CRÓNICA | El 15 de octubre fue una gran jornada de lucha por Palestina
-CATALUNYA-
El pasado miércoles 15 de octubre, en el marco de la jornada de lucha para parar el genocidio en Gaza y en solidaridad con el pueblo palestino, miles de activistas, con la juventud como protagonista y algunos sectores de la clase trabajadora, como los portuarios y bomberos, salieron a las calles de todo el Estado con el trasfondo también de una Huelga General convocada por el grueso del sindicalismo alternativo. Por su parte, y en su línea tibia, CCOO y UGT convocaron paradas de dos horas en los centros de trabajo.
La jornada empezó de buena mañana en la Zona franca, en la Ronda Litoral y en lugares de estudio como la UAB o la UB donde los y las estudiantes se movilizaron en una parón de clases bastante significativo del momento internacional que vivimos, marcado por el terrible genocidio en la Franja de Gaza que, pese al alto al fuego y la paz de los cementerios de Trump y Netanyahu, ha continuado cobrándose las vidas de los palestinos estos días, aunque en un número menor. El bloqueo de la Ronda Litoral y las paradas universitarias con réplicas en los institutos de educación secundaria, pese a las trabas puestas por algunas direcciones, supusieron el pistoletazo de salida a una jornada con seguimiento muy desigual debido a vicios que llevan cada vez más a convocar -pero no a trabajar a fondo- las jornadas de huelga.
Hacia el mediodía, las movilizaciones se trasladaron a los piquetes informativos, que recorrieron el centro de la ciudad de Barcelona (Plaça Universitat hasta Sants), ocuparon la estación de trenes a Girona o el Carrefour de Lleida, en protestas solidarias y de boicot de aquellas empresas que apoyan al régimen sionista y asesino de Benjamin Netanyahu. La nutrida representación y aliada de clase trabajadora y estudiantes demostraba una vez más la fuerza decisiva de la clase obrera que es quien, con su acción, puede cambiar significativamente las cosas, como lo demuestra el alto al fuego al cual se ha visto obligado a acceder Israel, pese a las concesiones que ha hecho Hamás en Gaza.
La jornada acabó con grandes manifestaciones por la tarde. En Barcelona, la actuación represora de los Mossos d’Esquadra, con lanzamiento de gas pimienta incluida, no impidió que más de 50.000 personas desfilaran de manera reivindicativa desde la Estació de Sants, donde se había intentado impedir la salida del equipo de baloncesto israelí del Hapoel de Jerusalén hacia el partido que acabaron disputando a puerta cerrada en Manresa, hasta el Consulado de Israel en la Diagonal, donde la movilización finalizó poniendo punto final a una jornada de lucha y movilizaciones por el pueblo palestino.
Corrent Roig participamos de las movilizaciones junto con el sindicato co.bas que forma parte de la Taula Sindical de Cataluña. En Sabadell, participamos de las reuniones preparatorias del 15-O en la ciudad, donde conjuntamente con compañeras de L’Obrera y activistas de la ciudad ayudamos a la construcción de una asamblea de estudiantes de institutos para construir la huelga. Celebramos esta iniciativa que creemos puede ser un gran impulso por la reconstrucción del movimiento estudiantil a Sabadell.
Destacamos, particularmente la parada de unos 80 trabajadores y trabajadoras de la empresa Applus, una empresa con numerosos contratos con empresas israelíes. La plantilla demostró su compromiso con la causa palestina y dejó claro que la clase trabajadora no podemos permitirnos ser cómplices del genocidio y tenemos que decir alto y claro: “No en nuestro nombre!”
A partir de esta jornada, hay que continuar las movilizaciones, dado que la ocupación israelí no se ha acabado, los criminales de guerra -empezando por Benjamin Netanyahu- todavía no han sido procesados, continúa habiendo muertos en la franja de Gaza, la ayuda humanitaria todavía entra a cuentagotas y hay que acabar consiguiendo una Palestina libre del río hasta el mar, un objetivo que solo se cumplirá con la destrucción total del Estado sionista, asesino y colonial de Israel. Por eso, hay que continuar exigiendo al Gobierno español de Pedro Sánchez, al Gobierno catalán de Salvador Illa, al Gobierno de la UE encabezado por Úrsula Von der Leyen y al resto de gobiernos occidentales que rompan de una vez por todas y de verdad las relaciones diplomáticas y comerciales con el estado sionista de Israel, empezando por un embargo de armas masivo y efectivo.
-MADRID-
A pesar del «alto el fuego» y el esfuerzo de muchos medios de comunicación por trasladar la sensación de que el genocidio en Palestina se había dado por terminado, varios cientos de miles de personas salimos a las calles contra el genocidio y la complicidad criminal de los gobiernos imperialistas.
La clase trabajadora, l@s jóvenes y estudiantes, volvieron a demostrar su voluntad de lucha, más allá del papel vergonzoso de la burocracia de CCOO y UGT. Una burocracia sindical que, después de dos años de masacre en Gaza y la enorme presión social (Vuelta Ciclista, la flotilla, la gran manifestación del 4 de octubre), se vieron obligadas a convocar paros parciales de dos horas en los centros de trabajo. Lamentablemente, y como ya nos tienen acostumbrad@s, no movieron un solo dedo, más allá de algunas declaraciones en algunos medios y redes sociales, para organizar los paros. Incluso en varias empresas donde ya existía el acuerdo para realizar los paros fueron incapaces de cumplirlos.
Desde el sindicalismo alternativo, a partir de la convocatoria de CCOO y UGT, se resolvió ir un paso más allá y se hizo un llamamiento a la Huelga General de 24hs. En el caso del sindicato de Comisiones de Base (co.bas), que también legalizó la huelga de 24h, se apostó por una Jornada de lucha para que en las empresas y, en función de la correlación de fuerzas, las diferentes secciones sindicales y comités de empresa propusieran paros, asambleas, actos, y todo tipo de acciones para lograr visibilizar y denunciar el genocidio del pueblo palestino. Este era uno de los principales objetivos: que la clase obrera con sus métodos y formas organizativas entrara en escena de manera consciente para alzar su voz contra el genocidio y la ocupación israelí. Hacer valer aquello que tantas veces decimos de que a la clase obrera nada de lo que sucede en la vida nos es indiferente.
Desde Corriente Roja, apoyamos y participamos de manera activa durante toda la Jornada de lucha, junto a los sindicatos alternativos y numerosos colectivos políticos y sociales. No vamos a negar que las dificultades fueron muchas y que la farsa del “Acuerdo de paz” de Trump y Netanyahu jugó en contra como factor de desmovilización. Un acuerdo en el que la burocracia sindical se apoyó como excusa para que en las empresas la incidencia de la jornada fuera poca y estuviera lejos de lo deseado.
En Madrid, se fueron sucediendo diferentes concentraciones en el centro de la capital. A primera hora, un numeroso grupo de activistas se manifestó frente a la cadena de ropa Primark y la emblemática Telefónica de Gran Vía. Desde allí y en manifestación nos dirigimos a la Puerta del Sol, donde a las 12,00 de la mañana nos esperaban algun@s compañer@s pensionistas y las trabajadoras del Sector Social, (que habían convocado un paro de cuatro horas) para concentrarse frente al Edificio de la Comunidad de Madrid. Poco después nos dirigimos hacia el Ministerio de Asuntos Exteriores a la concentración unitaria convocada para las 13,00 horas y desde la Plaza de la Provincia marchar junto a l@s estudiantes de nuevo hacia una Puerta del Sol repleta y combativa: “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”, “Palestina libertad”.
A las siete de la tarde, estaba convocada una gran Manifestación desde Atocha a la Plaza de Callao, encabezada por los sindicatos CGT, Solidaridad Obrera, co.bas, ASC y la Confederación Intersindical, bajo el lema de pancarta: “Paremos todo por Palestina. Alto al genocidio”.
Corriente Roja, nos organizamos en un Bloque obrero-estudiantil conformado por la pancarta del sindicato co.bas, la CRT, Contracorriente, Pan y Rosas y la Plataforma del Sector Social. Como viene siendo habitual, el ánimo y la combatividad volvieron a ser su seña de identidad durante todo el recorrido. Consignas contra el genocidio y la complicidad del Gobierno de Pedro Sánchez y la Comunidad de Madrid fueron el denominador común: “Como no te voy a odiar Ayuso, como no te voy a odiar, si aplaudes a los sionistas, mientras nos hablas de libertad”, “Ya queremos ver, ya queremos ver, que Pedro Sánchez cierre la Embajada de Israel”, “Dónde están no se ven, las sanciones a Israel. Yo si se dónde están, archivadas en Ferraz”, “Que no, que no, que no, que Israel no es un país, eso es una ocupación”, “Qué barbaridad, qué barbaridad, que le llamen país a una base militar” y gritos en contra del mal llamado “Acuerdo de Paz”: “No hay paz si la dirige Trump”, “No hay solución, con hambre y ocupación”, entre otras.
A su llegada a la Plaza de Callao, aproximadamente sobre las 21,00 horas, la compañera Andrea Zayas de la dirección del sindicato co.bas y militante de Corriente Roja, leyó un manifiesto ante la cabecera de la manifestación.
De la misma manera, queremos felicitar de todo corazón a l@s compañer@s, por el esfuerzo y su buena y activa participación durante todo el día. El 15-O terminó como una gran Jornada de lucha en las calles. Fueron muchas las personas que nuevamente salieron a las calles, y en algunos casos, intentaron bloquear y se enfrentaron a la policía. La lucha continúa, porque no hay solución con hambre y ocupación y como el propio manifiesto reflejaba, hay que “continuar trabajando desde la base para seguir creando la unidad de la clase obrera y las/os estudiantes, como hemos hecho hoy. Continuar trabajando por construir una Huelga General masiva que como en Italia, pare la producción de todo el país y ponga en jaque a los gobiernos europeos y su complicidad con el estado sionista.»
-ANDALUCÍA-
Sevilla amaneció el miércoles bajo la sombra de la indignación. Convocada como una jornada de huelga general en apoyo al pueblo palestino, la ciudad se sumó al grito global contra el genocidio en Gaza con un despliegue de movilizaciones que marcaron el ritmo de la capital durante todo el día.
La jornada comenzó temprano, reflejando el pulso de la huelga en el ámbito estudiantil y laboral. A las 9 de la mañana, un piquete informativo se congregó en las puertas del Rectorado de la Universidad de Sevilla. Pancartas y megáfonos intentaron concienciar a los primeros estudiantes y trabajadores de la necesidad de paralizar la actividad ante barbarie en Palestina. La convocatoria, aunque no logró un parón total, sí se hizo notar en universidades e institutos, con numerosas aulas y centros educativos vacíos. Al mediodía, empezó una gran manifestación que partió desde Plaza Nueva y se dirigió hacia la Puerta de Jerez, concentrando varios miles de personas, con una importante participación del movimiento estudiantil y de la juventud. El Sindicato de Estudiantes, la CGT, las CJS, plataformas de apoyo a Palestina, organizaciones como Barrios Hartos, bloques de estudiantes y otros colectivos sociales y sindicales marchamos bajo el lema «¡Alto al genocidio!» y «¡Ruptura de relaciones con Israel!». Al grito de «Palestina vencerá, del río hasta el mar», «Dónde están, no se ven, las sanciones a Israel» o «PSOE, Sumar, basta de complicidad», la marcha provocó los primeros cortes de tráfico de la jornada en la Avenida de la Constitución, obligando a desvíos en el transporte público y en el centro neurálgico de la ciudad.
El sentir de la jornada de lucha se amplificó con la llegada de los paros laborales convocados por los principales sindicatos y la manifestación de la tarde. Los paros parciales de dos horas convocados por CCOO y UGT y la huelga de 24 horas por parte de los sindicatos combativos como CGT o SAT tuvieron especial impacto en el transporte y algunos servicios públicos, incluyendo la televisión pública andaluza (Canal Sur), aunque los servicios mínimos decretados mantuvieron la operativa esencial. Aquí es importante resaltar que faltó trabajo de base en los centros de trabajo y también en los de estudio, para debatir y organizar de forma masiva y democrática esta gran jornada, pues era la mejor oportunidad de poner a la cabeza a la clase obrera y al movimiento estudiantil a partir de su propia autoorganización.
La gran manifestación tuvo lugar a las 19:00 horas. El punto de partida, la Barqueta, se convirtió en el epicentro de la solidaridad andaluza. Miles de personas, entre trabajadores, activistas, familias y estudiantes, recorrieron las calles en una marcha imponente que concluyó en la Plaza de la Encarnación (Las Setas). El ambiente era de rabia contenida y solemnidad. El rojo, verde y negro de la bandera palestina se multiplicaba entre una marea de voces que exigían un embargo de armas y el fin de la ocupación. A su paso, la movilización paralizó las grandes arterias de la ciudad, demostrando la capacidad del movimiento para detener el ritmo cotidiano en defensa de una causa que es la causa de toda la humanidad.
En conclusión, la jornada del 15 de octubre en Sevilla fue una clara muestra de solidaridad con Palestina. Desde los primeros piquetes hasta la multitudinaria manifestación nocturna, la capital andaluza detuvo su pulso para enviar un mensaje contundente al Gobierno central: la movilización exige el fin de la complicidad y el cese de la masacre, pero para ello es necesario que la clase obrera se ponga a la cabeza de esta lucha.
-GALIZA-
En Galicia convocaron dos horas de paro CCOO e UGT. Por su parte, la CIG convocó 4 horas y co.bas, CGT, CUT y STAGE dieron cobertura legal de 24 horas.
Hubo manifestaciones tanto por la mañana como por la tarde en todas las ciudades de Galicia, y destacamos especialmente el paro de los trabajadores de Navantia, que se concentraron en el astillero de Ferrol en solidaridad con el pueblo palestino, así como también algunos paros destacables en las fábricas de Inditex, una de las empresas cómplices con el genocidio.
Corrente Vermella estuvimos en las asambleas preparatorias de la jornada, hicimos un trabajo de agitación en las calles llamando a la participación de la jornada y estuvimos presentes en varias manifestaciones de varias ciudades gallegas. Pese a ser muy numerosas, creemos que la jornada pone encima de la mesa la necesidad de la unidad de acción en la lucha y caminar hacia una huelga general masiva que lo pare todo, construida desde abajo y con la clase obrera a la cabeza.
Queremos denunciar también el papel nefasto de los medios de comunicación, que silenciaron toda movilización y repercusión de la jornada de lucha.




