Brasil | Solo la clase trabajadora puede apuntar una salida a la crisis del país

El 29 de abril, el Brasil llegó a la terrible cifra de 400.000 muertes oficiales por Covid-19. Antes de terminar el mes ya había más muertes por la pandemia en 2021 que durante todo el año 2020.
Editorial Opinião Socialista, PSTU Brasil
El 1° de Mayo, “Día Internacional de Lucha de la Clase Trabajadora”, sería el momento en que la clase trabajadora se uniera para luchar contra la mortandad, la pobreza y la miseria que capitalistas y gobiernos imponen a los más pobres. Pero tuvimos, de un lado, actos pro-gobierno y golpistas. Fueron manifestaciones pequeñas, agitadas por figuras como el ex presidiario Roberto Jefferson, que movieron a sectores de clase media, de media edad, y que fueron, en realidad, una política del gobierno para buscar aliento frente a su desgaste.
Del otro lado, hubo un acto virtual, promovido por las mayores centrales sindicales como la CUT, Força Sindical, UGT, CTB, que juntó, en un mismo palenque, al PT, el PCdoB, al presidente del PSOL Juliano Medeiros, y a Guilherme Boulos, con políticos como Fernando Henrique Cardoso (FHC) del PSDB, a Ciro Gomes (PDT) y al presidente del MDB, Baleia Rossi. Un acto electoral, con vistas a 2022, que, siendo oposición a Bolsonaro, no propuso una política económica de fondo, diferente de la de Guedes y Cía., toda vez que defendió la unión con empresarios y banqueros que la apoyan.
Cupo a la CSP-Conlutas y a la Intersindical – Instrumento de Lucha y Organización de la Clase Trabajadora aglutinar un polo clasista, de lucha e internacionalista, manteniendo la bandera de la independencia de clase de los trabajadores y nuestras reivindicaciones. Además de la “live”, se realizaron actos, como en São José dos Campos (SP), que reunió a las trabajadoras de las empresas abastecedoras de la LG.
Derrotar a Bolsonaro, la pandemia, el hambre, el desempleo y los bajos salarios
La pobreza sigue profundizándose, mientras los bancos, el agronegocio, las grandes mineras y los multimillonarios van yendo muy bien. Mientras tanto, el país se ve cada vez más en un proceso acelerado de decadencia, recolonización y regresión.
Esta crisis exacerba la disputa en el “piso de arriba”. A pesar de que un sector burgués está yendo a la oposición, aún sostiene a Bolsonaro, por lo menos mientras este mantenga su gobernabilidad. Ese proceso se viene expresando en la CPI de la pandemia. Aunque sea una derrota para el gobierno, su objetivo es mantener todo en los límites de la institucionalidad.
La clase trabajadora, por su parte, enfrenta, además de la pandemia, el desempleo récord, en una combinación que dificulta la movilización. Las direcciones de las grandes centrales y de los partidos de oposición podrían unirse y actuar para destrabar la generalización de las luchas. Pero, en lugar de esto, solo apuestan a una salida electoral.
El papel del PT, de Lula, seguido por la dirección y sectores del PSOL, como Freixo en Rio de Janeiro, y Boulos en San Pablo, es el de negociar un frente amplio con la burguesía, canalizando la insatisfacción creciente por la vía electoral. Eso, además de mantener a Bolsonaro, implica promover un proyecto de conciliación de clases con banqueros y grandes empresarios, lo que, inevitablemente, llevará a la continuidad de los ataques a los trabajadores para sacar el país de la crisis bajo la óptica de la burguesía, en los marcos, incluso, de este proceso de recolonización del país.
Los trabajadores en América Latina han apuntado un camino que la clase dominante teme. Después de Chile y Paraguay, ahora, las masas en Colombia entran en escena, e incluso en la pandemia acaban de derribar a un ministro y una Reforma Tributaria que atacaba a los más pobres.
La necesidad de una huelga general sanitaria
A fin de enfrentar la pandemia, sería necesaria una huelga general sanitaria. La clase trabajadora tendría más confianza para eso si hubiese una unidad y una pauta clara de lucha contra la pandemia y la crisis social y económica.
Para caminar en ese sentido, es preciso, además de cercar de solidaridad las luchas que están ocurriendo, como la de las trabajadoras de la LG y de sus proveedoras, exigir de las centrales, los sindicatos y los partidos que defiendan la necesidad de huelga, apunten ese camino, y hagan lo que estuviera a su alcance para prepararla.
Esa es la dirección a seguir. No dejar a Bolsonaro destruir el país mientras se espera por 2022. Ni defender un frente con la burguesía, para gobernar con un programa de conciliación que, como ya vimos, no resuelve ningún problema. Más aún, en las circunstancias actuales, un programa de esos precisaría arrojar la crisis, con más fuerza, en nuestras espaldas, para continuar beneficiando a banqueros.
Por un programa de emergencia y un polo clasista y socialista
Para enfrentar esta situación, es preciso poner la economía del país al servicio de acabar con la pandemia, el desempleo y el hambre, y no continuar enriqueciendo a banqueros y a un puñado de multimillonarios.
Es necesario quebrar las patentes y garantizar vacunas para todos ya; suspender el pago de la deuda a los banqueros; acabar con la Ley de Responsabilidad Fiscal e instituir la Ley de Responsabilidad Social; tasar en 40% la fortuna de los 65 multimillonarios; estatizar, bajo control de los trabajadores, el sistema financiero, y pagar R$ 600 de auxilio de emergencia hasta el final de la pandemia; dar auxilio financiero a los pequeños comerciantes y cancelar las deudas de los trabajadores y de los pequeños propietarios, para poder garantizar un lockdown de verdad; invertir masivamente en el Sistema Único de Salud (SUS), en la educación pública, y realizar un plan de obras públicas esenciales que genere empleos y un plan de vivienda popular, además de resolver el problema del saneamiento básico.
Para eso, es necesario luchar por la autoorganización de la clase trabajadora. Por eso, así como hicimos el “1° de Mayo clasista, de lucha e internacionalista”, es preciso fortalecer, día a día, un polo de lucha, clasista y socialista, que ayude a avanzar en la autoorganización de la clase, por la base. Y fortalecer, así, un proyecto socialista de sociedad, que tenga como horizonte un gobierno socialista de los trabajadores, basado en consejos populares.
Artículo editorial publicado en www.pstu.org.br, 5/5/2021.-
Traducción: Natalia Estrada.