search
Brasil

Brasil | ¿Qué hará la izquierda del PSOL?

Encuentro con Lula de parlamentarios del PSOL. 5/10/2021.-
noviembre 3, 2021

El congreso del PSOL, realizado este año en forma “híbrida”, arrojó luz sobre importantes cambios que vive este partido.

Por: Cyro Garcia

Uno de ellos, organizativo y que viene desde hace algún tiempo, es la confirmación de que el partido es cada vez más una organización de afiliados y menos activistas y militantes comprometidos. Con 220.000 afiliados aptos para participar de las discusiones, solamente cinco mil estuvieron presentes en los múltiples debates virtuales entre las diversas corrientes y bloques que se formaron en el período congresual. O sea, poco más de 2%. No obstante, en la votación presencial, y en urna, aparecieron 50.0000 personas para votar.

La mayoría de la dirección del PSOL actuó de forma nítida para separar el momento de la discusión y el de la votación, concediendo a todo aquel que tiene su carnet del PSOL el derecho de ir a votar, independientemente de si hubo participado activamente del congreso, de si oyó los múltiples argumentos existentes. O sea, tiene derecho de decidir sobre el partido ya no los militantes activos del día a día sino la masa de afiliados con poca o ninguna obligación o compromiso con él.

Este cambio, o mejor, esta consolidación del cambio, dice mucho sobre el futuro del PSOL. Al dejar de tomar decisiones en reuniones y asambleas y pasar a tomarlas en plebiscitos, lo que ocurrirá, también, será la consolidación de los grupos que tienen más condiciones para “mover” a los electores hasta las urnas. Quien tiene más automóviles, más gente, en fin, más recursos, inevitablemente tendrá mejores condiciones para competir por la dirección y los rumbos del partido.

Esos recursos estarán en manos de aquellos que tienen más mandatos y, también, de los que dominan el aparato interno del partido.

El Congreso avanza en dirección al Frente Amplio con el PT

Junto con la consolidación de ese cambio, el congreso también tomó una decisión política muy importante. La de que no existe, hasta el momento, cualquier precandidatura a presidente de la República por el partido, desautorizando la propuesta del lanzamiento de Glauber Braga hecha por la izquierda del PSOL. Hay claros indicios de que no habrá candidato a la presidencia de la República el próximo año. Incluso, la candidatura de Boulos al gobierno del Estado de San Pablo no quedó definida como algo irrevocable.

Toda la política votada en el congreso indica que el PSOL busca construir un “frente amplio” con el PT, independientemente de las fuerzas que ese partido junte a su alrededor para ganar las elecciones de 2022.

Esa decisión es trascendental para este partido, que surgió a partir de la conclusión de que el PT estaba muerto para las transformaciones sociales, en las palabras de nadie menos que Juliano Medeiros, y que era necesario construir otro partido.

Esta conclusión vino de la decisión del gobierno Lula de llevar adelante la primera reforma de la Previsión que afectó, en 2003, a los empleados públicos federales. Desde entonces, los ataques del PT a los trabajadores, en varias instancias, solo aumentó, así como su “abertura” a las fuerzas conservadoras, como obispos evangélicos del perfil de Marcos Feliciano o Malafaia.

¿En Rio de Janeiro, con Freixo?

Esta política de frente amplio en Rio de Janeiro la expresa desde hace mucho Freixo. El diputado estadual, y una de las más importantes figuras públicas del partido, no solo viene defendiendo una proximidad con el PT sino, desde por lo menos el inicio de la pandemia en 2020, ha demostrado una voluntad de construir un frente con todos los que están contra Bolsonaro. No por casualidad, una de sus frases de efecto predilecta es que “la disputa en Rio no es entre derecha e izquierda, es entre crimen y democracia”.

Freixo salió del PSOL a inicios de este año y fue para el PSB y, desde entonces, viene ejerciendo una campaña política frenética para conseguir aliados por todos lados. Nadie queda afuera, desde la familia Garotinho en adelante, todos son interlocutores de este candidatísimo, que ya hizo referencia también a Maia y a Paes, en busca de alianzas.

La verdadera duda sobre Freixo recae en el hecho de que el PT es capaz de todo, como han demostrado las declaraciones de los petistas André Ceciliano y Washington Quaquá, que desfachatadamente hacen señas para el actual gobernador del Estado, Claudio Castro, un bolsonarista asumido.

¿Qué hará la izquierda del PSOL?

Mientras tanto, en el PSOL, incluso su ala izquierda guarda un ensordecedor silencio sobre qué hará el partido en las próximas elecciones. Freixo es, sin duda, la materialización más genuina de la política de frente amplio en Rio de Janeiro. El agua corre para ese molino.

En ese contexto, la izquierda del PSOL ha readecuado su discurso. En primer lugar, partiendo de un dato real, de que tuvieron alrededor de 44% de los delegados al congreso nacional de ese partido, ese sector ha minimizado la derrota que sufrió la política de candidatura propia desde ya. En verdad, algunos incluso ensayaron anunciar que fue una victoria, ya que no se votó frente con Lula en el primer turno, por parte del ala mayoritaria.

Aquí vale un paréntesis: todos saben por qué el ala mayoritaria no votó frente ya con Lula. El motivo fue tener tiempo para negociar mejor esas adhesión al petismo.

El segundo movimiento que la izquierda [del PSOL] hace es el de decir que la verdadera batalla se entablará en la conferencia nacional de este partido, donde, ahí sí, podrá salir victoriosa la política de una candidatura propia del PSOL para disputar el primer turno de las elecciones de 2022 y, de esa manera, buscar mantener viva la campaña de Glauber Braga a la presidencia.

En general, las corrientes organizadas en la izquierda del PSOL presentan la propuesta de que, en el primer turno, ese partido se lance a construir un frente de izquierda con el PSTU, el PCB y la UP.

Un sector de la izquierda del partido, el MES, ya ensaya una nueva retirada al decir que la batalla decisiva será la de que el PSOL no puede entrar en un futuro gobierno Lula, y que eso sería una ruptura con el proyecto de partido y no un apoyo a Lula en el primer turno, escenario cada vez más probable.

Otros sectores optan por una táctica más cuidadosa, de no decir qué hacer en caso de que se concrete lo que ya está anunciado.

¿Qué harán esas corrientes si el PSOL resuelve apoyar la candidatura de Lula en el primer turno? El silencio de esas corrientes sobre esto, como si tal hipótesis no existiese, y no fuese la más probable en los próximos meses, es la demostración más importante de las contradicciones en que ellas se debaten.

La misma pregunta puede o debe ser hecha en nivel estadual: ¿cuál será la política de la izquierda del PSOL si, al final, la candidatura de Freixo se impone en el Estado de Rio de Janeiro?

Con la palabra, la izquierda del PSOL.

Artículo publicado en www.pstu.org.br, 24/10/2021.-
Traducción: Natalia Estrada.

Lea también