París 2024: Las Olimpiadas comienzan con una avalancha de protestas
Los Juegos Olímpicos de París comenzaron el pasado viernes (26) con la promesa de añadir diversidad a los valores olímpicos de coexistencia pacífica. Sin embargo, en un mundo en ebullición, estos Juegos Olímpicos tienen todo para ser los más radicalizados políticamente de la historia.
Por CSP-Conlutas, Brasil
Además de que la capital francesa es un escenario de eventos callejeros y protestas diarias, el genocidio del pueblo palestino cometido por Israel, la lucha contra el racismo y por derechos laborales, parece que también competirán por el protagonismo con los deportes de alto rendimiento.
Incluso antes de la inauguración de los juegos, en el primer partido de la selección masculina de fútbol israelí, el miércoles (24), cientos de personas protestaron en las gradas contra la matanza en Gaza. El himno de Israel fue abucheado, mientras otros coreaban “Palestina libre” y ondeaban banderas palestinas.
Esta podría ser la tónica de los juegos, ya que el Comité Olímpico Internacional decidió no prohibir a Israel, a pesar de los crímenes del Estado sionista. De los 40.000 muertos en Gaza y Cisjordania desde octubre de 2023, alrededor de 400 eran deportistas y entrenadores.
Los principios de los Juegos Olímpicos prohíben la participación de países que “violen la integridad territorial” de otra nación. Es por esta razón que Rusia fue excluida de la competencia, ya que promueve contra los ucranianos una verdadera ocupación al estilo israelí, buscando apoderarse de territorios e imponer su voluntad a los ucranianos.
En las competiciones sólo participarán 15 atletas de nacionalidad rusa, aunque con una serie de limitaciones. No podrán utilizar banderas ni ningún otro símbolo nacional, además de estar fuera del medallero. Rusia ya había sido excluida de los Juegos de Tokio de 2021 tras un escándalo de doping que involucró a alrededor de mil atletas.
Las selecciones argentinas de Rugby 7 y Fútbol Masculino también fueron abucheadas durante el himno nacional. El motivo es la canción racista, xenófoba y transfóbica que cantaron los jugadores del equipo de fútbol tras ganar la Copa América a principios de mes.
En la letra, que no será reproducida en este artículo, se afirma que los jugadores de la selección francesa no deberían ser considerados franceses porque son negros e hijos de inmigrantes de países africanos y de Medio Oriente. También ven como una broma la supuesta relación del jugador M’bappé con una mujer trans.
Los Juegos Olímpicos prohíben las protestas
Es importante recordar que los Juegos Olímpicos, a pesar de su barniz democrático, prohíben cualquier manifestación. La regla 50 de la Carta Olímpica prevé la prohibición de atletas que adopten cualquier pauta política durante los juegos.
Esto fue lo que ocurrió en los juegos de 1968, en la Ciudad de México, después de que Tommie Smith y John Carlos llamaran la atención del mundo sobre la segregación racial y la violencia policial que estaba ocurriendo en Estados Unidos.
Después de protestar en el podio con los puños en alto y usando guantes negros, en un saludo común al movimiento negro, especialmente al Partido de los Panteras Negras norteamericano, ambos fueron expulsados y prohibidos de participar de otras pruebas.
Clima tenso
Para garantizar que los juegos de la diversidad se desarrollen sin problemas y sin protestas, los organizadores han llevado a París a un verdadero «estado de excepción». Y la inauguración que se produce este jueves es la mayor prueba de que se están esforzando “duro” para transmitir la idea de que “todo está bien”.
Se estima que 45.000 policías y soldados franceses participarán en el plan de seguridad, que incluye también el cierre del espacio aéreo en un radio de 150 kilómetros, armas antidrones, 80 lanchas patrulleras y decenas de perros detectores de bombas.
El tenso clima para el inicio de los juegos quedó confirmado con el sabotaje ocurrido en la madrugada de este viernes en la estructura de trenes de alta velocidad. En varios puntos resultaron dañados raíles y cables, lo que complicó la fiesta prevista.
En las semanas previas al inicio de la competencia se registraron protestas por distintas causas. Organizaciones de derechos humanos denunciaron la expulsión masiva de personas sin hogar de las calles de París, sin ninguna asistencia.
El jueves (25) se celebró una “contraceremonia” para denunciar que hasta 13.000 personas podrían haber sido expulsadas de la ciudad para que los turistas pudieran disfrutar mejor del ambiente de los Juegos Olímpicos.
Incluso los bailarines de la ceremonia inaugural amenazaron con una huelga que pondría fin a los planes del Comité Olímpico. En este caso, la demanda era de mejores salarios y vivienda garantizada para los profesionales.
Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 26/7/2024.-
Traducción: Natalia Estrada.