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Mitsubishi despide con la aprobación de Chávez

diciembre 21, 2009

Mitsubishi de Venezuela mantiene despidos de activistas y sindicalistas combativos con la aprobación del Ministerio del Trabajo de Chávez 

 

 

La empresa MMC (Mitsubishi Motors Corporation, filial venezolana de la automotriz japonesa Mitsubishi) presenta una vasta historia de incumplimiento de las convenciones colectivas, no hace inversiones para mejorar las condiciones laborales y de seguridad y procura imponer ritmos inhumanos de producción.

Como respuesta a estos ataques los trabajadores, organizados en el SINGETRAN, vienen heróicamente resistiendo desde principios de 2009.

A seguir presentamos un resumen de los últimos acontecimentos:

               El 22 de enero de 2009, después del despido de 125 trabajadores tercerizados, los obreros de MMC decidieron en una asamblea masiva, entrar en huelga y ocupar la empresa en solidaridad con los despedidos. Enseguida, el 29 de enero, la polícia intenta acabar con la ocupación, y en el enfrentamiento acaba asesinando a dos trabajadores. Después de más de dos meses de huelga se llega a un acuerdo, con la mediación del Ministerio del Trabajo, cuando la empresa se compromete a cumplir las principales reivindicaciones de los trabajadores.

               Sin embargo MMC nuevamente no cumple lo acordado, más y más trabajadores se enferman y el sindicato comienza un nuevo proceso de denuncias y movilizaciones. El 24 de agosto, aprovechando la caída de las ventas, fruto de la crisis económica, la empresa cierra la fábrica por "tiempo indefinido", alegando que al bajísimo rendimiento de sus operaciones se sumaba "el alto número de faltas de los trabajadores, la indisciplina, la agresividad y la anarquía que impera en un grupo de estos". Esta fue una tentativa absurda y vergonzosa de culpar a los trabajadores por la crisis, y más que eso, trata de poner a los trabajadores y a la opinión pública contra el sindicato, alegando que no negociaría más con el SINGETRAN. Además, la empresa entró con un pedido en el Ministerio del Trabajo para poder modificar (a su favor, obviamente) las condiciones vigentes en la actual convención colectiva de trabajo.

               A pesar de que la Inspectoría del Trabajo haya declarado ilegal la paralización patronal, la empresa mantuvo el lockout durante 28 días, y durante las negociaciones con el Ministerio del Trabajo para reanudar las actividades, MMC planteó como condición el despido de 156 trabajadores, entre delegados sindicales, miembros de la comisión de seguridad y salud, trabajadores con enfermedades ocupacionales, además de 11 directores del Sindicato.

En una actitud insólita el Ministerio do Trabajo del gobierno Chávez acató las condiciones de la empresa y los 156 despidos se concretaron. Estamos ante un hecho gravísimo que trasciende los límites de la automotriz japonesa. Además de los graves perjuicios y transtornos a estos 156 luchadores y sus familias, la empresa también procura destruir uno de los sindicatos más combativos de Venezuela e imponer un clima de terror  a los trabajadores que siguen en la fábrica, tratando de intimidarlos para poder elevar los niveles de explotación; y así que los trabajadores paguen los posibles perjuicios consecuencia de la crisis económica mundial.

Es inadmisible que MMC continúe pasando por encima de las leyes y las convenciones colectivas. Hay que parar esta situación. Los trabajadores no pueden ser expuestos a condiciones inseguras e insalubres. La salida para MMC, bajo la óptica de los trabajadores es su inmediata expropiación y estatización, bajo control de los trabajadores, y que las instalaciones sean adaptadas a la fabricación de automóviles que interesen al pueblo trabajador venezuelano.

Es necesario construir una amplia campaña internacional de solidariedad con los trabajadores de MMC, con la clara exigencia de que los despidos sean inmediatamente revertidos.

Esta campaña debe exigirle al gobierrno Chávez, que se dice socialista y antiimperialista, que deje de apoyar la persecución a los activistas y de respaldar a la transnacional japonesa, y se posicione claramente en defensa de estos trabajadores. En este sentido hay un hecho gravísimo: a principios de diciembre, cerca de 500 trabajadores de MMC se dirigieron al plenario del Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con videos y panfletos para denunciar los manejos de MMC, y se les negó dirigir la palabra al plenario, tras la intervención de la propia Ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, quien afirmó que el despido de los trabajadores de la Mitsubishi era una decisión de la Dirección Política Nacional del PSUV[1]. O sea, el partido que se dice socialista decide, en su dirección despedir a los trabajadores que están en lucha contra una transnacional imperialista! Es necesario, por lo tanto, exigirle también a la dirección del PSUV, que revierta públicamente esa posición.

Hasta ahora, a pesar de los innumerables apelos realizados a Chávez y a su Ministerio, de las innumerables declaraciones de dirigentes sindicales y políticos en apoyo a los trabajadores despedidos, la situación continúa como está, con la multinacional japonesa haciendo lo que quiere, despreciando el cumplimiento de ley, y los trabajadores siguen despedidos.

Llamamos a todas las entidades sindicales y políticas a manifestarse exigiendo el inmediato retorno de los despedidos. MMC no puede atacar impunemente a los trabajadores y sus organizaciones.

TODO EL APOYO A LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES VENEZOLANOS!

QUE EL GOBIERNO CHÁVEZ y SU MINISTRA DEL TRABAJO DEJE DE DAR RESPALDO A LA PATRONAL DE LA MITSUBISHI E  IMPONGA LA INMEDIATA REINCORPORACIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL SINDICATO, DELEGADOS DE PREVENCIÓN Y TRABAJADORES.

¡INMEDIATA ESTATIZACIÓN DE LA AUTOMOTRIZ BAJO EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES!



[1]               Según Félix Martínez, secretario general del Singetram, http://www.aporrea.org/actualidad/n146623.html

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