El 28 de junio de 1969, travestis, transexuales, gays, lesbianas y bisexuales transformaron el Stonewall Bar, en Nueva York (EE.UU.), en el escenario de una protesta contra la represión y la falta de derechos. La Rebelión de Stonewall se ha convertido en el punto de referencia de un movimiento de revuelta contra la opresión histórica, hipócrita y moralista que busca condenar a las personas LGBT+ a la invisibilidad. Desde entonces, gracias a duras y continuas luchas, muchas cosas han cambiado, pero la homobitransfobia sigue persiguiendo y oprimiendo a millones de personas.
El folleto de PDAC para Pride
En Italia, el gobierno de extrema derecha de Meloni nunca pierde ocasión para atacar a las personas LGBT+. Los nombramientos de “La Russa” [Meloni] y Fontana –siempre hostiles a las uniones homosexuales– a la presidencia del Senado y de la Cámara hablan por sí solos. La ministra «de la familia, de la natalidad y de la igualdad de oportunidades» (¡ sic! ), Roccella, está al frente de la batalla contra el registro de los hijos de parejas LGBT. La falta de patrocinio de parte de la Región del Lazio, gobernada por la derecha, del Pride de Roma es solo una de las muchas expresiones del carácter reaccionario y homobitransfóbico de este gobierno.
Pero no podemos olvidar las acciones de gobiernos anteriores, que defendían a las personas LGBT+ sólo de palabra, sin implementar ninguna política concreta en su defensa (centros de escucha, financiación y protección real, contrainformación en las escuelas, etc.). Durante todos los gobiernos en los que han participado el PD, el M5s [Movimiento 5 Estrellas] o la Sinistra [Izquierda] italiana, no se ha hecho ninguna inversión seria para contrarrestar, por ejemplo, la violencia que las personas trans, homosexuales y bisexuales se ven forzadas a sufrir a diario. No se ha puesto en marcha ningún plan de intervención para abordar la homobitransfobia en los lugares de trabajo y en las escuelas. El mismo insulso proyecto de ley «Zan» –que nunca fue aprobado– sirvió al Partido Demócrata solo para tratar de justificar a los ojos de su electorado la participación en el gobierno reaccionario de Draghi en alianza con la Liga de Salvini a los ojos de su electorado.
Estamos en la plaza en las jornadas del orgullo LGBT+, levantamos con orgullo nuestras banderas junto a las del arcoíris, en la conciencia de que la lucha contra los prejuicios y la discriminación se coloca de un lado muy específico: el de los oprimidos y explotados. Quienes más sufren la violencia y la discriminación son los sectores pobres, los obreros y obreras LGBT+ (muchas veces forzados a ocultar sus gustos sexuales para no perder el trabajo), los jóvenes desocupados y los estudiantes, que, al no poder pagar el alquiler, muchas veces tienen que vivir en familias hostiles y homobitransfóbicas. La batalla contra la homobitransfobia es una batalla de clase. Eso es lo que nos enseñó la Revuelta de Stonewall. Lamentablemente, esta tradición de lucha ha sido abandonada por algunos promotores del Pride [Orgullo], quienes buscan transformar estas importantes manifestaciones en oportunidades de ganancia para patrocinadores económicos, interesados únicamente en lucrar con el “mercado rosa”. Estamos en las calles para reafirmar nuestra independencia de todos los gobiernos burgueses.
Para contrarrestar la homobitransfobia con hechos y no solo con palabras, es necesario derribar el capitalismo, construir una economía socialista que expropie el capital privado y los bancos, recuperando así todos los recursos necesarios para inversiones económicas para proteger a los explotados y oprimidos. Pero para lograr este objetivo debemos construir un partido revolucionario internacional que una las luchas contra la discriminación con las de los trabajadores, en una perspectiva antisistema.
¡El orgullo LGBT+ para nosotros es también orgullo comunista!
Folleto publicado en www.partitodialternativacomunista.it, 12/6/2023.-
Traducción: Natalia Estrada.
