¡No a la amenaza injerencista de Donald Trump y el imperialismo norteamericano! ¡Fuera las tropas yankees de Venezuela y Latinoamérica!

Por Leonardo Arantes (Unidad Socialista de los Trabajadores – Venezuela)
En días recientes, el gobierno norteamericano, encabezado por el ultraderechista Donald Trump, ha venido realizando una serie de anuncios y ejecutando acciones orientadas al desarrollo de una operación militar en aguas de América Latina y el Caribe, bajo el argumento de enfrentar el narcotráfico.
El imperialismo norteamericano amenaza y muestra sus dientes
Mediante una inusitada demostración de poder militar naval, Estados Unidos ha comenzado desde hace un par de semanas a desplegar varios buques de guerra y personal militar en el área antes señalada, en la cual, según reseña la prensa internacional se habrían empleado hasta ahora, tres buques de guerra, un submarino nuclear con capacidad misilística y operaciones de inteligencia, además de aeronaves de patrulla marítima P-8 Poseidón y un personal militar que sobrepasaría los 4000 efectivos marines.
Además de esto, se anunció el envío, hasta el límite del mar territorial venezolano, de tres destructores dotados del sistema de defensa aérea Aegis, además de submarinos y aviones. Se trata de buques armados con misiles guiados, entre ellos los Tomahawk para atacar objetivos en tierra, de última tecnología en la Marina de Estados Unidos.
Se trata de buques polivalentes que cumplen funciones de combate naval, escolta de buques mayores -como portaaviones-, bombardeo a tierra y defensa área, entre otras, pudiendo ser usados tanto para llevar a cabo operaciones de inteligencia y vigilancia, como a manera de plataforma de lanzamiento para ataques militares selectivos.
Todo este desproporcionado despliegue armamentístico, para un supuesto combate al narcotráfico, haciendo uso de armas, equipos bélicos, recursos y poderío militar más característico de guerras y/o invasiones militares, dejan en evidencia, que, bajo ese argumento de lucha contra el narcotráfico, este operativo que desarrolla el imperialismo norteamericano, constituye una nueva amenaza contra los pueblos de Latinoamérica y el Caribe en general y en específico contra Venezuela; país este último al respecto del cual, viendo desarrollar todo este operativo en las cercanías de las fronteras de su mar territorial y considerando la tensión política de los últimos días, es imposible no plantearse la posibilidad de que este siendo considerado como un potencial objetivo militar.
El contexto político en el que se desarrolla la amenaza injerencista
Consideramos que es pertinente describir y analizar el contexto político en el que se enmarca el actual operativo y amenaza injerencista norteamericana.
Tal despliegue militar se produce a posteriori de que el jefe de Estado norteamericano, Donald Trump, emitiese, el pasado 08 de agosto, una orden autorizando el uso de las fuerzas armadas para la “lucha contra carteles de drogas extranjeros, con el objetivo de defender a su nación”, previo a esto el gobierno norteamericano (07/08/2025) había duplicado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Nicolás Maduro. Vale recordar que, en 2020, durante el primer mandato de Trump, Maduro fue acusado por Estados Unidos de narcotráfico y terrorismo. En concreto, el gobierno de EE.UU., asegura que Maduro y funcionarios y militares de alto rango de su Gobierno lideran el “Cartel de los Soles”, una supuesta organización criminal a la que EE.UU. declaró como terrorista.
Luego de los anuncios señalados, La Fiscal General de EE.UU., Pam Bondi, afirmó que el gobierno norteamericano había “confiscado más de 700 millones de dólares en activos a Maduro”, los cuales incluirían “dos aviones de lujo, varias casas, una mansión en República Dominicana y otras en Florida, una granja de caballos y millones de dólares en joyas”, todo esto producto de su accionar como “líder del Cartel de los Soles”.
Las semanas previas a esto, la administración Trump había desarrollado un proceso de negociación con el gobierno de Maduro, el cual incluyó el canje de prisioneros norteamericanos por migrantes venezolanos retenidos por el gobierno de Bukele en cárceles de El Salvador, la liberación de algunos presos políticos en territorio venezolano y el otorgamiento de una nueva licencia que autoriza a Chevron para operar en el país, extraer y comercializar petróleo venezolano.
Es pronto para afirmar si se trata de una pretensión real del gobierno de EE.UU. de intervenir militarmente en Venezuela o si por el contrario se trata como en otras ocasiones de un aumento de la presión contra el gobierno de Maduro (algo también bastante probable) para empujar a este a negociar en peores condiciones acuerdos en función de seguir profundizando la entrega de la soberanía del país, sobre todo los recursos petroleros y minerales.
Lo cierto es que el argumento del “combate al narcotráfico” no pasa de ser un pretexto barato que, como en ocasiones anteriores y como la historia lo demuestra, utiliza el imperialismo para aumentar su ofensiva recolonizadora en América Latina y el Caribe, y en este caso particularmente contra Venezuela.
Con el actual despliegue militar lo menos que persigue Trump y su gobierno como representantes del imperialismo yankee, es combatir, controlar y derrotar al narcotráfico, su verdadero objetivo consiste en reforzar el resguardo de sus intereses económicos, políticos, geopolíticos y militares en una región históricamente estratégica para el imperialismo norteamericano.
La respuesta del gobierno de Maduro, el falso antiimperialismo
Tal como era de esperarse, la respuesta de Maduro y de funcionarios de su gobierno como Diosdado Cabello (Ministro de Relaciones Interiores), Delcy Rodríguez (Vicepresidenta Ejecutiva), entre otros, varios de ellos acusados de diversos delitos, ha sido negar las acusaciones que los vinculan (tanto a Maduro como a esos funcionarios) con el narcotráfico, además de hacer altisonantes declaraciones en el tenor de “…ningún imperio va a venir a tocar el suelo sagrado de Venezuela…” (Nicolás Maduro 19/08/2025) ó “…Nosotros también estamos desplegados, en el Mar Caribe, en nuestro mar territorial venezolano, para defender nuestra soberanía…” (Diosdado Cabello 19/08/2025).
Igualmente, han anunciado la movilización de más de 4 millones de milicianos (reservistas), y el inicio de un proceso de alistamiento (incorporación de nuevos miembros) y adiestramiento de tales fuerzas (en lo que seguramente obligaran bajo chantaje a participar a los trabajadores de la administración pública), mientras que la Vicepresidenta Ejecutiva hace llamados a “la unión de los países latinoamericanos ante amenazas directas de intervención militar por parte de EE.UU.” (Delcy Rodríguez 19/08/2025).
Con todo esto, Maduro hace alarde de un falso antiimperialismo, mientras continua entregando nuestra soberanía, recursos petrolíferos, hidrocarburos y minerales a empresas transnacionales imperialistas como Chevron, así como Barrick Gold y Gold Reserve en el Arco Minero Orinoco (AMO), a la vez que exonera de pagar impuesto sobre la renta a las empresas imperialistas en el negocio petrolero y de importación de alimentos, y aplica un brutal ajuste contra los trabajadores venezolanos a quienes mantiene padeciendo miseria y penurias, devengando un salario mínimo mensual de menos de 1$, con las convenciones colectivas congeladas y conculcados todos sus derechos laborales, sindicales y sociales.
La oposición burguesa celebra el operativo y las amenazas
Fiel a su a su carácter burgués y ultraderechista y a su papel lacayo y servil a los intereses del imperialismo norteamericano, María Corina Machado y el sector opositor que se organiza en torno ella, apoyan las amenazas injerencistas y celebran el operativo militar imperialista, alimentando entre la población expectativas en una eventual intervención militar contra Maduro y el país, clamando inclusive por una ejecución inmediata y fugaz de la misma, a la vez que declara que los Estados Unidos serían «el mejor aliado comercial, energético y de seguridad en la región” en caso de ella ser gobierno.
Desde acá alertamos que los trabajadores y el pueblo venezolano no debemos depositar ninguna confianza en una dirigente burguesa, socia servil de los más rancios intereses imperialistas, ni en el sector político que ella representa y mucho menos en el imperialismo norteamericano, su gobierno y sus fuerzas armadas.
Rechacemos las amenazas injerencistas imperialistas, ningún apoyo a Maduro y su gobierno
Desde la Unidad Socialista de los Trabajadores (UST), rechazamos y llamamos a repudiar esta nueva amenaza injerencista y esta agresión imperialista, categóricamente estamos en contra del despliegue militar estadounidense en las cercanías de los límites del mar territorial venezolano, y en los mares de toda Latinoamérica y el Caribe, exigimos la retirada inmediata de las tropas gringas de estas latitudes, exigimos a los gobiernos del continente pronunciarse en contra de tal operativo militar.
De igual manera, afirmamos que, rechazar tal agresión y ofensiva del imperialismo norteamericano contra Venezuela, no significa brindar ningún apoyo político a Maduro y su gobierno, al contrario, denunciamos su política entreguista de nuestra soberanía y recursos naturales energéticos y minerales a las transnacionales yankees, chinas y rusas, entre otras, estamos en contra de su política de destrucción del salario, de bonificación del ingreso de cercenamiento de los derechos laborales y sociales, de violación de las libertades democráticas, de la represión contra dirigentes obreros, sindicales y políticos opositores al gobierno, así como también de sus pretensiones de eliminar los sindicatos mediante la pretendida constituyente sindical; llamamos a los trabajadores a organizarnos y movilizarnos de manera unificada para derrotar la política de entrega de la soberanía del país, derrotar el ajuste antiobrero y antipopular que aplica el gobierno y expulsar a Maduro del poder.
Solo derrocando al gobierno de Maduro, mediante la movilización autónoma e independiente de los trabajadores y los sectores populares, se puede desarrollar un antiimperialismo consecuente que ponga freno a la entrega del país, expulsando a las transnacionales y empresas mixtas del negocio petrolero y del Arco Minero Orinoco, nacionalizando 100% el petróleo, la banca, la producción de alimentos, las telecomunicaciones y otros sectores estratégicos, dejando de pagar la deuda externa y repatriando los capitales fugados.
Todas estas son tareas antiimperialistas que no llevará adelante el gobierno burgués y dictatorial de Maduro, ni ningún gobierno burgués, estas tareas solo pueden ser acometidas por un gobierno de los trabajadores y los sectores populares del país.
Fuera las tropas yankees de América Latina y el Caribe.
No a la injerencia imperialista en Venezuela. Rechacemos las amenazas y agresiones del imperialismo.
Ninguna confianza en la oposición burguesa, el imperialismo norteamericano, su gobierno y sus fuerzas armadas.
Movilización obrera y popular para frenar la entrega de la soberanía del país.
Derrotemos el ajuste antiobrero y antipopular del gobierno Maduro.
Por el rescate del salario, las convenciones colectivas, los derechos laborales, sindicales y sociales de los trabajadores. Basta de Represión
No a la constituyente sindical, por la defensa de los sindicatos.
Fuera el gobierno de Maduro.
Por un gobierno obrero y popular.