Mujer sindicalizada: una necesidad para la lucha de clases
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“Una revolución no es digna de llamarse tal si con todo el poder y todos los medios de que dispone no es capaz de ayudar a la mujer doble o triplemente esclavizada, como lo fue en el pasado a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual.” León Trotsky.
Por Jenny Moreno
Sin duda la lucha de la mujer en los sindicatos es esencial para la lucha de clases ya que se trabaja por los derechos esenciales de la clase trabajadora desde la herramienta sindical contra la patronal y contra la burocracia sindical.
En este artículo pretendemos resaltar la labor sindical de muchas mujeres que a pesar de la opresión capitalista sufrida siguen firmes en la lucha junto al compañero de clase, es un sindicato público o privado.
Actualmente según datos del Ministerio de Trabajo y Previsión Social sólo un 24% de mujeres es sindicalizada comparada con un 76% de hombres, esto tiene consigo muchos factores entre los más apremiantes es la doble explotación a la que se ve arrojada la mujer trabajadora en laborar fuera y dentro de la casa lo que también se vuelve una doble opresión.
Sin embargo y ante este hecho desalentador las mujeres sindicalistas han demostrado históricamente su temple y dedicación a la lucha por la emancipación de la mujer trabajadora tenemos ejemplos desde 1871 con la comuna de París donde miles de mujeres dirigieron esa revolución, la revolución Bolchevique donde fueron las mujeres textileras que se levantaron contra la guerra y las brutales formas de trabajo.
Y en nuestro país sin duda alguna tenemos que tener presentes que durante la década de los 70 y 80´s el papel que la mujer desempeño fue fundamental para la conquista de muchas victorias que ahora gozan muchas organizaciones sindicales, desde mejores condiciones laborales hasta aumento de salario, que aunque aún sigue siendo insuficiente son conquistas que se ganaron con huelgas armadas y manifestaciones masivas de obreros que paraban la producción en sus respectivas empresas.
Un claro ejemplo de que la mujer lucha con el compañero de clase fue en 1979 donde José compañero de Corriente Obrera Sección simpatizante de la LITCI en EEUU nos relata que fueron mujeres obreras de la Fábrica de Muebles Imperio dirigieron huelgas como medida de presión para liberación de sus compañeros secuestrados por la dictadura y que gracias a este método muchos era liberados.
Febe Elizaberth ex dirigente de FENASTRAS y asesinada junto a otros compañeros por la reacción el 31 de octubre del 89 sigue siendo un rostro de resistencia y un camino que muestra que el sindicalismo NO SE VENDE , mantener los principios hasta la muerte y rescatar la lucha de una mujer REVOLUCIONARIA.
Un sindicalismo contra la violencia hacia la mujer
En la actualidad la tarea porque más mujeres sean parte de un sindicato sigue más vigente que nunca para conquistar luchas que están siendo arrebatadas por la patronal , los gobiernos y el imperialismo, actualmente hay muchas mujeres dirigentes de sindicatos y es un avance muy bueno, pero este tiene que ir ligado a una lucha clasista que tenga como principio la independencia de clase sin injerencia de partidos burgueses y además una lucha constante contra el machismo que está presente y que genera una división que le beneficia nada más que al capitalismo.
Desde hace décadas el movimiento sindical ha dejado de lado las luchas y demandas de las mujeres, quizá porque se considera que estas son exclusivas de organizaciones de mujeres, cuando es todo lo contrario las exigencias de las mujeres trabajadoras son de toda la clase explotada e indudablemente cualquier sindicato clasista lucha frontalmente contra todo tipo de violencia desde el acoso sexual en los lugares de empleo hasta los femicidios que en la actualidad van en aumento.
Es por esta razón que se torna importante la lucha sindical por guarderías públicas, comedores públicos, exigencia al aumento de presupuesto para salud y educación, aumento de salario igualitario para hombres y mujeres y que sea de calidad, la exigencia por el respeto a la hora de lactancia materna, la exigencia por el respeto al cuerpo de las mujeres que se vean como humanas y no propiedades.
Es importante desenmascarar a muchas de las instituciones estatales y gubernamentales que se proclaman defensoras de los derechos de las mujeres y que son dirigidas por otras mujeres –con la diferencia que son burguesas-, pero cuando una obrera despedida estando embarazada busca el apoyo simplemente le dan la espalda y la dejan sin opciones, convirtiéndose en opresoras también.
Ante esta realidad que es común de un ente burgués se vuelve necesaria y urgente que la lucha sindical se encamine también por garantizar a la compañera las condiciones necesarias para trabajar por el sindicato y luchar por la clase.
Por esta misma razón la Secretaría de la Mujer de la Coordinadora Sindical Salvadoreña está en busca de un Encuentro Nacional de Mujeres Trabajadoras donde converjan las demandas de las mujeres oprimidas y explotadas y sea un espacio para que se dé inició a un sindicalismo que también luche por las mujeres .