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Venezuela

Cuba: crece la oposición al régimen

octubre 23, 2014

“Entre el hambre y el odio”. Publicado en Correo Internacional 67 (agosto 1995).

 

Viajé a Cuba con la conciencia de que hoy, la discusión sobre lo que pasa en la isla, es un claro divisor de aguas en la izquierda mundial. Entre los activistas, los  militantes obreros, estudiantes, campesinos, está instalada una discusión sobre los destinos de Cuba.

El primer impacto al llegar a la isla es que existe una diferencia abismal entre lo que se discute en la izquierda fuera de Cuba y lo pasa dentro de ella. La brutal desinformación promovida, tanto por la prensa imperialista, como por el castrismo, lleva a que la mayoría de la izquierda defienda al castrismo como «el último bastión del socialismo», como «luchador contra el imperialismo» y haga campañas de solidaridad para recaudar fondos que son entregados al gobierno cubano.

En Cuba, la mayoría absoluta de la población vive en la miseria y encara al régimen como enemigo. Existe un proceso avanzado de restauración capitalista, desarrolladoy estimulado desde el gobierno castrista. El régimen dictatorial no es utilizado para defender el país del imperialismo,sino para aplicar una política económica parecida en todo a los planes neoliberales favorables al imperialismo y que los trabajadores de todo el mundo están enfrentando. Los aliados de Fidel en el exterior son vistos con la misma desconfianza con que los trabajadores miran a los amigosde sus patrones.

Los activistas honestos de todo el mundo, en particular de América Latina, precisan ser confrontados con la realidad de Cuba, muy diferente de lo que les cuentan los estalinistas. Lenin decía que los trabajadores necesitan ser sacudidos de cuando en cuando de su conciencia burguesa. Es necesario sacudir a la vanguardia de todo elmundo sobre la percepción que tiene de la realidad cubana, antes dequc un nuevo muro de Berlín caigasobre su cabeza. Si el relato de este viaje ayudara en esto, habrá servido a

la causa del socialismo.

Un plan de restauración capitalista semejante a los neoliberales

En todo el mundo, los trabajadoresse enfrentan a los planes neoliberales. Privatizaciones, ajuste salarial. Desempleo, ataques a los servicios de salud y educación, etcétera. La izquierda procastrista tiene la obligación de explicar porqué defiende un plan semejante en Cuba. El llamado «periodo especial» de Castro, combina elementos de los planes impuestos por el FMI en todos los países, con la restauración del capitalismo.

La privatización de los servicios telefónicos en Cuba, vendidosal grupo Domos de México, fue hecha antes que la privatización en Brasil y otros países de América Latina. La producción dc ron y tabaco ahora es compartida con capitales transnacionales. La Unilever inglesa controla la producción de jabones y detergentes.

Los grandes hoteles, casi en su totalidad están privatizados, vendidos a empresas como Meliá o Sol. El Habana Libre (antiguo hotel Hilton que se transformó en un símbolo dela revolución) fue vendido a la red española Guilart, la cual se dice que está ligada al narcotráfico y lavando dólares por esta vía.

La isla gira alrededor del turismo

Todos los edificios que tienen que ver con este sector (empresas de aviación, restaurantes, bancos, hoteles). están bien cuidados, pero el resto de La Habana se está cayendo a pedazos. Los turistas son endiosados, mimados, tratados como seres superiores por tener dólares. Cuando intentaba entrar en un restaurante en La Habana, me fue impedido el paso por parecer cubano, alegándome que el acceso era sólo para turistas y el pago en dólares. Me identifiquécomo turista, todo cambió y surgió entonces una expresión servil en el mismo rostro que me intentó expulsar.

Me vinieron a la cabeza las palabras de los castristas en Brasil hablando de la lucha antiimperialista de Fidel, mientras veía la postura sirvicnte de quien me atendía. A la salida compré un periódico (obviamente editado por el gobierno), llamado Opciones, que tiene como título de portada “¡Llegó la Mercedes Benz!”. Vi la televisión cubana, que reporteando el encuentro del Grupo de los Siete, se refería respetuosamente a la “reunión de los gobiernos de los países industrializados”, dejando de hablar de cosas tan «ultrapasadas» y «antiguas» como llamarlos «imperialistas».

En muchas movilizaciones por el salario y contra la explotación de los patrones, he estado luchando al lado de activistas que tienen simpatías por el castrismo. Quedé imaginando lo que dirían si escucharan el relato que me hizo una obrera:

“Aquí se gana de acuerdo a las tareas producidas. Si uno consigue terminar la tarea determinada por el administrador durante el día, muybien. En el caso que no lo logre, se tiene que terminar al día siguiente, como si uno no hubiese llegado todavía a la fábrica. Al final del mes se cuentan cuántas tareas hizo cada obrero. Se paga por tareas cumplidas y no por días trabajados. Si conseguí cumplir todas las tareas, todos los días, gano 110 pesos [más o menos 3 dólares]. Muchos ganan 50 o 60 pesos”.

Un médico formado hace 7 años me decía: “Yo trabajo en este hospital 70 horas por semana, pero en ver­ dad es un pasatiempo. En término de salario es un pasatiempo. Gano 340 pesos pesos [poco menos de 10 dólares] por mes. Consigo mantener a mi familia alquilando un cuarto que tengo, a turistas”.

Un profesor universitario, formado hace ocho años, que gana el mismo salario: “Yo tengo reloj hace cinco años, desde que el soviético que tenía se descompuso. Mire mi zapato agujereado. Vivo de pequeños serviciosque hago por fuera”.

Antes, el símbolo dela economía burocrática era «la libreta»; queaseguraba la canasta básica a todos los cubanos a un precio bajo, en cantidades racionadas. Un esquema burocrático sin duda, no decidido por la población y que tampoco era aplicado a los dirigentes del PCydel Estado.

Hoy, la restauración del capitalismolleva a una transición de la libreta al mercado. El gobierno consigue esto a travésde los productos que dejan de estar garantizados por la libreta, obligando a la población a recorrer el «mercado agropecuario» y losshoppings.

Los cubanos se alegraron cuando fue vendida por la libreta una pieza de jabón por persona (y de pésima calidad), que debía servir tanto para el baño como para lavar la ropa. Esto fue enjunio, el último había sido abastecido en enero. Cada persona tiene derecho a comprar 150 gramos de pollo cada tres o cuatro meses. Si las mujeres siguiesen la libreta, sólo podrían menstruar cada tres meses, que es cuando pueden conseguir los absorbentes. Hace dos años que no hay ropa que se pueda comprar a través de la libreta.

En los mercados agropecuarios se puede comprar todo lo que se quiera… si se tiene dinero suficiente: Un kilo de frijol cuesta 22 pesos (el frijol con arroz es el platillo básico dcl cubano), lo que significa la quinta parte del salario de un obrero. El arroz tienc el mismo precio. La carnecuesta alrededor de 80 pesos el kilo. Un obrero, con el salario de un mes (110-120 pesos), no puede comprar un kilo de arroz, uno de frijol y otro de carne.

Los shoppings venden productos industrializados importados, en dólares. Existen en todos los barrios. Los precios son más caros que losque se pueden encontrar en Brasil, Argentina o Venezuela, así como en la mayoría de los países imperialistas.

Un jabón cuesta 40 centavosde dólar, un refresco de dos litros cuesta 2.5 dólares., un paquete concuatro rollos de papel higiénico, 1.45; un paquete de galleta, 1.35. El salario de un mes de un obrero da como máximo para comprar dos paquetes de papel higiénico.

RECUADRO

Prostituirse para comer y estudiar

Extracto de una entrevista con una estudiante del tercer año de Arquitectura, que por las noches es prostituta en La Habana.

– ¿ Cómo es tu vida?

– Nací en una provincia deloriente de Cuba. Mi mamá es ingeniera industrial, mi padre era marinero y está ciego. Mi vida es algo muy complicado, un estudio complicado de día y de noche soy prostituta, lo que me destruye un poco la vida

– ¿ Cuándo comenzaste?

– Comencé hace dos años yfue horrible para mí.

– ¿Cómo son tus horarios?

– Por la mañana me dedicodirectamente al estudio de los textos, en la tarde a los proyectos. Por las noches, no todas, me dedico a la prostitución hasta las dos o las tres de la madrugada. A veces voy a la cama con viejos pestilentes, desagradables.

– ¿Cómo es la vida de una estudiante que no es prostituta?

– Es muy dura, No tiene condiciones de vida, alimentos ni ropa. Tiene que practicar el sexo para conseguir todo eso y para ayudar a los padres.

– ¿Y tus colegas?

– Mis amigas hacen lo mismo. Tengo colegas de quinto año, que están por graduarse y también hacen lo mismo. Mi profesora de Fundamentos Políticos es prostituta también.

– ¿Cuál es tu opinión sobre la situación actual de Cuba?

– Esto es algo muy drástico, llegamos a un capitalismo corrupto, en el que tengo que depender de mi cuerpo para sobrevivir. Es preciso vivirlo para saber cómo es.

La pregunta que surge de inmediato es: ¿Cómo consiguen vivir? Al frentede buena parte de las casas e extiendeun pequeño paño en el que se vende de todo, desde mangos o limones (que se cultivan en el fondo de la casa), hasta refrescos. Quien tiene carro, lo alquila corno taxi para los turistas, otros alquilan sus cuartos. Muchos obreros roban el tabaco de las fábricas para venderlo alos turistas a 20 porciento de su precio normal.

Otros roban piezas demáquinas omaterial dc construcción para revenderlos. Muchas mujeres y jovencitas se prostituyen (verrecuadro).

Todos los que tienen relaciones con el turismo o con el comercio internacional, tienen una ventaja enorme sobre los otros cubanos: pueden ganar en dólares. Cuando llegué al hotel elprimer día, un señor me llevó las maletas hasta la habitación. Como es la costumbre, le di una pequeña propina de un dólar. Esto sería normal en cualquier parte del mundo, pero tiene una particularidad en la Cuba dc hoy: significa un tercio del salariomensual deeste empleado. Si él ganara tres propinas de estas por día de trabajo, recibiríanueve veces el salario mensual de un médico, sólocon propinas.

La situación se tiende a complicar enla medida en que el plan de restauración capitalista avanza.El gobierno ya empezó a aplicar un plan que significa la dimisión de 800 mil trabajadores. Un quinto de la mano de obra del país. Estos trabajadores tienen derecho a dos meses de salario, como indemnización, y nada más. Los que tuvieran suerte puedenencontrar empleoen Cubanacan, empresaestatal de turismo en la que se trabaja sin prestaciones y sin estabilidad laboral.

Las conquistas de la revolución cubana en el plano social están cada vez más amenazadas ylimitadas, comenzando por el derecho a comer. La salud, que siempre fue uno de los motivos de orgullo de los cubanos, ya está en clara decadencia. Un cirujano me contaba: “Aquí falta hilo de sutura, anestesia, medicamentos”. El gobierno concentra los recursos en un hospital en el que se atiende a la flor de la burocracia, el “HermanosAmexeira”, y deja a los otros sin sábanas para las camas y sin medicamentos. Los empleados, que ganan una miseria, cobran propinas para atender o para internar a los pacientes, así como para darles las medicinas.

En las escuelas, otra de las conquistas cubanas, falta de todo, desde papel y lápices. Los pupitres se están despedazando. Los profesores gananalrededor de siete dólares. Fui también a una escuela en la que una de las alumnas más bonitas, de 14 años, es también la que mejor se viste porque se prostituye.

Todo el plan que está siendo aplicado reconduce al país a una localización en el mercado mundial, semejante a la que tenía antes de la revolución, basada en el turismo y la producción de ron, caña de azúcar y tabaco: Castro está impulsando una restauración semejante a la de China, manteniendo la dictadura estalinista. Ya partir de las relaciones con el turismo y con las empresas privatizadas, se están profundizando las diferencias sociales y está surgiendo una nueva burguesía en Cuba.

Al contrario de los que pronostican el progreso bajo el capitalismo, con Cuba transformándose en una especie de tigre asiático en el Caribe, la realidad ya está mostrando el futuro: una vuelta a los padrones de antes, con una miseria como la de Haití.

Una oposición todavía pasiva

Existe otro mito alimentado por la izquierda castrista: que la poblaciónapoya al régimen y que funciona una democracia.

Sería interesante que cualquiera de los activistas honestos que confían en el castrismo fuera a Cuba, pero sin quedar preso de las visitas y actividades preestablecidas que organiza el gobierno. Es muy instructivo caminar por La Habana y conversar con las personas. Después de cierto tiempo, cuando ganan confianza de que uno no es agente del gobierno ni delator, se abren y manifiestan su odio contra el régimen.

No se encuentra en las calles quien defienda al régimen. La mayoría se opone, con las más variadas inclinaciones políticas. Seguramente existen los que defienden a Fidel, entre los que están siendo beneficiados por la actual situación, desde los que tienen relaciones directas con el turismo, con las gerencias de las empresas privatizadas, así como las camadas superiores del enorme aparato estatal. El apoyo al gobierno no aparece espontáneamente, por ser bastan­ te minoritario y haber un ambiente de oposición. Pregunté a muchas personas cuál sería el porcentaje de los que estarían contra el régimen y la respuesta fue que el 70 por ciento o más.

No se preserva siquiera la imagen de Fidel, a pesar de haber sido la figura central de la revolución. Corren decenas de chistes sobre él. Lo llaman Esteban (estebandido), o que es un noble (Fidel es conde .. esconde la carne, el pan…).

Delante de un ambiente como este, socialmente explosivo y políticamente de oposición generalizada, pregunté a varias personas por qué no habían huelgas y manifestaciones.

Una obrera me respondió: “El sindicato es dirigido por el partido y hace lo que el administrador manda. ¿Hacer huelga? , No puedo, viene la policía, sería presa y despedida”. Una profesora me aclaró: “Aquí nos enseñaron las matemáticas, la geografía, la historia… y el miedo”.

La dictadura castrista tiene el control del aparato de Estado y del país, de la sociedad en su conjunto. Si un activista es despedido, prácticamente no tiene posibilidades dc conseguir trabajo en otra empresa, ni siquiera en otra ciudad. Un “jinetero” (contrabandista) que intentaba vendermetabaco, me mostró sus documentos: fue violinista de la Sinfónica de La Habana hasta 1980, cuando pidió permiso para emigrar. Fue despedido y desde entonces nunca más consiguió trabajo.

El aparato de delación del régimen incluye no sólo a la policía y al ejército, están además la UJC (Unión de los Jóvenes Comunistas), los sindicatos, el PC, el cuerpo de direcciones burocráticas de las empresas, etcétera. O sea, existe una represión que tiene una base social y una eficacia mayor que un simple aparato policial.

Esto explica el miedo, la pasividad de la oposición. Pero este tipo de contención en general es temporal. Anuncia grandes explosiones que están siendo fermentadas. El episodiodel 5 de agosto de 1994 fue tal vez la primera de estas.

Durante la mañana de aquel día, cuando el gobierno aún reprimía a los balseros que querían huir, se concentraron cerca de mil personas en la región del malecón de La Habana, conocido como La Punta. Querían tomar un pequeño barco que hace la ligazón marítima con La Regla (una corta travesía), para desviarlo a Miami. Algunos lo consiguieron y se fueron. Una primera represión contra el tumulto, levantó gritos de “¡Abajo Fidel!” y descargó el odio popular contra el Hotel Deauville y varios autobuses de turismo. La policía intervino entonces en forma más dura y coordinada (disfrazada como brigadas de acción rápida) y consiguió sofocar este pequeño levantamiento. Al final de la tarde, cuando ya estaba todo controlado, apareció Fidel para mostrar su presencia en el campo de los hechos.

El gobierno logró una cierta descompresión coyuntural después de la aguda crisis de los balseros. El acuerdo Clinton-Castro aseguró una cuota anual de emigración para Estados Unidos, generando algunas expectativas para los que quieren salir de la isla (y pueden pagar cerca de 750 dólares). La apertura de los mercados agropecuarios y de los shoppings en los barrios, posibilitó la compra (también para quien puede) de los productos que antes no se encontraban alaventa. Con estas medidas el gobierno va empujando a la población para la economía de mercado, en tanto quéconsigue una descompresión con la salida de los más rebeldes. La emigración incluye no sólo a los pro-gusanos, sino también a los más insatisfechos con el régimen, lo que puede estar llevando fuera de la isla a una parte de los mejores en todos los terrenos, incluidos los rebeldes que podrían alimentar una oposición interna. A nivel de las artes plásticas, salió prácticamente toda la llamada generación de los 80, una camada de artistas de primera calidad, con Tomás Sánchez al frente, músicos como el trompetista Arturo Sandoval, también se fueron.

¿Hasta cuándo va a durar esa pasividad? No se puede saber, Pero se nota en Cuba una fermentación en crecimiento, una explosividad en las calles. Días más, días menos, la oposición va a dejar de ser pasiva. Como no existe ninguna organización de oposición, lo más probable es que ocurran nuevas explosiones populares espontáneas.

“No se puede hacer otra cosa”

Una nueva ideología está ganando peso en toda la izquierda latinoamericana en relación con Cuba. El castrismo precisaba dar una nueva respuesta, en la medida que va quedando claro que ahí no existe ningún “bastión del socialismo”, sino una restauración del capitalismo en curso. Que existen acuerdos sólidos con el imperialismo europeo y una disposición completa por parte de Castro para un acuerdo como el que hay entre Estados Unidos y China (quien aún no la tiene es el gobierno yanqui).

Para los que percibenesto, Castro está diseminando una nueva respuesta: “No se puede hacer otra cosa porque es necesario ser realista, acabó el bloque soviético”. El escepticismo conformista pasa a ser la última defensa del castrismo.

Es como si el gobierno de Castro hubiese hecho todo bien (o al menos lo esencial). Se dice que el desastre no dependía de él. La caída de la URSS, lo llevó a una situación en la que “no se podía hacer otra cosa”.

En cambio, si hubiese hecho “otra cosa”, la situación de Cuba no estaría así. Castro estuvo integrado al aparato estalinista mundial ), defendió la

política de la burocracia soviética de “paz mundial”. La autoridad política ganada con una revolución victoriosa, fue usada por Castro para evitar otras revoluciones, siempre en la búsqueda de una mejor convivencia con las burguesías latinoamericanas y el imperialismo.

Fue de Castro la orientación para los sandinistas: “Nicaragua no va a ser una nueva Cuba”, evitándose la expropiación de la burguesía en ese país. Se firmaron los acuerdos de Esquípulas y Sapoá, que condujeron a la revolución nicaragüense y salvadoreña a la derrota. Hoy los comandantes sandinistas son parte de la burguesía y los guerrilleros salvadoreños son diputados y policías… y Cuba está aislada.

El gobierno castrista buscó el apoyo de todos los gobiernos burgueses de la región. Con esto se aisló de los movimientos de masas que se enfrentaron a ellos, Fidel estuvo en Venezuela para elogiar a Carlos Andrés Pérez, dos semanas antes del caracazo. Apoya hasta hoy al régimen del PRI en México, cuestionado por la rebelión campesina de Chiapas. Apoyó a Collor, a Itamar y ahora a Cardoso en Brasil. Saludó la invasión soviética a Checoslovaquia para sofocar la primavera de Praga, así como la represión a los estudiantes de Tiananmen, en China.

El aislamiento de Cuba no es el resultado de un fenómeno natural, como las tormentas del Caribe, sino de la política estalinista de Castro. Sí, era posible tener otro rumbo para la revolución en América Latina, en el caso que hubiese sido otra la política cubana.

El “no se puede hacer otra cosa”, parajustificar la política de Fidel, tiene el mismo contenido de acomodamiento de todos los burócratas sindicales que llaman a los trabajadores a aceptar los bajos salarios. Todos los gobiernos burgueses justifican sus planes económicos con el mismo argumento de Castro. Es como si en el mundo la única política posible fuera la definida en los escritorios de los banqueros de Nueva York o Tokio. El “realismo” es aceptar la victoria, sin oposición, de la contrarrevolución.

En el caso que los revolucionarios del ’58 hubiesen tenido la misma lógica, no se hubiera dado la revolución en Cuba. Si los trabajadores de toda América Latina aceptasen esa lógica, no estarían dándose en este momento todos los conflictos que ocurren. El “realismo” de Fidel para Cuba, significa la restauración del capitalismo, de un capitalismo en crisis que no puede ofrecer ninguna alternativa real de crecimiento y desarrollo para la isla, sólo la misma miseria que causa en América Latina.

Pero para Cuba existe otra opción. Es posible ser realista en el campo de la revolución y no en el de la contrarrevolución. La alternativa en Cuba pasa por una nueva revolución, ahora contra la burocracia castrista y su plan de restauración capitalista. Una revolución para defender a Cuba del imperialismo así como de la burocracia. Una alternativa que esté apoyada en la extensión de la revolución a otros países de América Latina. No existe salida para Cuba como revolución aislada, el realismo revolucionario incluye una vocación claramente internacionalista, socialista.

RECUADRO

¿Cuál poder popular?

Caminando por las calles de La Habana, me encontré con una Asamblea del Poder Popular. En esos días se estaban definiendo los precandidatos que concurrirían en lista única a las elecciones de julio. Esta asamblea tenía, entre otras tareas, la de elegir al delegado de la región.

Cada cuadra tiene un CDR (Comité de Defensa de la Revolución), que lejos de ser un instrumento de la democracia popular, es un brazo policial del régimen para controlar a la población. Los habitantes son coaccionados para estar presentes en las “asambleas”, so pena de quedar marcados por el CDR y así perder sus empleos o sus casas.

La Asamblea, como no podría dejar de ser, reunía aparentemente a buena parte de la población del barrio. Las personas estaban ahí para cumplir, la mayoría no prestaba atención alguna a lo que se discutía y muchas ni siquiera votaban.

La asamblea comenzó con el himno nacional cubano, sin que se le diese importancia. El burócrata que dirigía la reunión leyó un mensaje de la Asamblea Nacional, enel que se decía que las dificultades que existían, un día se iban a superar. Cuando terminó de leer, nadie aplaudió. El burócrata pasó a otro punto, no intentó siquiera colocar en discusión el contenido del mensaje y ninguna persona lo contestó, porque esa es la regla. Cualquier contestación puede dejar a una persona “marcada”. Nadie puede discutir los salarios, el costo de la vida, las acciones del gobierno, o sea, no se pueden discutir los problemas nacionales en el “poder popular”.

Se pasó a los problemas del barrio. Una señora pidió la palabra para quejarse que hace 19 años habían retirado las placas de mármol de la escalera de su edificio, por ser “muy caras”, dejando solamente la estructura de la escalera. Hoy, tanto tiempo después, está muy vieja y existe el riesgo de que alguien se caiga. El burócrata respondió en forma ríspida que ahí no se podían discutir problemas de hace 19 años. Otra señora se quejó de que el baño de su casa se había despeñado (vive en un tercer piso) hace un año y que ella, dese entonces, no podía bañarse en su casa. El funcionario respondió que ella era la responsable por haber dejado pasar tanto tiempo. Desde el plenario ella se animó a contestar que habla hablado con todos los responsables… Pero el burócrata la ignoró y siguió de frente.

En el «poder popular» no se discuten ni las cuestiones nacionales ni los pequeños y concretos problemas cotidianos de un barrio cayéndose a pedazos. La asamblea terminó con la elección del delegado, presentado por el partido único, votado por una parte del plenario. Otros dos candidatos tuvieron solamente dos votos. Una parte de los asistentes no votó por ninguno. Una señora a mi lado, que no votó, rezongó: “qué tanto voto ni qué nada, cuando llega la hora de la verdad nada cambia”.

Sería bueno que aquí estuviera un activista honesto pro castrista y que juntos recordáramos el funcionamiento de los soviets rusos, antes de la burocratización estalinista, donde se expresaba la energía de las masas y se materializaba la democracia de un Estado Obrero; con polémica en todos los puntos y varios partidos discutiendo.

 

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