¡Repudio a la declaración de Paulo Guedes! Brasil no puede oprimir a Paraguay
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El ministro de Economía, Paulo Guedes, hizo una declaración el pasado viernes 18, en la que expresa cómo la burguesía brasileña ve al Paraguay como una especie de patio trasero de los grandes agroproductores y, más que eso, cómo ve al país vecino como subordinado. “Paraguay prácticamente se ha convertido en un Estado brasileño más rico ”, dijo a los periodistas.
El discurso de Guedes refleja una visión sobre el Paraguay que se remonta a una historia de exterminio, explotación y opresión. Una historia cuyo capítulo más dramático fue la mal llamada Guerra del Paraguay , en realidad una guerra de exterminio que se cobró la vida de entre 60% y 69% de la población paraguaya. Un verdadero genocidio muchas veces negado o suavizado por la historiografía nacional.
Desde entonces, Brasil ha establecido una relación de explotación y opresión contra el Paraguay. Los grandes ganaderos e industriales dominan nada menos que 20% del territorio del país. La soberanía energética del Paraguay también se ve socavada por el tratado desigual establecido en 1973 por dos dictaduras, que impone condiciones injustas al pueblo paraguayo.
En la configuración actual de la división de los Estados, Brasil es una plataforma de las multinacionales para explotar a otros países. En esto, mientras Brasil está totalmente sometido al imperialismo, con el gobierno de Bolsonaro profundizando un proceso de recolonización del país y que es gran parte de la crisis que atravesamos, mantiene una relación de dominación sobre el Paraguay. Esta relación, a fin de cuentas, sirve al propio imperialismo.
Verdugos del Paraguay, felpudos del imperialismo
El repugnante discurso de Guedes se produjo cuando el ministro reclamaba de los supuestos “impuestos altos” que gravan el agronegocio y la industria. “Si tuviéramos impuestos bajos, los brasileños no irían al Paraguay a hacer soja, látigo eléctrico ”, dijo. Primero, es mentira que el agronegocio paga mucho impuesto. En 2019, por ejemplo, el agro pagó solo R$ 16.300 en impuestos a la exportación, lo que representa 0,000003% de lo que ganó, o 1 centavo por cada R$ 323.000 (datos del libro Derechos Humanos en el Brasil, en 2020).
A modo de comparación, los productos de la canasta básica están gravados aquí en 23%, mucho más que el 7% de la media internacional. Lo cierto es que, en el Brasil, el agronegocio paga poco impuesto, se beneficia de miles de millones en subsidios y exenciones, lo que impulsará las ganancias de los grandes productores y multinacionales que controlan la producción y exportación de carne, soja y otros commodities. Mientras el agro, los multimillonarios y los súper ricos se acogen a exenciones, los pobres en el Brasil pagan mucho impuesto al consumo, en una situación en la que la mitad de la población padece algún tipo de restricción alimentaria.
En suma, Bolsonaro y Guedes conducen el proyecto imperialista de recolonización del país, del cual el gobierno y la burguesía son socios menores, haciendo que el Brasil retroceda a la mera condición de productor y exportador de productos primarios. Y es en esa condición de submetrópoli, pero de completa sumisión, que el gobierno de Bolsonaro y la débil burguesía brasileña atacan y oprimen al Paraguay.
Rechazamos la declaración de Paulo Guedes, Paraguay no puede ser oprimido por el Brasil. Toda la solidaridad con los trabajadores paraguayos explotados por los grandes empresarios brasileños, por las multinacionales allí instaladas, y víctimas de la opresión del Estado brasileño.
Exigimos la revisión del tratado de Itaipú a favor del pueblo y de los trabajadores paraguayos, la devolución de las tierras al Paraguay, bajo el control de los trabajadores, y una política de reparación histórica por la mayor matanza practicada en América. Ningún pueblo que oprime a otros pueblos será libre.
Lea también el libro La guerra contra la Triple Alianza en debate, de Ronald León Núñez.
Artículo publicado en www.pstu.org.br, 20/3/2022.-
Traducción: Natalia Estrada.