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Perú

Obrero de Celima: con todo en la lucha contra los despidos masivos

febrero 16, 2025

Por Partido Socialista de los Trabajadores – Perú

Del 17 al 19 de febrero se llevarán a cabo las reuniones oficiales para discutir el cese colectivo planteado por la empresa Celima contra 116 trabajadores, la mayoría de ellos sindicalizados. Posteriormente, entre el 20 y el 26 de febrero, el Ministerio de Trabajo deberá resolver el caso, ya sea pronunciándose a favor de la empresa, en contra, o aplicando el silencio administrativo (lo que implicaría la aprobación tácita de la solicitud de la empresa). 

Esta será la primera de una serie de tres resoluciones. Sin embargo, para los trabajadores, obtener un fallo favorable es crucial, ya que representaría un punto de apoyo fundamental para continuar su lucha hasta lograr la reincorporación de todos los afectados. 

Han transcurrido 190 días desde que comenzó este conflicto. 190 días sin salarios para los despedidos, quienes han resistido junto a sus familias, luchando casi a diario. A pesar de las dificultades, los trabajadores están dispuestos a redoblar esfuerzos en esta fase decisiva, pues una victoria aquí marcaría el inicio del fin de esta dura batalla contra un abuso patronal sin precedentes. 

El Nuevo Plan de Lucha 

El sindicato ha decidido movilizarse frente al Ministerio de Trabajo los días 17, 19, 24, 25 y 26 de febrero. Además, a partir del 25, planean instalar un campamento con una olla común frente al ministerio, buscando presionar para obtener una resolución favorable a sus demandas. 

Este esfuerzo representa un sacrificio inmenso por parte de los trabajadores de Celima y sus familias, quienes deben seguir encontrando recursos y energías donde parece que ya no los hay. Lo hacen por la convicción de que su lucha es justa y por defender un derecho tan básico como es el derecho al trabajo. Su ejemplo es un referente para la clase obrera sobre cómo enfrentar los ataques patronales, especialmente en tiempos tan difíciles como los que vive el Perú. 

Sindicato Celima: Una organización de vanguardia 

Este llamado no solo es por justicia, sino también por solidaridad. Los trabajadores de Celima son nuestros hermanos de clase. Todos los obreros, en mayor o menor medida, sufrimos los mismos abusos por parte de los patrones y del gobierno de Boluarte, junto a su Congreso corrupto. Se trata de defender el trabajo, que es la fuente de sustento de las familias obreras. 

La patronal busca la derrota del sindicato Celima para castigar la lucha, que es equivalente a cuando otros patrones que no quieren atender los pliegos de reclamos, dicen “con huelga no negocio”. Su objetivo es allanar el camino para más ataques que incrementen la explotación de la clase obrera, especialmente en momentos en que ven encogerse sus ganancias. 

Por el contrario, una victoria del sindicato Celima sería un impulso para la confianza de la clase obrera en sus propias fuerzas y organizaciones. Demostraría que, con decisión y unidad, es posible ganar. 

El sindicato Celima no solo necesita solidaridad, sino que se la merece. Es una organización de esencia solidaria, de clase e internacionalista. En sus 20 años de existencia, bajo una dirigencia clasista, ha extendido su apoyo a diversas luchas: desde los mineros de Shougang y Casapalca (cuyos dirigentes fueron encarcelados (2005 y 2008) hasta los textiles y otras huelgas de base. Además, han recolectado recursos para ayudar a damnificados del terremoto de Pisco (2007), las inundaciones del Niño Costero (2017) e incluso el terremoto de Haití (2010), sumándose a campañas internacionales de ayuda. 

En 2015, el sindicato lideró la lucha contra la Ley Pulpín, que buscaba precarizar aún más el empleo, y luego contra las “reformas laborales” impulsadas por los gobiernos de PPK y Vizcarra. En 2018, apoyó las luchas contra los ceses colectivos en Cogorno y BSH, promoviendo una campaña para evitar que esta medida se extendiera a otras empresas.

Por esta trayectoria, mientras ganaba el cariño y reconocimiento de las bases, la cúpula de la CGTP lo tachó de “divisionista”, viendo en sus iniciativas un desafío a su control burocrático. 

Una coyuntura reaccionaria 

El Perú vive un momento difícil, marcado por una reacción burguesa que, tras desalojar a Pedro Castillo del gobierno en 2022, ha intensificado sus ataques contra todos los sectores sociales. Su objetivo es imponer la agenda de la patronal, las multinacionales y las organizaciones corruptas. Uno de sus principales puntos es derrotar a las organizaciones obreras combativas que resisten el desmantelamiento de los derechos laborales, buscando incrementar la explotación. 

Frente a este embate, ha habido una feroz resistencia, como el levantamiento del sur (2022-2023), reprimido brutalmente con un saldo de 50 muertos y cientos de heridos. Sin embargo, esta resistencia persiste hasta hoy, en el sur y en otros sectores, sumando nuevos actores como los pequeños transportistas y las poblaciones pobres afectadas por el aumento de la criminalidad, favorecida por la ineptitud del gobierno y sus políticas. 

En este contexto, la lucha del sindicato Celima destaca como un ejemplo de resistencia. Por eso, el resultado de su batalla será un punto de inflexión, ya sea a favor o en contra de los trabajadores. 

Llamado a afirmar y extender la solidaridad 

Jack Reyes, presidente del comité de lucha, expresó: “El sindicato agradece las muestras de solidaridad que nos llegan de bases sindicales, e incluso de organizaciones de diversos países, hasta Europa”

Hace un llamado ferviente a intensificar la solidaridad en estos días decisivos: “A los sindicatos y organizaciones del país, los convocamos a sumar sus banderas y su gente a las movilizaciones del 17, 19, 24, 25 y 26 de febrero frente al Ministerio de Trabajo”

Asimismo, exige a las centrales CGTP y FETRIMAP que movilicen a sus bases para acompañar estas acciones. Plantea la necesidad de un Plan de Lucha y un Paro Nacional que unifique la respuesta de la clase obrera frente a los ataques patronales y por sus demandas más urgentes: la derogación de la ley de ceses colectivos y de suspensión perfecta, la reposición de todos los despedidos; el respeto a las normas de negociación colectiva, el derecho a la huelga y a las libertades sindicales, imponiendo sanciones severas a las empresas que incumplan con ellas. 

Finalmente, llama a unir las luchas obreras y populares para derrotar al gobierno proempresarial, criminal y corrupto de Boluarte y su Congreso. 

¡Viva la lucha del combativo sindicato Celima! 

¡Vivan las luchas populares contra el gobierno criminal y corrupto de Boluarte y su Congreso! 

¡FETRIMAP-CGTP: Plan de Lucha y Paro Nacional, ya! 

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