La victoria del pueblo kurdo en Kobane

Luego de una larga y dura batalla, los kurdos han expulsado a las fuerzas militares del Estado Islámico (EI) de la ciudad de Kobane, ubicada en la Rojava (nombre con que este pueblo denomina a la región del Kurdistán sirio).
Si bien el EI aún controla varios pueblos y aldeas de la región, está en franca retirada. Desde el inicio, apoyamos incondicionalmente esta lucha y, por eso, festejamos con mucha alegría esta gran victoria, la primera derrota del EI desde que lanzó su ofensiva para construir su “califato” en Irak y Siria.
En esa lucha, las milicias de Kobane fueron apoyadas por los peshmergas, milicianos provenientes del Kurdistán iraquí (que aportaron las pocas armas pesadas con que contaban en Kobane), y por batallones de combatientes “rebeldes” sirios.
Sin embargo, la defensa de Kobane siempre estuvo en inferioridad militar. Las fuerzas de EI contaban con armamento mucho más moderno y pesado, en parte tomado del ejército iraquí, y en parte comprado con los ingresos por la venta del petróleo de las zonas que controlan. Además, volcaron en esa batalla a muchos de sus mejores combatientes, gran parte muy experimentada y proveniente del exterior: la comandancia kurda informó que, entre las bajas de EI, identificaron hombres provenientes de 27 países.
Pero la historia ya ha demostrado en muchas ocasiones que la superioridad militar no basta para garantizar el triunfo y que los factores políticos, como la moral y la convicción de quienes combaten, pueden ser tanto o más importantes que la cuestión militar “pura”. Basta ver, por ejemplo, la lucha entre el Estado de Israel y el pueblo palestino.
¿Cuáles fueron, entonces, los “factores políticos” que permitieron este triunfo del pueblo kurdo en Kobane? Veamos los que consideramos los principales.
La determinación del pueblo kurdo
En varios artículos anteriores hemos analizado el hecho de que el pueblo kurdo es una de las nacionalidades más grande del mundo sin su propio Estado; cómo, en el siglo XX, este pueblo fue dividido artificialmente entre otros Estados (principalmente Turquía, Irán, Irak y Siria) en los que sufren opresión, discriminación y represión (1).
El pueblo kurdo siempre mantuvo en alto la lucha por su liberación nacional, por su derecho a la autodeterminación y por la reunificación en su propio Estado. Protagonizó duras luchas en los países donde es oprimido, sangrientamente reprimidas. En Siria, antes del ataque del EI, venían de protagonizar, en 2012, un levantamiento armado contra el régimen dictatorial de Bashar al Assad, en el marco de la guerra civil que se desarrolla en el país. Por toda esta historia, los kurdos son un pueblo sufrido y combativo, que no se doblega, ni mucho menos, ante la primera dificultad.
Las fuerzas del EI venían de una sucesión de triunfos fáciles en Irak: muchos de los batallones del ejército de este país huían sin dar batalla y dejaban en el campo grandes cantidades de armamentos. Pero en Kobane se encontraron con una resistencia feroz, con una población que luchaba por su supervivencia, que le disputaba casa por casa el dominio de la ciudad y que golpeaba de modo efectivo con tácticas de guerrilla.
En estas condiciones, las propias fuerzas del EI (muchos de cuyos combatientes también tienen convicciones ideológicas) comenzaron a desmoralizarse. Un periodista extranjero en la región informaba que “El aura de invencibilidad de la que gozaba el EI se ha diluido e incluso hay informaciones que hablan de decenas de yihadistas abandonando la organización de Abu Bakr al Baghdadi” (2). Para agravar aún más la desmoralización de las tropas del EI, los derrotaba no solo una milicia más pequeña y peor armada, sino también compuesta en gran parte por mujeres, lo que golpeaba su ideología reaccionaria.
El papel de las mujeres kurdas
En la prensa mundial y en las redes sociales internacionales circularon (y conmovieron) muchas imágenes y videos de las jóvenes combatientes kurdas, las que no solo estuvieron en la primera fila de la lucha contra el EI (junto a sus padres, hermanos y parejas) sino que, en muchos casos, comandaron los batallones. Esta participación las transformó en las grandes protagonistas de este triunfo.
¿Cuáles fueron las razones de este protagonismo? Un factor, sin dudas, era el propio destino personal si el EI triunfaba y tomaba la ciudad. En el mejor de los casos les esperaba la muerte, antecedida con seguridad por la violación. En el peor, ser transformadas en esclavas y mercadería sexual, como ya había acontecido en Irak con las jóvenes de la minoría yazidista. La historia de la comandante Arin Mirkan, inmolándose en un atentado en el que murieron numerosos combatientes del EI, fue una muestra del heroísmo a que estaban dispuestas estas mujeres en su lucha.
Pero este factor, por sí mismo, es insuficiente como explicación. En los grandes hechos de la lucha de clases del siglo XX, como las revoluciones y las guerras, cuando los parámetros culturales cotidianos son rápidamente demolidos, las mujeres jugaron un papel importante y decisivo. Así fue en las revoluciones rusa y china, en las revoluciones y guerras civiles en México y España, en la resistencia contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, etc. En poco tiempo, se ganan espacios y roles que antes parecían imposibles.
A estos dos factores, nos parece que debemos agregar un tercero: la visión ideológica que el PKK, de gran influencia en la región de Rojava y en la comandancia del YPG tiene sobre el papel de las mujeres. Tenemos profundas diferencias con otras concepciones y el programa general del PKK pero, en este aspecto, esta organización tiene una posición muy progresiva que se ha transmitido a las otras fuerzas junto con las cuales actúa en Rojava y cómo eso se expresa en la organización civil y militar. En una entrevista, Çınar Salih, representante del llamado Tev-dem (Movimiento por una Sociedad Democrática) explicaba que “nuestra revolución es una revolución de las mujeres. En Rojava no existe ningún lugar en la vida en el cual las mujeres no tomen un papel activo… Creemos que una revolución que no abre caminos para la liberación de las mujeres no es una revolución” (3).
Cualquiera haya sido el peso en que cada uno de estos factores se combinaron, lo cierto es que la lucha de las mujeres kurdas de Rojava se transformó en una luz brillante en la región de Medio Oriente, donde diversas fuerzas reaccionarias quieren mantener a la mujer en un papel de atraso y opresión. Se transformó también en un hermoso símbolo para la lucha de las mujeres en todo el mundo.
¿Cuál fue el peso de los bombardeos del imperialismo?
Algunos medios occidentales han intentado disminuir la importancia central del combate de las milicias kurdas en este triunfo y, con ello, sobredimensionar el peso de los bombardeos realizados por los aviones imperialistas sobre las bases del EI.
Pero la realidad desmiente esta “publicidad engañosa”: los bombardeos, sin duda ayudaron en la lucha, pero fueron un factor secundario. En primer lugar, la derrota del EI se ha dado en Kobane-Rojava y no ha habido hechos similares en los territorios iraquíes dominados por esta organización y su “califato”. En segundo lugar, de los 1.200 muertos que se estima ha tenido el EI, casi 1.000 lo fueron en combates con las milicias del YPG (que sufrió más de 3.000 muertos, entre combatientes y civiles).
Hasta el propio portavoz del Pentágono, el vicealmirante John Kirby, reconoció que “la victoria no hubiera sido posible” sin la participación de las milicias kurdas. Mientras que un especialista estadounidense sobre el tema kurdo en Turquía y Siria analizaba: “Ninguno de estos elementos [los bombardeos aéreos de fuerzas imperialistas, AI] cambia el hecho de que el ‘corazón’ de este logro pertenece a los combatientes del YPG quienes opusieron una resistencia muy fuerte en el terreno que ha impresionado al mundo entero” (4).
¿Un punto de inflexión?
El pueblo kurdo de Kobane-Rojava tiene a su frente, de modo inmediato, la dura tarea de la reconstrucción (más de 50% de su infraestructura ha sido destruida) que permita el retorno de los 200.000 refugiados que debieron huir a Turquía. Seremos solidarios con ese esfuerzo. Será una tarea sacrificada pero que, como ya comienzan a mostrar algunas imágenes, se hará con la moral muy alta luego del triunfo.
Un triunfo que algunos de los que apoyaron esta lucha en el mundo analizan como “un punto de inflexión” para toda la región árabe y musulmana. En otros materiales publicados en esta página, hemos debatido con quienes daban por liquidados los procesos revolucionarios abiertos en Túnez, en 2011, especialmente el caso de Siria. Respondimos que había una contraofensiva reaccionaria y contrarrevolucionaria (el avance del EI era parte de ello) pero que los procesos revolucionarios estaban vivos y, a partir de eso, la confianza en que la situación podía revertirse.
No sabemos si, efectivamente, el triunfo de los kurdos de Kobane es el punto de inflexión del proceso en la región en su conjunto. Sólo el tiempo podrá confirmarlo. De lo que sí estamos seguros, es de que fue un importante triunfo de “nuestro lado” y, como tal, podrá fortalecer las luchas en curso. Ellas están simbolizadas en la lucha conjunta que en Kobane dieron las milicias del YPG con los peshmergas y los batallones de “rebeldes” sirios.
Este triunfo debe servir, entonces, en primer lugar como trampolín para impulsar la lucha por la liberación del pueblo kurdo en otros países (como Turquía e Irán) e impulsar el avance en la construcción de su propio Estado unificado.
En segundo lugar, debe servir también para impulsar la lucha contra la dictadura de Bashar al Assad, en Siria, manteniendo y profundizando la alianza con los batallones rebeldes. Un primer paso en este sentido sería unificar la lucha que se desarrolla en Alepo (tanto contra las fuerzas del régimen en la ciudad como contra el EI en las regiones del interior), creando así un “corredor liberado” en toda la franja del norte de Siria
- Ver en esta página, entre otros materiales, “¿Por qué defendemos el derecho de los kurdos a tener su propio Estado?” [http://litci.org/index.php/cuestion-nacional/item/2761-por-que-defendemos-el-derecho-de-los-kurdos-a-tener-su-propio-estado#.VNzdpy6j8RQ].
- Las milicias kurdas echan al Estado Islámico de Kobane, Andrés Mourenza, Estambul, 28/1/2015, Agencia CET.
- “As Comunas e Conselhos de Rojava”, reportaje de Janet Biehl (tomado de Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo, envío del 20/12/2014).
- “Kobani: How strategy, sacrifice and heroism of kurdish female fighters beat ISIS”, Mutlu Civiroglu (KurdishQuestion.com)