La Unión Nacional de Trabajadores de Guinea, que es la central sindical más grande del país, fue creada el 18 de mayo de 1961 como herramienta congregadora de los trabajadores y de lucha, en cuanto sujeto social de la revolución, en la que jugó un papel crucial en la lucha por la independencia contra el Estado fascista de Portugal. Después de la lucha de liberación, esta central sindical fue secuestrada por un partido único, inhibiendo su verdadera expresión de sindicalismo de clase, se convirtió en una organización que respondía a la voluntad de las elites del partido, en detrimento de los intereses de la clase trabajadora. Sin embargo, el 11 de diciembre de 2017, el jurista António Júlio Mendonça fue elegido nuevo secretario general de la UNTG-CS, que en un universo de 241 votantes, logró obtener 71 votos frente a su adversario Laureano Pereira da Costa, con 67 votos.
Por: UPRG-Cassacá-64
El nuevo Secretario General, en su proyecto de dirección de la UNTG-CS, tuvo como lema, cambio de paradigma sindical, que es, en realidad, rescatar la institución de los trabajadores de manos de los partidos para que sirva de defensa de las oportunidades de la clase obrera y en consecuencia del pueblo. Este proyecto, de hecho, después de su toma de posesión, comenzó de inmediato a revolucionar la forma de pensar y hacer sindicalismo en Guinea, mostrando a los trabajadores que es necesario e indispensable combinar huelgas con reivindicaciones en las calles. Por eso el régimen, en ese momento liderado por el PAIGC (Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde), sintió esta presión y trató en 2019 de sacar a los trabajadores de la sede con una falsa cuestión de rehabilitación, porque se hablaba de un aumento salarial, había paros en todos los sectores sociales y el momento era muy sensible por las elecciones generales. Esta lucha de la UNTG-CS, no solo le dio el carácter de sindicalismo de clase, sino también logró mejorar la condición de la clase trabajadora, que era tan miserable, con salarios atrasados, en que el salario mínimo en 2018 era de 31.000 francos CFA, lo que no cubría los gastos corrientes de un trabajador (que paga el alquiler de la casa, con inflación de mercado, salud privada, la educación de los hijos, y sin transporte público), y logró conseguir un aumento de 50.000 francos CFA a través de la lucha.
¿Por qué el régimen dictatorial en Guinea quiere silenciar a la clase trabajadora a través de un golpe sindical?
Este vano intento de silenciar la verdadera voz de la clase trabajadora guineana de Bissau no comenzó con un litigio en el tribunal, impulsado por Laureano Pereira da Costa, que resultó en el boicot ilegal del 5º congreso que estaba programado del 9 al 12 de mayo de 2022, por parte de la P.O.P (policía de orden público sin orden judicial) sino que es solo una continuidad de las tácticas y estrategias del régimen bonapartista encabezado por el presidente Umaro Sissokó Embaló, quien en el pasado reciente, a través del exministro de Hacienda Aladje M. Fadia, de este mismo régimen, presentó una denuncia penal, el 7 de mayo de 2021, contra el entonces secretario general de la UNTG-CS (Júlio António Mendonça) con el único objetivo de trabar las luchas que la UNTG-CS libraba intransigentemente, sobre todo, los empleados de contribuciones e impuestos que fueron encarcelados a instancias de Fadia, quien no conseguía responder a las exigencias de pago de 9 meses de salarios atrasados.
Este caso no tuvo el efecto deseado por los golpistas; volvieron [, entonces,] a utilizar la justicia, a través del Ministerio Público en su más alto nivel de representación, que era el ex Procurador General de la República, Fenando Gomes, con la misma intención de ofuscar la lucha de los sindicatos de trabajadores de la salud que estaban en huelga con 100% de sus asociados adheridos, porque el gobierno bonapartista no se sentó a la mesa para negociar un servicio mínimo, y que culminó con la detención de dos dirigentes sindicales, Yoió João Correia y João Domingos da Silva, acusados por el delito de omisión de auxilio. Esta detención de los dos dirigentes sindicales afiliados a la UNTG-CS tuvo respuesta en las calles, exigiendo la liberación de los dos sindicalistas, incluso con brutalidad policial y un ataque a la sede de la UNTG-CS, con lanzamiento de gas lacrimógeno, bloqueo de puertas, cortes de luz y de agua… fue un auténtico atentado contra los trabajadores.
Y como si fuera poco, el régimen decidió asaltar la sede de la UNTG-CS el 5 de mayo del presente año, de manera cobarde y vergonzosa, con policías armados hasta los dientes y apoyando y protegiendo una falsa dirección que fue derrotada en el proceso judicial y en el V congreso, que reeligió la dirección encabezada por Mendonça.
Para la implantación de un régimen dictatorial, en cualquier parte del mundo, es imprescindible acabar con la organización de los trabajadores. Toda la historia de los regímenes dictatoriales en el mundo ya ha probado este modus operandi dictatorial. Sin embargo, si bien Guinea es parte del mundo y no será un caso diferente de este pensamiento dictatorial, la forma de hacerlo puede ser diferente. Es decir, no acabar con la organización en sentido estricto, sino implantar violentamente, mediante el uso de la fuerza, una dirección que será un robot programado para colaborar con todas las atrocidades del régimen instalado en el país. Eso es exactamente lo que está pasando en la UNTG-CS, pero ese régimen no solo está atacando a la clase trabajadora, sino a todo aquel que se atreva a alzar la voz contra estas cíclicas violaciones a las libertades democráticas, que el propio régimen llama casos aislados, secuestros, palizas, intentos de asesinato de opositores políticos, periodistas, tiroteos en las casas de comentaristas políticos y también en emisoras de radiodifusión e, incluso, contra ciudadanos comunes.
¿Por qué es necesaria la unidad, la lucha y la solidaridad internacional?
Llamamos a la unidad en torno a la lucha de la UNTG-CS, porque es explícita la forma como las libertades democráticas han sido pisoteadas por el régimen dictatorial encabezado por Embaló, pero a partir de distintas formaciones políticas, como MADEM-G15, PRS, APU-PDGB, RGB- BÁ-FATA, las elites militares, y con la connivencia de la comunidad internacional y de organizaciones subregionales. Esa unidad tiene que ser a nivel nacional a través del pueblo y la clase trabajadora, para combatir el régimen dictatorial en las calles y no en las urnas, como hacen otros partidos, principalmente el PAIGC. Y en nivel internacional, tiene que ser con diferentes pueblos y con la clase trabajadora, sobre todo del pueblo portugués, [ya] que Guinea jugó un papel histórico en el combate contra la dictadura en Portugal. El pueblo guineano necesita esta solidaridad para cuestionar no sólo el silencio del parlamento sobre la dictadura en Guinea, sino también el papel que han venido jugando el gobierno de Costa y el presidente de la República, Marcelo Rebelo Sousa, en el saneamiento de la dictadura en Guinea. Si el pueblo portugués no quiere el fascismo y la dictadura, sepa que ningún pueblo en el mundo lo desea.
¡Abajo la ditadura!
¡Viva las liberdades democráticas!
¡La UNTG-CS es de la clase trabajadora, no de los golpistas!
Traducción: Natalia Estrada.