Vie Abr 19, 2024
19 abril, 2024

“Lo que no se hizo en los últimos cincuenta años” – Y cómo empezar a cambiar

Ante el nuevo desastre ferroviario en el Sarmiento, el ministro Randazzo trató de justificar lo que viene haciendo el ministerio del Interior y Transporte a su cargo, diciendo: “No pueden pedirnos que hagamos en un año lo que no se hizo en los últimos cincuenta años”.

Esta frase llama la atención por varias razones. Primero porque la jefa de Randazzo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, está enteramente dedicada a demostrar que todo lo que hizo y hace el gobierno en los últimos diez años es maravilloso y define lo que ella llama una “Década Ganada”. Es decir que el ministro Randazzo la contradice directamente. Para él, salvo en el último año que se dedicó a arreglar el transporte, en los nueve años anteriores lo que importa es lo que no se hizo.

Y en esto tenemos que coincidir, al menos parcialmente, con Randazzo. Porque el desastre de Castelar, igual que el de Once de quince meses atrás o las muertes en las inundaciones de Capital y La Plata, son directamente resultado de las obras de mantenimiento y de las nuevas obras que los gobiernos de Cristina –y Scioli y Macri- no hicieron.

¿Y qué fue lo que sí se hizo? La política del gobierno kirchnerista garantizó que los fondos para esos trabajos fueran a pagar la fraudulenta deuda externa o a comprar el petróleo y gas que hubo que importar por la crisis energética o, simplemente, en la forma de subsidios a los bolsillos de los empresarios buitres a cargo de las concesiones de los servicios públicos o de los funcionarios corruptos –como De Vido y Randazzo- que los sostuvieron o de dirigentes sindicales traidores, ladrones y asesinos como Pedraza y compañía.

Y si, siguiendo la orientación de Randazzo, vamos más atrás, nos vamos a encontrar con los gobiernos de Duhalde, De la Rúa, Ménem o Raúl Alfonsín, acompañados por muchos de los actuales dirigentes kirchneristas – incluso Néstor y Cristina- y también por los que hoy se ubican en la oposición al gobierno. Los radicales, junto con todos los que ahora se dicen de centro-izquierda como Carrió, Pino Solanas o los socialistas de Binner estuvieron en la Alianza con la que De la Rúa llegó al poder; mientras que Moyano, De la Sota, Lavagna y compañía estuvieron junto a Duhalde. Tampoco entonces se hicieron las obras necesarias para evitar que se siga derrumbando el ferrocarril y toda la infraestructura del país. Simplemente se dedicaron a, si ya lo sabemos, a pagar la deuda externa y sostener a banqueros y empresarios saqueadores y funcionarios corruptos y sindicalistas vendidos. Y reprimir con la policía y las fuerzas armadas a quienes se atrevieron a protestar, igual que ahora lo hacen los Kirchner y Macri y compañía contra los petroleros de Santa Cruz y los trabajadores del Borda.

Y ni hablar de los treinta mil desaparecidos y de cómo hundieron el país los militares genocidas.

¿Y el último año?
 
Los recientes muertos y heridos del Sarmiento demuestran que Randazzo y Cristina no hicieron algo mejor, ni siquiera en el último año.

De modo que podemos decir que tanto el kirchnerismo como la oposición de derecha y la de centro-izquierda en pleno, son responsables de todas las obras que no se hicieron para favorecer a banqueros, multinacionales y demás ladrones, lo que llevó a todos los desastres que los trabajadores y el pueblo hemos pagado con vidas, con heridos, con nuestras casas y con condiciones de vida y de trabajo cada vez peores.

Y todos esos políticos también son responsables de que no haya ningún castigo a los empresarios como Cirigliano, culpable de los cincuenta y un muertos del choque criminal de febrero del 2012. Es más, el gobierno obligado a quitarle la concesión del Sarmiento, ha mantenido en manos del propio Cirigliano la reparación de máquinas y vagones. Ahora mientras Randazzo daba entrevistas exhibiendo como “prueba” a su favor una factura de reparación de frenos del chapa 1, el conductor del tren fue preso e incomunicado durante varios días y es el único imputado en la causa, acusado de estrago doloso seguido de muerte. Empresarios y gobierno se lavan las manos culpando a los trabajadores: las víctimas de sus negociados y su desidia pagamos los platos rotos.

La pregunta clave: ¿cómo empezar a cambiar esta historia?

La realidad muestra que dándole el voto al kirchnerismo va a continuar la historia de los últimos cincuenta años. Lo mismo que dándole el voto a la derecha o a la centro-izquierda.

Lo que necesitamos los trabajadores y el pueblo es algo nuevo y distinto, contar con una alternativa propia, que no responda a los banqueros buitres y a las multinacionales, ni esté formada por políticos corruptos y sindicalistas traidores.

El PSTU considera que un camino para avanzar en esa alternativa nueva y distinta es apoyar hoy al Frente de la Izquierda y los Trabajadores (FIT). Por empezar porque las fuerzas que integramos el FIT – el PO, el PTS, IS, nuestro pequeño partido y otras organizaciones – nunca estuvimos en ninguno de los gobiernos que hicieron los desastres de los últimos cincuenta años.

Pero, sobre todo, porque el FIT propone una política totalmente opuesta a la que se viene aplicando en el país. Proponemos terminar con el saqueo de los banqueros y las multinacionales, dejando de pagar la deuda externa y estatizando bajo control de los trabajadores todas las palancas fundamentales de la economía.

Con esos recursos queremos impulsar un gran plan de obras públicas que garantice trabajo efectivo y en blanco para todos, salarios y jubilaciones que cubran el costo de la canasta familiar, realizar todas las obras nuevas y de mantenimiento que hacen falta para terminar con los accidentes ferroviarios y las inundaciones y demás desastres, terminar con la crisis energética, garantizar alimentos y todo lo que necesita el pueblo.

Y también queremos meter presos a todos los genocidas de la dictadura y los represores y gatillo fácil de hoy.

Y luchamos por los derechos de las mujeres trabajadoras, que ganen lo mismo que los hombres, poner fin al acoso laboral y sexual y a toda forma de violencia, que haya guarderías públicas gratuitas, que cuenten con el derecho al aborto para decidir sin trabas cuando ser madres y cuando no.

Por eso, y, como forma de fortalecer esa lucha, en estas elecciones apoyamos las listas de candidatos del FIT y nos sumamos a la batalla por imponer diputados obreros y socialista en el parlamento.

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