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Latinoamérica

Declaración conjunta de trabajadores socialistas revolucionarios de Venezuela, Colombia, y los Estados Unidos

"Necesitamos movilizarnos para enfrentar la maquinaria de guerra imperialista con el poder de la clase trabajadora organizada. No tenemos ningún compromiso con los gobiernos burgueses de Maduro y Petro."

Unidad Socialista de los Trabajadores — Venezuela; Partido Socialista de los Trabajadores — Colombia; La Voz de los Trabajadores — EE. UU.

octubre 29, 2025

Nosotros, organizaciones de trabajadores socialistas revolucionarios de Venezuela, Colombia y los Estados Unidos, repudiamos totalmente los asesinatos injustificables de marineros y pescadores de Venezuela, Colombia y Trinidad por la armada yanqui. Igualmente, las asquerosas y mortíferas amenazas y provocaciones del gobierno de Trump contra los pueblos de Venezuela y Colombia, que implican un ataque imperialista y un riesgo mortal para toda la región de América Latina. El gobierno de Trump ha reconocido 10 ataques contra embarcaciones sospechosas de contrabando de drogas procedentes de Sudamérica, en los que han muerto al menos 57 personas como reseña The New York Times, sumando el ataque del viernes 27/10/2025, que dejó un saldo de catorce fallecidos.

Los argumentos de la “guerra contra las drogas” son solo un pretexto para configurar una maniobra vacía imperialista. Siendo que no se ha mostrado ninguna prueba de que los que han sido asesinados por los EE. UU. en las últimas semanas sean narcotraficantes — haciendo notar que incluso si fuese verdad, esto no justifica su asesinato aleatorio por un escuadrón militar. El historial de las intervenciones yanquis muestra que su política no tiene la menor intención de combatir el narcotráfico. Por el contrario, las agencias federales de EE. UU. han colaborado con los carteles narcotraficantes en México y Colombia, y sus intervenciones no han servido para parar el tráfico, sino para reorganizarlo bajo control yanqui.

Al acusar, sin mostrar pruebas, a Nicolás Maduro y recientemente a Petro, como un líder de los narcos, Trump claramente prepara el pretexto para una intervención militar contra Venezuela y no se puede descartar también contra Colombia. Por su parte, el intento de Trump de presentar a Maduro y Petro como inmorales e ilegales “lideres del tráfico de drogas” ignora la propia participación de su gobierno y gobiernos anteriores de EE. UU. en el narcotráfico, tanto como sus conexiones personales con el famoso traficante de mujeres, Jeffrey Epstein.

Trump, o cualquier presidente estadounidense, no tienen ninguna autoridad moral para denunciar a presidentes o incluso países enteros de América Latina como traficantes de cualquier tipo. El intento del gobierno estadounidense es utilizar la “diplomacia de cañoneras”—que puede llegar a ser invasión plena— para avanzar en una política imperialista de rapiña y opresión para todos los pueblos de nuestra América.

En los Estados Unidos, identificamos como estos ataques imperialistas están directamente ligados a los ataques del gobierno de Trump contra la clase trabajadora norteamericana, e igualmente con el largo historial de intervenciones de EE. UU. contra América Latina y la clase trabajadora en general, y alentamos la movilización de masas para frenarlo totalmente, incluyendo la anulación sin pago de todas las deudas neocoloniales que controla EE. UU.

Nuestra posición

Como socialistas que nos organizamos en Estados Unidos, Venezuela, y Colombia reconocemos que necesitamos movilizarnos para enfrentar la maquinaria de guerra imperialista con el poder de la clase trabajadora organizada. No tenemos ningún compromiso con los gobiernos burgueses de Maduro y Petro.

Situación en Venezuela y Colombia

En Venezuela, sabemos que Maduro no tiene nada de socialista, que mantiene a su pueblo sumido en la pobreza y que incluso está dispuesto a entregar toda la riqueza natural del país para satisfacer las demandas de Trump. En Colombia, a pesar de sus denuncias correctas ante la hipocresía y la injerencia imperialista, Petro sigue en el marco de pagar la deuda externa, y de ser socio global de la OTAN, atado a compromisos que mantienen a Colombia bajo el control del imperialismo.

Nuestro compromiso es con la clase trabajadora de Venezuela y Colombia, reconociendo que el intento de derrocar a Maduro con la presión militar imperialista no va a hacer nada para mejorar las condiciones de vida del pueblo venezolano; cualquier sanción de Trump contra Colombia afectará a los trabajadores; la injerencia imperialista solo dejará a los países más empobrecidos y dominados por el imperialismo. Tal como lo muestra el largo historial de intervenciones militares yanquis en nuestro continente y en el mundo.

Una intervención militar en Venezuela, Colombia o cualquier otro país del continente, de última lo que persigue es reinstalar el método del garrote y de las incursiones militares directas para determinar los rumbos políticos de nuestros países según la conveniencia del imperialismo norteamericano y reforzar el resguardo de sus intereses políticos, económicos y militares, en una región históricamente estratégica para el imperialismo yanqui y que consideran su patio trasero.

Demandas y llamamientos

Por tales razones, en Venezuela, llamamos a la acción política unificada para derrotar la amenaza de los ataques imperialistas. El pueblo obrero necesita movilizarse en esta lucha, y desde allí avanzar y organizarse para derrotar los ajustes antiobreros y antipopulares del gobierno de Maduro. Mientras que en Colombia, llamamos a no pagar la deuda externa imperialista, salir de la OTAN y al rechazo de cualquier chantaje imperialista. En toda América Latina y en todo el mundo, rechazamos la intervención militar imperialista y exigimos el retiro de la presencia militar yanqui en el Mar Caribe y el Océano Pacífico.

Llamamos a la más amplia unidad de acción internacional, de la clase trabajadora, los oprimidos y el pueblo en general, para derrotar la ofensiva imperialista. Es un hecho que el pueblo estadounidense ya se moviliza contra su gobierno, con los 7 millones de personas que se tomaron las calles el 18 de octubre, y se necesita profundizar y organizar este sentimiento popular para que tenga la fuerza de la clase de hacer huelga general; y en los países latinoamericanos es necesario movilizarse ampliamente de la misma manera para defenderse tanto de los ataques yanquis como de los amos de nuestros países que nos entregan a los mismos imperialistas. Estas luchas de nuestra clase incluso necesitan incorporar la lucha de los inmigrantes por el derecho de vivir en paz y unirse a la lucha mundial contra el saqueo imperialista en general.

  • ¡Manos yanquis fuera de América Latina!
  • ¡Abajo la deuda externa!
  • ¡Trump tiene que pagar por todos los asesinados!
  • ¡La lucha contra el imperialismo se gana con la movilización y dirección de la clase obrera internacional!

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