Sáb Jul 27, 2024
27 julio, 2024

Brasil: Bases para lanzamiento de una tesis al CONUNE

Texto 1: Un rescate de la historia de la UNE y de la importancia de la disputa del movimiento estudiantil

La UNE (Unión Nacional de Estudiantes) es la entidad oficial de los estudiantes universitarios en el Brasil. En teoría, representa a todos los estudiantes de las universidades públicas y privadas del país. Por lo tanto, es la principal organización estudiantil del Brasil y una de las más grandes del mundo. Es como si fuera un gran gremio, o centro académico, que abarcase todas las facultades, públicas o privadas, de todos los rincones del país.

En julio de este año se llevará a cabo el 59º Congreso de la UNE (CONUNE). Y en ella participará Rebeldia, para disputar nuestro programa y nuestras ideas. El propósito de este texto es abrir una serie de textos que explican lo que pensamos sobre los diversos temas en debate, y que serán la base para el lanzamiento de la tesis que presentaremos al CONUNE: ¡Seamos realistas, hagamos la revolución de nuestro tiempo!

Cuando hablamos de la UNE, podemos decir que lay dos UNEs: la primera, ligada al conjunto de las luchas de los estudiantes y del pueblo brasileño, que existió desde la fundación de la entidad, pasando por las luchas contra Vargas, la dictadura militar, el gobierno de Collor, etc. Y la segunda UNE que tenemos hoy, que cambió definitivamente con el ascenso del PT el gobierno federal en 2002.

Nuestro objetivo en este texto es retomar un poco de esa historia reciente de la UNE. Y no lo hacemos sólo para retomar un debate historiográfico. Sino para explicar el sentido de nuestra ida al CONUNE, que para nosotros está ligada a la imperiosa necesidad de disputar el movimiento estudiantil, en el marco de la lucha por los rumbos del país y de nuestras vidas.

La UNE vinculada a las luchas de los estudiantes y del pueblo brasileño

La UNE fue fundada a mediados de 1938. Sin embargo, su historia está marcada por la discontinuidad. Después del golpe de 1964, que inició el régimen militar, fue ilegalizada. Se abrió un período de excepción en el país, que pasó a ser gobernado por una dictadura militar que masacró los movimientos sociales y de los trabajadores, deteniendo, torturando y asesinando a activistas, huelguistas y políticos.

En la década de 1980, el movimiento estudiantil fue uno de los protagonistas en la lucha contra la dictadura. Las manifestaciones organizadas por él eran de masas, reuniendo a miles de estudiantes y trabajadores. Sirvieron en gran medida para ayudar en el despertar de la sociedad brasileña en su conjunto sobre la necesidad de luchar contra la dictadura.

Un ejemplo de ello fue la lucha por la libertad de los presos políticos. Tenemos el caso de activistas obreros, que ahora están en el PSTU, y que en esa época fueron detenidos por la dictadura por organizar la lucha de los trabajadores, como Mancha y Zé Maria. En la época, el movimiento estudiantil organizó manifestaciones de masas, que polarizaron a la sociedad en su conjunto, exigiendo la libertad de estos militantes y activistas. Y estas manifestaciones fueron decisivas, acabaron repercutiendo en todos los sectores de la sociedad, y al final ayudaron a conquistar la libertad de esos presos políticos.

En el marco de este gran ascenso de la lucha estudiantil, la UNE se reconstruyó como la dirección del movimiento estudiantil que se rebelaba contra el régimen militar. De hecho, el papel histórico de la UNE en ese período, como expresión fundamental de las luchas de los estudiantes y de la sociedad brasileña en su conjunto contra la dictadura, no puede ser borrado. Por eso decimos que la historia de la UNE está muy entrelazada con la historia de la lucha de clases en el Brasil. Pues el resurgimiento y la reconstrucción de la UNE fue parte de todo un proceso histórico, de levantamiento de los trabajadores contra el sangriento régimen militar.

La historia de la reconstrucción de la UNE y de las luchas contra la dictadura son sólo una demostración de cómo la UNE, en ese período, estuvo íntimamente ligada a los caminos y la historia de la propia lucha de los estudiantes y del pueblo brasileño. Y ese vínculo se mantiene, aún después de la caída de la dictadura y la apertura política. Es así como también en las luchas contra el gobierno de Collor, por ejemplo, el movimiento estudiantil, con la UNE como una de sus principales referentes de dirección, siguió jugando un papel destacado.

Es importante retomar toda esa historia de la UNE, que aquí hemos mencionado superficialmente, pues ella contrasta nítidamente con el papel que la UNE pasa a cumplir, años después, tras el ascenso del PT al gobierno federal.

Ascensión del PT y adaptación al régimen

Las luchas del movimiento estudiantil contra la dictadura en la década de 1980 no fueron un hecho aislado en la coyuntura brasileña. Fueron parte de todo un despertar político que sacudió al Brasil. Encabezadas por trabajadores en huelga de los grandes centros industriales, como los metalúrgicos de ABC, estallaban luchas en todo el país, con huelgas, piquetes y ocupaciones. Este fue el contexto político de la década de 1980, que sirvió de base para las luchas del movimiento estudiantil y consecuentemente para la reconstrucción de la UNE, pero también sirvió de base para la construcción de organizaciones como el PT (Partido de los Trabajadores) y la CUT (Central Única de los Trabajadores).

El crecimiento del PT en el período fue vertiginoso. En 1989, Lula ya iba en camino a la segunda vuelta de la elección presidencial, ocupando el segundo lugar con una diferencia de sólo 7% de los votos. Desde entonces, Lula se ha convertido en una de las principales figuras políticas del Brasil, y el PT sigue creciendo, conquistando alcaldías, gobiernos, aumentando bancas parlamentarias. Y cuanto más alcaldías, gobiernos y parlamentarios el PT elegía, más se adaptaba al régimen de la democracia de los ricos, y más abandonaba la perspectiva de independencia de la clase trabajadora. Este es el cambio cualitativo para el PT. Si hasta entonces su proyecto era organizar a la clase trabajadora para luchar contra el gobierno, ahora su proyecto era convertirse él mismo en gobierno. De partido contrario al orden social imperante, el PT se transformó en un partido del orden. Todo este proceso culminará en 2002, con la elección de Lula a presiente, lo que se torna un divisor de aguas en la historia del país.

Las organizaciones que dirigen la UNE, como la UJS (União das Juventudes Socialistas), Levante Popular da Juventude, JPT (Juventude del PT), entre otras, asumen la postura de apoyo al gobierno del PT. Fueron históricamente aliadas e incluso vinculados al PT, y están de acuerdo con el programa del PT, que es conocido como un programa neodesarrollista, y que trataremos con mayor profundidad en la parte 3 de esta serie de textos.

El hecho de que estas organizaciones apoyen al PT genera un problema muy concreto, pues como ahora el PT gobernaba el país, ellas se ven en la dirección de una entidad estudiantil, cuyo objetivo, en teoría, es organizar la lucha estudiantil para enfrentar las rectorías y gobiernos. , pero a la vez apoyan y son aliadas de ese mismo gobierno.

Así, hay un cambio en la orientación de la UNE, y en el papel que juega en el movimiento. Abandona el papel del período anterior, de ayudar a organizar a los estudiantes para luchar contra los gobiernos, y asume el papel de apoyo al gobierno. Aunque eso signifique impedir y desmovilizar la lucha del movimiento estudiantil contra el gobierno. Por eso decimos que en este período la UNE se convirtió en un “ministerio del movimiento estudiantil” del gobierno. Porque en lugar de guiarse por la lucha estudiantil, comienza a guiarse por las políticas del gobierno y por su defensa. Se convierte en agente del gobierno dentro del movimiento estudiantil.

El problema es que el PT, al gobernar el capitalismo, se ve obligado a seguir lanzando una serie de ataques contra los trabajadores y la juventud. Es el caso de la primera Reforma de la Previsión, la ley antidrogas, la ley de seguridad nacional, el ajuste fiscal, y una serie de otros ataques, que de conjunto llevaron a un enriquecimiento cada vez mayor de multimillonarios del país y del mundo, en detrimento de la degradación de las condiciones de vida de los trabajadores, jóvenes y pobres. Para los estudiantes, por otro lado, vinieron ataques como el REUNI, que significó una expansión de las universidades públicas totalmente no planificada ni financiada, y el PROUNI, que significó la transferencia de dinero, que debería haberse invertido en la educación pública, para el sector privado. Estas medidas fueron grandes ataques, que en parte explican el hecho de que hoy la educación superior en el Brasil sea casi toda privada, para alegría de los grandes tiburones de la educación, enormes conglomerados de empresas como la Kroton y UNIP, entre otras, que hoy dominan la educación superior del país.

Los estudiantes no aceptaron estos ataques callados. En universidades y escuelas de todo el país organizaron sus luchas contra estos y otros ataques, incluidos los de los gobiernos del PT. Fueron años de muchas huelgas, movimientos nacionales para ocupar los rectorados, etc. Pero a pesar de eso, la línea de la UNE siguió siendo de apoyo al gobierno. Esto provocó un enfrentamiento entre la UNE y los estudiantes. A menudo, este enfrentamiento no era solo político, la UNE iba a las luchas y golpeaba físicamente a los estudiantes, intentaba desmontar asambleas, impedir la organización de huelgas, paros, etc.

Por eso, durante este período la UNE ganó la reputación de “pelega” [servil]. Llamamos pelego a alguien cuando es un “lamebotas” de jefes y gobiernos, cuando es su felpudo. Y, de hecho, la UNE era el felpudo del gobierno federal en el movimiento estudiantil. La vanguardia de las luchas estudiantiles en su conjunto odiaba a la UNE, porque aparecía en el movimiento sólo para desmontar las luchas.

Tal era la mala imagen que tenía la UNE, que las organizaciones de oposición de izquierda que permanecieron en ella durante ese período se veían obligadas a diferenciarse lo más posible de las direcciones mayoritarias y afines al gobierno dentro de la entidad. Fue entonces cuando surgió la Oposición de Izquierda. Que era una forma de diferenciar al máximo aquellos que estaban en el campo de la dirección de la UNE de aquellos que estaban en la oposición, que estaban en la UNE pero no estaban de acuerdo con la política de su dirección.

Incluso la Oposición de Izquierda trató de diferenciarse hasta en la estética. Fue en este sentido que se utilizaban las camisetas y banderas rojas de la UNE. Que los militantes de la Oposición usaban en los movimientos, para poder decir que eran de la UNE pero para que la gente entendiera que eso no quería decir que estaban de acuerdo con las cosas que hacía la UNE. La Oposición de Izquierda ya usó la camiseta roja, y lo hizo porque estaba obligada a hacerlo para afirmarse diferente de las direcciones mayoritarias de la UNE. Para no ser expulsada ​​de los espacios del movimiento estudiantil y rechazada por los activistas, quienes nutrían un profundo odio por la UNE, que era el felpudo del gobierno federal.

Todo este enfrentamiento entre los estudiantes en lucha y la UNE produjo también un fenómeno de reorganización en el movimiento estudiantil. De allí surgieron los Ejecutivos Nacionales de curso, los Comandos Nacionales de Lucha y Huelga, y también la ANEL (Asamblea Nacional de Estudiantes – Livre). Fueron intentos de producir entidades que organizaran la lucha de los estudiantes por fuera de la UNE, ya que estas luchas de hecho se daban por fuera e incluso contra la UNE.

Para mantener el control de la UNE, se profundizan los métodos burocráticos

Ahora bien, ¿cómo podrían hacer los directivos de la UNE para mantener el control de una entidad que debería servir para representar a los estudiantes de todo el país, y que están enfrentando al gobierno y haciendo luchas a pesar e incluso contra esta misma entidad?

Es en este momento, por lo tanto, que se profundizan los métodos burocráticos en la entidad. Para mantener el control de su dirección, el campo Mayoritario (formado por las principales corrientes que dirigen la UNE, con la UJS como corriente principal) retira a los estudiantes de los procesos de decisión de la entidad. Para mantener la dirección de una entidad representativa que ya no representa a los estudiantes, la UJS retiró la voz de estos estudiantes de la entidad.

Estos métodos burocráticos se mantienen hasta el día de hoy. Esto es lo que vemos en todo el país, con la imposición de conducciones sumamente antidemocráticas en las elecciones de delegados del CONUNE, incluyendo plazos y criterios absurdos para la conformación de las listas, con el fin de impedir la participación de corrientes opositoras en el proceso. Y es por eso que hoy vemos el show de impugnaciones de listas de la Oposición de Izquierda en todo el país, mientras que las listas de la UJS y otras organizaciones de la dirección de la UNE son homologadas aun cuando no cumplen con los criterios que estas mismas organizaciones definieron. Todo vale para mantener la dirección de la entidad, aunque para ello utilicen mentiras, trampas y maniobras burocráticas.

Gobierno de Temer, Bolsonaro y la vuelta del PT al poder

Hasta el final del gobierno de Dilma, la UNE se consolidó, por lo tanto, como un gran aparato burocrático, sin democracia interna, y dirigida por un proyecto político de apoyo al gobierno federal y de enfrentamiento a los estudiantes en lucha.

Con la salida del PT del gobierno, la UNE se reubica en el movimiento, pues vuelve a ser oposición a los gobiernos, primero de Temer y luego de Bolsonaro. Esto no quiere decir que los problemas de la UNE estén resueltos. Esto por dos motivos: primero, porque los métodos burocráticos ya están totalmente consolidados en la entidad. Pero, segundo, porque el proyecto político de la dirección de la UNE, que está integrada por organizaciones como la UJS, Levante Popular y las juventudes del PT, sigue siendo un proyecto capitalista. Es el llamado proyecto desarrollista, del que hablaremos con mayor profundidad en la parte 3 de los artículos de esta serie.

Sin embargo, el hecho es que una vez en la oposición al gobierno, la UNE deja de enfrentar las movilizaciones estudiantiles para defender al gobierno. No es que sea la mayor impulsora de las luchas, pero deja de intentar evitarlas e incluso participa en ellas. Es en ese marco que la UNE participa e incluso juega un papel protagónico en grandes movilizaciones, como el Tsunami de la Educación y las luchas contra Bolsonaro. Fue en ese momento que Rebeldia retorna a la entidad, para disputar el movimiento estudiantil para los estudiantes que ven en la entidad alguna referencia para su lucha.

A fines de 2022, los trabajadores y la juventud brasileña conquistaron una importante victoria, que fue la derrota electoral de Bolsonaro. Esto trajo a Lula de regreso al gobierno federal. Y la UNE sale del campo de la oposición al gobierno y vuelve a un proyecto de defensa del gobierno. Ahí se retoma la lucha para que la UNE rompa con el gobierno y organice la lucha de los estudiantes, de lo que discutiremos con mayor profundidad en los próximos artículos de esta serie.

La importancia imprescindible de disputar el movimiento estudiantil

Discutiremos el problema del proyecto político actual de la UNE y de sus principales corrientes en la segunda y tercera parte de la serie de artículos que publicaremos. Lo importante aquí, al retomar toda la historia de la UNE, es discutir un aspecto que para nosotros es fundamental, que tiene que ver con el motivo por el cual Rebeldia va al CONUNE y conforma los foros de esta entidad, a pesar de los problemas de método y políticos que ella posee.

El centro de la cuestión es que el movimiento estudiantil es, en el Brasil, un movimiento de masas. Son miles de estudiantes y jóvenes, repartidos por todo el país, que se organizan en CAs, DAs, DCEs, gremios, sindicatos estaduales y municipales, en fin… El gran problema es: ¿estos miles de activistas, en los momentos de los grandes enfrentamientos de la clase trabajadora y de su juventud contra los gobiernos y contra el capitalismo, de qué lado de la barricada estarán?

La propia historia de la UNE, por ejemplo, en la lucha contra la dictadura militar, demuestra la importancia que puede tener el movimiento estudiantil cuando se alía con el movimiento de los trabajadores en sus luchas decisivas. Lo que está en juego es muy profundo. En el momento en que el país atraviese sus luchas más importantes, ¿los jóvenes y los estudiantes estarán del lado de la clase trabajadora o en su contra? Hoy por hoy, la posición política de la UNE ya nos convierte en rehenes de multimillonarios, ricos y burgueses. ¿Y cuando vengan batallas más decisivas? ¿Qué pasa si millones vuelven a las calles del país, como lo hicieron hace menos de 10 años, en junio de 2013?

¿Hacia dónde los llevará la dirección actual del movimiento estudiantil en esos momentos? Una dirección que, aun cuando el país no atraviesa grandes conflictos, se sienta con el enemigo, como lo ha hecho la UNE al ocupar el Consejo Nacional de Desarrollo Económico y Social –al lado de presidentes de federaciones industriales del país, de presidentes de las mayores empresas de agronegocios del país, de CEOs de grandes empresas y bancos como Nubank, Itaú, Huawei, Facebook, JBS, por mencionar algunos–, ¿qué hará esta dirección cuando estalle la revuelta del pueblo y de los trabajadores, contra todos estos que están en el mismo Consejo que la UNE, debatiendo en conjunto “los rumbos del país”?

Por eso vamos al Congreso de la UNE. Porque habrá de 10 a 15 mil estudiantes allí reunidos. Y tenemos la obligación de ir allí y disputar la conciencia de estos jóvenes. No solo para convencer a una u otra persona de nuestras ideas, sino para disputar el movimiento estudiantil en su conjunto. Para que en los momentos de las mayores luchas, en las batallas más importantes, el movimiento estudiantil pueda ser un aliado decisivo de los trabajadores y del pueblo brasileño. Por lo tanto, para nosotros esto no es una mera “pelea de hinchadas” entre las corrientes, no es una simple “disputa de opiniones”. Se trata de luchar por el destino de la juventud trabajadora brasileña y, por lo tanto, luchar por el destino del propio país y de nuestras vidas.

Retomemos, por lo tanto, la historia de la UNE. Pero no para simplemente reivindicar esa entidad. Hagamos esto para reivindicar el potencial que puede tener el movimiento estudiantil. Y que sirva de inspiración, hoy, pues vamos al Congreso de la UNE a reivindicar esa historia, y para luchar para que esa historia no quede sólo en el pasado, sino que sea parte del presente de la entidad.

Artículo publicado en www.pstu.org.br

Traducción: Natalia Estrada.

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