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Opresiones

Caso Daniel Alves: Es necesario debatir el machismo y la violencia contra la mujer en el fútbol y en la sociedad

febrero 13, 2023

El 20 de enero, el jugador de fútbol brasileño Daniel Alves fue detenido en el Estado español acusado de violación. Según los informes, el crimen tuvo lugar en una discoteca el 31 de diciembre, en Barcelona.

Por: Érika Andreassy, ​​de la Secretaría de la Mujer del PSTU Brasil

Aunque el jugador niega las acusaciones, las averiguaciones preliminares y los resultados de los exámenes médicos, que comprueban violencia, fueron suficientes para que la justicia aceptara la denuncia y decretara prisión preventiva. El caso aún sigue siendo investigado.

Violencia machista y cultura de violación en el fútbol

No se trata de un episodio aislado. Desde agresiones verbales hasta femicidios, los casos de violencia contra la mujer que involucran a futbolistas son recurrentes.

Baste recordar al arquero [portero] Bruno, a Cuca, Marcelinho Paraíba, Robinho, Neymar y otros tantos jugadores investigados o condenados por violencia contra mujeres para que podamos debatir y poner en evidencia el machismo y la cultura de la violación que predominan en el deporte que tantos de nosotros amamos.

Según un relevamiento realizado por el diario Folha de S. Paulo, en 2021, solo en el Estado de São Paulo cada cinco días una mujer denuncia a un jugador por violencia doméstica o sexual. Y esto considerando solo los casos que formalizaron expedientes en la comisaría.

Sabemos que el fútbol es un reflejo de la sociedad y, por lo tanto, en un país donde se registra una violación cada 10 minutos, no es de sorprender la cantidad de jugadores involucrados en denuncias de este tipo.

Pero no podemos banalizar ni naturalizar la violencia cometida por esas personalidades bajo el alegato de que son “productos” de una sociedad machista. ¡Al contrario! Basta pensar, por ejemplo, en la conmoción y el escándalo que se generaría si los futbolistas se involucraran en robos de automóviles en la misma proporción en que el crimen se registra en la sociedad de conjunto. Se consideraría un absurdo. Como es inaceptable que se utilice la misma “lógica” en relación con la violencia contra las mujeres.

¡No a la impunidad! ¡La violencia sexual es crimen!

Precisamente porque son figuras reconocidas y, en muchos casos, sirven como “ejemplos” para muchas personas, es necesario que las actitudes de los jugadores sean discutidas. Y que, cuando cometan crímenes (¡y nunca está de más recordar que la violencia sexual es un crimen!), sean investigados y sancionados con rigor.

El debate generado por casos como este debe ayudar no solo a que el fútbol y el ambiente deportivo en general se tornen más acogedores y menos opresivos para las mujeres, pero principalmente a que avance la lucha contra el machismo y contra la violencia a las mujeres.

Tanto para que los hombres, especialmente los trabajadores, tomen conciencia de que deben respetar a las mujeres, como para que las mujeres sepan que pueden y deben exigir respeto, independientemente del lugar donde estén.

Un ejemplo en la lucha contra el sexismo

La prisión de Daniel Alves ocurre tras un avance en la conciencia de la sociedad española, provocado por el gran levantamiento que se produjo en 2018, en respuesta al bárbaro caso de violación colectiva, en 2016, titulado “La Manada” (manada o bando, en referencia a la asquerosa forma en que los propio violadores se identificaron al registrar el crimen en videos).

La reacción política que siguió, combinada con la fuerza del movimiento de mujeres, que salió a la calle por miles y en todas las regiones del país exigiendo justicia, obligó al Estado español a rever su conducta frente a los casos de violencia sexual.

La descalificación de la víctima y de su palabra acostumbra ser uno de los recursos más utilizados por abusadores y agresores, al servicio de la impunidad y la perpetuación de la violencia. El embate entablado entre las mujeres en lucha y el sistema judicial en el caso “La Manada”, sin embargo, llevó a un cambio de paradigma en el enfrentamiento al machismo en dos puntos esenciales: la protección a la víctima y la agilidad institucional.

Un protocolo en defensa de las víctimas

El protocolo adoptado por el Ayuntamiento de Barcelona tras la rebelión contra “La Manada” hizo que la discoteca no dudase, llamando rápidamente a la policía, trasladando a la joven para realizarle todos los procedimientos médicos necesarios e iniciando la investigación que, además, apunta, por decir lo mínimo, en fortísimos indicios contra el jugador.

El desarrollo de este caso es el reconocimiento por parte de la justicia burguesa, obligada por la lucha en las calles, de la vulnerabilidad de la víctima y del contenido deshumano que representa este tipo de violencia contra las mujeres y otras identidades de género, víctimas del machismo o de la transfobia naturalizados.

Una victoria que debe servir de ejemplo para el movimiento de mujeres trabajadoras en el Brasil en el enfrentamiento de esta cultura machista, tan impregnada en la justicia y en la sociedad brasileñas, exigiendo un castigo ejemplar para todos los crímenes relacionados con la violencia de género. ¡Basta de machismo!

Artículo publicado en www.pstu.org.br, 2/2/2023.-

Traducción: Natalia Estrada.

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