La importancia del pensamiento político de Nahuel Moreno y de la Liga Internacional de los Trabajadores para los socialistas centroamericanos
Por Roberto Herrera
Aclaración
Este es un texto que ha sufrido varias reelaboraciones al pasar los años. Consideramos, sin embargo, que su actualidad no se ha perdido, aunque podría ser mejorado.
Nuestra intención al publicarlo en el 100 aniversario del nacimiento de Nahuel Moreno es que los nuevos compañeros y compañeras que se incorporan hoy a la LIT en los distintos países de Centroamérica, comprendan la importancia estratégica que tienen las elaboraciones políticas de Moreno para construir hoy en día alternativas socialistas y revolucionarias en nuestras tierras.
I) De la guerra mundial a la revolución mundial.
Nahuel Moreno fue -junto con un puñado de jóvenes marxistas- uno de los encargados de continuar la construcción de la Cuarta Internacional, después que su principal inspirador el revolucionario ruso León Trosky, fuera asesinado en 1940 durante su exilio en México a manos de Ramón Mercader, agente a sueldo de la GPU (policía política secreta) estalinista.
En la década de los cuarentas, la Cuarta Internacional vivía uno de sus momentos internos más difíciles cuando Moreno, a sus 24 años, participó en el Segundo Congreso Mundial en 1948. No solo había muerto Trotsky, el más claro y entrenado de los cuadros de la Cuarta Internacional y el último de los bolcheviques de primera época que no había sido asesinado por la contrarrevolución o por las purgas estalinistas (2), sino que muchos de los mejores cuadros de la Cuarta Internacional habían muerto antes y durante la guerra por los golpes conjuntos del fascismo, del estalinismo y de la democracia burguesa(3), Rudolf Klement, Ignacio Reiss, León Sedov, todos secretarios europeos de la IV Internacional fueron asesinados por la GPU y Abraham León, líder de los trotskistas belgas moría en un campo de concentración alemán en 1942. Otros importantes dirigentes habían desertado de la Cuarta Internacional.
Desde el punto de vista político externo la situación también era altamente contradictoria. La II Guerra Mundial había concluido con la derrota del fascismo y “Las guerrillas chinas de Mao Tse Tung estaban por tomar el poder. Media Europa había quedado ocupada al cabo de la guerra por el Ejército Rojo y estaban en formación nuevos Estados Obreros. Un explosivo proceso de Liberación Nacional sacudía al Sur y al Sudeste Asiático, al Mundo Árabe y a toda África.” (Vallejo: 1998 en http://www.marxists.org/espanol/moreno/biografia.htm).
Estos fenómenos altamente contradictorios se combinaron con el hecho que la IV Internacional siguió siendo marginal, frente al ascenso extraordinario del estalinismo que explotaba políticamente la derrota del fascismo. De este período de la vida política de Moreno nos parecen fundamentales dos capítulos: su lucha junto a Joe Hansen y Michael Pablo por determinar las nuevas formaciones sociales de Europa del Este como estados obreros degenerados, preservando de esta forma a la IV Internacional de las posiciones tradicionalmente anticomunistas que terminaron sosteniendo los antidefensistas que se sintetizaba en la consigna: “Ni Moscú, Ni Washington” (4).
Luego nos parece fundamental su lucha contra el “pablismo” (5). Moreno luchó tenazmente contra la dirección mayoritaria de la IV Internacional que defendió la idea que Europa Occidental se acercaba a un completo marasmo luego de la II Guerra Mundial: Alemania sería reducida a una tierra de pastores y era inminente la III Guerra Mundial entre la URSS y los Estados Unidos. Estos escandalosos errores de apreciación se combinaron con una orientación política suicida: entrar y disolverse en los PC, pues la supuesta III Guerra obligaría a la burocracia soviética y pro soviética a ir “más allá de sus intenciones” y a combatir al imperialismo haciendo la revolución socialista (6).
Ernesto González en su libro El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina (Tomo I) realiza un resumen que a grandes rasgos nos parece delinea los ejes y aciertos de la lucha política del POR contra las desviaciones del Secretariado Internacional (pablista) y el grupo de Juan Posadas (7) entre 1948-1953: “1) Junto con la mayoría de la sección inglesa sosteníamos que la perspectiva para la economía europea era la recuperación y el desarrollo no el “estancamiento y el marasmo”. (…)3) Hacíamos un análisis esencialmente correcto de la ruptura entre Tito y Stalin como parte de la crisis mundial del stalinismo, pero no como parte de la revolución política sino como parte de las fuerzas centrífugas que se producían por la debilidad relativa de la URSS en el terreno económico (…) 4) discrepábamos de los métodos absolutistas y burocráticos de Pablo, pero compartíamos con él y Hansen la definición de Estados Obreros Burocráticos. (…)7) sosteníamos, desde el triunfo de Mao en China, que se había dado allí una extraordinaria revolución, y no compartíamos la posición ambigua de Pablo al respecto. 8) Apoyábamos a Corea del Norte contra Corea del Sur desde que empezó la guerra, en oposición a Posadas que apoyó a Corea del Sur.” (González: 1994,175).
La catastrófica orientación pablista tuvo un correlato fatal para América Latina. Desde 1946 los trotskistas bolivianos habían tenido una fuerte implementación en la vanguardia obrera minera. El Congreso Minero de Pulacayo asumió la orientación trotskista de la revolución permanente como su programa de lucha al aprobar las célebres Tesis de Pulacayo (9).
Los trotskistas habían desplazado a los estalinistas y reformistas de la conducción en un sector neurálgico de la clase obrera boliviana. Durante 1952 una insurrección obrera tumba al gobierno y derrota militarmente al ejército creando milicias obreras bajo la disciplina de la Central Obrera Boliviana, organismo que las masas bolivianas en lucha habían construido. En una verdadera tragedia, los trotskistas bolivianos orientados por Pablo y Mandel, lejos de luchar por un gobierno de la COB y las Milicias Obreras, dieron durante años apoyo crítico al gobierno burgués de Paz Estenssoro (10). Así se desperdició una oportunidad de oro para instaurar el primer estado obrero de América Latina.
II) Junto a la clase obrera.
Una de las grandes virtudes políticas del “morenismo” fue su permanente afán de penetrar en la clase obrera y hacerse “carne y sangre” de los procesos de lucha reales que la clase llevaba adelante. Son múltiples y numerosas las historias de la corriente “morenista” sobre las luchas obreras (11).
Este mérito, que es actualmente patrimonio de los trotskistas latinoamericanos, se comenzó a forjar en 1944 cuando Moreno abandonó los círculos intelectuales y bohemios que hasta ese momento eran el reducto de los trotskistas argentinos. «Nos empalmaremos en el movimiento obrero, acercándonos y penetrando en las organizaciones donde este se encuentre, para intervenir en todos los conflictos de clase», cita Moreno en su ahora legendario documento El Partido (12).
Ya en el final de su vida Moreno hacía el mismo balance. El “viejo” sentenciaba: “Debemos meternos en la cabeza que nuestra política va dirigida a convencer a la clase obrera de que debe autodeterminarse, ser democrática y tomar el poder a través de la revolución de las masas trabajadoras, dirigidas por ella. Caso contrario no llegaremos a la sociedad a la que aspiramos. Entonces, como científicos que somos, tendremos que decir que fracasamos, porque la clase en la cual nos apoyamos se demostró históricamente incapaz de tomar en sus manos el destino de la humanidad, incapaz de autodeterminarse, movilizarse e imponer el gobierno de la democracia obrera.” (Moreno: 1986,28).
III) El debate estratégico contra el “foquismo”.
Moreno siempre se resistió a la generalización abusiva de la táctica del foco insurreccional como la única estrategia de lucha posible en América Latina, táctica que según la dirección mandelista de la IV Internacional era la única posible en América Latina, durante la década de los 70’s.
Nuestra corriente combatió esta concepción putchista y sustituista de las masas obreras y populares. ¿Cuáles eran nuestros argumentos? “En principio no estábamos en contra de la guerrilla, siempre que estuviera apoyada en el movimiento de masas, pero que la teoría del foco era justamente lo opuesto. Era una línea elitista. Insistimos en que el foco guerrillero era la línea del movimiento estudiantil y no la orientación del movimiento de masas latinoamericano, que en esos momentos estaba entrando en un gran ascenso urbano. Dijimos que por ser una orientación divorciada del movimiento de masas, llevaría al fracaso a todas las guerrillas guevaristas y que la Internacional perdería muchos compañeros muy valiosos.”(Moreno: 1973,9)
La actitud de Moreno evidentemente nada tenía que ver con una aversión de tipo pacifista a las armas o a la política oportunista de la “transición pacífica al socialismo”, sino que siguiendo la tradición marxista, se interpretaba la lucha militar como la continuación de la política por otros medios y como parte de una estrategia insurreccional general, no como un tarea “en sí misma”. Por esto Moreno, durante su exilio colombiano ayudó a organizar la Brigada Simón Bolívar para luchar junto al pueblo nicaragüense contra la oprobiosa dictadura de Somoza. Moreno el 4 de agosto de 1979 en una intervención en el CC del PST Colombiano señalaba: “Aunque lo hemos discutido ampliamente, ahora que comienzan las críticas de los que no intervinieron, debemos precisar algunos puntos sobre los que puede haber dudas. Nosotros intervinimos porque en Nicaragua se empezaban a dar las condiciones básicas del triunfo(…) Hace más de dos años sosteníamos que era muy probable que a corto o mediano plazo el FSLN se convirtiera en la vanguardia indiscutida de la lucha de masas contra Somoza y, cuando las otras condiciones comenzaron a darse, vimos la seguridad de la victoria. Nosotros, antiguerrilleros desde el comienzo del castrismo, que fuimos los primeros en denunciar el error de considerar a la guerrilla como una estrategia continental, que después encabezamos el combate —junto con el SWP— contra la desviación guerrillerista dentro de nuestra Internacional, dijimos: “En este caso sí es válida la guerrilla”. Con esto no hemos hecho más que poner en práctica una línea de años. El PST argentino fue fanático de la guerrilla colombiana en la época de la Violencia, ya que nunca la descartamos como una táctica para determinados momentos y lugares.”(Moreno: 1979,4)
IV) El “Morenismo” y la LIT en Centroamérica.
En algunos otros países de América, como México, Argentina y Estados Unidos la presencia de las ideas trotskistas data de los años treinta, en vida de Trosky inclusive. En Centroamérica no fue así: “el trotskismo ortodoxo comenzó a inicios de los años setenta a organizar los primeros grupos partidarios, conformado por jóvenes entusiastas aunque políticamente inexpertos, en su mayoría estudiantes, con escasa inserción en el movimiento obrero y de masas. Así surgió, por ejemplo, a comienzo de los años setenta, la Liga Socialista Revolucionaria (LSR) en Panamá, antecesora del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). A inicios de los años setenta también nació en Costa Rica la Liga Comunista Internacionalista (LCI), que dio origen posteriormente al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). En 1975 se organizó en Nicaragua la Liga Marxista Revolucionaria (LMR) la cual se disolvió en 1984 para constituir el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). En El Salvador, los primeros grupos trotskistas nacieron al calor del ascenso revolucionario en 1979. En Honduras, a pesar de que existía un grupo trotskista con anterioridad a 1979, es recién hasta el año 1986 que se organiza la Izquierda Socialista (IS)” (Mojica: 1994,10).
Estas pequeñas agrupaciones fueron desde el inicio mismo de su vida parte de la corriente internacional que fundó Moreno, primero de la Fracción Bolchevique a la cual fueron ganados los distintos grupos centroamericanos en 1976 a partir de la visita a Centroamérica de Eugenio Greco y luego de la LIT cuando fue fundada en 1982. En Centroamérica el único trotskismo que existió fue el “morenismo”.
Los jóvenes grupos de marxistas centroamericanos tuvieron que aprender las duras lecciones de la derrota de la revolución por la vía de la reacción democrática (14). A la dispersión natural que producen las derrotas políticas abría que sumar que la restauración del capitalismo en los Estados obreros y de las revoluciones políticas contra los regímenes estalinistas tuvo profundos entre las organizaciones de izquierda centroamericanas, que no supieron interpretar el sentido de estos acontecimientos.
Quienes con mucho sacrificio dirigieron abnegadamente a las organizaciones trotskistas, casi como grupos “testimoniales” o “bandera” durante los años 80’s, a mediados de la década del noventa al ver la crisis destructiva que atravesó la LIT en ese años (15) decidieron no luchar por reconstruir la LIT, sino contribuir aún más con la crisis, la dispersión y la confusión ideológica rompiendo con la LIT, sin ninguna base de principios significativa y alegando que se había transformado en una organización revisionista. De esta ruptura, solo se derivaron más rupturas, una concepción federalista y caudillista que llevó a la desaparición de la LIT en Centroamérica y a una profunda crisis del trotskismo local.
Cuando la reacción política producto de la derrota de la revolución centroamericana se había esfumado y una nueva generación de trabajadores salió a luchar, se inicio el trabajo de reconstrucción de la LIT, sobre nuevas bases.
A partir de 2005, la LIT ha construido nuevas secciones en Costa Rica, El Salvado y Honduras. El legado teórico político de Moreno y de la LIT fue fundamental en esta reconstrucción
V) El legado teórico político de Moreno y de la LIT.
Reseñaremos ahora, las principales conclusiones teórico-políticas a las que llegó Moreno y la LIT en relación a la revolución nicaragüense y salvadoreña, lecciones estratégicas, que aún hoy iluminan y orientan la acción política de las secciones de la LIT en Centroamérica.
a) Unidad del proceso revolucionario centroamericano.
“Es preciso partir del hecho de que la fuerza de la revolución nicaragüense o salvadoreña no está sólo dada por el heroísmo de los trabajadores de cada uno de esos países, sino por su relación orgánica existente con la revolución centroamericana, como un proceso de conjunto.” (…) “Es una realidad con manifestaciones en toda la historia de Centroamérica y, principalmente, en el programa y la acción de sus grandes libertadores como Sandino o Farabundo Martí, que luchaban y se consideraban parte de esa nación centroamericana. La revolución en curso en Centroamérica, que por sus objetivos inmediatos en algunos países aparece como democrática –abatir sanguinarias dictaduras–, es en cuanto a la dinámica de clase y objetivos generales, una revolución obrera, socialista. En cada uno de los países los trabajadores se enfrentan con gobiernos burgueses y agentes directos del imperialismo yanqui, por lo que se convierte en una lucha contra la expresión política y económica de la explotación capitalista e imperialista. Por otra parte, como lucha de conjunto de las masas centroamericanas que tienden a la unificación estadual, se enfrenta directamente con el imperialismo yanqui, que es quien sustenta y obtiene los máximos provechos de la división de la región en seis estados nacionales distintos.” (Moreno, 1981,2).
b) Los sandinistas nunca fueron un gobierno obrero y campesino y siempre buscaron la re construcción del estado burgués.
“el FSLN se vio obligado, para triunfar, a destruir el aparato de represión del régimen, la base de sustentación del Estado burgués y, al mismo tiempo, pactó con la burguesía nacional e internacional. Esto le da un carácter sumamente contradictorio al triunfo sandinista: de revolución socialista por su método; de defensa del régimen burgués por su política. De aquí en adelante, este proceso puede adquirir un carácter sumamente dinámico y contradictorio debido a la existencia de estos dos elementos antagónicos.
En síntesis, no hay ningún sector burgués nacional o internacional, como tampoco ningún gobierno o sector burocrático y reformista, que no apoye al Gobierno de Reconstrucción Nacional; todos ellos colaboran con el FLSN y el GRN para frenar el proceso revolucionario. Una vez más, creo que está claro por qué este gobierno es nuestro enemigo. Nosotros estamos en una oposición frontal a ese frente imperialista-burocrático-burgués que sostiene al gobierno y, por lo tanto, estamos enfrentados a ese gobierno burgués. (Moreno, 1979,9)
c) La entrada del Partido Comunista Salvadoreño al FMLN lejos de intentar repetir la insurrección sandinista en El Salvador tenía el objetivo de evitarla.
“un tal Kiva Maydanik, miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, publica inmediatamente después de la caída de Somoza en 1979, un artículo en la revista América Latina , donde dice que hay que ampliar el concepto de “revolucionarios” a otras fuerzas radicales distintas de los comunistas (aunque él en su artículo excluye a los “trotskistas” y a los “maoistas”), que el proceso nicaragüense mostró que es posible la correcta unidad orgánica entre corrientes distintas (refiriéndose a las tres corrientes del FSLN) y que la gran enseñanza del triunfo nicaragüense es la necesidad de la “unidad de los partidos comunistas con aquellas fuerzas insurreccionales a las que durante decenios se las ha llamado por inercia ‘ultraizquierdistas’” (subrayado nuestro). (…) Según su secretario general desde 1973, el comandante Schafik Handal, desde 1976 “ corresponde al Partido Comunista salvadoreño el mérito de haber enarbolado primero y defendido más sistemáticamente la bandera de la unidad de la izquierda ”. (…) En síntesis, la política unitaria cuyo modelo es el PC salvadoreño y que el estratega de Moscú considera acertada se puede sintetizar en que, como existen “ organizaciones revolucionarias surgidas fuera de las estructuras ” de los partidos comunistas (…) no es correcto hacer unidad sólo hacia la derecha, sino también hacia la izquierda. Más aun, esa unidad de la izquierda es el primer paso, decisivo, para lograr también la unidad más amplia, de “ todas las fuerzas antidictatoriales y antifascistas ”. Es la política por la cual se desarrolló el FDR/FMLN en El Salvador, donde han logrado la unidad político-militar de los luchadores obreros y pequeñoburgueses de cuatro organizaciones guerrilleras y el PC salvadoreño con un importante sector burgués, encabezado por el siniestro agente del imperialismo, el burgués Guillermo Ungo, y con la cual no sólo han logrado sacar de la crisis y la marginalidad al PC salvadoreño, sino también, y muy importante, impedir por el momento la caída del régimen de Duarte, la derrota de su ejército genocida y la toma del poder en El Salvador por las heroicas masas en lucha que siguen al FMLN.” (Moreno, 1985,21)
d) La política de colaboración de clases del sandinismo terminara asfixiando y derrotando la revolución centroamericana.
“No voy a abundar en citas, me limitaré a sólo dos. Tomás Borge declaró a El Nuevo Diario , Lima, el 30 de julio de 1980 que “ ¡No se me vaya a interpretar que ya hemos decidido suprimir a la burguesía en Nicaragua! Por ahora estamos tratando de civilizarla”, que es lo mismo que decir “por ahora estamos tratando de enseñarle a hablar a una cucaracha, o a que Hitler ame a los judíos y a los comunistas”. ¿Civilizar a la burguesía? Hay que ser caradura, decirse marxista y plantear esa tarea.
Pero Borge es Durruty o Bakunin al lado de Bayardo Arce que declaró a La Vanguardia de Barcelona, el 31 de julio de 1984, que el sandinismo daría el primer ejemplo en la historia de “construir el socialismo con los dólares del capitalismo”. Esto ya es como querer enseñarle a hablar a las amebas o convencer a Reagan de las ventajas del socialismo. (…) ¿Quién tiene la culpa de que Honduras sea el centro de operaciones de la contra? Sin ninguna duda el FSLN y Fidel Castro. Ni bien triunfó el FSLN pudo extender su revolución para voltear a las dictaduras de Honduras y El Salvador, haciendo dos nuevas Nicaraguas. El FSLN se negó a hacerlo. En el caso de El Salvador apoyó a la Junta Militar genocida junto con Fidel Castro. En el caso de Honduras el propio Daniel Ortega ha dicho con todo descaro: “Honduras ha estado tranquila durante estos años desde que tomamos el poder. No hemos dado bases a los miles de oponentes del gobierno hondureño, que podríamos hacer con facilidad… “ ( The New York Times , 10-4-83). Todos sabemos cómo le devolvió el favor el imperialismo.” (Moreno, 1986,12)
Hemos reseñado en extenso estas citas de Moreno, pues en ellas se puede ver con claridad, muchos de los balances y las caracterizaciones que actualmente sostenemos las secciones de la LIT en Centroamérica: 1) La necesidad de una acción política conjunta y coordinada de los revolucionarios centroamericanos como expresión consciente de la unidad orgánica de la lucha de clases en el área. 2) La re unificación centroamericana como una necesidad histórica que busca resolver esta tarea nacional-democrática nunca concluida por los movimientos independentistas y nacionalistas militares. 3) Que esta misma tarea solo puede ser realizada por un partido socialista de la clase obrera que acaudille a la clase obrera y los sectores populares, es decir que la re unificación de Centroamérica será una re unificación socialista. 4) Que las direcciones nacionalistas pequeño burguesas del FSLN, FMLN y URNG, pese a su heroísmo en la lucha militar contra las dictaduras levantaban un programa pequeño burgués que los orientaba a la conciliación de clase y a balcanizar en procesos nacionales la revolución centroamericana. 5) Que desde 1979 con la segunda victoria revolucionaria acaudillada por una organización no estalinista (FSLN) los Partidos Comunistas del área modifican su política al desarrollar el “reformismo armado”, es decir que los PC`s después de sus oposición a la línea guerrillera, la asumen como propia para lograr llevar a la insurrección por el camino de las negociación, es el FMLN salvadoreño la principal expresión de esta nueva política estalinista. 6) Que por la acción criminal del imperialismo y las orientaciones conservadoras de las organizaciones nacionalistas pequeño burguesas y del estalinismo, la revolución centroamericana sería estrangulada por una combinación de hambre, sangre y corrupción interna. 7) La derrota de la revolución centroamericana por la vía de la reacción democrática terminaría produciendo la degeneración burguesa de los otrora heroicos guerrilleros, “de la montaña a los palacios”, terminaría siendo el camino del FSLN, FMLN y URNG.
VI) El sandinismo y el nacionalismo burgués en la actualidad.
Moreno murió unos cuantos meses después de escribir El sandinismo y la revolución en 1986, pero lo que sucedió después de esta fecha es historia más o menos conocida por los activistas sindicales y populares centroamericanos, finalmente el sandinismo se terminará transformando a partir de la apropiación a gran escala de los antiguos bienes del estado (“piñata” le ha llamado el pueblo nicaragüense) en una burguesía con intereses propios y el FMLN y la URNG terminarán transformándose en partidos parlamentarios, plenamente adaptados al orden semi colonial centroamericano.
Los partidos del Foro de Sao Paolo, por un tiempo gobernaran junto con la burguesía desde el 2006 el FSLN, por dos gobiernos el FMLN en El Salvador. Sobre la base de la traición a la lucha revolucionaria hondureña, surgirá el partido LIBRE, una variante local del “socialismo del siglo XXI” que actualmente gobierna Honduras.
Una nueva vuelta de tuerca ocurrirá en 2018 cuando una rebelión popular enfrente a la dictadura de Ortega Murillo, los sandinistas han hecho la evolución de lo que Moreno, llamó el “estalinismo burgués” es decir se han transformado en una dictadura que lleva adelante políticas capitalistas normales. En 2018 frente a la rebelión popular se transformó en una dictadura sin más, parte del sistema de dictadura y gobiernos autoritarios que se han generalizado en Centroamérica desde 2009 con el golpe de Estado en Honduras.
Actualmente el sandinismo es una dictadura odiosa, el FMLN ha casi desaparecido repudiado por su propio pueblo, que vivió sus dos administraciones corruptas, del fracaso del FMLN ha surgido el “golden boy” de la nueva derecha Nayib Bukele, dos gobiernos de conciliación de clase también se han instaurado en Guatemala y Honduras.
Sortear las dificultades de la lucha contra las dictaduras y contra los gobiernos de conciliación de clase, necesita que aquellas personas que nos reivindicamos socialistas volvamos a estudiar y aprender del legado político de Moreno.
Bibliografía Consultada.
González, Ernesto. El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina (Tomo I). Editorial Antídoto.1994
Lowy, Michael. El marxismo en América Latina. Editorial Era.1980.
Mandel, Ernest. Sobre la Historia del Movimiento Obrero. Editorial Fontamara. 1978.
Mojica, Orson. ¿Cómo y por qué fue derrotada la Revolución Nicaragüense? Revista de Centroamérica N 4. 1994.
Moreno Nahuel ,Centroamérica :Seis países, una nacionalidad, una revolución. Edición electrónica Enero 2002.(Tomado de Correspondencia Internacional # 12, Septiembre de 1981)
Moreno, Nahuel y Petit, Mercedes. Conceptos Políticos Elementales. Edición electrónica Enero 2002.(tomado de Cuadernos de Solidaridad, Buenos Aires, 1986)
Moreno, Nahuel. Conversaciones sobre Trotskismo Edición electrónica Enero 2002(Tomado de Cuadernos de El Socialista, Managua, 1986)
Moreno, Nahuel. El Partido y la Revolución. Edición electrónica Enero 2002. (Tomado de Ediciones Antidoto, Buenos Aires, 1989). Publicado originalmente en 1973.
Moreno, Nahuel. El Sandinismo y la Revolución .Edición electrónica Enero 2002(Tomado de Correo Internacional N° 28, Mayo 1987)
Moreno, Nahuel. Las perspectivas y la política revolucionaria después del triunfo de la Revolución Nicaragüense. Informe de Nahuel Moreno al Comité Central del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia (PST-C), agosto de 1979 .Edición electrónica Enero 2002
Petit, Mercedes. Recordando a Nahuel Moreno. El Socialista N 55. 14/12/06.
Resumen de las Tesis de Pulacayo en Marxismo Vivo N 8.
Tesis de Pulacayo en Revista de Centroamérica N 9.
Vallejo, Patricio. Síntesis biográfica de Nahuel Moreno (1924 – 1987). En http://www.marxists.org/espanol/moreno/biografia.htm.
Hernández, Martín. El Veredicto de la Historia. Ediciones Marxismo Vivo. 2009
(1)Todas las obras de Nahuel Moreno han sido sacadas de las variadas ediciones digitales, las citas de las obras de Moreno se señalan no por la fecha de edición del libro, sino por la fecha en que fue escrito por Nahuel Moreno.
(2) “Entre 1918 y 1921 treinta y un bolcheviques fueron miembros del Comité Central. De estos treinta y uno, ocho murieron de muerte natural (Lenin, Dzerjinski, Sverdlov, Artem, Noguin, Stutchka, Stalin, Kalinin). Uno fue asesinado por la contrarrevolución (Uritski). Uno fue empujado al suicidio por Stalin (Tomsky). Dieciocho fueron asesinados bajo el terror staliniano: Zinoviev, Kamenev, Evdokimov, Smirnov, Trotsky, Radek, Serebriakov, Sokolnikov, Rykov, Bujarin, Rakovski, Beloborodov, Smilga, Kretinski, Rudzutak,Bubnov,Miliutin y Preobrazhenski. Uno fue víctima del terror estaliniano, pero sobrevivió: Stasova. Uno desapareció sin dejar rastro: Muranov. Uno sigue vivo y en el comité Central” [El artículo fue escrito en 1960, NdE] (Mandel: 1978 60)
(3) Marcos Margarido en su artículo, El terror estalinista: el más grande genocidio político en la historia de la Humanidad publicado en Marxismo Vivo Nº 19 (Enero de 2008) muestra con claridad, que cuando nos referimos a que “casi se rompe el hilo rojo de continuidad” entre la III y la IV internacional, no es una licencia poética, sino la descripción de un profundo proceso social en el cual el estalinismo buscaba erradicar física y políticamente los lecciones del bolchevismo. El artículo se puede leer en http://www.archivoleontrotsky.org/phl/www/arquivo/mv19/mv19-14m.pdf
(4) El antidefensisimo es el nombre de las corrientes políticas que se opusieron a caracterizar a China, Corea del Norte y la Glacis de Europa del Este como nuevos estados obreros, aunque burocráticamente deformados desde su origen. El antidefensismo es un fenómeno político que ha surgido con alguna regularidad en las filas de la IV Internacional y también de la LIT, este fenómeno normalmente ha reflejado la presión de la intelectualidad radical de capas medias en el seno de las organizaciones obreras revolucionarias, además de ser un fenómeno social tiene una ubicación político-temporal, normalmente ocurre en periodos de reflujo político y de ofensiva ideológica de la burguesía y el imperialismo. Trotsky desarrollo esta polémica en su obra En defensa del marxismo. En el texto de Martín Hernández El veredicto de la historia se desarrolla la polémica contra las corrientes y los intelectuales antidefensistas de la segunda posguerra. El articulo de Marcos Margarido La creación de la IV internacional fue una victoria histórica de la clase obrera ( Marxismo Vivo Nº19, Febrero 2008) muestra como el antidefensismo fu clave en la dispersión y desorientación que sufrió la IV internacional durante la II Guerra Mundial. El artículo puede ser leído aquí http://www.archivoleontrotsky.org/phl/www/arquivo/mv19/mv19-13m.pdf
(5)Esta es considerada la desviación fundamental que tuvo la IV internacional a inicios de los 50’s y produjo la división entre el Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional. Este último agrupó cerca del 80% de la internacional y representaba a las fuerzas anti pablistas.
(6)Para ver más en detalle esta polémica recomendamos los capítulos IV y V del libro de Nahuel Moreno. El Partido y la Revolución en http://www.marxists.org/espanol/moreno/obras/escandaloso/10_4_nm.htm
http://www.marxists.org/espanol/moreno/obras/escandaloso/10_5_nm.htm
(7) El Secretariado Internacional había reconocido a la sección de Juan Posadas el Grupo Cuarta Internacional como sección oficial de la IV Internacional y al grupo de Moreno, el POR como sección simpatizante. Posadas rompió con la IV Internacional en 1962. En un principio el Grupo Cuarta Internacional actuó como un agente ideológico del peronismo, que finalmente lo lleva a ser una variante del nacionalismo burgués y del “tercermundismo”, pero luego el posadismo cobro sus rasgos conocidamente caricaturescos (culto a la personalidad, pensamiento fogoso y delirante, etc.). El posadismo fue el grupo base que daría forma a la ficción de Mario Vargas Llosa Historia de Mayta.
(9) Presentamos un breve resumen de las mismas aparecido en la Revista Marxismo Vivo Nº 8, aunque recomendamos la lectura detallada de las Tesis, pues probablemente son uno de los documentos programáticos más significativos del marxismo latinoamericano: “1. Salario básico vital y escala móvil de salarios 2. Semana de 40 horas de trabajo y escala móvil de horas de trabajo… Sólo estas medidas nos permitirán evitar que los cuadros obreros sean destrozados por la miseria y que el boicot patronal cree artificialmente un ejército de desocupados 3. Ocupación de la minas… Los Comités de Minas deberán decidir los destinos de la mina y de los obreros que trabajan en la producción… ¡Para rechazar el boicot patronal, ocupad las minas! (…) 6. Control obrero de las minas… Los obreros deben controlar la dirección técnica de la explotación, los libros de contabilidad, intervenir en la designación de empleados de categoría y sobre todo deben interesarse en publicar los beneficios… y los fraudes que realizan cuando se trata de pagar impuestos. 7. Armamento de los trabajadores… Si queremos evitar que la masacre de Catavi se repita, tenemos que armar a los trabajadores… ¿De dónde sacar armas? Lo fundamental es enseñar a los trabajadores de base que deben armarse contra la burguesía armada hasta los dientes; los medios ya se encontrarán. ¿Hemos olvidado que diariamente trabajamos con poderosos explosivos? Toda huelga es el comienzo potencial de la guerra civil, y a ella debemos ir debidamente armados. Nuestro objetivo es vencer, y para ello no debemos olvidar que la burguesía cuenta con ejército, policía y bandas fascistas… Todos los sindicatos están obligados a formar piquetes armados con los más jóvenes y combativos. Los piquetes sindicales deben organizarse militarmente… “¡Contra futuras masacres, cuadros obreros armados!” ”. El Texto completo puede leerse aquí: http://www.marxists.org/espanol/lora/1946/nov08.htm
(10) Citamos las declaraciones de Michel Pablo en “Tareas específicas y generales del movimiento proletario marxista revolucionario en América Latina”, documento para el Tercer Congreso de la IV Internacional, publicado en Quatriéme Internationale, duranteagosto de 1951. “Si contradictoriamente, en el curso de estas movilizaciones de masas, nuestra sección comprobase que disputa con el MNR la influencia sobre las masas revolucionarias, ella levantará la consigna de gobierno obrero y campesino común a los dos partidos, siempre sobre la base del mismo programa, gobierno apoyado en los comités obreros y campesinos y los elementos revolucionarios de la pequeña burguesía”,(Moreno,1973,136) esta cita es tomada del libro El Partido y la Revolución, en este mismo libro Moreno comentaba sobre la orientación de Pablo: “Dicho de otra manera, si empezamos a derrotar al MNR frente al movimiento de masas, no debemos llevar esta tarea hasta el fin, sino que debemos plantear un gobierno compartido entre el MNR y nosotros. Este gobierno no debía ser el gobierno de los comités obreros y campesinos, sino “apoyarse” en ellos. (…)Para llegar a semejante política, Pablo debió revisar la posición leninista del gobierno obrero y campesino. Lenin estaba de acuerdo con impulsar la toma del gobierno por los mencheviques y socialrevolucionarios (cuando aún el partido revolucionario no tenía fuerzas para hacerlo); pero sostuvo categóricamente que jamás se debía hacer un gobierno compartido con ellos (y no entró al gobierno kerenskista de los mencheviques y socialistas revolucionarios). La esencia de la posición leninista era mantenerse fuera del gobierno, justamente para quedar como única alternativa cuando el reformismo quedara desenmascarado ante las masas después de demostrar su impotencia desde el poder. (…) Si como línea política, la de Pablo y sus amigos fue revisionista y claudicante, como previsión de los acontecimientos fue catastrófica. La revolución del 52 no siguió ninguna de las pautas que ellos previeron en 1951, sino más bien las opuestas: la clase obrera, a través de las organizaciones de clase, los sindicatos y las milicias, liquidó al régimen militar. Pero, como siempre, la realidad puede ser otra, pero la estrategia de Pablo sigue. Y es entonces cuando la dirección del movimiento obrero boliviano (en primera fila los trotskistas, que decían y hacían lo que Pablo ordenaba) lleva al MNR burgués al gobierno y le da apoyo crítico.” (Moreno, 1973,136).
(11) Solo para dar un ejemplo, de esta inmersión en el movimiento obrero, queremos recuperar esta anécdota donde Moreno relata una de las experiencias que dio origen a las ocupaciones de fabricas argentinas de los 60‘s: “Yo dirigía una célula metalúrgica [en] (…) una fábrica de unos 500 obreros […] era la Domec, de cocinas, y ahí teníamos una célula de unos doce compañeros. Y prácticamente habíamos captado para el partido a toda la comisión interna de la fábrica, y entre ellos a un obrero muy atrasado políticamente a quien le llamábamos ‘Corrientes’”. (…) la interna era dirigida por un italiano, llamado Parrino, a quien “Corrientes” adoraba, y que un día fue echado. Su propuesta fue responder haciendo un gran escándalo político contra la burocracia, pero “Corrientes” decía que eso no servía de nada (…) Moreno vuelve al tema y le pregunta a “Corrientes” qué le parece que habría que hacer. “El lunes yo me voy a la fábrica con mi cuchillo, voy a la oficina del ‘Turco’ – el patrón- y pido hablar con él como miembro de la comisión interna. Cuando me reciba, cierro la puerta del despacho con llave y le digo: si no reincorpora a Parrino lo reviento a puñaladas.” “ […] gracias a ‘Corrientes’ yo tuve una de las acertadas políticas y teóricas más importantes. Yo le dije: discúlpeme compañero ‘Corrientes’, ¿si usted como miembro de la comisión interna da la orden de que pare toda la fábrica cuando llega el patrón, logra armar una huelga?, ‘Sí’, me contesta. Bueno, le digo, entonces qué le parece si en vez de ir solo con su cuchillo, van todos juntos, copan la administración y la fábrica, hacen la huelga adentro de la planta y lo amenazan al ‘Turco’, si quieren, pero todos juntos.‘Corrientes’ aceptó de inmediato la propuesta. Resultado: fue una de las primeras ocupaciones de fábricas que hubo en la Argentina” (Petit, Mercedes. El Socialista 55. 14/12/06).
(12) El texto completo de este documento considerado fundacional fue re editado en Marxismo Vivo Nº 1. Nueva época. Se puede leer aquí http://www.archivoleontrotsky.org/phl/www/arquivo/mv01nee/mv01nee-30m.pdf
(13) Una deuda pendiente de la historiografía marxista es determinar con precisión “la pre-historia” del trotskismo en Centroamérica. Sabemos por las biografías de dirigentes estalinista costarricenses, que en los años 30`s Rómulo Betancourt (futuro presidente de Venezuela) era considerado trotskista por muchos de ellos, así mismo el intelectual antiimperialista costarricense Octavio Jiménez realizo en 1932, una extensa y elogiosa reseña de la Historia de la Revolución Rusa de Trotsky. Se sabe también de la participación de trotskistas (influenciados por Posadas) en la revolución guatemalteca de 1944-1954 y en los orígenes del movimiento guerrillero guatemalteco (Ver Lowy, 1980).
(14) Por reacción democrática entendemos: Derrota por la vía electoral del sandinismo en el 90, acuerdos de paz en El Salvador en 1992 y en Guatemala en 1996, invasión de Panamá en el 89, transformación de las guerrillas en partidos socialdemócratas electorales, ofensiva ideológica del imperialismo después de la restauración del capitalismo en la URSS, “giro a la derecha” de muchos de los intelectuales marxistas.
(15) Alicia Sagra ha escrito Un Breve Esbozo de la Historia de la LIT-CI documento que explica nuestra historia y hace el balance de la crisis de los noventas dentro de la LIT, sin la cual no se puede entender las razones de la dispersión del trotskismo centroamericano. El texto puede ser revisado aquí: http://www.litci.org/inicio/quien-somos/historia-de-la-lit