¡No al cierre de la Audi, ni un solo despido!
Por Liga Comunista de los Trabajadores – Sección belga de la LIT-CI
El cierre anunciado de Audi es una catástrofe social. Se sacrificarán 3.000 empleos directos y miles de subcontratados. También es un desperdicio absurdo descartar de esta manera a trabajadores altamente calificados e instalaciones de última generación.
Ya en 2023, la administración de la Audi anunció su intención de cerrar. Esta es la “crisis” del sector automovilístico europeo. Por crisis, entiéndase la dificultad de los jefes de la Audi para vender cada vez más modelos eléctricos, a menudo cada vez más caros, más grandes y menos ecológicos. Además, la competencia de los automóviles chinos es feroz en el mercado de los autos eléctricos.
Pero no nos engañemos: los jefes de la Audi no están en crisis. La empresa logró una ganancia neta en 2022 de 4.800 millones de euros, el segundo récord histórico de la marca.
El 16 de setiembre, los sindicatos convocaron una gran manifestación en defensa del empleo. Los trabajadores y subcontratados de la Audi salieron en masa a gritar su rabia. De hecho, no se dieron por vencidos y acamparon durante muchos días frente a la fábrica para pedir un lugar destacado en las negociaciones. La combatividad también se hizo visible entre los trabajadores de la Audi en la confiscación de 200 llaves de automóviles. Una combatividad que causó tanto miedo que los patrones tuvieron que convocar a los trabajadores a un salón privado para hacer el anuncio oficial del cierre.
Fue esta combatividad la que obligó a los sindicatos a organizar esa manifestación.
Una manifestación donde dirigentes sindicales denunciaron a la patronal de la Audi a pesar de haber firmado ya un acuerdo de vuelta al trabajo.
Una manifestación cuya magnitud debía ser limitada, sin ninguna cuestión en relación con un aviso de huelga nacional. Una pena.
Una manifestación donde los discursos de las altas autoridades sindicales, obligadas a salir a la calle, no fueron para oponerse a eventuales despidos, sino más bien para “desbloquear los oídos de los políticos”. Es difícil encontrar un eslogan más inútil cuando sabemos que estos mismos políticos han concedido 157,7 millones en ayudas públicas desde 2018, lo que demuestra de qué lado de la trinchera están. En el sitio web de la FGTB podemos leer en la página de la convocatoria de la manifestación: “Nos manifestamos por la preservación de la fábrica Audi Forest, por el empleo y por soluciones que respeten a todos los empleados y subcontratados de Audi”. ¿Una solución respetuosa? Sólo hay una: retirada del plan de la administración de la Audi o, en caso contrario, ¡nacionalización de la empresa bajo control de los trabajadores!
Desde el inicio de las negociaciones, la dirección sindical ha seguido estrictamente el procedimiento de la Ley Renault que regula los despidos colectivos. Una verdadera traición cuando saben que hay combatividad, que las fuertes fuerzas de la clase trabajadora, que dirigen la fábrica, están listas para ocupar la fábrica. Pero su estrategia no es la victoria, sino la derrota, intentando perder lo menos posible. Por eso sucede lo increíble: firman acuerdos antes de una manifestación que tiene solo un objetivo: reducir la presión en beneficio de la patronal de la Audi. Y eso no es todo, los negociadores sindicales planificaron desde sus oficinas, incluso antes de la manifestación, la reanudación del trabajo de los “voluntarios”, en el orden deseado por el patrón (primero este taller, luego aquel otro…). En resumen, la dirección sindical está impidiendo cualquier piquete, cualquier acción que pueda perturbar las negociaciones con la dirección de la Audi. Sí, dijimos traición, y de forma generalizada.
El deseo de la burguesía de cerrar fábricas y endurecer nuestras condiciones de trabajo es global y, por lo tanto, también europeo. Una respuesta coherente no es incitar a unas pocas delegaciones a manifestarse, sino organizar una huelga europea en el sector automotriz. La única solución para que el sector automotriz tenga futuro, sea lo menos contaminante posible y produzca bienes asequibles es nacionalizar la fábrica bajo el control de los trabajadores. Mientras nuestra clase no tome la gestión de la sociedad en sus propias manos, los patrones, con la complicidad de los políticos y de los dirigentes sindicales, seguirán tratando a los trabajadores como peones que pueden ser sacrificados.
¡Basta de estrategia defensiva fatalista! ¡Por una estrategia sindical ofensiva, decidida por las bases de los trabajadores y subcontratados de la Audi en asamblea general, sea cual sea su sindicato!
¡Nacionalización de la fábrica de la Audi en Bruselas! ¡Nacionalización del sector automovilístico bajo control obrero!
¡No a la ley Renault! ¡No a los despidos y cierre de empresas!
¡Huelga general en el sector automotriz en Bélgica y en Europa!
Foto: Fábrica subcontratada de Audi instalada frente a la fábrica. Fuente: Lutte Ouvrière Bélgica Facebook.
Traducción del portugués: Natalia Estrada.