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Brasil: Por qué votar 16 en estas elecciones

agosto 28, 2024

¡Contra los multimillonarios capitalistas, esta vez es revolucionario y socialista!

Por Julio Anselmo

Para garantizar salario, empleo, transporte, salud y educación, hay que derrotar a los multimillonarios capitalistas

Es fundamental un programa, desde las ciudades, para enfrentar a los multimillonarios capitalistas, aunque sepamos que los problemas de las ciudades sólo se resolverán como parte de un cambio más estructural del país.

Es necesario enfrentar las mafias del transporte, sacándolas de las manos de las empresas privadas y devolviéndolas al pueblo, reestatizándolas, bajo control de los trabajadores, y garantizando así tarifa cero y mejor calidad.

También tenemos que poner fin a la privatización de la Salud y de la Educación, destinando fondos masivos a áreas sociales. Construir un plan de obras públicas, a partir de una empresa estatal, para la construcción de viviendas populares, obras de infraestructura y, antes de eso, confiscar los inmuebles vacíos y sin función social que están en manos de la especulación inmobiliaria.

Es necesario, incluso, tener una política para acabar con el Marco Fiscal, que rige el país y acaba extendiéndose en los Estados y en las ciudades. Esta es la principal forma por la cual los multimillonarios capitalistas secuestran el presupuesto e inviabilizan los servicios públicos, junto con las exenciones fiscales y las privatizaciones.

Sacar el poder y el dinero de los multimillonarios capitalistas

Todo esto está directamente relacionado con la necesidad de enfrentar y derrotar el poder de los multimillonarios que controlan la economía, los gobiernos de las tres esferas y sus legislaturas. Ellos no aceptarán servir voluntariamente los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. Lo sabemos. Por ello, es necesario oponerse a la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) y a las políticas económicas federal y estaduales.

Y, aunque es una medida importante, no tiene sentido simplemente imponer impuestos excesivos a los multimillonarios y los monopolios capitalistas, que explotan a los trabajadores pagando salarios bajos; lotean nuestras ciudades; extraen recursos naturales y se llenan de dinero, mientras el pueblo sufre.

Ellos tienen mecanismos para comprar la Cámara Municipal [Concejo Deliberante] y burlar cualquier medida. Por eso, es necesario luchar para quitar el poder y el dinero de esta gente.

Y la única manera de hacerlo es expropiar a las empresas más grandes que controlan las ciudades, empezando por el transporte, pero que pueden extenderse a la construcción civil, e impedir que la Salud y la Educación sigan siendo privatizadas a través de las Organizaciones Sociales (OS) y de las Parcerías [Asociaciones] Público-Privadas (PPP). En las escuelas incluso vemos el avance de la militarización, con la policía reproduciendo dentro del ambiente escolar lo que ya hace en las calles de la periferia.

Lula vs. Bolsonaro: dos formas diferentes de administrar el mismo capitalismo

A pesar de que las elecciones serán municipales, la polarización entre Lula y Bolsonaro sigue siendo fuerte. La extrema derecha bolsonarista miente al decir que el problema del gobierno de Lula y del PT es que estos serían socialistas y hacen un gobierno contra los capitalistas.

Dicen esto para ocultar que el sistema capitalista, que tanto defienden, es el responsable de la desigualdad social y la miseria. Y, al mismo tiempo, apoyan un proyecto abiertamente capitalista, ultraneoliberal, de privatización, reducción del gasto público y ataques abiertos y violentos contra los trabajadores y sectores oprimidos, con un proyecto de dictadura y autoritarismo.

El PT y Lula no tienen nada de socialistas. El problema de su gobierno es justamente lo opuesto. Lula da un discurso diciendo que es posible gobernar para los trabajadores, poniendo a los “ricos en el impuesto” y a los “pobres en el presupuesto”; pero en la práctica hace todo lo contrario. Hace todo lo que los capitalistas quieren.

Mantienen los impuestos sobre las espaldas de los trabajadores y la clase media, mientras los multimillonarios capitalistas obtienen exenciones fiscales y todo tipo de beneficios del gobierno. Hacen todo lo que el mercado quiere, siguiendo las estrictas reglas de la LRF, contando con el apoyo de los gobiernos de los países imperialistas y sus multinacionales.

Son dos formas diferentes de administrar el mismo sistema capitalista podrido, que masacra a trabajadores, jóvenes, negros, pueblos indígenas, mujeres y personas LGBTI+; que destruye el medio ambiente; promueve guerras, pandemias; y amenaza la vida en el planeta.

Rio de Janeiro, São Paulo y São Luís: tres formas en que el PT ayuda a la derecha

En varias ciudades, sectores que integran el gobierno de Lula apoyan a los mismos candidatos que el bolsonarismo, como es el caso de Ricardo Nunes (MDB), en São Paulo. Es lamentable que el gobierno federal [nacional] proporcione refugio y ministerios a este tipo de gente, como el presidente de la Cámara Arthur Lira (Progressista/Alagoas). Pero, también, ¿qué decir de la dirección del partido que, en São Paulo, buscó a su vicepresidente dentro del propio gobierno de Nunes, con el apoyo entusiasta de Boulos (PSOL)?

Al mismo tiempo, también en São Paulo, hay un bolsonarista radical sin apoyo oficial de Bolsonaro, como Pablo Marçal (PRTB), que desempeña el papel de perro rabioso del bolsonarismo para hacer lo que Nunes no puede o no es capaz de hacer. Nunes es una mezcla de la vieja derecha con el bolsonarismo, y representa la combinación de lo peor del capitalismo brasileño. Marçal, que dice estar contra el sistema, es la cara más podrida del sistema capitalista, con tintes de charlatanería.

São Paulo y Minas Gerais: más de lo mismo en la defensa del capitalismo

La postura de Boulos, de mostrarse cada vez más amigo de la Faria Lima (la avenida de São Paulo, símbolo del poder capitalista), y de los grandes empresarios, como un perfecto gestor del capitalismo con conciencia social, muestra bien el proyecto del PT y del PSOL de gobernar con los capitalistas en los estrechos límites del orden impuesto por el sistema.

Así, renuncian a pautas históricas, defienden la iniciativa privada e incorporan a su política de Seguridad a un comandante de las Rondas Ostensivas Tobías de Aguiar (Rota) [ fuerzas especiales de la Policía Militar de São Paulo]. La campaña de Boulos no puede tener buenos resultados en los debates, sobre todo por el esdrújulo y repugnante papel de Marçal y, más aún, por el débil programa con más de lo mismo en defensa del capitalismo.

En Belo Horizonte (MG), la disputa es entre dos matices del bolsonarismo. Mauro Tramonte (Republicanos), apoyado por Zema (Novo), y Bruno Engler (PL), apoyado por Bolsonaro. Pero la candidatura del PT, de Rogerio Correa, repite el mismo error de tener un programa de administración del capitalismo, que realmente no enfrenta a la derecha ni resuelve la vida del pueblo, e incluso incluye en su campaña a sectores explícitos de los multimillonarios capitalistas.

Ante todo esto, el PT dice que merece el apoyo de los trabajadores, porque es importante derrotar al bolsonarismo. Sin duda, necesitamos enterrar al bolsonarismo y a toda la derecha de una vez por todas. El problema es que, en nombre de la lucha contra la extrema derecha bolsonarista, el PT viene gobernando junto con la derecha.

Para derrotar el neoliberalismo privatista de Bolsonaro, el PT opta, una vez más, por implementar el neoliberalismo él mismo, pero con una mayor participación del Estado capitalista, en ayuda a los negocios privados capitalistas.

El PT asociado con el bolsonarismo en 85 ciudades

Como expresión de esta política de alianzas, el PT está aliado con el PL de Bolsonaro en 85 ciudades. Entre ellos, una capital: São Luís (Maranhão). En varias otras ciudades importantes, el PT apoya una candidatura de la derecha tradicional con presencia de bolsonaristas, por ejemplo en Río de Janeiro, donde el frente electoral encabezado por el playboy neoliberal Eduardo Paes (PSD) abarca desde el PT hasta sectores del bolsonarismo como Otoni de Paula (MDB). ¿Estos sectores serían los “fascistas antifascistas”?

Lo que hace la dirección del PT no es el camino para derrotar a la extrema derecha. Más bien vemos cómo el partido sirve a la derecha en estas elecciones de tres maneras diferentes. Aliándose con el PL bolsonarista en São Luís; apoyando a un candidato de la derecha tradicional, en un frente con sectores bolsonaristas, como en Río de Janeiro; y, incluso en el caso de una candidatura con rostro propio, siguen aliados con sectores de los multimillonarios capitalistas y defendiendo un programa capitalista, como en São Paulo.

Por eso, sería muy importante que muchos trabajadores y jóvenes que quieren enfrentar la derecha y a los capitalistas y están decepcionados, pero aún siguen en ese partido, vengan con nosotros a dar una batalla por la defensa de la independencia de clase de los trabajadores y por el socialismo.

La oposición de izquierda y socialista al gobierno de Lula y de combate a la extrema derecha
Apoye las candidaturas revolucionarias y socialistas del PSTU

Para luchar contra la ultraderecha y derrotarla verdaderamente, es necesario tener una candidatura que, al mismo tiempo, sea de oposición de izquierda y socialista al gobierno de Lula y que enfrente la oposición de derecha bolsonarista. Que tenga un programa para resolver realmente los problemas inmediatos de los trabajadores, que esté conectado y al servicio de quitarle el poder y el dinero a los multimillonarios capitalistas, enfrentando el Marco Fiscal y el sistema capitalista.

Tenemos que disputar a los trabajadores para que no le den ningún voto a los candidatos bolsonaristas y de derecha. Pero hay que decir que votar por las candidaturas apoyadas por el gobierno Lula y su Frente Amplio, en esta primera vuelta, no es una alternativa para los trabajadores. Y, además, no frena el avance de la extrema derecha, pues el propio gobierno del PT no enfrenta las causas estructurales capitalistas que permiten el crecimiento del bolsonarismo.

Un voto por la independencia y la organización de la clase trabajadora

Esto vincula a la clase obrera con la burguesía, la desorganiza y la desmoviliza, siendo los trabajadores los únicos que, con conciencia de clase, unidos y movilizados, podrán cambiar efectivamente el país y acabar de una vez por todas con la extrema derecha.

Esperar que la extrema derecha desaparezca del mapa con la elección del PT y afirmar que sólo después será posible criticar al PT es una utopía que atrapará a los trabajadores en una situación en la que serán masacrados entre dos diferentes bloques burgueses, mientras ven disminuir sus derechos y nivel de vida, además de conducir a la desmoralización, adaptación y desorganización de gran parte del activismo y de los movimientos de los trabajadores.

Apoyar las candidaturas del PSTU es fortalecer un programa revolucionario y socialista, que es el único capaz de enfrentar verdaderamente a la extrema derecha, superando también los límites capitalistas en los que el PT aprisiona a la izquierda brasileña. Fortalecer el PSTU es ayudar a la independencia política de los trabajadores, para que no se embarquen en la canoa agujereada de apoyar algún bloque político con los multimillonarios capitalistas.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 22/8/2024.- Traducción: Natalia Estrada.

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