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Brasil

Prisión para todos los golpistas y sus financistas

febrero 22, 2025

Por Redacción Opinião Socialista, Brasil

En vísperas del cierre de esta edición, el Procurador General de la República (PGR), Paulo Gonet, presentó finalmente su denuncia contra Bolsonaro. Se trata de un informe, basado en la investigación de la Policía Federal, con 276 páginas, que narra el intento de golpe de Estado encabezado por Bolsonaro y la cúpula de las Fuerzas Armadas. Entre los delitos enumerados figuran intento de golpe de Estado y participación en organización criminal. 

La denuncia se basa no sólo en un acuerdo de delación premiada, sino en un sólido conjunto de pruebas, como documentos, planillas, audios interceptados o recuperados, así como testimonios. Hay incluso un discurso listo para ser pronunciado por Bolsonaro justo después de su soñado golpe. También muestra la relación entre el ataque a las máquinas de votación electrónica, los bloqueos de carreteras (financiados por políticos de la extrema derecha y empresarios), los campamentos en los cuarteles y el fatídico 8 de enero, en el contexto del intento de tomar el poder y, en la práctica, instaurar una dictadura en el país.

Revés para el bolsonarismo

Si la denuncia en sí misma no aporta elementos cualitativamente nuevos, pues hoy se sabe que hasta incluso los asesinatos de Lula, Alckmin y el ministro Alexandre de Moraes fue planeado, por otro lado, representa un revés más para el bolsonarismo. Esto se debió a que se estaba gestando una nueva tentativa para encaminar un proyecto de amnistía para los golpistas. Con la denuncia, que seguramente será aceptada por el Supremo Tribunal Federal (STF), esa perspectiva se vuelve más distante, aunque no esté descartada.

La denuncia debilita, por ahora, al bolsonarismo, pero no está garantizado el castigo a los golpistas. Todo lo contrario, el recién elegido presidente de la Cámara, Hugo Motta, apoyado por Lula, restó importancia al intento de golpe y hasta defendió la amnistía para los golpistas. Otra demostración más de que no se debe confiar en las instituciones de esta democracia de los ricos, ni siquiera para castigar a quienes intentaron suplantarla. La clase trabajadora no puede tener ninguna confianza en el gobierno Lula ni en el Congreso Nacional ni en la propia Justicia para garantizar ninguna amnistía a golpistas. El propio informe de Gonet, por ejemplo, omitió de la denuncia a los peces gordos de las Fuerzas Armadas. 

Es necesario reforzar la exigencia de que no haya amnistía para golpistas, que se investigue y se detenga a todos los golpistas, y que no haya confianza en que las instituciones de este régimen de los ricos para que hagan eso.

Peligro a la vuelta de la esquina: La extrema derecha sigue viva, surfeando la crisis y el desgaste del gobierno Lula

La denuncia contra Bolsonaro fue recibida con entusiasmo por amplios sectores del activismo y de la población. Es un sentimiento más que justificado, pues estamos hablando de un genocida perverso que puso al país el borde de una dictadura, y que ya debería estar tras las rejas. Pero hay que decir la verdad: si el bolsonarismo sufrió un revés, la extrema derecha sigue muy bien, gracias, surfeando sobre la baja popularidad del gobierno Lula, provocada por una política económica que coloca los efectos de la crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora.

Veamos, el gobierno Lula, hasta ahora, para sorpresa incluso de aquellos que ya no se hacen ilusiones sobre su gobierno, ha mantenido a José Múcio al frente de Defensa. Un nombre vinculado al bolsonarismo y que defiende abiertamente la amnistía para los golpistas. No se enfrenta a la cúpula militar que intentó destituirlo y, más aún, apuesta al acercamiento con la derecha, y sectores de la ultraderecha, para salir de la crisis actual que enfrenta.

La política económica del gobierno de Lula, a su vez, arroja cada vez más a los sectores más pobres de la clase trabajadora al regazo de la extrema derecha. Veamos, mientras la popularidad de Lula cae al nivel más bajo de su carrera como presidente, el gobernador ultraderechista Tarcísio de Freitas, un criminal que no piensa en otra cosa que matar el mayor número de pobres y negros y en privatizar todo, es aprobado por 61% de la población de São Paulo.

En este contexto, sectores de la izquierda repiten que “Lula es el único que puede salvarnos de la ultraderecha”. Un argumento que no tiene absolutamente ningún sentido, ya que es el propio gobierno Lula el que, desmoralizándose cada vez más con medidas que atacan a los más pobres, echa leña al fuego de esta chusma y pavimenta el camino para el regreso de la ultraderecha.

La lucha consecuente y hasta el final contra la extrema derecha pasa necesariamente por la derrota del programa neoliberal del gobierno Lula y por el combate al capitalismo, que en su crisis profundiza la barbarie y las condiciones socioeconómicas que le permiten crecer y prosperar como hongos en el estiércol.

Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 20/2/2025.-

Traducción: Natalia Estrada.

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