search
Colombia

La consulta popular debe ser con un paro nacional

abril 23, 2025

Ante el hundimiento de las reformas que viene promulgando el gobierno de Gustavo Petro, este salió a amenazar a sus opositores, con realizar una consulta popular, donde se preguntará si se quiere o no las reformas. Pero esa consulta solo será posible si el mismo Congreso que las ha hundido la aprueba.

Por PST Colombia

El artículo 104 de la Constitución establece que el presidente de la República, con la firma de todos sus ministros y previo concepto favorable del Senado, podrá consultar al pueblo sobre decisiones de trascendencia nacional y que la consulta no podrá realizarse en concurrencia con otra elección. Es decir, de llegar a aprobarse la consulta esta deben realizarse en fecha diferente a la de otras elecciones.

La consulta puede ser una verdadera trampa

Lo que mostraron las movilizaciones de marzo, es que los trabajadores y los pobres rechazamos ese Congreso corrupto, que ha demostrado ser un verdadero nido de ratas, pues esa institución no es más que un organismo al servicio de los intereses de la burguesía y los terratenientes colombianos, como lo son todas las demás instituciones en que se basa la supuesta democracia colombiana. Por eso estamos convencidos que de él no saldrá nada bueno para los trabajadores.

Por eso es un grave error lo que ha pretendido hacer Petro en estos tres años de gobierno, que es concertar con los representantes de los partidos de la burguesía las reformas, reivindicaciones por las que salimos en 2019, 2020 y 2021. Los trabajadores estamos cansados del manejo de los dineros del estado, que se da en las EPS, pues son apropiados mediante la corrupción de sus administradores, ligados a los partidos patronales (Cambia Radical, Centro Democrático, Partido Liberal, Partido Conservador, etc.) mientras los pobres se mueren en las puertas de los hospitales o en las ambulancias, como sucedía con el llamado paseo de la muerte.

El Congreso siempre nos ha negado a los trabajadores los más elementales derechos, y a pesar de que la reforma laboral del gobierno era tibia y solo buscaba unas migajas, ni las migajas están dispuestas a ceder estos congresistas.

La trampa está en creer que a esos congresistas los vamos a convencer por las buenas o con argumentos, como lo cree la mayoría de los dirigentes de los trabajadores. Los congresistas representan los intereses de los empresarios y los terratenientes, sus campañas electorales fueron financiadas por las grandes empresas como Postobón, Nutresa, RCN, Caracol, Atún Van Camps, etc.

Del Congreso no podemos esperar nada, y por eso la Constitución colombiana, que algunos defienden, solo es un catálogo de leyes al servicio de los ricos; de los empresarios y los terratenientes.

Ese Congreso nunca va a aprobar nada para los trabajadores, a no ser que se vean amenazados con perder mucho más, como sucedió en los paros nacionales que obligaron al gobierno de Duque tuvo que retirar los proyectos de contrarreforma a la salud y contrarreforma reforma tributaria, además de retirar dos ministros, entre ellos el de hacienda.

La consulta es una trampa, porque es el mismo Senado el que decide en la consulta qué se puede preguntar. Pero además para que la consulta sea válida, debe contar con la aprobación de 14 millones de votantes, en un país donde buena parte de la población va a las urnas empujada por el clientelismo.

Solo con la lucha nacional conquistaremos derechos

El gobierno y la mayoría de los dirigentes políticos y sindicales de los trabajadores han salido a decir que la consulta, de acuerdo con la Constitución Política de Colombia, es la salida que necesitamos, cuando se ha demostrado que los pocos derechos que tenemos los trabajadores nunca han sido dadivas de los empresarios y los gobierno, y esos derechos nos han costado vidas, como sucedió con la masacre de las bananeras en 1929, más de cuatro mil dirigentes sindicales asesinados en los gobiernos liberales, conservadores y del uribismo en las pasadas décadas, o los más de 150 muertos que nos dejó el gobierno de Duque y el Esmad en el 2021.

Solo con la lucha en las calles es que se ha obligado a los empresarios y terratenientes a conceder algunos derechos y reivindicaciones. El magisterio colombiano luchó más de 10 años por el estatuto docente y este solo se pudo conquistar con paros y bloqueos en todo el país. Siempre lo hemos dicho, el congreso de los trabajadores está en la calle y es en ella donde podemos legislar realmente. Es así que cuando, por ejemplo, los trabajadores organizan un sindicato, la situación cambia cualitativamente; solo luchando y enfrentando las políticas de los empresarios y el imperialismo es que podemos conquistar reivindicaciones. Por eso mismo, muchos derechos se han perdido, porque la mayoría de los dirigentes del movimiento obrero y sindical se dedicaron a concertar con los patrones en lugar de enfrentar esas políticas con la movilización.

La verdadera consulta popular es un paro nacional

Desde las páginas de El Socialista hacemos un llamado a los dirigentes de las centrales obreras, a las organizaciones políticas que se reclaman del campo de los trabajadores, a que realicemos un encuentro nacional obrero, campesino, estudiantil y popular, para que discuta un pliego nacional y recoja los objetivos por los cuales salimos a las calles en 2021, como la derogatoria de las leyes 50, 100  y  789, la aprobación del Artículo 53 de la Constitución Nacional referente al Estatuto del Trabajo; a exigir la derogatoria del congreso y a que se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente que le dé solución a los graves problemas de los trabajadores como la tercerización, el desempleo y los bajos salarios, además que resuelva los graves problemas que tienen los campesinos y los pueblos indígenas; que se acabe con el negocio de los servicios públicos esenciales, como el agua, la educación y la salud, poniendo al estado a prestarlos sin los mercaderes privados; que se castigue a los responsables de los miles de muertos de las organizaciones de los trabajadores y se condene a prisión a Uribe y a todos sus cómplices.

Compartimos la indignación de miles de trabajadores y pobres contra este Congreso corrupto y es por eso que decimos que no podemos confiar en él, solo podemos confiar en que si nos organizamos y luchamos es que podemos vencer. No podemos confiar en lideres omnipotentes o en salvadores supremos, la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.

A las calles a luchar por reformas de verdad

Por reformas de verdad… nuevo paro nacional

Lea también