Dos años después de que la marea verde inundara las calles de la Argentina, de nuevo los medios vuelven a hablar de aborto legal, seguro y gratuito, ya que el Gobierno se apuró a meter en el Congreso su Proyecto. La pelea se define en las calles y no en el Parlamento, aunque ya esté la media sanción, como siempre, y como debió ser en 2018. Sea como sea, el aborto debe ser legal esta vez.
Por Secretaría de Mujeres -PSTU (Argentina)
Varios proyectos, muchas trabas
El Proyecto de Despenalización y Legalización del Aborto de Alberto Fernández y su Ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, tiene limitaciones: objeción de conciencia y falta de presupuesto específico en salud y educación para el 2021. En salud para garantizar cumplimiento, en educación para poder aplicar y ampliar la Educación Sexual Integral (ESI), y así avanzar en la prevención de embarazos no deseados. Tampoco es despenalización total, ya que las mujeres que realicen un aborto luego de las 14 semanas y fuera de las causales que incluye el proyecto, serán judicializadas, así como también personal de salud que se involucre en este procedimiento.
Todos estos puntos serán trabas legales para que las mujeres y personas gestantes de los sectores populares accedan a un aborto en las condiciones necesarias para hacerlo. Ahí tenemos que poner la lupa, ya que todes sabemos que, teniendo dinero para acceder a un aborto, las cosas son mas fáciles. Difíciles se ponen para quienes no tienen ese dinero y ponen en riesgo su vida, exponiéndose a ir a la cárcel por ello. Y si a esto le sumamos la aprobación del Plan de los 1000 Días (un guiño total a las iglesias antiderechos, para convencer a las mujeres de parir en cualquier circunstancia)[1], tenemos más trabas que derribar para llegar al aborto legal para todes.
La falta de presupuesto para áreas claves como salud (encima en este contexto de pandemia mundial) y educación en 2021 es una espada en la cabeza de les trabajadores y del pueblo. El presupuesto total del año próximo está sujeto a seguir pagando la Deuda Externa y cumpliendo los compromisos de achique del “gasto” con el FMI. Mientras tanto, el proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal tampoco plantea de donde saldría el dinero para su aplicación.
Es necesario hacer hincapié en la cuestión porque como todes sabemos, sin plata que garantice la aplicación de cualquier ley, solo queda en letra muerta sobre un papel, veamos sino cuales son los resultados hasta ahora de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans, o el magro dinero con el que cuenta el Plan contra la Violencia de Género. Nada se ha modificado aun para quienes necesitamos respuestas a la brevedad.
Es urgente, basta de seguir esperando
Hoy tenemos un primer round ganado en la batalla por la legalización del aborto en la Argentina (otra vez). Igual que en 2018, copamos las calles de todo el país, a pesar de que no olvidamos que ese año el Parlamento nos dio la espalda al final, dejando en riesgo la vida de miles de trabajadoras y mujeres pobres. Por eso la movilización debe continuar: no le confiemos nada a esos legisladores que viven una vida de privilegios, tan alejada de la realidad de los barrios donde las mujeres se mueren por abortos ilegales, u obligadas a parir y criar hijos/as en la pobreza.
Todas las conducciones del movimiento de mujeres deben asumir de una vez por todas que no hay más tiempo. Es urgente y es necesario ir por todo. Si bien ahora están convocando a salir de nuevo, tanto la Campaña como Ni una Menos han sido demasiado pacientes, mientras las mujeres seguimos padeciendo las peores violencias de este sistema. En el caso de la Campaña, ni siquiera es consecuente con la defensa de su propio Proyecto de Ley, que aun sigue vigente en el Parlamento. Y esto es así porque nos llaman a confiar en que este Gobierno nos va a conceder nuestros derechos sin más. Pero ya tenemos experiencia: solo haciendo declaraciones combativas no alcanza. La legalización hay que conseguirla en las calles, siendo millones como en 2018, sin depositar ilusiones en la “buena voluntad” del Gobierno del Frente de Todos, que en su interior incluso tiene personajes nefastos antiderechos que van a seguir votando en contra, aún del Proyecto de su propio Gobierno.
Por otra parte, la CGT y las CTAs casi no se han involucrado, como si fuera un asunto solo de organizaciones de mujeres. En su interior, hay miles de mujeres trabajadoras organizadas en sus sindicatos. O las mismas mujeres de sus trabajadores, o sus hijas o familiares, que sufren las consecuencias de la ilegalidad. Tienen que tomar esta bandera en sus manos y movilizar en las jornadas donde se discuta en el Parlamento. Así se defienden los derechos de sus trabajadores, en concreto y poniendo toda la fuerza para lograrlo.
Solo la movilización es garantía
Nuestra pelea de años conquistó un primer triunfo que es la media sanción en Diputados. La experiencia ya nos enseñó que lograr la legalización no está garantizado. Además del obstáculo que significa el propio Senado, este recibirá las presiones de grupos conservadores y poderosos. Las Iglesias se oponen, los antiderechos también. ¡Y sectores del propio Gobierno lo hacen! Es por eso que esta vez necesitamos superar la movilización de 2018, y actuar firmes para lograr nuestro objetivo. No dejemos en manos del Parlamento ni un centímetro de nuestras vidas.
Por eso, y si es verdad que el Gobierno de Alberto Fernández tiene la voluntad política de legalizarlo, aun le queda hacerlo por decreto en caso de que otra vez el Parlamento decida ponerse en contra del pueblo trabajador, sus mujeres y personas gestantes.
De cualquier manera, pero ya mismo, necesitamos Educación Sexual para Decidir, Anticonceptivos para no tener que abortar, ¡y el Aborto Legal, Seguro y Gratuito para no morir!
Nota:
[1] https://www.pstu.com.ar/no-podemos-esperar-mas-legalizacion-por-decreto-ya/
