La situación de la mujer Guineana
Hoy en día, para hablar de la situación en que se encuentra la mujer guineana, es imprescindible dar una mirada a la historia y profundizar sociológicamente en su realidad concreta antes de la invasión colonialista, y hasta el presente. La mujer guineana resiste en una sociedad machista, debido a la construcción de la sociedad tribal en su verticalidad, dentro de un mundo capitalista jerarquizado con foco en la obtención de ganancias, ella tampoco es la excepción de una combinación violenta: opresión y explotación.
La sociedad guineana está dominada por un sistema patriarcal, a pesar de ser un país multiétnico en que las mujeres ocupan roles diferentes en cada grupo étnico al que pertenecen, la organización social de las mayorías se asienta en la base vertical, en la cual la mujer ocupa un rol reproductivo y está confinada en casa para el trabajo doméstico. Además, en el periodo colonial, las mujeres guineanas sufrieron doble violencia, como es: la violencia en sus comunidades por hombres guineanos y al tiempo, también la violencia colonial instalada en la generalidad.
Aún siendo las más oprimidas, decidieron estar al lado de los hombres para resistir la dominación colonial al tiempo que luchaban por su liberación como ser humano inferiorizado. Por eso, en 1961, ante del inicio de la lucha armada por la independencia, se creó la Unión Democrática de las Mujeres UDEMU, con el objetivo de abrir un espacio para pensar ideas y acciones políticas para la lucha de liberación nacional y consecuentemente de la emancipación de las mujeres.
En esta lucha de liberación, – las mujeres- tuvieron un papel histórico de igual a igual con los hombres en todas las vertientes de la lucha, que culminó con la independencia en 1973. Esta contribución fue renegada y olvidada por los diferentes gobiernos machistas que estuvieron dirigiendo el país. La mujer consiguió liberarse de la violencia colonial, más no de toda la violencia, que todavía está presente por falta de empleo, educación, seguridad y con uno de los sistemas de salud más débiles del mundo.
Entretanto, con la nueva era de la dictadura en Guinea, por un gobierno bonapartista presidencialista, la situación de la mujer guineana se hizo más alarmante, sobre todo en lo que respecta a la violencia económica, por parte del Gobierno, con políticas inflacionarias que las deja sin poder adquisitivo, ni abriendo pequeños negocios para la supervivencia de su familia.
El poder político aun es visto como una “cuestión masculina” y la mayoría de las veces, a las mujeres y niñas no sólo les son negados sus derechos, sino que también son usadas por los partidos como un instrumento político para alcanzar el poder, muchas veces manteniéndolas como simples figuras -adornos- en los lugares de poder (fingiendo cumplir con la ley de paridad o ley de cuotas).
Hoy día podemos constatar que existen algunas leyes creadas para criminalizar ciertos actos de violencia contra la mujer, pero estas leyes no se cumplen. Por ejemplo, un estudio realizado en Guinea por el FEC, muestra que el 67% de las mujeres han sufrido violencia por parte de los hombres.
Entre el 48% de analfabetos de Guinea, la mayoría corresponde a las mujeres, debido al matrimonio forzado, la falta o precariedad de las escuelas y sobre todo la sociedad machista, que inculcaron en la mente de las mujeres un complejo de inferioridad y dependencia respecto de los hombres.
La realidad de la mujer guineana como la de muchas mujeres en varios lugares del mundo es muy dura, y cuando se trata de una mujer un continente en que la división internacional del trabajo sirve solo para sostener capitalismo y recibir migajas de los imperialistas, se hace todavía mas complicada que en otros continentes. Por eso es que, las mujeres necesitan combatir este sistema, a nivel internacional, que sustenta el machismo, pero con base en una lucha combinada, es decir, la lucha de clases, raza y género, por una alternativa revolucionaria socialista y un gobierno de la clase trabajadora.