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Argentina

Congresos del PO y PTS: diferentes caminos para una misma estrategia electoralista

julio 12, 2022

Durante el fin de semana largo de mediados de junio, se realizaron simultáneamente los congresos del Partido Obrero (PO) y del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), dos de las principales fuerzas que conforman el FITU. 

Por PSTU-Argentina 

Antes y  después de los  congresos ambos han polemizado entre sí criticando sus posiciones electoralistas y oportunistas, críticas con muchas de las cuales podemos coincidir. Sin embargo leyendo sus publicaciones y resoluciones, queda claro que aunque digan lo contrario tanto el “movimiento popular con banderas socialistas” del PO como las “asambleas abiertas” del PTS son  tácticas distintas al servicio de una misma estrategia de postulación electoral para imponerse en la interna por las candidaturas para el 2023.

Por otro lado en el plano internacional ambos comparten con matices un mismo posicionamiento con respecto a la guerra de Ucrania, donde se niegan a apoyar a la resistencia obrera y popular ucraniana contra la invasión genocida de Putin. Ambos han coincidido en la consigna pacifista de “¡No a  la guerra!” y consideran que frente a la invasión de una potencia opresora contra un país oprimido que defiende su territorio e independencia no hay que apoyar a ningún bando. Como ya hemos polemizado extensamente en otros artículos de nuestra organización internacional, con esta posición capitulan al régimen de Putin y debilitan la única salida revolucionaria de la guerra, el triunfo de las masas ucranianas que enfrentan armas en mano la invasión. Una revisión completa además de las posiciones que tanto Lenin, como Trotsky y el SWP de Cannon plantearon frente a conflictos similares.

El PO y su “movimiento popular” sin programa. 

Junto con la campaña por un Paro Nacional y Plan de Lucha (de la cual hablaremos luego), la principal resolución del Congreso de PO y el eje de sus deliberaciones fue el impulso al citado movimiento. ¿De qué se trata?

Es indudable que la muy buena elección del FIT–U el año pasado se asentó en la ruptura electoral de una franja minoritaria pero importante de la base obrera y popular del peronismo, y especialmente del kirchnerismo, hacia la izquierda. Ante la fuerte crisis que divide al Frente de Todos (FDT) y la pérdida de apoyo popular del gobierno, PO espera poder capitalizar una posible mayor ruptura y fortalecerse apoyándose en el Polo Obrero, su brazo piquetero que maneja  60.000 planes.  En palabras de PO : ese crecimiento excepcional que se dio en algunos distritos de la provincia de Buenos Aires tuvo un gran impulso con las miles de personas organizadas con el Polo Obrero, que hicieron como nunca antes una intensa campaña electoral (…) (1)

Aprovechar la ruptura (aunque sea electoral) de sectores del movimiento obrero con el peronismo para avanzar en la construcción de un partido y una nueva dirección revolucionarios del  movimiento obrero es una tarea necesaria. Es lo que logró parcialmente el viejo MAS bajo la dirección de Nahuel Moreno. Abrió centenares de locales en los barrios obreros, agrupó a lo mejor de la vanguardia obrera y juvenil, centenares de delegados/as, decenas de dirigentes de Comisiones Internas y Sindicatos, equipos y militantes en casi  todas las grandes fábricas con un programa revolucionario.

Pero no es esto lo que se propone PO con su confuso “movimiento popular” en los que incluye todo tipo de luchas y direcciones (piqueteras, sindicales, ambientales, de las mujeres y jóvenes) y que no se sabe qué programa tendría más allá de la generalidad de ser supuestamente “anticapitalista” y “socialista”. Recordemos que ya existen a nivel mundial organizaciones como el Nuevo Partido Anticapitalista de Francia, integrado por partidos que se dicen trotskistas, y que levantan un programa “anticapitalista” reformista. Y que ya conocimos en Latinoamérica la experiencia del “Socialismo del Siglo XXI” de Chávez, hoy encarnado en la dictadura burguesa de Maduro.

¿“Movimiento popular” por las candidaturas de Solano-Del Plá?

En un aporte a  la confusión Gabriel Solano explica en un reportaje a Prensa Obrera (2) que se trataría de una alianza necesaria de la clase obrera con otras clases explotadas y da el ejemplo del acuerdo de los bolcheviques con los Socialistas Revolucionarios de Izquierda, que representaban a los campesinos pobres, para tomar el poder en base al programa de estos de reparto de la tierra. La mezcolanza acá es total. ¿El “movimiento popular” reemplazaría en Argentina a los soviets rusos? (3)  Si la alianza es en este caso entre el movimiento obrero y las organizaciones piqueteras de desocupados, ¿estos serían una clase distinta, similar a los pequeños propietarios campesinos? Por otro lado si bien es cierto que los  bolcheviques adoptaron el programa agrario de los soviets campesinos – que el Gobierno Provisional donde estaban sus representantes (los SR), no cumplía-, Lenin no renunció al programa marxista de socialización de la producción agraria. Lo impulsó desde el poder organizando los Koljoses y Sovjoses, (4) tratando de mostrar en la práctica a los campesinos las ventajas de la colectivización.

No tenemos posibilidad aquí de desarrollar el debate con los novedosos “aportes teóricos” de Solano. Lo cierto es que las organizaciones de autodeterminación democrática de los trabajadores surgen en los momentos agudos de la lucha de clases y creemos que es fundamental impulsarlos y propagandizar previamente su necesidad. Un paso en ese sentido pueden ser los comités de lucha, de fábrica, de autodefensa obrera pero nada de esto es lo que PO propone. Su orientación central por el contrario es impulsar asambleas del Polo Obrero para propagandizar su campaña por el Paro Nacional y Plan de Lucha que le exigen a la CGT. No estamos en contra de exigirle a la burocracia cegetista y de la CTA que convoquen al paro, aclarando que deben romper primero con su política de “paz social” y apoyo al Gobierno, pero esto no pasa de una campaña testimonial. No es posible derrotar el ajuste del Gobierno y el FMI sin una verdadera huelga general que supere a las conducciones burocráticas traidoras, en el camino de un Argentinazo y sin impulsar la autoorganización de la base y preparar la autodefensa para enfrentar la inevitable represión estatal. El SUTNA, en cuya dirección PO tiene un fuerte peso, podría ser una gran palanca para esta política pero sus luchas y reclamos no van más allá de reclamos salariales, justos y necesarios sin duda, pero que no trascienden el marco sindical.

Por otro lado hay que decir que mal puede plantear estas tareas una organización que entrega a sus militantes a la justicia burguesa para “ponerse a derecho” como hizo con César Arakaki y Dimas Ponce. Además de que sus diputados/as tardaron meses en denunciar en la Cámara de Diputados o en los medios la injusta prisión de nuestro compañero Daniel Ruiz, hoy condenado  junto a César Arakaki. PO ahora hincha el pecho contra la criminalización de la protesta y el ataque mediático y de los políticos burgueses al movimiento piquetero y en especial al Polo Obrero, ataque que repudiamos. Pero poco y nada movilizó de sus miles de militantes cuando se luchaba por la libertad de nuestros compañeros, Daniel Ruiz ya mencionado, o más recientemente, Sebastián Romero.

Por último hay que decir que Solano en el citado  reportaje clarifica un poco qué significa este “movimiento popular”. Nos dice que aspira a que esta propuesta sea tomada por el conjunto del FIT–U, es decir por un frente electoral, y en otro que junto con Romina del Plá harán “asambleas y actos por todo el país” y que “es una obviedad que serán el binomio presidencial del partido”. (5) Después de todo parece que el tan mentado “movimiento popular” no sería más que un gran movimiento para militar su campaña electoral en los barrios y quizá tender un puente para sumar a otras organizaciones de la izquierda piquetera a su campaña.

 El PTS y sus “asambleas abiertas” para la campaña de Bregman y Vilca

El Congreso del PTS también giró alrededor del aprovechamiento del proceso de ruptura de una franja de la base obrera y popular con el peronismo.  Por eso se proponen impulsar “asambleas abiertas” y abrir “casas culturales socialistas” para capitalizar el proceso.

El Congreso votó una campaña por la ruptura con el FMI y por la unidad entre trabajadores ocupados y desocupados para lograrlo, y una campaña por la reducción de la jornada laboral sin disminución salarial como programa para unificar ambos sectores contra la desocupación, entre otras propuestas con las que podemos coincidir. El Manifiesto Programático, también votado, contiene muchos puntos correctos, incluidos la necesidad de la revolución social, la conquista del poder por los trabajadores y el socialismo mundial, e incluso la autodefensa obrera, aunque expresada como una tarea para un futuro indefinido.

Pero el problema es que todas estas propuestas terminan subordinadas en los hechos a otra de las principales resoluciones del Congreso: el lanzamiento de las pre candidaturas de Myriam Bregman y Alejandro Vilca a nivel nacional y de Nicolás Del Caño y “Chipi” Castillo para la provincia de Buenos Aires. Podrán decir que en los textos plantean que estas candidaturas están subordinadas a la lucha extraparlamentaria. Pero, si es así, ¿por qué las difunden en los medios como una de las resoluciones fundamentales? ¿Por qué las lanzan un año antes de las PASO en un Congreso e incluso las incluyen como cierre de su “Manifiesto programático” (¿la campaña electoral sería una tarea programática para el PTS?)?

Por más que critiquen para la tribuna el oportunismo de PO y su “movimiento popular” coinciden estratégicamente en lo fundamental: subordinar su programa y política a un frente electoral permanente (el FIT-U) y su correspondiente “cooperativa electoral” de la cual obtienen jugosos ingresos. Este es sin duda un eficiente mecanismo de cooptación del régimen democrático burgués para todas las organizaciones de izquierda y que se expresa por ejemplo en los acuerdos y votaciones de proyectos en común con la burguesía en el Congreso de sus diputados/as. Y también en la inconsecuencia para defender públicamente el programa revolucionario o a los presos y perseguidos por el Estado capitalista. La crítica que planteamos sobre PO en este punto, también le cabe al PTS. Sus principales figuras públicas nunca desarrollaron una campaña sistemática por la libertad y desprocesamiento de nuestros compañeros en los medios y el Congreso y su aporte en militantes a las movilizaciones fue más que simbólico.

Por último incluso una propuesta programática correcta como la reducción de la jornada laboral está planteada en clave electoral. Para el PTS se trata de un proyecto de ley para ser votado por el Congreso Nacional y utilizarlo en la campaña, y no una reivindicación para ser votada e impulsada por las organizaciones obreras para imponerla con la lucha.

Nahuel Moreno referencia ineludible

Otro de los elementos comunes entre los congresos de las dos organizaciones es el carácter nacional-trotskista de ambos. Este concepto no tiene que ver con discutir un punto internacional o algunos saludos de amigos de otros países. Se trata de que no se puede construir un verdadero partido revolucionario si no es en el marco de la construcción de un  partido mundial de la revolución centralizado democráticamente. Con congresos, elaboraciones, campañas y una dirección colectiva que orienten la construcción de los distintos partidos como secciones de una internacional revolucionaria.

Esa fue la gran enseñanza de Lenin y la dirección bolchevique, que tuvo como una de sus preocupaciones centrales la construcción de la Tercera Internacional. Fue la tradición continuada por Trotsky que en condiciones aún más adversas consideró como su obra más importante la fundación de la IV Internacional para salvar la continuidad del marxismo revolucionario. Y fue también la tradición que continuó Nahuel Moreno que, como siempre dijo, dedicó sus mayores esfuerzos a esa tarea.

Como Moreno siempre decía, toda construcción de un partido nacional que no sea parte de una construcción internacional está destinada a degenerar y sucumbir a las presiones de la burguesía y los aparatos burocráticos y reformistas. Estas presiones lejos de aminorar se hacen más fuertes cuanto más crece una organización. No se puede entender el proceso de adaptación al régimen del PO y del PTS (y no sólo de ellos) sin partir de este marco.

En el caso de PO el nacional-trotskismo es un rasgo congénito podríamos decir. En toda su historia nunca fueron parte de la construcción de una verdadera organización internacional. La efímera CRCI (6) de Altamira nunca funcionó como tal y se disolvió hace varios años sin pena ni gloria sin haber podido sacar nunca una sola resolución en común. En el caso del PTS su nacional-trotskismo está disimulado en la FT (7) de la cual participan varios grupos de distintos países. Estos reproducen en general las elaboraciones y orientaciones del PTS, que actúa como su “partido madre”, pero no se organizan orgánicamente como una internacional centralizada democráticamente, con congresos periódicos y una dirección internacional efectiva.

En las polémicas entre ambos partidos citan las elaboraciones de Nahuel Moreno despectivamente. Calumniando y tergiversando como el PO en la tradición altamirista o deformando sus posiciones en el caso del PTS (8). En otra oportunidad entraremos en ese debate. Lo cierto es que ante la posibilidad de desarrollo de una ruptura de franjas de trabajadores/as con el peronismo la experiencia del PST y del viejo MAS con Moreno, construidos en íntima ligazón con el desarrollo de una organización internacional no deja de ser una referencia ineludible mal que les pese. Por eso desde el PSTU, en una escala muchísimo más modesta, intentamos apoyarnos en esas elaboraciones y experiencias, estudiando sus aciertos y errores,  para construir el partido revolucionario que necesita la clase obrera, como sección de la Liga Internacional de los Trabajadores y en la perspectiva de la reconstrucción de la Cuarta Internacional.

NOTAS:

1-https://prensaobrera.com/politicas/la-formula-del-pts-electoralismo-de-espalda-a-las-luchas

2- https://www.youtube.com/watch?v=ekujTgRdYlk

3-Organizaciones democráticas de doble poder de la clase obrera y los soldados surgidos al calor del proceso revolucionario y que fueron luego la base para la  toma del poder y del Estado obrero revolucionario y su gobierno bolchevique.

4-Los koljoses eran cooperativas campesinas y los sovjoses empresas estatales agrícolas.

5-https://www.eldiarioar.com/politica/urgencia-piquetes-elecciones-2023-izquierda-discute-interna_1_9117416.html

6-El Comité de Reconstrucción de la Cuarta Internacional (CRCI) fue lanzado en una conferencia convocada por el Partido Obrero en 2004 con la participación de pequeños grupos de Grecia, Italia y Uruguay entre otros.

7-Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional (FT-CI).

8-Ver: (1) y https://www.laizquierdadiario.com/Hegemonia-proletaria-o-movimiento-popular-con-banderas-socialistas#nh4

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