2]. En el contexto turco al que nos hemos referido, ¿cuál es el significado de este anuncio de Ocalán?

Para responder a esta pregunta debemos comenzar refiriéndonos al pueblo kurdo,al que le hemos dedicado numerosos artículos a lo largo de los años[3]. En ellos, analizamos que se trata de una nacionalidad de casi 40 millones de personas a la que siempre se le impidió tener su propio Estado-Nación (el Kurdistán). Por el contrario, desde 1923, el pueblo kurdo y su territorio histórico (unos 400.000 km2) quedaron divididos en cuatro países (Turquía, Irán, Irak y Siria). En esos países, los kurdos siempre han sido una minoría oprimida y discriminada. Por eso, desde hace más de un siglo luchan contra esa discriminación y por tener su propio Estado unificado.

La posición de la LIT-CI sobre el pueblo kurdo siempre ha sido reconocer y defender su derecho de separar sus territorios históricos de los Estados en que lo dividieron para constituir su propio Estado independiente como la única forma de ejercer su autodeterminación y reunificarse. Por eso, apoyamos plenamente su lucha en este sentido. 

Los kurdos en Turquía

Se estima que hay cerca de 15 millones de kurdos y son abrumadoramente mayoritarios en más de 25% del territorio turco, en el sureste de Turquía (los kurdos denominan esta región como Kurdistán del Norte).

Este importante peso poblacional y territorial ha hecho que, desde la instalación de la república turca en 1923 todos los regímenes y gobiernos han perseguido y reprimido a los kurdos y cualquier intento de independencia e incluso de autonomía regional. Fue el caso de las grandes revueltas de Ararat y Dersim, en la década de 1930, reprimidas de modo sangriento por el régimen laico de Kemal Ataturk con métodos genocidas y de limpieza étnica, similares a los usados décadas atrás por el Imperio turco contra el pueblo armenio (asesinatos masivos de mujeres y niños).

En las décadas posteriores, si bien no hubo nuevas masacres de este tipo, la opresión y la discriminación contra los kurdos se mantuvo plenamente (por muchas décadas, incluso se les prohibió hablar públicamente su idioma). En este contexto, en 1978, un grupo de jóvenes kurdos encabezados por Ocalán (nacido en 1949) fundó el PKK.

El PKK y la lucha armada

El programa fundacional del PKK hacía un llamado al pueblo kurdo a luchar por la liberación nacional y la independencia en todos los territorios en que había quedado dividido, para construir un “estado kurdo socialista, unido e independiente”. Para lograr este objetivo, esta organización, con influencias del maoísmo, planteó el desarrollo de la “guerra popular prolongada” y comenzó a formar su brazo armado. El PKK fue incorporando a muchos jóvenes kurdos, en especial de los sectores más pobres.

En 1980, en el marco de una crisis política, económica y social del régimen kemalista, hubo un golpe militar en Turquía, encabezado por el general Evren, que instaló una dictadura represiva que atacó de modo especial las organizaciones y a los líderes kurdos. El PKK fue el único partido kurdo que pudo mantenerse en la clandestinidad, y siguió ganando influencia.

La dictadura de Evren no lograba resolver la crisis ni estabilizar el país. Se debilitaba a ojos vista e intentaba salir adelante con elecciones amañadas y proscriptivas. En ese contexto, en 1984, el PKK consideró que estaban dadas las condiciones para lanzar la “guerra popular” contra el régimen.

Consiguió controlar algunas zonas rurales e instalar en ellas administraciones propias. Sin embargo, la dura respuesta del ejército turco impidió su expansión y limitó la zona de enfrentamiento. El conflicto siguió a lo largo de varios años y hubo miles de víctimas, en especial kurdos.

El primer giro de Ocalán

Ocalán se vio obligado a salir de Turquía. Primero estuvo en Siria y luego en varios otros países. En 1999, fue detenido en Kenia por agentes del servicio secreto turco y llevado a Turquía, donde fue juzgado. Primero fue condenado a muerte pero luego esa pena fue conmutada por la de prisión perpetua, que cumple desde entonces en condiciones de duro aislamiento, con gran riesgo para su salud.          

En la cárcel, aunque el PKK continuaba la lucha armada, Ocalán inició un importante giro político en el programa de la organización. Abandonó el objetivo de un “estado kurdo socialista, unido e independiente”, queimplicaba la separación de los territorios kurdos de los países en que había sido dividido.

Esta propuesta fue reemplazada por lo que Ocalán llamó “confederalismo democrático”. La lucha de los kurdos en cada país ahora debería ser por lograr regiones autónomas sin separarse de ellos. En esas regiones, deberían instalarse “democracias de base” con una “economía popular” basada en la “solidaridad” y que incorporasen como cuestiones centrales el cuidado ecológico y la igualdad de la mujer. Estas regiones autónomas luego establecerían “coordinaciones”, de allí el nombre general de esta propuesta.

No vamos a abordar aquí el debate con esta concepción y su carácter utópico, que ya hemos abordado en otros artículos. En especial los referidos a la experiencia de Rojava (la región kurda de Siria)[4]. En un próximo artículo, analizaremos la situación actual de los kurdos en Siria.

Lo que queremos señalar en este artículo es que, en los hechos, esto ya significaba un gran retroceso en los objetivos iniciales del PKK y una adaptación al sistema nacional e internacional de Estados burgueses y su configuración actual.

Un nuevo paso atrás

En este contexto, desde hace años, Ocalán comenzó a considerar la idea de que el PKK abandonase definitivamente la lucha armada e hiciese un acuerdo con el régimen turco para legalizarse e incorporarse al sistema electoral vigente en Turquía, tal como lo hacen otras organizaciones kurdas en ese país. Incluso, varias veces circularon versiones sobre que emisarios del régimen de Erdoğán mantuvieron reuniones secretas con él en la cárcel para explorar un posible acuerdo que no avanzó.

Ahora, a partir del anuncio de Ocalán, el acuerdo ya está en vías de concreción y significaría un nuevo y cualitativo paso atrás en las propuestas del PKK al pueblo kurdo. Sería el abandono definitivo del camino de la lucha para lograr su autodeterminación y su propio Estado-Nación. Significaría la plena integración al régimen turco para ver si se obtiene “algo a cambio”.

Queremos hacer dos consideraciones. La primera de ellas es que somos conscientes de que, en el desarrollo de una lucha, puede haber muchas situaciones que obliguen a retroceder y aceptar un alto el fuego o una tregua con condiciones desfavorables para intentar recomponer fuerzas. Pero no es esto lo que ahora hace Ocalán, ya que su propuesta es, como dijimos, que el pueblo kurdo abandone definitivamente la lucha por sus reivindicaciones históricas.

La segunda es que respetamos a Ocalán por sus largas décadas de lucha, que lo transformaron en el principal referente del pueblo kurdo en Turquía y en otros países. Pero, de concretarse este paso actual sería, en los hechos, una traición a la lucha y las reivindicaciones de su pueblo. Podría hacerse una analogía con la figura de Yasser Arafat y el pueblo palestino: luego de décadas de encabezar la lucha y transformarse en su principal referente, la traicionó y la entregó en los Acuerdos de Oslo de 1993.

La Turquía moderna

Turquía es un país de algo menos de 800.000 km2 y 85 millones de habitantes. Este territorio actual es el remanente del desmantelamiento del Imperio turco-otomano, derrotado en la I Guerra Mundial. La gran mayoría del territorio está en la región conocida como Asia Menor, aunque una pequeña franja occidental pertenece a Europa. Esa franja incluye una parte de Estambul (la antigua Constantinopla) que tiene históricas ligazones con Europa. Por su historia, Turquía siempre ha sido una especie de nexo entre el continente europeo y el mundo musulmán.

La actual República de Turquía nace en 1923, luego que un sector de militares, encabezados por Kemal Ataturk derrocó el régimen imperial (el Sultanato). Este sector militar instaló un régimen nacionalista burgués y bonapartista sui géneris (el kemalismo), de carácter laico, que impulsó un cierto nivel de desarrollo industrial, de infraestructura y educativo. Durante varias décadas, el CHP (Partido Republicano del Pueblo) fue el sostén político central de este régimen.

Desde la década de 1970, los cambios en las condiciones económicas y políticas mundiales hicieron cada vez más difícil la supervivencia de estas experiencias nacionalistas burguesas, que iniciaron así un proceso de fuertes crisis, en todo el mundo, como fue el caso del peronismo argentino.

El CHP se dividió dando origen a otros partidos, que junto con aquellos de raíz islamista conformaron un sistema político mucho más fragmentado, con diversas coaliciones electorales y gubernamentales.

El marco de fondo era la decadencia general del país, cuya burguesía estaba aprisionada entre las aspiraciones de mantener alguna autonomía y un rol de potencia regional y un creciente sometimiento al imperialismo estadounidense y a la Unión Europea (a la que Turquía pidió entrar, sin conseguirlo hasta ahora). Todos estos gobiernos aplicaron planes de ajuste y privatizaciones.

Esta decadencia de Turquía se ha expresado cíclicamente en crisis económico-sociales y también en un debilitamiento de la moneda nacional (la lira turca), que vive un histórico proceso de licuación de su valor, con algunos momentos muy agudos[5]. Otra expresión de esta decadencia ha sido la emigración de millones de familias turcas hacia Alemania.

Erdoğán en el poder

Es en este contexto que comienza a emerger y a ganar prestigio la figura de Erdoğán, con un discurso de que la crisis turca se debía al abandono de los preceptos del Islam, ya que la Constitución nacional se basa en principios laicos. Por eso, había que aplicarlos desde el gobierno.

Con este discurso y con el apoyo de un partido islamista radical, ganó las elecciones para alcalde de Estambul en 1994. Cuatro años después, luego de un violento discurso público, el Tribunal Constitucional lo destituyó de su cargo, lo condenó a 10 meses de prisión y la prohibición de ocupar cargos públicos. Cuatro meses después fue liberado y autorizado a presentarse en elecciones.

Comenzó a moderar su discurso y fundó su propio partido: el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) con un programa mucho más capitalista liberal. Con el AKP, comenzó a presentarse a las elecciones nacionales, con un importante apoyo de votos. Basado en estos resultados, en 2003 fue nombrado primer ministro y, en 2014, fue electo Presidente de la República. Su ascenso al poder fue respaldado por el imperialismo estadounidense.

Erdoğán profundizó las políticas de privatizaciones y los negociados con ellas y los espacios públicos. En 2013, enfrentó un gran proceso de movilizaciones a su proyecto de destruir el parque Taksim Gezi, en Estambul, para construir un centro comercial. A pesar de la durísima represión, las protestas duraron un mes. Sin embargo, como vimos, Erdoğán ganó las elecciones de 2014.   

Un cambio de régimen

A partir de ese triunfo, Erdoğán buscó avanzar en su proyecto de cambiar la Constitución turca hacia un régimen completamente presidencialista y bonapartista. Con ese objetivo, utilizó en su favor el fallido golpe de Estado de julio de 2016, realizado por una pequeña facción islamista del ejército que acusaba a Erdoğán de “traidor”.

En ese transcurso, Erdoğán llamó al pueblo turco a salir a las calles a defender su gobierno. Millones de personas respondieron al llamado y, en algunos casos, se enfrentaron a los militares insurrectos.

Este intento de golpe fue finalmente derrotado y Erdoğán salió muy fortalecido en su proyecto. En 2017 convocó y ganó un referendo constitucional. Ese mismo año, el Parlamento aprobó la reforma. Se concretaba así un cambio regresivo del régimen político burgués turco[6]. Erdoğán lo aprovechó para avanzar en una política represiva contra los políticos opositores, el periodismo, y las luchas obreras y populares.

Una gran ayuda para Erdoğán

Erdoğán “navegó” muchas veces sobre “aguas turbulentas”, como la ya referida  licuación de la lira turca en 2018. Pero, con distintas maniobras y acuerdos con partidos menores, siempre consiguió salir adelante y seguir siendo el centro de la política turca.  De esa forma, fue reelecto presidente en las elecciones de 2023.

En política exterior, Erdoğán mantuvo a Turquía en el “bloque occidental”, integrante de la OTAN y uno de los principales aliados del imperialismo estadounidense en la región. Al mismo tiempo, combinó esta política con un “coqueteo” con Putin y el régimen iraní de los ayatolás, con quienes se reunió en la Cumbre de Teherán, en julio de 2022[7].

En realidad, la gran preocupación de Erdoğán en política exterior ha sido el tema de los kurdos, en especial en Siria (país fronterizo con Turquía), a partir del surgimiento de la autonomía de Rojava, apoyada en milicias propias. Erdoğán temía que Rojava fuese una base de apoyo para el fortalecimiento de la lucha de los kurdos en Turquía, que encabezaba el PKK

Esa preocupación lo llevó, en 2016 y 2019, a invadir Siria y atacar a los kurdos de ese país para establecer un “cordón de seguridad” que separase a Rojava del Kurdistán turco y aislase entre sí los cantones kurdos de Siria[8]. Desde entonces, ha mantenido presencia militar turca en Siria, camuflándola luego como Fuerzas Democráticas Sirias, cuya principal actividad, antes y después de la caída del régimen dictatorial de al-Assad, ha sido atacar a las milicias kurdas.

Como contracara de esta política de ataque a los kurdos de Rojava se encuentran las excelentes relaciones que Erdoğán mantiene con el gobierno de Basur (región autónoma kurda de Irak, fronteriza con Turquía) encabezado por Massoud Barzani. Barzani es un político que encabeza el PDK (Partido Democrático del Kurdistán), que expresa a la burguesía kurda de la región, y disputaba con el PKK la dirección del pueblo kurdo.

En 2003, el PDK se unió a la coalición de fuerzas liderada por el imperialismo estadounidense que invade Irak y derroca el régimen Sadam Hussein. A cambio de ello, la nueva constitución iraquí de 2005 le otorga a Basur el carácter de “entidad federativa autónoma” con derecho a elegir su propio gobierno y su parlamento, y también a tener sus propias relaciones exteriores. En los hechos, casi un Estado kurdo en Irak. Desde entonces, Basur se ha mantenido relativamente estable en el terreno político y económico. Es importante considerar que se trata de una región productora y exportadora de petróleo. En este sentido, es la principal proveedora de petróleo de Turquía[9]. Es una de las explicaciones de las excelentes relaciones entre los gobiernos de Erdoğán y Barzani.

Dentro de Turquía, Erdoğán alentó a burguesía kurda a intervenir en los procesos electorales, lo que hace a través del ya citado DEM. De esta forma, elige diputados y alcaldes y, a partir de ese hecho, tiene algún espacio para realizar negocios y ser intermediaria del comercio de petróleo desde Basur. Por eso, esta burguesía kurda estableció en los hechos un pacto de no agresión con Erdoğán e incluso ha apoyado coaliciones parlamentarias de gobierno.

Tal como vimos en el inicio de este artículo, Erdoğán enfrenta una rebelión de masas contra su gobierno, en Estambul y en otras ciudades del país. Necesita imprescindiblemente mantener tranquilo el “frente kurdo”. En ese marco, la política de Ocalán de disolver el PKK en el DEM, en lugar de llamar a los kurdos a participar activamente en esta lucha, es una gran ayuda para Erdoğán. Por eso, está muy contento con ella[10].        


[1] https://litci.org/es/turquia-entra-en-una-nueva-era/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[2] https://www.infobae.com/america/mundo/2025/02/27/tras-40-anos-de-lucha-armada-el-fundador-de-la-guerrilla-kurda-en-turquia-pidio-la-disolucion-del-pkk/

[3] Ver especialmente https://litci.org/es/sobre-la-lucha-del-pueblo-kurdo/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

y http://litci.org/es/por-que-defendemos-el-derecho-de-los-kurdos-a-tener-su-propio-estado/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[4] https://litci.org/es/rojava-kurdistan-sirio-un-estado-burgues-atipico-parte-1/?utm_source=copylink&utm_medium=browser y https://litci.org/es/rojava-kurdistan-sirio-un-balance-necesario/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[5] https://litci.org/es/turquia-inicio-del-efecto-raki/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[6] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-39616815

[7] https://www.france24.com/es/medio-oriente/20220719-putin-erdogan-y-raisi-tres-pesos-pesados-reunidos-en-teher%C3%A1n

[8] https://litci.org/es/repudiamos-el-ataque-del-ejercito-turco-contra-rojava-kurdistan-sirio/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[9] https://litci.org/es/masivo-plebiscito-la-independencia-basur-kurdistan-iraqui/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[10] https://www.dw.com/es/erdogan-califica-de-oportunidad-hist%C3%B3rica-llamado-del-l%C3%ADder-del-pkk/a-71791070

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