La reelección como solución o callejón que no lleva a ninguna parte
Desde hace meses para algunos partidos, y desde hace años, para otros, la reelección es el tema central. Desde el PT afirmamos que la reelección es un recurso político, una figura jurídica-política sin objeción de principios. Es decir, en general, en el plano político es posible sostener la postura de la admisión, sin arriesgar ninguna garantía a la decisión soberana del pueblo, por lo que no podría ser reprochable la inclusión o consagración de tal posibilidad en un régimen político determinado.
Por: PT – Paraguay
No obstante, cada discusión y decisión deben ser concretas porque cada postura es concreta y para un contexto específico.
Hoy en nuestro país, la obsesión porque se habilite la reelección se concreta en ¿para quién o quiénes y por qué motivos? En las actuales circunstancias ¿favorece al pueblo trabajador y a sus intereses la habilitación de la reelección, considerando los posibles candidatos y partidos beneficiados con la misma?
Horacio Cartes y Nicanor Duarte Frutos, con sus roscas y sus respectivos grupos privilegiados, y Fernando Lugo, con su política falsa e inservible de conciliación entre ricos y pobres y amagues de reformas sin reformar nada, no ameritan la puesta en marcha de ningún atajo ni cambios constitucionales a las corridas y en función a intereses completamente perjudiciales a los del pueblo trabajador.
El pueblo pobre sí necesita una constituyente que cambie de raíz el actual estado de cosas, pero no enmiendas y/o reformas a los apurones para darles chance a la reelección a conocidos personajes nefastos o a Lugo, que toda su estrategia es la de la crónica del fracaso anunciado.
El laberinto de los Cartistas
Los cartistas que ahora copan la Junta de Gobierno del Partido Colorado están con un problema del que no saben cómo salir. Cartes manejaría sondeos en los que no está bien posicionado por lo que no se decide imponer la reelección ya sea por vía de la enmienda o la reforma constitucional.
Le sobra dinero pero le falta apoyo popular. Su principal problema, a la vez, viene del mismo Partido Colorado donde sectores enteros están embarcados en otros proyectos, cansados del alquiler del partido por Cartes, porque están afuera de la mesa de repartijas.
El presidente del Partido Colorado, Pedro Alliana, apela a la discusión ciudadana ante la apatía sobre el tema de la reelección entre las huestes coloradas, buscando agua para su proyecto cartista que por ahora no flota sino que se va para el fondo. La apelación de Alliana solo provocó un entusiasmo desmesurado en Hugo Richer y los luguistas en general.
Por ahora, las autoridades de la ANR no movieron las piezas para “formalizar” el proyecto reeleccionista porque hay aún varias piezas desacomodadas, especialmente la falta de apoyo y entusiasmo popular básico para que Cartes se decida, ya que este tipo de gente odia la humillación y el escarnio de la “derrota” electoral. Como afirmaba Lugo, yo no pienso presentarme a elecciones para “perder”, y se tiró tiernamente a los brazos del PLRA que luego le escupió para fuera.
El nudo para los cartistas es que sin Cartes se quedarían con pedazos residuales de la torta que pasaría a cortarse desde otras carpas. Aunque Cartes pierda es con él con quien más votos pueden sacar y se van quedando sin plan B (un plan B sin el guiño de Cartes puede tomarse como traición) y va cundiendo el nerviosismo ante la indefinición que se alarga.
La obsesión por la reelección de Lugo
La agenda electoral y la candidatura de Lugo conforman los ejes estratégicos del Frente Guasu. Completamente integrado y domesticado por el sistema burgués, gira sobre la candidatura de Lugo sus recursos y esfuerzos y por esa vía tentar, si no ganar la presidencia, sacar buenos votos para continuar con sus bancas, sean del ámbito nacional o departamental.
Frente Guasu es un envase electoral pero que solo sirve para tales fines cuando Lugo lo llena con su presencia y su voluntad inapelable e indiscutible. En efecto, Lugo no necesita ser soberbio o arrogante para lograr el alineamiento del Frente Guasu, sino que con la sobrada conciencia de que los votos están con él, logra, con el saludo, la sumisión de la alianza luguista.
No faltará en la izquierda quien teorice sobre cómo utilizar la figura de Lugo para colarse en el aparato estatal e ir acumulando para un proceso real de cambios en un futuro indefinido. Pero estas no pasan de ser magras justificaciones para la capitulación total por parte de la izquierda luguista al oportunismo electoralista y al reformismo sin reformas reales.
Cuando el Cartismo anunció como globo sonda que apostaría todas sus monedas a la enmienda constitucional para habilitar la reelección, los del Frente Guasu no pararon de saltar y mover la cola muy felices. Era y es el escenario ensoñado fundamentalmente porque los sondeos ubican bien a Lugo y aunque no gane la presidencia podría permitirles la colocación de una cierta cantidad de senadores, diputados y concejales departamentales.
En un santiamén desaparecieron todas las diferencias con Cartes y los cartistas. Su dura posición contra Cartes en la que abundan los ¡No!, dio paso a un SÍ de taquicardia al cartismo con su sondeo de enmienda constitucional. Es que sin Lugo, las ilusiones decaen y sobre todo los cargos se alejan. Es seguro, además, que se jugarán al camino de la certeza constitucional que sus abogados repiten como loritos: Lugo es candidato y no un “reelecto”; que un senador activo no está inhabilitado a ser candidato a presidente; o que la prohibición de reelegir sólo afecta al que está en el ejercicio del cargo. Pero este camino está muy complicado para no decir clausurado. Pero de que van a intentarlo, es un hecho.
Una conocida frase de Lenin queda parafraseada para el Frente Guasu así: Lugo es todo y fuera de Lugo todo es ilusión. Y así les va.
El pueblo trabajador necesita unidad y lucha
Estos delirios y desatinos interminables no sirven de mucho para la vida real del pueblo. En lo que debemos meternos es en rejuntarnos para la lucha para intentar frenar la ofensiva colorado-cartista que nos está robando conquistas. Los temas electorales debemos encararlos desde las luchas y desde los intereses coyunturales e históricos de los explotados y oprimidos y no pasan por estas agrupaciones políticas parlamentarias actuales.
Por ahora, desde el PT afirmamos que la enmienda o la reforma constitucional para habilitar la reelección no sirven para nada al pueblo trabajador sino que solo sirven a intereses ajenos al bienestar de las grandes mayorías. Incluso Lugo y su tan venenoso como engañoso “poncho juru”, solo servirá para agudizar la frustración y la desmoralización. Ya llegará el momento para una Constituyente democrática y soberana que ponga de cabeza el actual estado de cosas caracterizado por la desigualdad, por la explotación y la opresión de las grandes mayorías.
Artículo publicado en El Socialista n. 186, agosto de 2016.-