Vie Sep 13, 2024
13 septiembre, 2024

La huelga en el Ministerio del Trabajo: Sesenta días de resistencia contra el gobierno colombiano y las direcciones sindicales

Por Partido Socialista de los Trabajadores – Colombia

Se cumplieron 60 días de huelga, y no se puede resistir más porque la ley exige que se convoque a un tribunal de arbitraje, aunque este conflicto no lo genera una negociación de un pliego de peticiones, sino el incumplimiento de unos acuerdos a los que se llegó con el Ministerio.

De los 14 sindicatos que se unificaron para votar la huelga, a los 50 días sólo quedaban 9, pues Sinaltraempros, sin consultar con sus asociados y a escondidas de los demás sindicatos, aceptó una circular aclaratoria sobre los acuerdos del 2 de julio, donde lo único que se garantiza es el pago de los salarios bajo la compensación del tiempo de la huelga, y la promesa del gobierno de seguir dialogando con los sindicatos.

El problema central y cualitativo es que después de 60 días de huelga la base de los trabajadores y sus organizaciones están divididos, aunque el gobierno sale de este conflicto debilitado por el tratamiento que le dio a esta importante lucha.

¿Por qué no triunfó la huelga?

La ministra, quien es de la dirección del Partido Comunista y es de confianza de Petro, por lo que la ha dejado como ministra encargada cuando ha salido del país, en los dos últimos dos años ha vinculado más de 850 funcionarios, con contratos tercerizados, de la influencia del Partido Comunista y del Pacto Histórico, quienes actuaron como esquiroles del conflicto; pues a pesar de que no podían ingresar a laborar a las oficinas, implementaron el teletrabajo para atentar contra la huelga, también según denunciaron los huelguistas intentaron en varias ocasiones romper forzosamente los bloqueos. Esto es una evidencia más de que el Pacto Histórico y el gobierno de Petro no han hecho nada para vincular a carrera administrativa a más de 800.000 trabajadores que vienen laborando con el Estado con contratos basura, siendo una de las promesas de campaña. Ni siquiera en la estabilidad de los trabajadores hay un cambio, pues los partidos de gobierno se están comportando como lo hacen todos los partidos de la burguesía, utilizando a los trabajadores con el clientelismo. El Partido Comunista, que dice defender los intereses de los trabajadores acá ha preferido cumplir su papel de patrón, negando las justas reivindicaciones de los trabajadores del Ministerio.

De otra parte, la mayoría de las direcciones sindicales se pusieron contra la huelga y negaron la solidaridad. Esto es un hecho objetivo, pues el Comité Ejecutivo de la CUT, central en la que están afiliados algunos de los sindicatos, sólo llamó a la solidaridad en el papel, mientras en la realidad hacían esquirolaje; incluido el Partido del Trabajo de Colombia, del presidente de la central, Fabio Arias, y las demás fuerzas políticas que tienen representación en la dirección de la CUT, por supuesto, entre ellas el Partido Comunista.

Otro aspecto importante que tiene que ver con el punto anterior, fue la campaña contra la huelga, diciendo que atentaba contra las “reformas” del gobierno, que era agenciada por la burguesía y por Cambio Radical. Eso generó que el apoyo a la huelga fuera muy limitado a unas pocas organizaciones. El otro problema de la huelga fue la orientación, muy apegada a la ley, como si no hubiera experiencia política ni sindical. Lo cierto es que el conflicto venía desde antes del gobierno Petro. Los propios dirigentes de la huelga han expresado su apoyo al gobierno y que la huelga no tiene el contenido político que los aliados del gobierno quieren darle. Esto lo que evidencia es que lo que no sea funcional a la política del gobierno, o los conflictos que evidencien sus propias limitaciones y contradicciones, se estigmatizan, tratando de deslegitimarlos como “manipulaciones” de la derecha opositora. Así ha sido en el pasado en los conflictos laborales con los gobiernos “progresistas” del PDA en Bogotá (Lucho Garzón, Samuel Moreno y el propio Petro) como en la lucha de los maestros provisionales por estabilidad. Hoy el gobierno trata con guantes de seda a la gran burguesía y a sus partidos llamándolos al Acuerdo Nacional, mientras que a los trabajadores que esperan que el “Gobierno del Cambio” responda sus reivindicaciones son tratados con guante de hierro.

Como Partido Socialista de los Trabajadores hicimos presencia, acompañamos con algunos sindicatos y logramos solidaridad internacional con comunicados de apoyo de 69 sindicatos de la central obrera Conlutas de Brasil, y de Sindicatos de Senegal. También los Comités de Solidaridad y Coordinadoras de Solidaridad (Cosoles) se involucraron en el conflicto y apoyaron la huelga.

¿Como continuar?

La huelga termina, pero el conflicto continúa. Es decir, los aspectos centrales por los cuales los trabajadores salieron a la huelga no han sido solucionados y la política del gobierno es cumplir al pie de la letra las orientaciones del imperialismo y de los organismos internacionales (FMI, OCDE, BM), una de ellas la regla es la fiscal, con lo cual se niega a los trabajadores del Ministerio del Trabajo el pago de la bonificación que ha se había acordado y la nivelación salarial.

Es importante que los trabajadores reflexionemos sobre lo acontecido, seguir acompañando el conflicto, rechazar el papel de esquirolaje del Partido Comunista, impulsar la unidad de los trabajadores en un solo frente de lucha y seguir el combate para exigir reivindicaciones al gobierno y de los patronos.

Comité Ejecutivo, Partido Socialista de los Trabajadores

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