search
               
                   
Paraguay

Burocracias: un cáncer en la vida de las organizaciones sindicales

noviembre 28, 2018

¿Qué papel juegan las burocracias sindicales?

En primer lugar es importante aclarar lo que significa burocracia sindical.

La burocracia sindical es un grupo de dirigentes sindicales que se mueve por intereses personales y/o grupales y no para defender los legítimos intereses comunes de su respectivo sindicato o del conjunto de la clase trabajadora. 

Existen situaciones en las que el poder está concentrado incluso en una sola persona, en esos casos un solo burócrata toma todas las decisiones en forma personal no respetando ninguna instancia de la organización. 

La burocracia sindical, al defender solo sus propios intereses, abandona los principios fundamentales de la lucha sindical que son los pilares sobre los que se asienta el verdadero sindicalismo. Estos principios son: La solidaridad y unidad entre los trabajadores, la independencia de clase, la autonomía sindical, la democracia obrera y el internacionalismo proletario.

Es decir la burocracia sindical es un enemigo de los trabajadores metido dentro de las propias filas del movimiento sindical.

El movimiento sindical de nuestro país cuenta con varios burócratas.

Estos dirigentes burócratas son traidores de los intereses de la clase Trabajadora que por mucho tiempo vienen parasitando al movimiento sindical.

Estos enemigos de los trabajadores, que fungen de representantes de los mismos, negocian lucrando en forma personal y en beneficio propio la sacrificada lucha de los trabajadores, venden sus huelgas y todo tipo de lucha, ya sea a las patronales o al gobierno de turno. 

Como claros ejemplos de este tipo de burócratas sindicales en nuestro medio, los tenemos a los dirigentes de la CNT (Juan Torales, Miguel Zayas y otros), de la CUT (Aldo Snead, Jorge Alvarenga y Cía), de la CGT (Sonia Leguizamón), de la CPT (Francisco Brítez). Estos dirigentes se vendieron directamente al nefasto Gobierno del Presidente-empresario-mafioso, Cartes.

Después de traicionar la huelga de los choferes y la huelga general del año 2015, no contentos con esto, pasaron a apoyar directamente todas las medidas antisindicales del gobierno de Cartes, con sendos pronunciamientos preparados por el propio Ministro del Trabajo de ese entonces, apoyando y reivindicando al gobierno que tanto daño provocó a los trabajadores. Con esta orientación apoyaron el papel de sicario político-institucional que cumplió el miserable Ministro de Trabajo durante ese gobierno.

Otro ejemplo siniestro son los burócratas de uno de los sindicatos de Hacienda, PRISIFUMIH. Los burócratas de este sindicato no sólo se convirtieron en operadores de Cartes durante las elecciones sino que hicieron que su sindicato sea una seccional colorada cartista e infundiendo temor en sus bases. También se mostraron activos, no para defender a sus afiliados o a la clase trabajadora que estaban sufriendo duros ataques, sino para legitimar y apoyar al gobierno y sus medidas antisindicales y antipopulares con sendos comunicados.

La abierta traición del PRISIFUMIH llevó que la CCT denunciara públicamente a los dirigentes condenando esta orientación gubernista y propatronal que va de contramano con toda la labor de la CCT que declaró, al Gobierno de Cartes, enemigo del pueblo trabajador y luchó contra el mismo con todas sus fuerzas. 
Traicionan por acción y por omisión

Las burocracias sindicales incurren en traiciones no solo “por la acción” sino también por omisión. En efecto, en incontables luchas, dirigentes sindicales han traicionado la lucha de los/as trabajadores/as al no apoyar las legítimas huelgas en defensa de los intereses de los trabajadores. 

Para nombrar sólo algunos ejemplos de este tipo de traiciones, tenemos el caso de la huelga de los Trabajadores de Acepar, en la cual los dirigentes sindicales del Sindicato de Acepar (afiliado a la CUTA) en momentos en los que los trabajadores del SITRAC estaban en huelga, salieron a manifestarse en contra de la huelga y a favor de la patronal.

Otro ejemplo es la traición de los dirigentes sindicales de la DINAC (cuyos sindicatos están afiliados en la CUT y en la CUTA) que decidieron abandonar a los sindicatos que salieron a luchar contra la política de la APP bajo el gobierno de Cartes.

De igual forma podemos citar la traición de los dirigentes sindicales del IPS (cuyos sindicatos están tanto en la CUT como en la CUTA) que decidieron firmar un Contrato Colectivo de Trabajo, que representó un retroceso con respecto al Contrato Colectivo vigente y una violación a los derechos adquiridos. Podemos citar también el silencio cómplice de los dirigentes sindicales de la Municipalidad de Asunción (tanto de la CUT como de la CUTA) ante el negociado de la tercerización del cobro de impuestos.

Otro caso muy reciente es el del gremio de los docentes, donde el representante de la FEP, Silvio Piris, traiciona flagrantemente la lucha docente violando un pacto previo que consistía en un porcentaje de reajuste salarial que ya se había acordado de antemano, negociando él con el actual gobierno a espaldas de los demás gremios un porcentaje mucho menor.

Existen otros dirigentes que ni siquiera son trabajadores, son empresarios que fungen de sindicalistas, como el caso de Barreto Medina, dueño de varias empresas en donde se explota a decenas de trabajadores, otros son dueños de empresas de transporte. Estos personajes son patrones que se ubican en esos roles de dirigente sindical solo para sacar provecho personal.

Estos son sólo algunos ejemplos, existe una infinidad de casos similares que ya forman parte de la historia del movimiento sindical paraguayo que deben ser denunciados con toda la rigurosidad necesaria para intentar sanear la lucha sindical. Es una obligación moral denunciar a los enemigos que lucran con la lucha de los trabajadores.

Al respecto debemos recordar las experiencias recientes como el caso de la triunfante huelga del 2014 que donde los trabajadores movilizados pararon el país, pero sin embargo la traición de algunos dirigentes hizo que lo que se ganó en las calles se perdiera en las famosas “mesas de diálogo”. Y esta es otra cara de la burocracia que aparentemente salen a luchar pero sólo como modo de presionar a las patronales y el gobierno para que larguen algún zoquete y matan la energía de la clase en las inútiles mesas.

Profundos daños a los trabajadores

Estas traiciones provocan profundos daños a los trabajadores, a los dirigentes honestos y al movimiento sindical, que se traducen en despidos arbitrarios, persecuciones, perjuicios económicos, represiones, imputaciones, apresamientos, entre otros.

Y quizás el peor daño sea la destrucción de la confianza y de la credibilidad de los trabajadores en general en la organización sindical y la dirigencia sindical. El desprestigio instigado por los patrones y los medios de comunicación comercial agudiza la mala fama de la dirigencia desanimando a los trabajadores para la organización y la lucha.

Es posible extirpar el cáncer

Para recuperar la fuerza y la coherencia en la lucha sindical, además de luchar en contra de la explotación capitalista, debemos luchar también en contra de los enemigos de la clase trabajadora en las filas del movimiento sindical.

Y debe ser una batalla abierta de los/as trabajadores/as porque no habrá días mejores para la clase con los traidores consuetudinarios en nuestras filas. Hay que vaciar las centrales traidoras y promover nuevas dirigencias que tengan la moral proletaria y la lealtad de clase como su práctica sindical normal.

Comité Ejecutivo Nacional, 
Partido de los Trabajadores, PT. Paraguay
Nov.18

Lea también