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Europa

Ante la nueva cumbre de la OTAN: ¡No al plan de rearme imperialista! ¡Gastos militares para gastos sociales!

junio 21, 2025

Por Secretariado Europeo de la LITCI

Escribimos esta declaración mientras asistimos al conflicto entre Irán e Israel, que sigue  con su brutal genocidio a Gaza y los gobiernos europeos ocultan su complicidad con la entidad sionista, con lágrimas de cocodrilo y tibias e hipócritas protestas. Un genocidio con el que Israel no ha logrado derrotar la resistencia palestina y que ha reactivado la solidaridad internacional, como vimos en las últimas movilizaciones que tuvieron lugar en todo el mundo.

En este contexto, los días 24 y 25 de junio se celebrará en La Haya, una nueva cumbre de la OTAN. Una cumbre en la que los gobiernos europeos se comprometerán a un fuerte aumento en su presupuesto militar.

Un aumento brutal del gasto militar hasta el 5% del PIB

El punto más importante en la agenda será la exigencia de EE.UU. a los socios europeos, para incrementar el gasto militar hasta el 5% de su PIB, con el fin de que Trump pueda concentrar sus fuerzas frente a China en el Indo Pacífico, sabiendo que, al menos durante el período venidero, los gobiernos europeos seguirán comprando masivamente armamento norteamericano.

Recordemos que la invasión de Putin al invadir Ucrania dio a la OTAN las condiciones para intentar recuperar una credibilidad social que había perdido y fortalecerse con el ingreso de Suecia y Finlandia, países fronterizos con Rusia e históricamente neutrales. Igualmente, Putin proporcionó la excusa perfecta a los imperialismos europeos para incrementar sus presupuestos de defensa. Alemania inició así un giro militarista sin precedentes desde la segunda guerra mundial (aumento del 23,2% entre 2023 y 2024). Lo mismo podemos decir del resto de países.

Al calor de este aumento continuado del presupuesto militar, los gobiernos han hecho campaña para convencernos de la prioridad de “ayudar a Ucrania» (aunque solo enviaron armas a cuentagotas y en gran parte obsoletas) y «defender nuestros valores democráticos e independizarnos del paraguas defensivo de EEUU». Esto, además de la promesa de crear empleos en el sector militar. Una senda militarista que significará fuertes recortes en el gasto social y el aumento de impuestos a la clase trabajadora.

Un plan de rearme al servicio de sus objetivos económicos e imperialistas

Esta cumbre se celebra en el marco del Plan de rearme europeo (ReArm Europe) aprobado en marzo por la UE, con 150.000 millones de euros (SAFE) en créditos militares a los gobiernos y la previsión de gastar 800.000 millones más en los próximos cuatro años, a cargo de los diferentes presupuestos de cada país.

Un rearme que no tiene nada que ver con garantizar nuestra seguridad ni con la defensa de la democracia y la paz como dicen. Incluso si Rusia entrara en los países bálticos o si EE. UU ocupara Groenlandia, la OTAN no intervendría. La verdadera razón es el intento de la burguesía europea de usar fondos públicos para recuperar dinamismo económico y beneficios, mediante una especie de keynesianismo militar, que favorece principalmente a la industria militar.

En relación al llamado “ejército europeo”, consistiría en un ataque más del imperialismo francés y alemán a la soberanía de los países periféricos de Europa que carece de base debido a la fragmentación en diferentes Estados con distintos intereses y a la propia crisis existencial de la UE, que la extrema derecha quiere reducir a su más mínima expresión.

Sobre el ataque israelí a Irán

Dependiendo como se desarrolle el conflicto, la guerra entre Israel e Irán tendrá que ocupar también parte de la agenda de este encuentro. El secretario general de la OTAN Mark Rutte, dijo estar “preocupado” y afirmó que “es crucial trabajar para lograr una desescalada de la situación”. Sin embargo, EE. UU. sigue y seguirá incondicionalmente del lado de Israel y también los imperialismos europeos apoyan su “derecho a la defensa”.

Por nuestra parte, repudiamos esta nueva agresión del Estado sionista contra Irán y apoyamos su contraataque sobre territorio israelí. Lo hacemos porque es una expresión de la lucha de los pueblos de la región atacados por el enclave militar del imperialismo que es el Estado de Israel, que solo puede mantenerse como tal con ofensivas militares permanentes. Estamos en el campo militar de Irán, al tiempo que mantenemos nuestra total independencia política frente a esta dictadura burguesa.

¿Qué intereses se juegan por tanto en esta nueva reunión de la OTAN y cuál es la salida que defendemos?

Es importante señalar que el aumento del gasto militar no se circunscribe a Europa. A nivel mundial, el gasto militar alcanzó la friolera de 2,8 billones de dólares en 2024, con un incremento del 9,4 respecto a 2023. Todos los países miembros de la OTAN lo subieron1.

Junto con ello, asistimos a las cifras más altas de guerras desde la Segunda Guerra Mundial, con Ucrania y Gaza en primera plana, que se desarrollan con nuevas tecnologías como son los drones, lo que está transformando los choques militares.

Esta carrera armamentística, tiene como telón de fondo, la rivalidad entre EE. UU. como imperialismo hegemónico cuya supremacía militar sigue siendo incuestionable y China como potencia imperialista emergente, que le disputa la hegemonía en Asia y en sectores estratégicos de la economía mundial.

Es esta disputa (en la que la UE se ve atrapada) lo que explica el cambio de la administración Trump en su política exterior y su estrategia militar y, en particular, su giro hacia Putin buscando cerrar un acuerdo con él, a costa de la soberanía de Ucrania, sus riquezas y su integridad territorial, pasando además por encima de las principales potencias europeas.

Las rivalidades Inter burguesas, en pleno movimiento, se expresan hoy en el terreno militar en la multiplicación de acuerdos y alianzas militares. Desde la ampliación y refuerzo de la OTAN, el OCX (Acuerdo de Cooperación de Shanghái) o el AUKUS (Australia, Reino Unido y EE. UU.). Igualmente, en el crecimiento y proliferación en las últimas décadas, de las empresas militares privadas, subcontratadas por los Estados al servicio de los objetivos imperialistas de sus propias multinacionales, en distintos lugares del mundo.

Todo esto supone también una fuente de tensiones internas, de divisiones e incluso de incertidumbre, sobre cuál debe ser el objetivo y el futuro de la organización atlántica. Bajo su aparente unidad bajo la batuta de EEUU, sigue el choque de intereses entre los distintos países imperialistas. En la UE, Alemania se rearma en alianza con el imperialismo francés, arrastrando a otros países, buscando un amago de independencia frente al conflicto Inter imperialista entre China y EE. UU.

Es decir, de fondo, el plan europeo de rearme responde a la lucha de su burguesía por defender su trozo de pastel de las ganancias mundiales, que es cada vez más pequeño. En cuanto al apoyo militar a Ucrania, está igualmente al servicio de mantener sus objetivos imperialistas. Después de tres años de la invasión de Putin y tras el Acuerdo de Minerales entre Trump y Zelenski, la UE intenta no quedar fuera de juego en el saqueo a Ucrania.

El verdadero objetivo de las potencias europeas de la OTAN es continuar jugando un papel relevante a nivel internacional e intervenir en conflictos fuera de la UE si fuera necesario, cuando los intereses de sus multinacionales se vean amenazados. En paralelo, acentúan las medidas xenófobas y racistas contra los migrantes en Europa, con expulsiones, miles de ahogados en el mar y el establecimiento de campos de deportación fuera de las fronteras de la UE, mientras siguen desvalijando a los países semicoloniales. El rearme también va de la mano de un fuerte retroceso en las ya muy tibias medidas medioambientales, mientras la mayoría social sufrimos las consecuencias cada vez más evidentes del cambio climático.

No podemos por tanto esperar nada de esta nueva cumbre de matones creada por EE. UU. tras la IIª Guerra Mundial y que tiene un historial de agresiones militares, ocupaciones y crímenes, que no tiene nada que envidiar a Putin.

Desde la LIT, ¡seguiremos denunciando que la clase trabajadora y los pueblos de Europa y de todo el mundo, no estamos más seguros y protegidos sino más amenazados, por esta alianza militar!

  • ¡Denunciamos un rearme militar europeo que está suponiendo un mayor endeudamiento de los países y que se traducirá en más y más recortes sociales y más miseria para la población!
  • ¡Gastos militares para gastos sociales! ¡Exigimos aumento del presupuesto para atender la catástrofe ambiental en curso, garantizar educación, sanidad y servicios públicos dignos y más inversión en vivienda pública al alcance de todos!         
  • ¡Exigimos el desarme nuclear y la destrucción de las armas de destrucción masiva que ponen en riesgo la existencia de la humanidad y de la vida en el planeta!
  • ¡Disolución de la OTAN y de todas las alianzas y pactos militares y el desmantelamiento de sus bases militares en el exterior!
  • ¡Alto a las intervenciones imperialistas! 
  • ¡Ruptura inmediata de relaciones militares, comerciales y diplomáticas con el estado genocida de Israel!¡No a la falsa solución de los dos Estados! ¡Viva la resistencia palestina, por una Palestina libre del río al mar!
  • ¡Nuestro apoyo y solidaridad incondicional con el pueblo ucraniano y su derecho a defenderse de la invasión de Putin! ¡Fuera las tropas de Rusia y las manos de EE. UU. y la UE de Ucrania!
  • ¡Defendemos la disolución de los ejércitos profesionales y cuerpos de represión o de los crecientes ejércitos privados y su sustitución por un ejército basado en el principio del pueblo en armas!     
El único camino a la paz es el socialismo

Nuestra exigencia de disolución de la OTAN es parte de nuestra oposición de principios a todos los bloques imperialistas y de nuestro apoyo activo a todas las luchas de los trabajadores y de los pueblos; como es el caso de la resistencia Palestina y ucraniana que, a pesar de la dirección capituladora de Zelensky, lleva tres anos y medio de guerra de liberación nacional contra la agresion imperialista rusa. En ese terreno, luchamos para construir un campo independiente de la clase trabajadora que combata por un programa revolucionario socialista.

Ante las cada vez mayores expresiones de barbarie capitalista necesitamos transformar la indignación y la rabia creciente que sentimos, en una guerra social contra nuestros verdaderos enemigos de clase.

Es importante no olvidar que organizaciones de izquierda que hoy protestan correctamente contra el aumento del gasto militar, ayudaron el fortalecimiento de la OTAN apoyando o entrando en los gobiernos de turno, que aumentaron el presupuesto de defensa. Como Podemos en el E. Español durante el primer gobierno de coalición de   Sanchez, o Portugal, o el PCP y el Bloque de Izquierda durante su apoyo a los gobiernos del PS, en la Geringonça.

Es necesario la máxima unidad de acción en contra del plan de rearme de los paises imperialistas, pero es igual de importante mantener un debate sobre cuál es la estrategia para seguir la lucha en contra del capitalismo. Esto requiere combatir las ideas promovidas por el falso pacifismo, la colaboración de clases y por todas las formas de reformismo sin reformas, que nos hablan de que es posible la paz mundial y la prosperidad bajo este sistema imperialista en decadencia. No hay ninguna posibilidad alguna de lograr una paz firme, duradera y democrática, sin un movimiento revolucionario que lo derrote y abra el camino a la toma del poder por la clase trabajadora y al socialismo.

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