Gran triunfo: fue derrotada la Ley pulpín
La victoria fue completa: 40 días de vida tuvo la Ley 30288 (también llamada “Ley pulpín”) que establecía un nuevo régimen laboral juvenil.
Un régimen especial de contratación para trabajadores y trabajadoras entre los 18 y 24 años, sin gratificaciones, Compensación por Tiempo de Servicio (CTS), seguro de vida, asignación familiar y con solo 15 días de vacaciones.
Cinco horas con 45 minutos demoró el debate en el Pleno del Congreso. 91 votos (de 130) por la derogatoria, 18 en contra y 5 abstenciones. ¡Ni la bancada oficialista, que consta de 34 miembros, votó en pleno por la continuidad de la norma! Así se selló la derrota del gobierno de Ollanta Humala ante la movilización juvenil y obrera.
Y lo más importante es eso: que la gran victoriosa es la movilización de importantes sectores de la juventud que arrastraron consigo a los primeros batallones de la clase obrera, que hoy se disponen a seguir peleando.
Cayó el régimen juvenil, pero el resto de los cinco paquetazos del gobierno y los empresarios sigue en pie. Particularmente uno: el DS 013 – 2014 – TR. Decreto que precisa las causales para realizar ceses colectivos (despidos masivos) en caso de que existan “problemas financieros” en las empresas.
Pero además se viene contrabandeando la idea de que al régimen juvenil hay que contraponerle la discusión de la Ley General del Trabajo (LGT). Norma que fue “consensuada” por las dirigencias de las Centrales sindicales –que en medio de la lucha contra la Ley 30288 demostraron que no representan a los sectores en lucha– y los gremios empresariales, quienes paralizaron su debate en el Congreso hace años ya, debido justamente a que pretendían –y pretenden– imponer recortes aún mayores a los que ya contenía la propuesta de LGT.
Propuesta que centralmente convertía en ley orgánica del Estado el conjunto de leyes del fujimorismo que hasta hoy pisotean o quitan derechos a los trabajadores.
La única salida que tenemos, tras esta victoria, es continuar luchando para echar abajo los paquetazos de Ollanta y la Confiep, y detrás de estos abrir el camino a dar muerte al plan económico neoliberal, responsable del saqueo de nuestros recursos y de la súper explotación de la clase obrera.
Pero luchando a una escala mayor. La dirigencia de la CGTP tiene la mayor de las responsabilidades por la demora en la caída de la Ley “Pulpín”, y ahora por la posibilidad de que se abra un reflujo en la movilización. Su responsabilidad, pues está en sus manos convocar ya a un Paro Nacional contra los paquetes del gobierno y así escalar en el enfrentamiento. No lo hizo hasta ahora, que estuvo planteado como necesidad urgente de la lucha; de no hacerlo ahora, se convertirá en una nueva gran traición.
Ahora hay que fortalecer la organización y la movilización. ¡Ahora hay que ir por más!
¡Viva la lucha unitaria de los trabajadores y jóvenes del país! ¡Abajo todos los paquetes de Ollanta y la CONFIEP! ¡CGTP debe convocar ya a al Paro Nacional! ¡No a una “nueva” Ley General del Trabajo dentro del plan neoliberal! ¡Trabajo y derechos para todos!
