Ricos más ricos: ¿dónde está el dinero?

“El Brasil está quebrado, no consigo hacer nada”, lloriqueó Bolsonaro en el inicio del año al intentar justificar el descalabro de su gobierno frente a la mayor crisis económica, social y sanitaria del país. Recientemente, echó mano de otra narrativa. Postó en las redes sociales valores que habría repasado a los Estados, dando la idea de que había dado miles de millones a los gobernadores para el combate a la pandemia.
Por: Redacción Opinião Socialista – PSTU Brasil, 10/3/2021.-
De todo eso, ¿qué es verdad? ¿El país está de verdad quebrado? ¿Bolsonaro repasó miles de millones que fueron desviados por los gobernadores?
La realidad es que si el país está quebrado es porque Bolsonaro hunde al Brasil en una crisis sin precedentes al negar la vacuna y privilegiar a los multimillonarios, las grandes empresas y los banqueros, mientras ataca a los trabajadores y el pequeño negocio, y entrega el país.
Multimillonarios, banqueros y grandes empresarios ríen de todo
Quien está quebrado es el trabajador, la población pobre y los que viven del pequeño negocio. La pandemia hizo disparar la desigualdad social. La pesquisa Pnad-IBGE muestra que el 10% más rico vio su renta disminuir solo 3% durante la pandemia. Por su parte, los 40% más pobres perdieron 30%.
La pesquisa, sin embargo, no consigue saber las ganancias de quienes están realmente en la cima de la pirámide. Esa gente no perdió ni ese 3%. Por el contrario, los muy ricos están más ricos aún. Solo en 2020, el Brasil ganó 33 nuevos multimillonarios, grandes empresarios del ramo minorista, industrial y financiero.
El Brasil tiene hoy 238 multimillonarios cuyas fortunas suman impresionantes R$ 1,6 billones [288.000 millones de dólares].
Mientras el desempleo explota, las grandes empresas y los bancos mantienen o aumentan sus ganancias. Una muestra de esa desigualdad perversa es el calentamiento del mercado inmobiliario de lujo, que aumenta en la misma proporción que las filas de desempleados para recibir comida.
El accionista de Via Varejo, Michael Klein, dijo en entrevista al Estadão el 9 de marzo que “el presidente está haciendo un buen trabajo, está siendo bien autoritario, bien decisivo”. Para el barón, él no solo mantendría el mandato de Bolsonaro como lo “renovaría por cuatro años más”.
El Brasil de Klein no está quebrado; está muy bien, gracias. La cuestión es que Bolsonaro actúa justamente para que los muy ricos sean más ricos todavía, a costa del aumento de la explotación, de la pobreza y de la miseria. Es por eso que, en plena pandemia, la prioridad es proteger las ganancias de los grandes bancos y empresas, atacando los servicios públicos, quitando derechos, suspendiendo contratos de trabajo, entregando el país, y saboteando cualquier medida de distanciamiento social.
Grandes empresas ganan con la pandemia
Vale – R4 24,9 mil millones [4.480 millones de dólares]
Gerdau – R$ 2,6 mil millones [468 millones de dólares]
Usiminas – R$ 1,29 mil millones [232 millones de dólares]
Ambev – R$ 11,7 mil millones [2.106 millones de dólares]
Bancos
Itaú – R$ 18,5 mil millones [3.300 millones de dólares]
Bradesco – R$ 16,5 mil millones [2.970 millones de dólares]
Santander – R$ 13,4 mil millones [2.412 millones de dólares]
Banco do Brasil – R$ 12,6 mil millones [2.268 millones de dólares]
El Brasil que no quiebra
- 33 nuevos multimillonarios
- 238 multimillonarios en total
- R$ 1,6 billones de fortuna acumulada [288.000 millones]
Que los ricos paguen por la crisis. Sacar dinero de donde hay para combatir la pandemia
Lo que Bolsonaro no dice es que el gobierno tiene sí instrumentos para sacar el dinero de donde está: en los bolsillos de los súper ricos y en los cofres de las grandes empresas y los bancos. Así, será posible financiar un auxilio de emergencia de verdad; mantener los pequeños negocios; invertir en salud con la construcción de nuevos lugares de terapia intensiva y, principalmente, invertir en la vacunación de la población.
- Impuesto de emergencia de 30% sobre los multimillonarios garantizaría R$ 480.000 millones [86.400 millones de dólares], más de diez veces lo que se pretende gastar con el actual simulacro de auxilio.
- Fin de las exenciones a las grandes empresas garantizaría más de R$ 300.000 millones [54 millones de dólares].
- Prohibición de los despidos, con la estatización de las grandes empresas y de los bancos que insistan en despedir.
- Impuesto fuertemente progresivo. Estudio reciente de la Universidad de San Pablo (USP) muestra que aumentando en solo 1% la tributación de los más ricos daría para transferir R$ 125 [22,5 dólares] a los 30% más pobres.
- Reestatización de las empresas privatizadas, bajo control de los trabajadores, poniéndolas al servicio de los trabajadores y del pueblo pobre.
- Prohibición de las remesas de lucro y estatización del sistema financiero bajo control de los trabajadores.
No caiga en fake news. En la pelea entre Bolsonaro y gobernadores, quien se da mal es usted
Bolsonaro divulgó la lista de lo que repasa a los Estados. Además de mezclar gatos con liebres –repase obligatorio con auxilio de emergencia– los números de Bolsonaro no muestran que es la Unión la que mantiene a los Estados, sino lo contrario.
- Repase de los Estados en impuestos: R$ 1,479 billones [266.200 millones de dólares].
- Repase de la Unión a Estados y municipios: R$ 837.000 millones [151 millones de dólares].
Esos impuestos vienen de la clase trabajadora y del pueblo pobre, que arcan con el alza y la injusta carga tributaria del país.
Incluso así, los gobernadores no tienen nada de santos. En general, siguen la política de ajuste de Paulo Guedes, sin hablar de los esquemas de corrupción que existen en todas las esferas de gobierno. Doria en San Pablo, por ejemplo, en plena pandemia, cortó R$ 80 millones [14.4 millones de dólares] de la Santa Casa, en enero.
Artículo publicado en www.pstu.org.br
Traducción: Natalia Estrada.